SANTO DOMIMGO DE GUZMÁN
Hay en mí un dominico
Amarrado al rosario
Ancla de salvación
Manto blanco
Y ceñidor
El cerquillo tonsurado
Que ciñe mi calva
La buena nueva predico yo
Siempre de parte del humilde y afligido
Mi vida es perpetua oración
De bruces sobre el pupitre
De humilde redactor
Sarta de sueños y quimeras
De los que hago participe
Al lector
Virgen María ayúdanos
Siempre paro en Toral de los guzmanes
Y me prosterno ante el palacio rojo
De adobe desvencijado
Aunque Domingo en Caleruega nació
De la mejor estirpe y prosapia
De hombres buenos alemanes
En su vida humilde y mendicante
Y en Osma en el coro de canónigos cantó
Y en Albi de los franceses adeció persecución
Parcísimo en el comer y beber
El nefelismo practicó
Austeridades monásticas
Y el rosario inventó
Tasbib celeste
Hesicasmo de perfección
Con él dio gloria a Dios
Ardua vida llena de abrojos
En el cielo Domingo por la puerta estrecha entró
La hueste y la guerra de Simón de Monfort
Años oscuros de una Europa en confusión
A día de hoy pobre fraile mendicante
Voy por el mundo con mi cayado y mi zurrón
Donde guardo el evangelio de san Juan
Cuando me dan ganas de beber
Abro el libro
Soy un yurodovi
Un loco de Cristo
Meto en la escarcela el rosario
Un mendrugo de paz
Prendas de salvación
De vez en cuando leo las sumas tomistas
Que me acercan a Dios
En todo su poder creador
Celebremos el tránsito de santo Domingo
El 6 de agosto día de la Transfiguración de 1221 hace seiscientos años