2023-04-25

 VOY PA ANCHARES Y EN EL CAMINO SE ME APARECEN UN CULEBREE Y UNA XANA

 

Voy pa Llanes, voy pa Llanes, voy pa la vega rozada. Muchas coplas guarda el roncón de mi gaita. Asturias mágica. Cantiñas de camino, cantos de trilla, martinetes para entretener las penas matar el tiempo o espantar el miedo a los bandoleros. Como le pasó a aquel arriero  de Bembibre que al revolver de una esquina cuatro bandidos salieron. Maravillosa interpretación de Joaquín Diaz del romance popular

¿Adonde camina el mozo, para do va el arriero?

—Camino para Bembibre con un recado que llevo.

—De todos los que aquí van ninguno lleva dinero.

—Por dinero no apurarse que tengo yo más doblones que estrellitas tiene el cielo

Quisieronle matar y robar pero él uno a uno sacando el puñal los fue dejando secos. Del primer golpe que dio dos cayeron al suelo. Ha llegado la justicia le han cogido prisionero… escribe una carta al rey contándole aquellos hechos… a cada renglón que leía Su Majestad iba sonriendo… si mató cinco ladrones como si matase ciento… cien reales tienen el mozo mientras viva en estos reinos. Justicia del pueblo derecho romano algo de lo que ahora carecemos, pero bien clarito y taxativo lo tenemos en el romancero.

Y caminito de Avilés un carretero cantaba al son de los esquilones que su carreta llevaba... marinerito arría la vela que está la mar tranquila y serena… noches de ronda y oscuridades de calella que a carro volcado todos son carriles.  Son los cantos de arriero las canciones de mi vida las que me hicieron feliz.

Enfilo pues la carrilada que a través de la vieja calzada romana unía Astorga con Pravia. Un paseo militar, pero a paso de carga. Asturias fue la mejor provincia que tuvo Roma en la Hispania y la capital no estaba en  el Ovetum del asturianum conventus sino al otro lado de las montañas: Asturica Augusta;  siendo el Bierzo la provincia más romanizada de la citerior. Ni celtas ni moriscos ni vacceos ni judíos ni aljamiados ni fenicios. Celtas asimilados que adoptaron los dioses y las costumbres del Lacio.

 Aquí Roma dejó su impronta triunfal y este  es desde entonces el sello de la raza. Mis ancestros según he logrado saber por una carta puebla fueron traídos casi a la fuerza desde estos nidos de golondrinas encaramados entre peñotes que determinan esta parte de la cornisa cantabra la que va desde las dos cangas la de Onís y Narcea haciendo escala en Tineo hasta la caput de la Legio séptima Gemina acantonada en Asturica Augusta, Astorga, la bien cercada  de robles, carbayos, campamentos y altas montañas y a un paso de las medulas o minas de oro.

 Nos ufanamos de venir de la pata del Cid pero a lo mejor somos procedentes de las sandalias (caliga) de un centurión y saltamos hasta la tierra rojiza de esta comarca desde la galea de un milites o un equites. Sangre de godos ni moros ni hebreos semos aunque seamos hijos de muchas leches criollas en este tierra de chaparros sardones y carrascas todo el cantar de juglaría los endecasílabos sonantes y tonantes del romancero esparcían su melodía por la campiña las tardes de agosto. Cantos de siega.

Ya se van a segar para el bierzo los mis amores

Quiera dios que no caigan muchos calores….

Suspiros daba la niña, suspiros daba. A cada manadica suspiros daba

Mi memoria se puebla de canciones mientras ando por sendas escondidas de la España heroica y encaramada  del el recio bronce de  espadas el bálago de mis techumbres de las pallozas circulares y cuadradas, la vaca que muge, la oveja que bala, el potro que relincha en la cuadra; apriscos en el monte y para espantar al Jubero y a otros diantres enredadores canto recio y muy a lo zamarro… dicen que los bueyes de Juan non quieren comer la hierba… llevarlos a beber agua a la fuente de la peña… las brañeras en la braña dan la leche a los galanes… debajo de mi ventana tengo un puñal escondido para matarte mañana, si no te casas conmigo… amor mío vienes tarde has de dormir al sereno que el sereno de la noche para los hombres es bueno… viva Ancares viva An cares y también viva Castilla tengo el amor castellano y yo también quiero que viva.

Sabes más que Juan de la Encina, Verumtamen.

Alguna sé pero se lo debo ese genio mayor de la historiografía que es Joaquín Díaz. El odre de mi gaita está lleno de viejas coplas. Nunca me harto de su alegre melancolía.  Tengo el amor ausente y estoy llorando la despedida... la despedida es corta la ausencia larga quiero que te diviertas y no me olvides prenda del alma

Ya veo que no eres un renegado ni un chaquetero ni que tu moral es acomodadiza.

Ni enaciado, ni elche, ni mudéjar tornadizo.

Pues lo llevas claro. Hoy todos matan al marrano y cuando les mientas la palabra cristiano, franco o jalufo echan la pota.

Si serán cabrones estos vasallos del rey felón los lacayotas de don Juan Bebo y todos esos sátrapas.

Mira: Cela habría escrito la Colmena y tres o cuatro obras importantes pero sólo era conocido por sus habilidades aerofagias coprológicas porque era capaz de absorber un litro de agua por el ano hasta que se circundó aljamióse y luego vino rodado el dinero, la gloria y todo lo demás. E incluso le dieron el Nóbel.

Triste me pusieron las reflexiones de mi camarada; amargas verdades de la vida, pero yo iba escapando de la España adocenada o abroncada y caminaba a la procura de la patria heroica que este agosto no nos da más que izas y rabizas y ahí esta Cayetana con su maromo el funcionario que ficha y está en nómina centro de atenciones diz que gallina vieja sólo pone debajo del pico de un gallito joven que la monte y estos son nuestros quiquiriquíes mediáticos. Eso y las capeas. Aplica tu cogüelmo, Quosquetandem, y no dejes títere con cabeza.

Sea lo como tú digas, Verumtamen.

Pues digo que ya Jovellanos hablaba de los peligros de los encierros criticando las malas costumbres de sus paisanos. Un día de encierro –escribía- desperdicia los jornales de un pueblo. Las visitas a los colmados y los paseos por la dehesa apartarán a los jóvenes del tajo y del taller desde la víspera. Agrega otra noticia. Para los encierros son necesarios cabestros viejos que sean capaces de conducir a los erales sus hermanos arropándolos por las empalizadas y sendas de recibo… cuando la gente divisa la mangada por el camino ya vienen… ya vienen y empieza a dar voces y a chicolear al ganado. Entonces son necesarias las hondas de los gañanes y la aguijada del mayoral. En el ínterin se prepara un holgorio cuando los bueyes entran en el callejón entonces algún novillo rezagado tira derrotes contra todo lo que se mueve… el toro embiste porque siente miedo. Gran verdad la que expresa en este párrafo el gran polígrafo gijonés.

Y, pensando en todas estas razones y sinrazones, Quosquetandem y yo- mi alter ego que a mi me dicen Verumtamen llegamos a Cangas de Narcea a boca de noche.  Allí el nuberu y el culebre y alguna que otra xana levantisca nos aguardaban bajo la capa de la peregrina.

Besuyo quedaba cercas y queríamos rendir viaje en los lares del gran Casona pero como no nos vagaba nos quedamos en Cangas a hacer noche donde nos acontecerían algunos sucesos que se referirán más tarde.

 

Miércoles, 19 de agosto de 2009

ENTONCES SE LEÍA Y LA LITERATURA ERA DE CALIDAD NO ESTA BAZOFIA QUE NOS PASAN POR LOS MORROS LAS FEMINISTAS PROCACES PUGNACES CON SUS LIBROS EN AGRAZ Y TODAS SE DICEN NOVELISTAS PUAF

 

LA PENGUIN

 

 

Antonio Parra

En un reciente viaje a Londres la pascua pasada con vistas a la publicación de mi “Franco&Sefarad a secret love” con una editorial inglesa cuyo nombre no viene al caso, me di un paseo por Portobello que es una especie de Cuesta de Moyano de los libreros de lance, pero a lo bestia. Y en este recreo o paraíso del bibliópola pude solazarme, entre añoranzas, con títulos olvidados o perdidos en los diferentes acarreos y mudanzas por los cuales atravesó mi biblioteca, sobre todo los de la vieja Penguin.

 Cuando era mozo los adquirí a centenares. El lema con que aparecieron estas ediciones en 1935 era “un libro por lo que cuesta una caña de cerveza”. O (For a pint a Penguin) Y yo los dos chelines de mi almuerzo los ahorraba muy a gusto para dar satisfacción a uno de mis vicios y pasiones mayores: la lectura y la literatura. Los años 30 a raíz de la depresión económica se popularizaron los libros de bolsillo en Europa. Y lo mismo hice cuando pasé todo el verano en Paris el año 64 trabajando en un andamio. Llegaba la hora de comer y bajaba a un kiosko.

 Compraba un cartón de leche – aquellos cartones triangulares que parecían trípodes, aun no era invento el tetrabrik- y por un franco me compraba un Mauriac, un Maurois, un Zola, o La Nausea de Sartre de la colección j´ai lu, que era homónima de la Penguin en Francia. La posguerra europea significó en Europa el triunfo de la literatura. No se leyó tanto en el mundo como en esta época. Fue la apoteosis de la novela refrendada por los triunfos literarios. Barcelona otorgaba el Nadal y el Planeta. Paris el Goncourt y el Interallié. Londres el Book Prize. Nueva York dominaba los Pulliterzs que consagraban. Y en ese marco de sueños de la gloria literaria nos movíamos los jóvenes de entonces. Por tanto, nutríamos nuestra vocación cargada de utopía y de expectativas falsas de escritor a base de colecciones baratas. Cierto que no sabíamos, incautos de nosotros, que los premios literarios estaban dados de antemano y que la literatura del bestseller afila sus armas por lo general en la muela de la propaganda y los intereses crematísticos. Y no suele poner en altar a la calidad. Éramos teorizantes románticos o soñadores camino del final de la quimera pero tampoco pasa nada. Eso hay que tomárselo con deportividad y lo importante de esta partida que se juega uno en la vida no es ganar sino participar y competir.

 Estas colecciones, recapitulando ahora al cabo de muchos años de hispanofiliación literaria, introdujeron a las grandes masas en la gran literatura. En España tenemos el lujo exquisito de la Austral y en Madrid me ocurría lo mismo. La huelga de los domingos que me daba mi madre para ir al cine o al baile lo invertía en un “capricornio” que capricornio era el logotipo de la famosa Colección de Espasa Calpe. El edificio en José Antonio 32 ahora Gran Vía, que tenía esta editorial era para mí una especie de paraíso. Casona, Valle Inclán, Menéndez y Pidal, Cela,  Santa Teresa de Jesús, Baroja, Unamuno, Marañón, Zunzunegui, Gógol, Dostoyevski, Chejov empezaron para mí a ser compañeros de mis viajes al Parnaso pero sobre todo de gira por la arcadia de un mundo feliz (dicho en frase de título del gran Aldous Huxley) del que vive hacia adentro, una especie de staretzi místicos o guías por el camino del Espíritu.

Gracias a esta inclinación, poseo una bien abastada y completa biblioteca que yo quisiera legar a mi hija inglesa Helen Parra-Hugh que es la única que ha salido con una alguna vocación literaria. Pero a lo que voy. La querida Penguin ha sido para mí una casa nutricia de todos los sueños.  Creo que todos los títulos que publicaron en ésa mis dos autores preferidos, bueno tres: Somerset Maugham, T. S Lawrence y Aldous Huxley los tengo todos.  Y algunos hasta “repe” como en las colecciones de cromos de nuestra infancia, aunque no soy fetichista ni acaparador de libros claro. Una vez leídos, los paso, no me interesan gran cosa. Tratando de imitarles, he de decir que en mi modestia tengo alguna novelita inglesa ingresada en mi gaveta y ando en tratos para su publicación; estoy en ello al menos.

Somerset Maugham es para mí el mayor novelista europeo de posguerra y un autentico tour de force para todos los que se dedican a la anglística. Posee una facilidad y un estilo, una carpintería de trama, que son casi inimitables. Cabe recordar “Of Human bondage” (la condición humana)- un título que ha pasado al habla y a la retórica de las gentes puesto que se habla de la condición de la misma manera que se habla de cien años de soledad título de otro gran novelista en castellano o The Moon and Six Pence.

Tambien conocí gracias a aquellos títulos de ediciones baratas tan accesibles para un estudiante pobretón que casi no tenía para la gabardina ni para la abolla académica ni para pagar la patrona en aquellos infames y lóbregos digs con derecho a cocina, al impresionante Woodhouse (eso sí que es humorismo) un autor que era el preferido de mi maestro Rafael García Serrano, maestro de novelistas y de periodistas. Rafa, yo sigo metido en tu macuto, hoy olvidado pero aquí al que vale, vale, y al que no le dan un premio.

 Pues al igual que él no le hurtaba Woodhouse el cuerpo a emitir algún que otro taco. Claro está sonaban mucho más rotundos los del navarrico Rafael que los del londinense G.P. Y en rústica, llegaron las masas ávidas de leer y de saber al arte de la literatura, y ahora encuentro aquellos títulos tan queridos para mí otrora esparcidos por los tenderetes y el rátigo de Portobello. La última Pascua fue para mí, ávido lector, una fiesta.

 Con respecto a Lawrence diré que su “Lady´s Chatterley Lover”, firmado en 1928, no fue reeditado hasta el año 62 al cabo de una gran polémica debido a las escenas fuertes de adulterio y a las palabras de grueso calibre de esta gran novela, un incipit para la literatura erótica que pocos han superado. Su autor era un maestro del dialogo.

 Pero allí en fila india esparcidos por los puestos estaban Graham Green y Chaucer y el Beowulf y Prichett y Bernard Shaw con todos los del grupo Bloomsbury. Entre ellos Virgina Woolf cuyos textos no me agradaron tanto porque dicen que la autora era un bicho o bitchy (algo perra) aunque fumase en boquilla y que las feministas me perdonen. Virgina asumió su desesperación y su fracaso porque su literatura era demasiado intelectualoide ahogándose en las aguas del río Ouse.

Encuentro, por mi parte, la literatura de mujeres difícil de entender. Para leer a Jane Austen o a las Brontë no hay solo que ser mujer. Hay que ser también inglés. Las tiradas de la Penguin -la más cortita superaba los cincuenta mil ejemplares- popularizó a las grandes escritoras que siempre dio Inglaterra, no obstante. Pero el Animal Farm de Eric Blair (George Orwell) o Granja Animal, una utopía contra el comunismo pero que en realidad refleja una parodia de la sociedad actual donde todo el mundo es algo masoquista y tiene lavado el cerebro, pero este masoquismo de lo políticamente correcto les viene bien, superó todos los registros. Pasó los tres millones de copias. Pese a tal, los libros millonarios, los más vendidos de la colección Penguin, no son de literatura, sino manuales de cocina, cómo arreglar un enchufe o cuidar rododendros en el jardín. Qué hierbas son benéficas a la salud, etc.

  Palmaré de los éxitos que puso en circulación la Penguin que un libro de la actriz americana Jane Fonda sobre cómo adelgazar haciendo ejercicio y comiendo lo que a uno le pete. Así como, otros libros “know how” o manuales de instrucciones de cómo se hace algo cómo se baila o se presenta uno en sociedad, lo que los alemanes conocen bajo el nombre de Sacherbucher. Omniscientes y sapientes libritos que luego no sirven para nada. Porque ni te ayudan a dejar de fumar ni a controlar tu mente y luego acabas ganando kilos. Pero recuerdo que estos famosos ejemplares con franja naranja y blanca aparecían por todas las partes cuando iba en el tubo – el metro como los llaman los londinenses- el autobús o en el parque en aquellas doradas e indolentes “lazy sunny afternoons” de la balada de los Kinks, no hay placer más grande que baños de sol en Hyde Park con una novela de espionaje entre las manos una tarde de junio. En las cómodas y en los muebles que nos alquilaban nuestras caseras con voz carrasposa de tabaco y aguardentosa de gin y que nos aconsejaban tal o cual titulo:

-Did you read the latest of Ágatha Christie, Mr. Normand?

-Oh yes, Mrs. Avisson, a very good read, indeed.

Ha corrido desde entonces mucha agua bajo los puentes del Tamesis y mucha tinta por nuestras venas y más letra pequeña sobre nuestros ojos lectores implacables, pero seguimos ilusionados con aquel ardor contumaz de misacantanos.  Continuamos en nuestras trece amando la literatura. Y dándole muchas gracias a Dios por haber podido leer tanto y tan bueno gracias a Penguin Books pues así conocemos mejor el mundo. La Casa cumple este otoño el LXXII aniversario de su fundación. Toda una efeméride. ¡Y que a nosotros que nos quiten lo bailao!

 

UNA VIRGEN DEL CARMEN Y UN SAN ANTONIO

 

Antonioarragalindo

 

Gracias infinitas a los que me llamaron para felicitarme en mi onomástica, a Pepi, la directora del querido CIDA y todos mis compis y sus regalos, al regalo maravilloso que me hizo Joaquín Díaz en Urueña- su último disco y sus últimos libros-, me felicitó mi hija Helen desde Londres y hasta una vieja novieta que tuve en zona nacional, el cigarrillo después de que teníamos apalabrado ya nunca se fumará, pero que más da, no somos más que polvo y camino del polvo vamos. Todo maravilloso. San antoñito, el dulce franciscano lisboeta y en Padua predicador repicado, santificado a fuerza de ayunos y penitencias y muerto a los 33 años, la inocencia católica hecha virtud, trajo los lirios y a un Niño Jesús en la mano, y mercedes y el don de la visitación a todo pasto.

 Se portó como nunca hogaño. Mi amigo José Antonio Alonso me cantó por teléfono los pajaritos. No se le había olvidado el inocente tonillo. Sigue con su hermosa voz y todo un maestro de rondalla. Publio y Amaya tambien desde Málaga la bella de este pecador se acordaron...

-¿Qué haces, Antoñito?

-Aquí con el griego, repasándome las conjugaciones y el verbo l i o.

.- l i t s a – e l i z o m a i ¿Cómo era el aoristo? Ya se me olvidó.- le digo

Aterriza como puedas. Estoy emocionado.

 La amarilla el guadaño en ristre, la hoz el focin y la zoqueta para hacer gavilla de huesos que aguarde y le doy permiso a Queronte para que deje su temida garita un rato y, franco de servicio, se de un garbeo por el barrio húmedo de Arévalo o de León, a ver si lo emborrachamos.

 Bien mirado tambien licencia le damos para que eche una canita al aire por los tugurios, mas sin hacer daño. Yo me quedo con el estribillo de la canción infantil que le da a pie al maestro Joaquín para componer y recopilar una obra maestra un canto de corro: una virgen del Carmen y un san Antonio. Y por coger un anillo cojo un tesoro…. Una Virgen del Carmen y un san Antonio.

Por san Antonio empezaba en mi tierra el verano con todas sus faenas del campo y para el Carmen había que tener mucha cebada en la era y, al cabo de la bielda y la trilla, los costales del fruto subidos al sobrado.

El trigo, siempre algo más tardío, a no ser el chamorro que decían morañero por aquellos pagos, corría turno algo después e inclinaba, solicito, su cuello humilde y pródigo en pan, ante el filo de la falce hasta últimos de agosto

. Ibas al campo y se escuchaba hablar gallego. Ya faenaban por las aradas los de Lugo y Orense con sus melosas cantiñas y la dulce fabla, incomprensible para un cristiano, si hablaban en gallego cerrado, de Puente Deume.

 Cuando se iban las cuadrillas, alguna que otra moza quedaba llorando y acudía a la iglesia a rezar la ofrenda a san Antonio. Ah aquel fraile de nuestros amores, barbilampiño y cara de lirio, emblema de la castidad y sin embargo patrocinador de noviazgos. ¿Me quieres? Alfileres. Y hasta las modistillas de Madrid bajaban ese día a la pradera a comer los panecillos del santo. Vírgenes del Carmen y sanantonios tengo a porrillo.

 No hay iglesia donde entro donde haya altares a estas dos devociones que no le tire una foto. Pueril manía que mantuve a lo largo de muchos años. Ruego al amable lector que esto lea por Internet que me las mande a esta dirección bibliopolis@terra.es y yo las subiré a este blog, que cada día lee más personal y va a ser tan popular como san Antonio el Taumaturgo.

Pues sí, a este propósito tengo que referir en agradecimiento un milagro pues le debo la vida por dos veces.

Una cuando nací que ya me habían dado el agua de salud, con 6 kilos de peso vine al mundo medio muerto y mi madre la pobre y la comadrona doña Aniana me pasaron por la cabeza una reliquia del santo y repelé.

Cuando ya estaba palabrada la caja y me iban a cantar el entierrillo, ya estaba a la puerta el fúnebre coche de caballos con los flacos jamelgos relinchando y pidiendo paja.

 Y la otra fue cuando me casé. Volvíamos de viaje de novios en Madeira y sobre la vertical de Lisboa se incendió en pleno vuelo nuestro avión. Le recé a mi santo tutelar con todas mis fuerzas y a los pocos minutos el piloto con pericia hizo un amerizaje de emergencia en el océano. Todo el pasaje salió ileso menos Mariajo, mi legítima, que se rompió una pierna. Mala pata. O buena, según se mire. Ya digo. Las emociones de estos días fueron tan fuertes que estoy aterrizando. Espero no quebrar la pata en este baño de dulzura, de lirios, calas y rosas, planté cebollinos en mi huerto donde están haciendo ya el amor la hierba buena con la festuca, el saúco con la lavanda, de este 13 de junio. Bendito sea Dios y a san Antonio el guapo que es un cielo de amor.

 

LLEVO DENTRO UN POPE SIN BARBAS PERO MI CIDARIA ES UNA CRUZ DE ORO

 

HAY EN MI ALMA UN POPE

Hay en mi alma un pope

Pero yo no sé cantar más que el himno de la literatura

El espíritu descienda sobre las almas

Ay estos niños moscovitas

Sus angelicales voces me llegan al alma

Todo es solemne y reverencial

No quiero dogmas ni embrollos

No lo toquéis más que así es la rosa

Nuestra fe en Cristo cruza los mares del tiempo

Patriarca Cirilo hombre de Dios

Nuestra esperanza es rito y tradición

Belleza del arte

Casullas y dalmáticas engalanadas

Que nos llevan por el camino del amor y del perdón

Yo quisiera ser un pope

Y me quedé en subdiácono

De la escritura

 

23/04/2023

 Eugenio Noel

Ser escritor para morir en la miseria Barcelona enero 1936 en una cama del pósito mandaron el cadaver por ferrocarril y se extravió en Zaragoza. Triste destino y lúgubre final. Celebramos desposorios con la desgracia nos brean a palos por las rutas de la existencia ese fue el destino de este humilde literato olvidado ya de todos cuyos huesos descansan en una tumba del cementerio civil de San Isidro. Tuvo mala suerte como muchos de nosotros. Cante hondo yo prefiero la ronda sanabresa.

 Noel se expresa en un idioma rico y antañón algo aletargado por la moralina de la movida de aquellos años señoriles. Cantó ataruxos gallegos y ezpatadanzas coblas catalanas y rondallas murcianas. Fue seminarista  se ordenó de cura colgó los hábitos y se dedicó a vivir la briba estuvo enamorado de una cubana. En Castilla el hombre canta solo y para sí cánticos de fosaifesa.

Debe de ser porque los castellanos tienen alma caballeresca. Noel le supo buscar las cosquillas al idioma encontró sus riquezas por los caminos en las fondas en los lupanares y ahí salta la perla. Las siete cucas una por una sirvieron a la mesa y a la cama de un obispo putas de lujo call girls.

El sexo es el poder el verdadero dios del mundo es lo que dice el amigo Noel. Descubiertas por las rutas castellanas prandios nocturnos idioma duro y resistente como las rejas que forjaban los herreros de Villalpando, el soconusco de la hogaza candeal pan blanco. Se cruzan con nosotros las semi doncellas y plañideras de pago. Párrafos contundentes como truenos. En Madrid estaban los espolistas en los lenocinios y casas del tócame Roque estaban arreglando un espejo en las siete cucas un libro que pasó desapercibido encontrará el lector retumbos de la Lozana Andaluza.

Hay poetas con poca fortuna que escriben para el silencio y la tumba y Noel fue uno dellos. Estaba tan alcanzado que cuartos que pidió un préstamo a Gregorio Martínez Sierra y este se lo concedió a cambio de que escribiera “Canción de Cuna” que no firmó el pobre Noel que hizo de negro de esa novela lacrimógena en la cual basó su película José Luis Garci. Se recorrió los pueblos de España anduvo en todas las capeas y fue paradójicamente antiflamenquista no le gustaban las corridas de toro.

Fue soldado en Marruecos y anduvo en prisiones militares por escribir contra Primo de Rivera. Le desahuciaron de su casa, buscó trabajo, no se lo daban su destino fue ir de puerta en puerta con manuscritos de sus novelas bajo el brazo. Hubo de refugiarse en el arco escarzano del hambre. Mar de leva borrasca en lontananza.

 

Escribir es sufrir y penar porque uno está frente al mundo acariciando el arcabuz de la denuncia y eso no es rentable. El poder pide lisonjas. Si no les pasas la mano por el lomo te darán carena, te harán sufrir