ALCALÁ SHEMA ISRAEL

 

Antonio Parra

 

Alcalá, shema Israel, sólo tu poder y tu saber nos hará fuertes, Señor. Llego a la bendita ciudad y entre los fríos y hielos del entrelubricán de una madrugada de enero salen a darme la bienvenida  los cantos de un gallo. Sobre lo alto de la espadaña de un Carmelo velan la castidad de las sombras dos cigüeñas en su nido que duermen de pie con una pata en alto. Al poco tocan a misa en otro convento cercano. Salto del primer tren camino del trabajo: libros y papeles y a mi alrededor escucho conversaciones en rumano y en árabe en polaco y en ucranio.

 

 La España currante multicultural e interdisciplinaria la España real que se afana en un quehacer edificando su futuro. El triunfo de la cruz cuarteles y conventos la espada y el libro el entusiasmo y la síntesis esos son mis valores un esfuerzo continuado de asimilación de las tres culturas y de las tres etnias. Alcalá de la libertad de la palabra viva que ha brotado de la letra muerta que se hizo verbo y carne viva, de mucho escribir y de tanto ir y venir y al pie de la estatua de la reina de las reinas alguien ha puesto un ramo de flores que no marchita la escarcha de la amanecida. Sálvanos. Protege, Señor, a tu grey.

 

 Amanecen tiempos de epifanías después de unas navidades negras tiempos de guerras y de incertidumbre que hicieron encogerse el corazón de los poetas y el profeta que hay en mi, el perseguido el humillado el perseguido pronunció su oráculo que no puede ser otro que el de Shema Israel.  Escucha pueblo llevarás mi nombre en tu frente y en tus brazos los uncirás a tu mano como un dulce yugo lo tendrás sobre el dintel de tu casa y Él guiará tus pasos. No. No he roto las filacterias aunque la hora más oscura sean las de la amanecida. Uno camina sobre el filo de la navaja pero vivir no es otra cosa que arriesgarse buscando las alturas adonde no se arriesgan las águilas.

 

 Es la plegaria que pronunció Jesús todos los días de su vida el vínculo que une a los elegidos que santificarán su nombre por los siglos de los siglos y la que recogió su último suspiro en el calvario. El clamor de la ciencia y la sabiduría un grito de perdón en mitad del odio y la intolerancia que nos circunda. Lo oigo mientras camino cabe los muros sagrados, reconfortado con el eco de unos nombres que por aquí vivieron y bebieron, lucharon, sufrieron y aprendieron que aquí tomaron lección y grado. Aquí se ejercitó  en latines y lavó cuerpos hospitalarios aquel ex soldado guipuzcoano lisiado por una lombarda en Pamplona  que arrastraba su pierna herida camino de la cátedra de Prima.

 

 En el convento de San Eugenio profesó dominico Bartolomé Carranza diz que a los dieciséis años y en el de san Ildefonso fueron escolares Quevedo y Lope. Pedro Calderón de la Barca recorre los tránsitos fantasmales del gran Máximo o colegio jesuítico, imponente edificio, estructura jesuítica (sota, caballo y rey) y por aquí cerca se escribió el Quijote en una casita cabe los soportales de una calle tan recta que parece que tiraron a cordel.

 

Un español bien nacido no puede deambular por este templo de la sabiduría y la santidad sin un estremecimiento en la fe de este Oxford hispano foco que irradia esa excelencia de los saberes de la que los españoles de hogaño no tienen en estima ni hacen mucho caso aunque la añoren, eso sí.

 

 Oigo misa arrodillado en la catedral de los Santos Niños Mártires. Justos y pecadores pastores y rebaños. El que tuvo un tío en Alcalá tuvo tío y un ná que es mucho. Un hermano tengo en el tercio y otro en regulares y el más chiquito de ellos está en Alcalá de Henares. Sub tuum praesidium, Virgen sagrada.

 

 Introibo ad altare Dei. Sí. Entraré al altar del señor. Un canónigo viejecito pero sin panza reza las plegarias de siempre al pie de una virgen románica vestida de manto azul que trae una media luna de plata a sus pies. Ella conculcará la cabeza del dragón. Y el mármol frio del gran mausoleo del Cardenal se convierte para mí por un instante en piedra ardiente y encendida como si de repente se pusieren a cantar los amorcillos que velan el sueño del príncipe de la iglesia que tanto amó a España.

 

Alcalá baluarte de la catolicidad símbolo de la libertad fusión de las tres religiones del libro refundidas en la unidad. Ex pluribus unum. Y con estas palabras se acuñó la moneda de nuestra libertad. Paradoja es que el Museo Cisneriano sea un palacete morisco con unas palmeras que escoltan los arcos de herradura. Al lado se alza la torre de un alminar pero un minarete con campana como corresponde a un hombre que quiso llevar la catolicidad a Oran y fracasó en la conquista de Argel, pues los pensamientos divinos van por camino diferente a los humanos pero triunfó en la redacción de la Políglota el summma cum laude de la Escritura y en cuyo empeñó trabajaron codo con codo y con mucho ahínco el judío el musulmán y el cristiano.

 

 Siendo menos escolástica y retórica que Bolonia, Oxford o Paris o Salamanca pues aquí ka reforma y la contrarreforma la ortodoxia y la herejía se dan la mano, Alcalá es la más escolástica de todas, la cifra y el compendio donde se funden las tres formas de entender el mundo y en esa fusión estriba la catolicidad porque en Complutum se juntaron haciendo honor a su nombre romano se  los ríos caudales de los tres credos aguas abajo del Henares y del Jarama que van a tributar caudal al Tajo. Y  los ríos ex pluribus unum se abrazan en la ensenada al pie de un alta montaña que es sacromonte  mirando a la carcava de huertas y tierras anegadizas  donde elevaron los legionarios de Roma un templo a Júpiter.

 

 Es  Alcalá un hermoso premio para el que se ha pasado una vida emborronando papel y conducido por un anhelo de especulación itinerante arribar a esta querencia complutense a terminar sus días laborales en un centro que desde 1206 guarda los documentos del ser de España. Puedo decir con el apóstol bonum certamen certavi cursum consumavi fidem servavi aunque gracias Dios todavía espero que me quede vida y resuello. Tengo buena salud que me han dado el pan y el vino la botella y la hogaza y una cintura kilométrica pero sigo teniendo una elasticidad a pesar de mis kilos de misacantano.

 

 Llevo dentro de los 20.000 folios del proceso Carranza o quizás algo más pero también el resguardo breve de las maravillosas cien paginas del Buscón, las enseñanzas de Covarrubias el Divino, los dramas de Tirso, los sonetos de Garcilaso las letrillas de Lope el pulso iconoclasta y la zumba de Quevedo. O los autos sacramentales de Calderón. Paginas que son reflejo de la España que es síntesis  de todo y contra todos. Lean Política de Dios y gobierno de Cristo. Aquí se centran el yugo de la labor, las flechas del poderío. Todo este afán se guarda en mi aljaba de viejo falangista que supo entender y amar sin embargo a don Manuel Azaña que fue bautizado en la iglesia de Santa María donde recibió las mismas aguas crísmales don Miguel de Cervantes, dato curioso.

 

Mis conocimientos alcalaíno no pueden ser tan certeros y cabales como los de mi querido y admirado Antonio Castro Villacañas que correteó su infancia por estos soportales pero siento su misma pulsión e inclinación hacia todo lo complutense. Alcalá es lo mismo que alcaná palabra árabe que creo que significa mercado.

 

Estos recintos estos muros que celan ocultos pensiles y patios  guardan el misterio del enigma que es un zoco de atingencias y de confluencias y todo el misterio de la historia española.

 

 El soberbio imafronte de la gran fachada de la universidad de Gil de Hontañón sale a darme los buenos días. Los amores son tambien construcción y arquitectura y esta ciudad heredó de los romanos y de las muchas civilizaciones que por ella pasaron eso que se llamaba en la jerga del Lacio  cupiditas aedificandi (afán ingeniero). Cartabón y plomada altos frisos y calles rectas donde las cúpulas triunfales se encaraman para albergue de nidos de cigüeñas, hay muchos edificios y bastantes iglesias cerradas reconvertidas para utilizaciones profanas pero es igual; todo eso guarda el espíritu que su fundador le quiso dar siendo así que aquí se siente el patrocinio de Cisneros El cardenal acometió esta obra cuando ya había pasado los 63. Todo un alarde de esplendida senectud que perdura en el tiempo sin soluciones de continuidad.

 

 Aquí se encierran las claves del ayer y del mañana. Un hic et nunc o aquí y ahora perdurativo. Cuarteles y conventos. España es tambien arquitectura ardor guerrero que se plasma en las adarajas levantadas por alarifes moriscos y conocimientos talmúdicos que no fueron hacederos sin la fuerza de la espada.

 

 El cuartel y el convento y el rancho humilde para los estudiantes pobres que como yo han vivido milagrosa y peligrosamente de la caridad de España. Cerca de los llamazares por donde iba a buscar plantas oficinales mi paisano  el doctor Andrés Laguna profesor de medicina en la viejas aulas entro a trabajar.

 

 En el Carmelo cercano ya deben las hijas de Santa Teresa de haber acabado los maitines y cantan  los laudes a esta hora. Largo es el oficio divino. Nunca se apee tu nombre de mi boca Shema Israel palabra de eternidad. Soy un auténtico triunfador en la vida. Se han consumado mis anhelos. Regreso a la querencia complutense. ¿Qué más se puede pedir al Señor que me dio la vida y la palabra?

 

18/11/2004

 

 

 

AGRESIONES A RUSIA

 

Hablo con una querida colega moscovita que me pide impresiones sobre las elecciones en Rusia que se desarrollan parejas aq las españolas(confío que con menos acrimonia y tanto barro tirados a los ojos, con menos insulto personal, golpe bajo y sin tantos tiros a la barriga) y le manifiesto mi perplejidad y mi desgana ante la inquina e ignorancia que demuestra nuestro Cuarto Poder ante un hecho tan importante. Dicen que Rusia es el corazón del mundo del que depende la paz el progreso y la armonía en este planeta pero eso aquí muchos no lo quieren ver. Uno repasa los despachos de los corresponsales madrileños a orillas del Moscova –Bonet, Utrillo respectivos de los rotativos de mayor tirado “el Mundo” y el “País”- y parecen que en lugar de corresponsales objetivos al servicio de la verdad  objetiva para sus lectores parecen los propagandistas de una oscura potencia extranjera. Sus crónicas muestran una faz de aquel gran territorio que no se compadece con la realidad. Todo es negativo. Deben de ser viejos pesadillas que lastran la mentalidad de la “guerra fría” desde prismas distorsionados. Sobre Rusia la costumbre es el tópico, la inercia mental y esta apatía me parece a mí[lo dije siempre] un desviacionismo peligroso para la paz del mundo. Uno siente vergüenza ajena de ser periodista. Ellos desconocen la cultura y la gran literatura de aquel país, los enormes progresos científicos, aquel cine de Nikita Mijailov que veíamos y ya no vemos, aquel teatro de Chejov que nos entusiasmaba decadas atrás, esas hermosas canciones como las de ala Pugachova de la m´ñas lírica belleza o cantos populares en antena como “Trineo de correos” que radioescucha como soy desde hace algunos lustros de la querida VOR me han ayudado a pasar los duros inviernos de la transición, el desmontaje del sistema político al que nos tenían acostumbrados –equilibrio balanza de poderes- pero que hoy por desgracia todo se ha desequilibrado a resultas de la globalización, la caída del muro de Berlín, el mundo unipolar e interactivo donde supuestamente se creía que la libertad de expresión y de pensamiento iba a crecer. Desgraciadamente no ha sido así pero Rusia sigue adelante. Siempre nos queda la polifonía de los coros o la octava baja del canto diaconal recitando el Canto a la Virgen (Akathistos) o las maravillosas letanías solemnes del rito eslavónico.

 La era Putin para pasmo y confusión de muchos rusófobos ha demostrado toda una matrioska con un montaje impenetrable. Una caja de sorpresas.  La gran nación a la que sus detractores denominaban la “cárcel de los pueblos” o tiorma narodna” no ha sido aniquilada, ni entregó la cuchara. Es un país sorprendente que siempre guarda una carta en la bocamanga y cuando todos creen en su derrota de pronto resucita, pues siempre fue el país de la Resurrección. Hitler y Napoleón lo supieron por experiencia. Esperemos que los norteamericanos y los ingleses no tengan que pasar por el mismo brete.

“Rusia, el molde de un enigma” es el título de uno de mis libros escritos por alguien como yo al que casi desde adolescente, desde que compraba los libros de Turguienev en Paris con los francos de mi almuerzo en la editorial Livre de Poche o los de la Austral y la colección Prometeo que popularizaron desde los años 20 a los sesenta a los maestros de la gran novela rusa y que yo leía con avidez apretujado en el metro trayecto Sol- Cuatro Caminos, un país que siempre sorprende al mundo.

Ahora en mi senectud  dorada prosigo en esa misma demanda, atrapado por la magia rusa. Mis musas son rusalkas – las ondinas y elfos que se sumergen y emergen- de las riberas del Volga para hacerme soñar y llenar mi corazón de esperanza. Tenemos que seguir creyendo en el ser humano

 Llegan entre vaharadas de niebla (tyman) y  cantos de bateleros encadenados a la gran barca de la vida. ¡Oh esa inmensa tristeza de la estepa infinita (taská), esa belleza de sus mujeres! Muchos solteros europeos se van a San Petersburgo a buscar novia. ¡Ese paisaje donde los horizontes no terminan nunca donde brilla al fondo la plata vegetal de un bosque de abedul! Si Rusia no existiera habría que inventarlo, como a Dios. Ha sido mi patria espiritual en estos tiempos de cambio y persecución. Lamento que España – se dice que el pueblo español y el ruso son los más parecidos del mundo por su fatalismo, por su coraje y capacidad de aguante- no haya tenido una política propia e independiente pero mis ojos han mirado con nostalgia dirección Moscú que fue tierra de acogida de los niños de la guerra. Es el país donde más se ha estudiado el quijote y la Hispanística está muy extendida por sus universidades.

Díganlo, si no, mis queridas colegas de la Voz de Rusia departamento de castellano. Allí hay periodistas y politólogos tan magníficos como Luis Ardiaca, María Ivanova, Valentina Yushina, Leonardo Kosichev, Pancho Rodríguez y tantos otros que se expresan en un español envidiable que para sí quisieran muchos de mis colegas de las vociferantes emisoras a este lado de los Pirineos.

 Escuchar la VOR ha sido para mí no solamente un antídoto benéfico a mis nervios sino también una fuente de información ponderada, objetiva, desapasionada, sin tercerías. Son como una isla de paz y buen hacer profesional en medio del marasmo. Yo les invito a que busquen su onda paradigmática-un ejemplo de deontología profesional y de buen periodismo- en Internet las 24 horas del día.

 El sitio se llama VOR. Y por supuesto nada tiene que ver con aquella radio Moscú o Radio España Independiente que si te pillaban conectado a su onda la policía franquista podía llevarte a la trena. Mucho han cambiado las cosas. Estamos en un mundo global. Pasó la hora de los escarnios y de los sambenitos y el buen periodismo nada tiene que ver con la propaganda que por desgracia siguen cultivando algunos de mis colegas occidentales con inteligencia de garbanzo y cabezas de chorlito. Que Dios los perdone.

jueves, 29 de junio de 2023

 

EL 23 DE JULIO FATIDICA FECHA FUSILARON A ONESIMO REDONDO EN LABAJOS Y AQUI ANDAMOS DE COMICIOS Y PUCHERAZOS LXXXV ANIVERARIO DE LA MUERTE DE UN GRAN CASTELLANO PENSADOR IDEOLOGO IDEALISTA ESCRITOR Y PERIODISTA FUE FUSILADO POR LA GUARDIA CIVIL REPÙBLICANA

 






EL 24 DE JULIO RECIEN SALIDO DE LA CARCEL LO EJECUTARON FRENTE A LAS TAPIAS DEL CEMENTERIO A LA SALIDA DE LABAJOS JULIO DE 1936 FUE UNO DE LOS PRIMEROS REPRESALIADOS POR EL FUROR MARXISTA


ONÉSIMO REDONDO FUSILADO HACE LXX AÑOS

Antonio Parra

No puede decirse hoy cuántas docenas de millones se llevarán los catalanes – escribía Onésimo Redondo Ortega en “Libertad” de Valladolid palabras que le costaron el destierro en 1932- de la hacienda española regalados por Azaña y sus sirvientes; el regalo lo pagarán otras regiones autoras del engrandecimiento catalán y de la hostilidad antiespañola de aquel separatismo. Según Azaña, la Generalidad Catalana va a tener sus guardias propios y sus gobernadores como país extraño, sus tribunales, sus cárceles y su universidad. Se nos rompe la unidad patria”.

Estas frases conservan hoy una rabiosa actualidad. Onésimo aparte de un gran pensador – el abnegado jonsista filosóficamente cuadrado ante la revolución pendiente y al que los españoles deben, que no a los rojos ni a los tecnócratas, esas mejoras sociales: empleos fijos, vacaciones pagadas, el derecho a la atención sanitaria, a la educación gratuita, un techo donde guarecerse etc.- fue un profeta que dio la vida por la unidad española cinco veces centenaria en la defensa de los de abajo. No era ciertamente un señorito, sino un agrario entusiasmado con la reforma del rústico y propulsor de un sindicato remolachero. Fue asimismo un brillante periodista de lo más congruente, la mejor pluma sindicalista y, repito, dejó detrás una obra “cuadrada”, dispersa a lo largo de una serie de antológicos artículos que leídos hoy guardan un palpitante ahora y son una invitación a la reflexión para la juventud del momento.

Desgraciadamente a esta juventud se la mantiene a blancas. Nadie les ha contado de donde venimos ni les ha razonado las claves del laberinto español. Es el silencio de los corderos que se propugna desde arriba. Se pretende borrar la memoria y sustituirla por otra memoria, un juego ciertamente peligroso porque no es bueno ni conveniente para la salud mental meter la vertedera en los osarios. El cainismo que algunos pretenden cargados por el odio y el instinto de revancha nos lleva a este pobre Abel. Abel Redondo. Otra de las innumerables víctimas. Juventud generosa que caminó al matadero aquel bochornoso mes de julio de hace 70 años.

Únicamente era un periodista. Yo también soy periodista. ¿Me rindo? Onésimo desenmascaró a la bestia, expuso sus brillantes ideas en el foro. No se lo perdonaron nunca.

Otro vallisoletano, José Antonio Girón, recogería el guante y pondría en ejecución aquel proyecto de futuro para España que Onésimo Redondo firmó con su sangre y la verdad que a setenta años vistas de aquella tropelía, de aquel asesinato, cabe traer a colación aquellas palabras del líder José Antonio: “Ojalá que mi sangre sea la última que se derrame entre españoles”.

Onésimo Redondo Ortega el “divino impaciente” formó parte junto con Ledesma Ramos y Primo de Rivera del trío de “eternos ausentes”. Pero él más que nadie fue un pensador para un pueblo. ¡Presente!

Si José Antonio fue un poeta más que un político, estos dos últimos eran dos castellanos filósofos, asqueados del vano parlamentarismo de políticos banales y trincones, dos pura sangre, casta de hidalgos que llevaban la revolución social en la piel. Se les incluye entre las derechas pero eran la izquierda pura dura y el pensamiento independiente y leal del ideal cidiano. Castilla los hizo y los deshizo y hoy parece haberlos olvidado.

Enemigos del marxismo ciertamente pero fustigadores del neoliberalismo capitalista. Nadie habló tan recio y tan claro de los estragos de la masonería.

Su muerte se produjo en extrañas circunstancias el 23 de julio de 1936. Mi teoría es que lo fusiló un cabo de la Guardia Civil alertado por un “chivatazo” en un control de carreteras ipso facto en la cuneta de la Nacional VI a la altura del pueblo segoviano de Labajos. Pero hay quien sostiene que cayó en una refriega con facciosos milicianos de la columna que mandaba el coronel republicano Julio Mangada. Hoy a causa de la pazguatería o el chaquterismo de los desmemoriados Onésimo Redondo el de los pensamientos cuadrados un verdadero Aquiles egregio y un español entero en medio de un rebaño de enanos es el gran olvidado de los Tres de la Fama Nacional Sindicalista un trío que empezó a desmemoriarse merced a la traición de los “aprovechados”: los Laín, los Tovar, los Ridruejo. Y por todos aquellos que habiendo gozado de las granjerías y prebendas de Falange no tienen redaños ahora para llamarse a sí mismos falangistas. Dicen “sólo soy joseantoniano”. ¿Por donde? ¿Por el ano? En cualquier caso sus escritos siguen ahí para el que los quiera mirar alentando una verdad incontrastable.

Onésimo murió a las cinco de la mañana del 23-VI-1936 y a los cinco días de haber sido puesto en libertad. Era un preso político en las cárceles de Ávila cuando el triunfo de los sublevados en la Ciudad de las Murallas le valió su amnistía. Había padecido prisiones y destierros por haber puesto en berlina al presidente Azaña, blanco favorito de sus dardos y al que tachaba de judío y masón. No era más que un periodista, un hombre de ideas. ¿No decían que el pensamiento no delinque? En este caso sí. La DGS dio orden de su busca y captura. Parece ser que había estado organizando la resistencia jonsista e iba camino del Alto de León cuando fue apiolado por la Benemérita y pasado por las armas sin más.

Cabría decir que no fusilaron a un hombre, destrozaron una idea, mataron a un paisaje y despilfarraron el futuro en un acto de barbarie irracional que sólo encuentra explicación en la vesania y en la ira ciega de los españoles a la sazón. Cuando paso por Labajos camino del Alto León siempre miro para el monumento a Onésimo a mano derecha de la carretera siempre tiene flores frescas al igual que el monolito al Padre Huidobro en la cuesta de las Perdices. Una mano invisible coloca allí esas cinco rosas en honor de los que montan guardia cerca de los luceros.

He vivido largos años en el Yorkshire. En todos los pueblos de la campiña inglesa se alzaron monumentos parecidos a los que encontramos por ejemplo al llegar a Labajos. A la memoria de los caídos en las dos guerras mundiales. En la batalla del Somme por ejemplo en un solo día perecieron treinta mil británicos, quince mil franceses y de alemanes no hay casi recuento puesto que perecieron muchos más. La Gran Guerra se llevó millones de europeos pero a diferencia de aquí allí los muertos no son arma arrojadiza ni moneda de cambio. Ni se ponen cadáveres sobre la mesa. Lo que ocurrió pues ocurrió y a lo hecho pecho y “let bygones be bygones” Se les deja descansar en paz y no se indaga si fueron buenos o malos, de un bando o de otro. Aquí, por lo que se ve, no. El victimismo de Zapatero, pretexto para una segunda transición, está provocando un tremendo malestar y el enconamiento de ciertas heridas que creíamos cerradas.

Él era uno que creía en la capacidad vertebradora y redentora de Castilla como nexo de unión del centro con el litoral y un católico ferviente a machamartillo pero sin alharacas porque sabía que el catolicismo para bien o para mal formó parte de los destinos de España que es la síntesis, la cifra y el compendio de muchos pueblos, muchas etnias y muchas razas y aunque formado filosóficamente en Alemania Onésimo Redondo nunca comulgó de las doctrinas hitlerianas sobre la superioridad de la raza aria. Era un mesetario del Centro. Al pan, pan. Nunca fue amigo por su mesocracia castellana basada en el lema calderoniano del rey abajo ninguno en la superioridad de las castas ni en los privilegios y derechos adquiridos de los de arriba – hombre del común nacido en Quintanilla pueblo castellano de la misma manera que Ramiro procedía del zamorano Sayago – y no creía mucho en el lema de los “puños y las pistolas” ni el matonismo pijo que caracterizó a primera hora a algunos miembros de Falange, afortunadamente no todos.

No fue hasta enero de 1936 cuando se produce la fusión de FE con las JONS. Onésimo, insistimos, era un jonsista nato poco partidario de la violencia. Eso sí propugnaba un rearme espiritual basado en el lema paulino de que la vida es lucha constante. Vita militia est

Hoy cuando se cumplen setenta años de su fusilamiento desde estas páginas de vistazoalaprensa.com que también son de talante libre y mesocrático y aunque nos lo llamen no somos energúmenos recordamos su memoria sin ningún instinto de revancha y animo a los jóvenes a que vuelvan a leer a Onésimo. Sus artículos olvidados son redondos y – por aquello de la cuadratura del círculo y en honor a su apellido una vez más-“cuadran” plena y brutalmente con el presente de nuestra pobre patria. Sigue siendo un olvidado, un preterido, un periodista que firmó con su sangre el proyecto de futuro en él que creía para España. Y eso es tan respetable como el de los que cayeron en el otro bando. Porque no es conveniente aquí establecer categorías. Todos son nuestros muertos aunque por desgracia aquí los que fusilan y los que caen fusilados suelen ser siempre los mismos. ¡Qué fatalidad!