novena a san Spiridon por la paz del mundo. Era turco, tenía el don de resucitar a los muertos y aplacar el furor de los mares y de los terremotos

 

SAN SPIRIDON TODO LO ALCANZA DON DE HACER MILAGROS EQUIVALE A NUESTRO SAN ANTONIO DE PADUA

 San Spyridon el Taumaturgo de Trimyphus nació alrededor de 270 en la ciudad chipriota de Askia. Este fue un tiempo de severa persecución a los cristianos.

San Spyridon nació en una familia pobre, por lo que no recibió educación. Sin embargo, por naturaleza era modesto, amable, encantador y sabio, por lo que era muy querido por quienes lo rodeaban. Se casó temprano. Él y su esposa tuvieron una hija, Irina, a quien el mismo San Spyridon bautizó y crió en la fe cristiana. Cuando murió su amada esposa, San Spyridon dio a su hija para que fuera criada por la comunidad de la iglesia y tomó votos monásticos. La sabiduría, el tacto natural, la humildad y el ascetismo glorificaron a San Spyridon entre los habitantes de Trimifunt. También es conocido por los milagros de sanación y la oración intensa a petición de los creyentes. Por lo tanto, cuando murió el obispo local, San Spyridon fue puesto en su lugar con aprobación general. Como obispo, San Spyridon fue un ejemplo de virtud, pureza sincera y modestia. Fue un benefactor generoso y nunca se negó a ayudar a nadie que se volviera hacia él. Y si una persona pidió dinero, Spiridon dijo: "Lo devolverá cuando pueda". Dicen que un campesino pidió el grano sagrado. Él le respondió, dicen, tómalo en el granero. A lo que el campesino exclamó: "¿De verdad no irás a mirar, y si tomo más de lo que pido?" “No tomará más de lo que necesita, pero devolverá tanto como pueda”, le respondió Spiridon Trimifuntsky. En 325, se celebró en Nicea el Primer Concilio Ecuménico por orden del emperador Constantino, que reunió a obispos de Asia, África y Europa. Junto con San Nicolás de Myra, San Spyridon estuvo presente en el concilio. En particular, entró en una disputa con uno de los filósofos invitados por el emperador y desertó al lado del hereje Arrio. Como dice la vida, el santo no intentó demostrar nada al hábil sofista y lo desarmó con una ardiente confesión de fe. San Spyridon dijo: “¡Hay un solo Dios! Él, habiendo creado el cielo y la tierra, y de la tierra del hombre, creó todo lo visible e invisible por la Palabra y el Espíritu Santo. El Hijo de Dios es la Palabra que adoramos y creemos que Cristo nació de una Virgen para nuestra salvación. Él es de una esencia con el Padre y tiene el mismo poder y dignidad que Él. Por lo tanto, ellos deben ser honrados por igual. El Hijo de Dios, a través de la cruz y la muerte, nos liberó de la condenación antigua, y por Su resurrección nos dio la vida eterna. Se espera que Cristo regrese y sea el Juez de todos nuestros hechos y palabras. ¿Crees en esto, filósofo? El filósofo no pudo oponerse a nada, pero, como dice la vida, comprendió la profundidad de su propio engaño, se arrepintió y él mismo denunció a Arrio. Spiridon se hizo famoso por muchos milagros. Él curó al emperador Constanza gravemente enfermo, a través de sus oraciones, el bebé ahogado y su madre, que murió de shock, resucitaron. Su hogar siempre estaba abierto a los necesitados y a los extraños, y su corazón siempre estaba abierto a los que buscaban la verdad. ***** ¿Qué le rezan a San Spyridon? ¿Cómo ayuda Saint Spyridon? Los creyentes creen que tener una familia y llevar una vida justa pero mundana es un santo, ayuda a resolver situaciones difíciles de la vida diaria. - San Spyridon de Trimyphus se llama el Wonderworker, ya que a través de la oración al santo se realizan numerosos milagros y curaciones, el santo ayuda a todos los que se dirigen a él con fe y oración. - El santo ayuda a encontrar un trabajo, a establecer buenas asociaciones, a quienes realizan negocios u otros asuntos personales. - Se le pregunta a Saint Spyridon sobre cómo deshacerse de las deudas, sobre la resolución exitosa de los casos en los tribunales, sobre el bienestar y la prosperidad en la familia. - Rezan al santo por matrimonio y amor. - A menudo piden ayuda para vender o comprar una casa, alquilar un apartamento y resolver cualquier otro problema relacionado con los bienes raíces. - También le piden al santo curación de enfermedades, salud. Existe una tradición de leer el akathist a San Spyridon de Trimyphus durante un número razonable de días. la gracia que pides te será garantida

Вечернее богослужение. Акафист Пресвятой Богородице

reo en un solo Dios, Padre, Todopoderoso, Creador del cielo y de la tierra, visible para todos e invisible. Y en el único Señor Jesucristo, el Hijo de Dios, el único nacido, que es del Padre Biológico antes de todas las edades; Luz de Luz, Dios verdadero de Dios verdadero, nacido, increado, consustancial con el Padre, Imzhe todo fue. Somos por el bien del hombre y por nuestro bien de la salvación que vino del cielo y se encarnó del Espíritu Santo y María la Virgen y se hizo hombre. Pero fue crucificado por nosotros bajo Poncio Pilato, sufrió y fue sepultado. Y resucitó al tercer día según la Escritura. Y ascendió al cielo y se sienta a la diestra del Padre. Y las manadas que vienen con la gloria de juzgar a vivos y muertos, Su Reino no tendrá fin. Y en el Espíritu Santo, el Señor, el vivificante, que es del Padre que procede, que son adorados con el Padre y el Hijo, y que son profetas glorificados. En una Iglesia Santa, Católica y Apostólica. Confieso un bautismo para remisión de pecados. Té la resurrección de los muertos y la vida del siglo venidero. Amén.

 






MI ENTREVISTA CON RASPUTIN SE ME APARECIÓ UNA NOCHE SU ESPECTRO CUANDO CANTABA EL AKATHISTOS

 El regreso de Rasputin

 

La noche del 11 de febrero de madrugada estaba yo leyendo un pasaje del Evangelio mientras escuchaba el canto del salterio que emiten por Internet los monjes de un lejano monasterio en Vologdá a través de la Red.

Suelo aprovechar la vigilia para escribir y leer cuando todo está en calma. El nocturno es un invitatorio a la reflexión.

De pronto percibo un ruido extraño como de campanas tocando a clamor. Mi celda se ilumina de una luz fogosa. Alzo los ojos del teclado de mi ordenador y veo detrás de mí asomándose por el montante que da al jardín de atrás a un hombre de rostro alargado unos ojos poderosísimos. Daba miedo mirarlos pues más que ojos parecían hierros candentes. Era como de mediana estatura los brazos muy largos y una mano carnosa como de campesino cabellera en desorden barbas apostólicas  partidas por una raya en medio. Vestía la clásica sotana de los popes rusos ( r i a s a) de mangas anchas. En su pecho lucía la  (p a n a g i a) o pectoral labrado en oro con una cruz inversa.

Sentí pavor porque el icono de  san Nicolás de Radonezh que protege mi aposento de pronto se apagó. La mirada intensa como si tratara de escudriñar el alma del que mira me hizo temblar. Era Gregorio Efimovich que regresaba del infierno entre carcajadas y estruendo de cadenas que venía a darme un mensaje. Se inició entonces un dialogo entre los dos.

YO: ¿Qué quieres de mí Padre Gregorio?

RASPUTIN: Que no escribas mal de mí. A todos aquellos que hablan mal de mí les ocurre una desgracia.

 

YO: Precisamente, estaba leyendo las memorias del príncipe, el que acabó con la vida del pope, Yusupov el miembro de la familia imperial que te envenenó mediando cianuro en tu copa. El veneno no te hizo efecto y hubo de llamar al gran duque y a un agente del servicio secreto inglés. Ellos te acribillaron a balazos sin poder acabar contigo. Arrojaron tu cadáver al Neva.

El atestado de la policía dice que la muerte te vino por ahogamiento y no por las heridas de los disparos. Todo muy extraño, casi increíble

RASPUTIN: Soy un siberiano fuerte. Mi padre era cuatrero. Domé caballos antes de entrar en el convento.

Se santiguó con la mano izquierda y me lanzó una mirada horrorosa. Yo vi al demonio en aquellos ojos. Eran los ojos que hipnotizaban a las coquetas de Petrogrado y a las mujeres de la alta sociedad.

 Mi sotabanco, humilde aposento, empezó a oler a azufre. Es el signo de la llegada del Malo.

 Sonaban sarcásticas risotadas de los demonios por el pasillo que da al almacén de la librería. Acto seguido Grigory se santiguó al revés. Hizo un garabato y continuó su plática

RASPUTIN: Yusupov el oficial de la guardia era marica y cornudo. Yo fui a su palacio porque quería presentarme a su mujer que era sobrina de la emperatriz. Caí en la trampa. Me tendieron una emboscada. El servicio secreto inglés espiaba mis reacciones al vino y al cianuro en el cuarto de atrás. Si el oficial de la guardia estaba enamorado de mí. Había oído hablar de mi descomunal verga de casi treinta centímetros. Quiso probarla como la probaron las encopetadas  damas de la corte imperial. Sucumbían a mis pidieres mágicos. Es la fuerza de la naturaleza. Eros y Baco dominan la tierra.

YO: Eres un fauno. Por lo que veo en Internet quieren canonizarte algunas mujeres y ponen la aureola de confesor en tu cabeza. Esto me parece un sacrilegio.

RASPUTIN: No desbarres, diacono. Aun quedan muchas discípulas mías. Son reliquias de mi secta de los "x i l i a c h i " (saltarines) bailábamos en torno a una hoguera y luego copulábamos con las monjas. Estas danzas supusieron para mí estas heridas que llevo en la cabeza porque la compañera Gusseva la que   mi compañera en Prokoskovie la aldea siberiana donde nací quiso asesinarme por haberla abandonado y liarme con una monja llamada Heliodora (me mostró la cicatriz aun luminosa a través de la luz del alba que iluminaba la celda)

YO: tú eras un yurodivi, un peregrino ruso, un aventurero del mal cínico e hipócrita que te hacías pasar por santo y era un sátiro.

RASPUTIN: tengo poderes mágicos. Puedo demostrarlo. mira mis manos (me mostró sus enormes manazas de muyik) estas manos curaron al zarevich y acariciaron los senos alemanes de la emperatriz Alexandra Fiodorovna o Alice von Hessen

YO: Vade retro. Calumniador y blasfemo.

Al decir esto apreté el rosario que siempre llevo conmigo junto a mi pecho. Una estruendosa carcajada se esparció por el jardín central despertando  vecinos que se disponían para comenzar su jornada laboral. Escuché el ruido de las persianas que se alzaban. Esta blasfemia era la mayor barbaridad que había escuchado en mucho tiempo. El zar Nicolás II era el mejor padre de familia el hombre más casto y mejor de la dinastía Romanov y aquel espectro diabólico se reía de los  ríos de sangre de su profanación angustiosa que costaría ─ya lo profetizó Fedor Dostoyevski─ con los estertores de la revolución y las dos guerras mundiales que supondrían a la patria millones de cadáveres.

RASPUTIN: El zar era casto, bueno, un gran tipo pero un ser sin voluntad. Estaba dominado por su mujer, diácono.

YO: ¿Por qué me llamas diácono?

RAPUTIN: sé que lo eres.

YO: Soy un diácono de la literatura. quizás esté luchando contra molinos de viento pero en proseguir mi demanda soy feliz.

RASPUTÍN: Andarse con cuidado. Mis adoratrices te tienen fichado.

YO: ¿Es una amenaza? No me importa ser mártir. De algo hay que morir. Dime cómo llegaste a la corte tú que eras un fraile giróvago que recorrías las aldeas engañando a los campesinos y acostándote con sus mujeres.

RASPUTIN Con la carta de recomendación de un obispo al que curé de un cáncer. Fui el mandamás en Tsarkoe Selo. Yo nombraba y destituía ministros.

YO: ¿Quién estaba detrás?

RASPUTIN: el káiser y su tropa de judíos alemanes. Dineros judaicos suizos financiaron la revolución. Y por supuesto las mujeres que traen hijos al mundo pero con su debilidad paren catástrofes. Ellas son el arma con que Rusia de nuevo será derribada, mira todas las putas que se asoman a las paginas de Internet y enseñan sus muslos, sus tetas y sus coños. La mayor parte son jóvenes rusas. viejas las hay también. Le sirven de arma arrojadiza al sionismo. trajeron el odio y la disgregación.

Por primera vez el monje giróvago creo que estaba diciendo la verdad. Yo alcé el crucifijo adjunto a la pantalla de mi ordenador lo alcé miré a los ojos terribles de Grigory hizo una mueca tan espantosa que soy incapaz de describirla y desapareció entre ruido de cadenas.

Seguía oliendo a azufre en mi habitación. Conque dije "no izwavi nas ot lykavago = sed libéranos a malo". Señor, libradnos del mal y no nos dejes caer en tentación. El diablo es poderoso como nunca. Siembra alianzas y compinches por doquier pero nunca podrá contra la fuerza del Señor Jesucristo nuestro Dios.

TO MY ENGLISH ROSE

 69 PEARSON PARK AQUELLA NOCHEBUENA  EN HULL

 

Aquella nochebuena del 66

Conocí el amor en la misa de Gallo

Abismo de lo inefable

Cuando se descorrieron las cortinas

Del secreto arcano

Que pasa por la vida del hombre

Una sola vez

Fue una epifanía

No he vuelto a Hull aquella ciudad del norte

Los muros de Endsleigh College

No los salté

Conocí la felicidad y el destierro

Desde entonces soy

Un judío errante

Giran los días los meses y los años

Da vuelta la noria de los acontecimientos

Chirrían los cangilones

Y sin darme cuenta

Heme aquí un pobre viejo

Los dientes careados

Y copos de la nieve de febrero

Acariciando la piel de mi gorro

Y mi pelliza

Me llevaré a la tumba aquel amor

Y escriban tu nombre

Sobre mi tumba

Un nombre en mis labios

Suzanne, my English Rose

Nombre que suena como un beso

Ruso  c h e l o v a t b  tebiá

Troparios, kiries y canciones

Las fimbrias de la estola

Del diacono

Eras tan pura todo oro

Como la casulla del pope

Dentro del iconostasio

Fulgías corales

y sonrisas

Ahora suena música de Mussorsky

Escucha amada a los coros

Que siguen la himnodia monocorde

Después de cincuenta y cinco años

Se abre la puerta de los dones

Un santo anacoreta nos larga bendiciones abierto el sagrario del

Tabernáculo

símbolo de nuestro dolor

Santiguadas trazadoras de la inocencia paso a paso hacia el Golgota

Hacia la triunfal crucifixión

Te descubrí

Y mirándote subí al cielo

Peldaño a peldaño

Por la escala de Jacob

Un acontecimiento insólito

Como Petrarca cuando vio a Laura

Él también conoció el sacramento

En una iglesia de Aviñón

Y Shakespeare vio al Cisne de Avon

Como yo en Hull

 Capital del Yorkshire

Habitada por gente dura y compasiva




outspoken
 

Batida por el viento

Y las galernas del mar del Norte

Aquel instante

Aquella misa

Es el secreto de mi vida

Que me acompañará a la tumba

Divino amor más allá de la muerte

Que nos convierte en dioses