2023-10-22

 BOBBY CHARLTON HERO OF ONE ERA

A Gentleman in the football pitch

That was the week that was

Saturday night match

Of the day

And the news reels of David Frost

Old merry England that I knew

Carnaby street. miniskirts

The Beetles and top of the pops

Sir Robert was a man of the North

Who never complained and never explained

Clean in the tackling

Always elegant with the ball

And cannon shots  outside the penalty area

The glorious goals

I saw him evolving and dribbling

In Old Trafford

But the great Day of Bobby s life was that Saturday afternoon

July 1966

In Wembley when he raised the World Cup 3-2 to Germany the ghost goal from Hurst, Cohen, Cooper, Bobby More, Nobby Stiles jumping without his denture plate

I saw the big game

And Banks as a goalkeeper

Good old merry England

black and white TV

In Mini raids and fish and chips

Hitch hiking in the big roads

Staunch beer, love and kisses

Parties and dancing halls

England my England

Was a dream

The paradise of my youth

A fairy tale

And Bobby Charlton was a knight

We never had it so good

Harold MacMillan said

Riding his horse from the Moors Dales

 MI ÚLTIMO DIA. MISIÓN CUMPLIDA

 

Antonioparragalindo

 

“Sol de junio, un verano más”, cantaba un coplero de mi lejana juventud cuando yo cortejaba a una moza muy formal. Nunca empezábamos aquel pastel, nunca nos fumamos aquel cigarrillo  de después en el 600. Había que estar en casa a las diez. Ella habrá dejado ya de fumar, yo sólo fumo en pipa y a escondidas porque fumar ya no es políticamente correcto ni está bien quisto pero yo me digo  también los que no fuman se mueren y les dan infartos, mientras acaricio los viejos recuerdos en el estanque dorado de la memoria  y pedaleo –estoy hecho una mula- hasta Navalcarnero ida y vuelta tres leguas y pico en una hermosa tarde con el solsticio de verano casi en puertas siguiendo el viejo camino de la mesta... Esa era la ruta de los nutridos rebaños que veíamos pasar por nuestra puerta camino del sur, el morueco en medio egregio y mostrando su estatura guardiana, y a los lados los perros. Un zagal llevaba un corderillo recental a hombros y a mí recordaba la vera efigie del Buen Pastor.

 Parece que percibo el bronco ladrido feroz y aquiescente del mastín. Ya no hay mesta ni cordeles, van en camiones, pero el ojo de mi memoria los sigue viendo circular. Parece que fue ayer y ha pasado tanto tiempo. Ya han encañado los trigos. De trigo y centeno hay  hogaño un cosechón. Las vides están hermosas y ya granan las cepas. Si no se apedrea tendremos los lagares y la troje hasta los topes.

 Una collalba  me hace una reverencia y se me cruza en el camino y canta escondida entre las cepas la perdiz con voz de amor. Sol de junio. El cuclillo y la abubilla tienen un dúo, se han enzarzado en una porfía (a ver quien da la mejor nota) que enternece mi corazón de melancolías y es la orquesta de acompañamiento a este Te deum laudamus te Dominum confitemur que esponja mi corazón.

 La voz del diacono Shelapin de mi grabación de la noche de pascua pregona el canto del Querubín. Mañana es mi último día y pues me tomé un Moscoso el día 12 si Dios quiere estoy cumplido. Voy a entregar la cuchara pero no la tarja. A mi tarja le quedan todavía algunas muescas por cortar al menos eso espero y loado sea Cristo. Al menos eso espero con la venia del Panadero celestial que todo lo controla todo lo ve y todo lo designa desde ahí arriba. I hope that He spares me.

 No puedo estar más satisfecho. Gracias, Señor. . Junio trajo las rosas y la plenitud de  un ayer no consumado y yo tuve la suerte de conocer sin conocer a aquel amor. El sol, un sol que se va, refulge en el estanque dorado pero el hombre pecador a veces tira por la trocha más difícil dejando el camino real, se va por los puertos fragosos abandonando la amenidad del valle y del llano. Lo malo es que en este curso de la vida no hay repescas  ni exámenes de febrero pero todos los seis de junio se me aparecía el rostro de la querida novia (ah yo vi en Roma do es la santidad que todos al dinero facen omildad… y eminencia, nos quita  las buenas para que nos vayamos con las malas).

 El hombre no es que tropiece en la misma piedra es que es gilipollas y escoge la manzana podrida  desdeñando la más manzana y fresca. Ah todos los seis de junio una lagrima de mis ojos y una oración brotaba de mis labios en memoria de aquel amor perdido. Uno se va siempre con las malas y deja las buenas pero es ley de vida. Misterios del destino. Enigmas del mundo... regreso a casa con el primer lucero. Un traguillo del vino de Navalcarnero que era el último pueblo de la provincia Segovia antes de las extremaduras, el que bebían los pastores de los viejos cordeles a la salud de sus rabadanes, de sus amos y de sus novias, me da fuerza a mis empeños, para cubrir el tranco final. Las cuestas arriba las suba mi mulo que las de abajo yo me las sudo, digo con el refrán.

- Aprieta el culo y dar pedales y pasa hoja.

- Es lo que hay que hacer para llegar a viejos.

 Un transportista guasón me larga bocina.

-Pi. Pi. quita del medio que va va pasar la camioneta de mi papá.

-Cojonazos..

-¿Violos la tuya mujer, o qué?

-Quítate de en medio que no eres Berrendero ni Bahamontes, pensionista.

- Es que hice la mili en un batallón ciclista le contesto.

 Y me despide con un corte de manga que le devuelvo. Mañana es día escuela el último día escuela y ya brilla por el este el último lucero.

Y, esta mañana cuando por ultima vez ficho al pasar frente a las estatuas del cardenal Gil de Albornoz que se alza mitrada y eminente delante del convento de San Diego, desafiando un poco a la de Cisneros, como un rival, me acuerdo de aquella objeción que hacía el bueno del arcipreste a su cardenal de Toledo cuando quiso dejar sin mujeres al clero y sus quejas son punto de referencia de lo que ocurre en la vida. ¿Me fui con las malas y dejé las buenas, Santidad?

 No sé. Es muy difícil afirmar esas cosas tan taxativamente. Por lo pronto sol de junio, un verano más ¿y tú donde estás, donde te fuiste, amor que no fenece jamás que es puro y limpio como el brillar del lucero que avisto al bajar la cuesta de mi urba? Estas son preguntas sin demasiadas respuestas.

 Ya no puede quedar mucho trecho. Sin embargo espero que la tarja de mi existencia  se alargue un poco más.. Al llegar a viejo se ha hecho más firme mi fe y mi esperanza. El amor no muere nunca. Nos sobrepasa como el camionero fardón que por poco me tira a la cuneta un ventalle. Es el aire del Espiritu Santo. El domingo fue la fiesta de la Trinidad y vivimos todos en el gran cenáculo.. Se queda prendido en el rielar de aquella estrella. Cuando llego a casa mi santa esposa mantecosa – fue la buena o fue la mala no lo se pero es la que elegí yo, impulsado por la fuerza del sino, del destino o del fatum- se cachondea de mi al verme en shorts.

- Ya no estás para ir de ligue, tio. Con esas fachas.

- Home no, pero eso no lo decías hace treinta años que entonces bien que te gustaba el pirulí de la Habana.

- Si serás machista.

- Tú no sufras que mañana me jubilo, prenda. Hace 65 tacos  que me parió la Juani. Con seis kilos mi y medio que di en bascula a mi pobre madre no sé si la desriñoné una larga tarde de junio. El parto sin cesare duró seis horas y era el dia sexto después del D Day.

- Así sigues de gordo-dice mi mujer que ya no me echa piropos pero de vez en cuando me da alguna charla y a callar.

-In te Domine speravi non confundar in aeternum. Bendito seas Señor por esta vida. Me puedes quitar todo menos la esperanza y el sentido del humor.

HOY MI ULTIMO DIA ME JUBILO DEL ARCHIVO EN ALCALÁ. NO SOY MÁS QUE UN PENSIONISTA UN POBRE JUBILATA PERO MISIÓN CUMPLIDA Y PELILLOS A LA MAR

 

LA MONJA ALFEREZ CATALINA EASO

 

Resuenan en mi memoria antiguas canciones de corro las cuales esponjan mi alma de ternura y que cantábamos los niños segovianos en la Puerta del Socorro:

Santa Teresita hija

De un rey moro

Que mató su padre

Con cuchillo de oro

Que no era de oro

Ni de plata

Era un cuchillo de hojalata

Y aquella que iba andante ma non tropo:

En Sevilla un sevillano

La desgracia le dio Dios

Que de siete hijos que tuvo

Y ninguno fue varón

A la más chiquita de ellas

La llevo la inclinación

De ir a servir a la guerra vestidita de varón

Toditos los caballeros se fueron

A desnudar

Y el caballero don Marcos se ha echado

A llorar

El rey que la estaba viendo de amores se cautivó

 No llores prenda querida, no llores, mi corazón

Que eso que tú tanto sientes

Es lo que deseo yo

El mito de la mujer guerrera pervade la historia de nuestros ancestros y ahí está la Serrana de la Vera comedia de Lope y de Tirso que se encargan de describirnos a una feroz amazona verdadero furor uterino al acecho de todo varón que pasaba por allá, lo aprehende y se lo lleva para la cueva, lo da de cenar entre huesos y calaveras. Les hace el amor y luego los liquida. Una mantis religiosa en forma de mujer. una verdadera devoradora de hombres. “Ha pasado un soldadito licenciado ya va para su tierra” él se huele la tostada asiste a la primera y segunda parte del festín la rica cena y el connubio pero no a la tercera. Huye y la serrana de la Vera, con la honda a la cintura y terciada la escopeta, le lanza una ráfaga que se le lleva al buen soldado su sombrero. El clamor de la serrana resuena por todo el valle: “Vuelve, vuelve soldadito, vuelve por tu montera”… “No señora no me paro que mis padres que son muy ricos me comprarán otra nueva”

En este contexto de la mujer guerrera se sitúa el caso de doña Catalina Easo con puntas y señales de ucronía, comedia picaresca y de capa y espada. Parece ser que fue un personaje real. Nacida en San Sebastián c. 1595 hija natural de un noble donostiarra. A la edad de cuatro años  es ingresada en un convento de dominicas pero a los dieciocho a punto de profesar tiene una bronca con la maestra de novicias, se tiran de los pelos y queda la pobre sor que era ya vieja maltrecha hecha un cristo así que, temiendo el castigo, la postulante  escapa vestida de hombre a la Corte, de allí a Sevilla donde se embarca hacia el Nuevo Mundo militando en el ejercito que pelea con los araucanos de don Pedro de Valdivia. Al morir éste en una emboscada huye al Perú. Aficionada al alcohol y al juego recorre todas las timbas de Bogotá y Potosí el Cuzco. Pero nunca lo lupanares. Es de genio muy vivo y no aguanta pencas de nadie. Jugando al rentoy uno le llama cornudo ella tira de espala yu lo hiere de muerte. Se libra de la horca acogiéndose a altana esto es refugiándose en el convento de San Francisco de Lima. El regidor que era paisano suyo y al cual habla en vascuence le otorga un salvoconducto para ir a ver al obispo y le cuente quien era cómo es que había llegado a alférez o abanderado (los abanderados tenían que tener gran talla, iban delante de la hueste al entrar en combate). Ella/Él confiesa al prelado ser mujer. Éste manda ser reconocida por unas matronas que la encuentran virgen e intacta. No era una hermafrodita, ni un marimacho, sino que había nacido así con tal inclinación a la homosexualidad. En sus largas correrías esta vasca de armas tomar rechaza el matrimonio con buenos partidos. El regidor de Arequipa, considerando a la alférez un buen partido pretende darle la mano de su hija. Y el de Cochababamba se enamora de él/ella pero doña Catalina huye. Recorre toda la América hispana de cabo a rabo desde Nueva España hasta la Patagonia al frente de sus banderas. Cuenta cómo entre los hombres que hicieron la conquista surgen bandos y facciones que determinan peleas a muerte, cosa habitual entre españoles. Pero a pesar de ser su caso carne de cañón para cebar el monstruo de la Leyenda Negra esta española de Euscalerría se proclama católica a macha martillo y española de los pies a la cabeza. El libro de su vida parece apócrifo escrito por un anónimo en el siglo XVIII que lo copió al francés basado en hechos reales: su Nacencia, su profesión religiosa, sus correrías que van desde Madrid a Roma donde va a besar el pie al papa  y Urbano VIII le da licencia para vestir de hombre. Un extremo que a muchos historiadores parece ridículo de todas, todas. Sacamos en consecuencia de la lectura de tales disparates que son una exaltación de la mujer en estos tiempos feministas, y de la virginidad de Catalina. Eso ya cuadra menos con el espíritu del siglo XXI. Parece ser que nació entera y se fue intacta para el otro mundo a pesar de su azarosa y disparatada vida. Los cronistas sitúanla en México arreando mulas pues la hicieron acemilera. Iba de recua orillas del Rio Grande donde murió

lunes, 23 de octubre de 2023