LA PASCUA MÁS
TRISTE. EN CONTRA DE UNA ENTREVISTA ENTRE EL PAPA
FRANCISCO Y EL PATRIARCA CIRILO
Regreso desde
Galicia a mis lares, me saludan las torres de Astorga atravieso las tierras
rojas del Bierzo las Médulas donde los romanos extraían el oro. Babia queda
atrás ya he tramontado el valle del silencio. Vamos en caravana. La autovía
parece una procesión penitencial. Todo el mundo ha salido. Madrid quedó
desierto. Es una huida hacia ninmguna parte. Es el exodo de nosotros mismos.
Las radios y periodicos españoles nos sacuden como un glagelo mediatico las meninges. Es un
bombardeoo antirruso que a mí me irrita porque Rusia es una de esos pueblos que
imprime carácter y te suibyuga, la ultrajan, la escupen, la postergan. Ese navío
“El Moskva”
considerado la joya de la corona de la escuadra RUSA
ha sido hundido por un misil diicen que ucranio, pero yo me
inclino a creer que el autor del hundimiento fue el carnicero Biden ese
carcamal con aires de gorila y
sarcástica sonrisa con cara de no haber roto
nunca un plato, pero que es un nuevo Nerón, un Calígula
del siglo XXI. Los usacos han matado a mucha gente
desde que hundieron el Maine
en Vietnam, en Corea, en Hiroshima, en Belgrado,
en Iraq. Hace ocho años prepararon el
escenario de la masacre de Maidan. Crimea y Odesa siempre fueron tierra rusa.
Contrataron a ese nazi de Lvod de mamporrero
el tal Zelinski que proclama ideas hitlerianas a
pesar de ser judío del todo nacionalistas. A sendos lados de la carretera se
me aparece esa niña que cruza sola la
frontera de Polonia arrastrando los pies, ese soldadito en un hospital
destartalado que se fuma un papirosio le acaban de cortar las
piernas o esas tumbas con tumulo de tierra en los
parques de Mariupol donde gritan la viuda del
pobre masacrado transeúnte cuando iba en bicicleta
y reclinan flores frescas sobre una cruz de palo ortodoxa. Dios mío, cuanto
dolor. Estas pascuas nunca fueron más tristes y dicen los de
la COPE que es necesario que el papa Francisco
vaya a visitar al patriarca Cirilo para
concertar paces entre ambos bandos litigantes.
Sería una blasfemia. Ese líder mundialista que viste de sotana blanca es en
parte responsable de la guerra de Ucrania y del cisma en Oriente. Hacerle
pacificador sería como meter a la garduña a guardar el gallinero. ¿Unas
visita despues de bendecir a Biden? Eso sería como crucificar de nuevo a
Jesucristo. El argentino actúa en colusión con las potencias del mal. Es un
anticristo. Es desgarrador el dolor del patriarca Cirilo por los soldaditos
caídos en la defensa de su patria. Aquí el perverso es el que triunfa
respaldado por sus padrinos sionistas. Yo le he visto. Lleva la marca de la
Bestia sobre la frente. El número 666. sus ojos echan fuego, son los ojos de
un enano de corta estatura, un nuevo napoleoncito por cuyas intrigas está
muriendo tanta gente. Es una pascua triste. Recito mentalmente el “Victimae
paschalelae laudes inmolent christiani. Xtus innocens Patri reconciliavit
peccatores. Mors et vita duello mirando conflixere: dux vitae mortuus reganat
vivus. Maria quid vidisti in via? Sepulcro Christi viventis et gloriam vidi
resurgentem. Angelicos testes sudarium et vestes. Surrexit Christus spes mea
praecedet suos in Galileam. Scimus Cjhristus surrexisse a motuis vere. Tu nobis
victor Rex miserere. Aleluya."
Esta sublime oración que prorrumpía en mis labios en los alegres dias de la
adolescencia aquellas mañanitas frescas de abril que eran dulces de dormir me
reconcilian con mi pasado y son un lenitivo al letargo y cansancio que produce el
embotellamiento del tráfico saturado, regresamos a Madrid en fila india. Todo el
mundo se había echado a la carretera.
Llego a casa
y enciendo la luz de los iconos. Le pido al glorioso san Spiridon que Zelinski
se rinda y que a Biden le dé un colapso y que ese argentino Culo Magno sea
anatema. Es de los que quiere estar siempre en misa y repicando.