busco la Verdad, el Bien, la BELLEZA, la buena literatura y el gran periodismo que se hizo en España lejos de la plebeyez y el mal gusto aunque nada de lo humano mes ajeno
busco la Verdad, el Bien, la BELLEZA, la buena literatura y el gran periodismo que se hizo en España lejos de la plebeyez y el mal gusto aunque nada de lo humano mes ajeno
busco la Verdad, el Bien, la BELLEZA, la buena literatura y el gran periodismo que se hizo en España lejos de la plebeyez y el mal gusto aunque nada de lo humano mes ajeno
2020-07-26
A ESTE DE LEON LE DAREMOS EL PASOAPORTE EN CUANTO VOLVAMOS A GANAR. GENTUZA. ERA UN FASCISTA
No todo es inconcebible, intolerable o vandálico en la moda que crece por minutos y recorre el mundo ajusticiando bronces, apeando estatuas o enguarrando monumentos. Barra libre. Vamos todos sobraditos de deuda histórica, mitofobias y caudillos a maldecir o apear. Cuéntese también que la gente acusa hoy un cabreo pandémico, la olla estalla y se desquicia la razón serena, mientras las fuentes del saber y los cazarrecompensas de la Historia airean cabelleras, averiguaciones o la cara escondida de todo prócer. Entonces, la calle protestataria puede esgrimir furiosos libelos de repudio contra el Jefferson ecuestre, el Junípero misionante, el Colón portador del virus conquistador, el Churchil de ínfula colonialista, el Juan de Oñate de espingarda tuerta, el intrépido Ponce de León (de León solo, y a Castilla, astillas, precisa un entusiasta pe.ene.ene local)... y ya puestos, ese de ahí con pelucón francesí que atiende por Voltaire, abajo con él... y al de la gola, el libro y la pluma de ganso, lo mismo: ¡Cervantes asesino!...
Siempre fue así. Las tortillas tienen vuelta y la historia es un contínuo abatir dioses, templos, estatuas... a lo bárbaro por ley, con mofa, befa, vituperio y cabezas cortadas si es mármol quebradizo. Sin embargo, el sindicato de Artistas al Salto y el de Fundidores aplauden estos derribos con zapateta y tracatrá; habrá que reparar, reponer o inventar nueva cosa para el pedestal vacío y eso es bueno pal convento. ¿Y qué esculturas se elegirán?, ¿un pokémon, un mártir indígena, un obiguankenobi?... Impostando a B. Russell: El mundo no cambiará hasta que la mitad de las estatuas sean de extranjeros o desconocidos; y los profesores de Historia, también, todos de lejos; y cuando esto suceda, quizá se nos cure esta fiebre del bronce que no deja de levantar estatuas a nuestros ombligos históricos y leyendas, tantas veces patraña pura.
(El fundidor insiste: entre el virus y el bronce que no se desgasta no se genera mercado, abajo con él; estimula cambiar muebles cada poco; ¿acaso no cambiáis de dios como de bragas?)