AFGANISTAN EL RIDICULO DE LAS GUERRAS SOLIDARIAS
No sé lo que sentirá mi amiga Cristina que perdió a su padre militar en un atentado en Kabul. Morir para nada. Sangre española derramada. Cris tuvo una depresión muy fuerte. A mí me duele soy hijo de militar y siento que estas guerras solidarias tan jaleadas por los políticos han sido una estafa. Se puede morir por la patria, por la familia, por la honra pero qué cosa más absurdo dar la vida en una país a miles de kilómetros para defender los intereses de la droga. Es ese lugar el centro de producción mayor del opio. Sherlock Holmes que era cocainomano así lo declaraba y yo vi un día en la catedral de York un altar dedicado a los caídos en Afganistán defendiendo los intereses británicos en tiempos de la Reina Victoria. Los rusos también estuvieron allá y fue un desastre. Para los norteamericanos y su comilitona la Merkel ha sido un segundo Vietnam. Detrás de todo este entramado se perfilen intereses espurios que ocultan las grandes cadenas informativas con sus impresionantes imágenes de ese colosal Antonov al que se subieron los últimos mohaidines a puñetazos y alguno, al no conseguir entrar abordo trepó hasta el ala del aparato. Cuando despegó, los objetivos de las cámaras del aeródromo enfilaron la caída de algunos de ellos que se hicieron papilla. Qué visión más trágica. !Pobre Cristina su padre fue una de la 104 victimas que tuvo nuestra tropa desplegada en aquel absurdo conflicto para acallar las apetencias y filiaciones adscritas de políticos inanes! Ahora se ha abierto la veda de una nueva emigración en masa de afganos que huyen del Talibán. El NOM y los enemigos de la cultura occidental deben de estar relamiéndose de gusto. El muyahidín ganó la guerra del opio en nombre de Alá. Nos dicen las emisoras lo que quieren pero no nos cuentan la verdad.