DÍA DE LA FIESTA NACIONAL
Pedro Sánchez intenta blindarse del multitudinario abucheo en el 12-O acercándose a los Reyes
Gritos de "traidor" y de "dimisión" acompañaron su presencia en el acto, donde se dieron cita miles de personas
Pitidos, abucheos e insultos. El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, no ha tenido hoy su mejor jornada. Tanto al llegar como al marcharse ha tenido que escuchar el sonido del viento, el de las protestas de aquellos que se han acercado al Paseo de la Castellana de Madrid para celebrar el Día de la Hispanidad y la parada militar.
Fue sonar por los altavoces anunciando su asistencia, y un torrente de gritos e insultos llenó el Paseo de la Castellana: "traidor", "dimisión", fueron los gritos más coreados. El presidente del Gobierno no logró evitar un abucheo generalizado pese a que el público estaba alejado de la plaza donde se encontraban las autoridades.
Sánchez intentó blindarse de la pitada buscando la cercanía de la Casa Real. De hecho, llegó con su comitiva de vehículos apenas dos minutos antes de que la Familia Real llegara a la plaza. Pero, pese a sus movimientos, que provocaron sorpresa, ya que rompió los protocolos habituales buscando la cercanía de Felipe VI mientras éste realizaba la revista, el abucheo fue constante hacia él. Ni siquiera buscando la cercanía de la Reina lo evitó.
También resultó llamativo que el presidente de Gobierno apenas saludara a las autoridades madrileñas, la presidenta Isabel Díaz Ayuso, y el alcalde, José Luis Martínez-Almeida, mientras se centró en atender a su ministra de Defensa, Margarita Robles.
Los abucheos a Sánchez contrastaron con el cariño con el que fueron recibidos por el público los Reyes a su entrada en el Paseo de la Castellana. Los "vivas al Rey" y "vivas a España", se convirtieron en la banda sonora de la jornada.
No fue una sorpresa. El precedente de la pitada al ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, en un acto institucional de la Guardia Civil ya apuntaba lo que iba a pasar. Nuevamente hoy, el titular de Interior recibió sonoros abucheos. En la mente de muchos de los protestantes, la política penitenciaria con los presos de ETA.
HOMENAJE A LOS MILITARES
El de hoy ha sido el primer acto castrense importante, abierto al público, que se celebra después de comenzar a levantarse las restricciones por la pandemia.
La jornada de la Hispanidad comenzó pronto, a las 8.30. La ministra de Defensa, Margarita Robles, mantuvo una multiconferencia con los mandos de las misiones internacionales en las que participa España.
Posteriormente se desplazó a la Castellana donde, bajo la presidencia de los Reyes, se celebró esta parada militar que, como recordó la ministra, se puede llevar a cabo después de una etapa "muy dura". Porque, durante estos meses, los militares han tenido que llevar a cabo una operación en territorio nacional, sin precedentes: la operación Balmis y, posteriormente Baluarte. Dedicados a la descontaminación de centros de mayores e instalaciones estratégicas, el traslado de las decenas de miles de fallecidos, el aprovisionamiento de los materiales sanitarios esenciales... Y, además, las actuaciones tras el desastre de Filomena. Y los actuales trabajos en La Palma. Y la operación de evacuación de Afganistán...
"Se lo merecen", apuntaron desde Moncloa cuando aún existían dudas sobre la conveniencia de convocar este evento por la evolución del coronavirus. Y así ha sido. 2.656 militares de los tres ejércitos, 68 aeronaves y 115 vehículos han desfilado ante los Reyes. El pistoletazo de los actos centrales, el izado de la bandera y el homenaje a los caídos por España. Posteriormente, un desfile aéreo y terrestre. Y después una recepción en el Palacio Real, muy restringida por las medidas de seguridad interior contra el Covid: sin ágape y con mascarillas.
En el Paseo de la Castellana se han dado cita miles de personas que arroparon a los uniformados en la jornada.