2024-03-21

 

A PERRO VIEJO NO HAY TUSTUS PERO AUN VALEMOS ALGO





Antonio Parra



Con el Calixtino por libro de cabecera, guía y vademécum de peregrinaciones, un legajo del siglo XII escrito por un tal Américo Picaud, un gabacho que ya nos pone de vuelta y media a los españoles esgrimiendo los antecedentes que esboza la picaresca sobre buen pueblo pero mala gente que dijo el otro cuando se topó con los muros de Benavente (escopeta nacional y España sin españoles sería el paraíso terrenal), mi amigo don Xanti y yo nos hemos echado a los caminos, bordón en la diestra, nuestras recias botas, nuestros buenos peales, buenos propósitos y mejores resoluciones en el alma que pecadores fuimos y pecadores somos. El vino que no falte. Y el breviario de antes de la nueva reforma también iba en la mochila. Para espantar el diablo que no deja de enredar incluso en las soledades cantábamos en latín los maitines y laúdes a la aurora con el preciso himno monacal de “Iam lucis”, la tercia antes de la siesta, vísperas con el primer rayo del crepúsculo y completas al entrelubricán somnoliento. Nos lo pasamos bomba. Damos grandes rodeos al pisar las ciudades pero los viejos lugares de la Transcantábrica posábamos en veneración. Esquivábamos las carreteras y los farolillos rojos de los puticlubs que animan las cálidas noches agosteñas, cabe el arcén de las autovías, los apartábamos con un vade retro. A estas edades no es para que te den una medalla de condecoración si no te llama la atención la jodienda. A perro viejo no hay tustús. ¡Oh pecadores de la nueva Babilonia!

En una localidad del camino cantamos la Passio a dúo al pie de un Santo Cristo milagroso y lo hicimos con tanta unción, mi buen Xantipa de grave y yo atacando los agudos del cronista que narra los acontecimientos en la noche del Jueves Santo, un diácono ruso se nos agregó y bordaba los bajos del repertorio de Palestrina, que el cura y algunas beatas nos invitaron a chocolates con churros. Grande es nuestra fe y grande es España por más que me pongan como un trapo.

-Eso no tiene enmienda. A otra cosa mariposa.

Y dijo el Marquillos de Obregón y es a lo que iba pues no puedo desenredar ese enredijo de misterio que me hace tirarme al monte, claro, o buscar el refugio de las tabernas, pues la frase forma parte del laberinto en el que estamos inmersos:

Si eres por ventura español donde quiera que llegues has de ser mal recibido aunque te pongan buena cara. Que aquesa ventaja hacemos a los nacionales del mundo ser aborrecidos de todos; cuya sea la culpa yo no lo sé.

Ni yo tampoco pero vengo empapado del rocío de las veredas, con la música de algún malvís entre las orejas, el rumor del agua cerca de las cárcavas, la visión edénica de los gollizos y cuchillares, restos de antiguos glaciares que alfombran la manta de los montes de la Robla, el silencio edénico de los castañares ocultos entre las sierras, los cristos rotos y las imágenes venerandas de santos arrumbados que esperan en las iglesias cerradas a cal y canto, el tañer del cimbelillo en las ermitas del monte que a veces nos parecían tocar solas y nos parecía milagro no sé por qué, el donaire de algunas mesoneras que no niegan una sonrisa y un vaso de agua al peregrino, la borrina de los puertos, suspiros de tul en el paisaje de encaje, o el sonido isócrono de las olas sobre la mar de Vegadeo. O los ecos del canto de una salve al atardecer en alguna aldea perdida del Bierzo. O la armonía de la catedral de Santiago que dicen que el que llega allí por primera vez se transforma; si está triste se alegra y, si enfermo, cura de toditas todas, y si nervioso le penetra en el alma una calma infinita que trastoca el hervor diabólico, el tráfago luciferino de la ciudad hediendo a azufre y a exhausto de tubo de escape. Transpuesto el monte de Gozo, es cosa digna de mención que parece que se te alegran los pies y dejan de protestar como en algún tranco de la ruta en que estuvimos a punto de tirar la toalla. Gracias al vino que es sangre de Cristo y la fe. Toda esa belleza y dolor que trajo al mundo el cristianismo y que para mí sigue siendo la religión alegre y verdadera diga lo que diga don Haro Tecglén. Tachín tachén. Áteme esa mosca por el raro. Y luego en la catedral compostelana estaban los paneles que mezclan el cielo con la tierra del Pórtico de la Gloria. La perfecta caja acústica de la ortofonía con que fueran diseñadas las bóvedas. El canto llano que ensalza con salmos acompañantes el movimiento pendular del botafumeiro. Los miembros cansados, el rostro contento.

¿Habremos conseguido la gran perdonanza? No lo sé ni tampoco me importa mucho. Se hace camino al andar y es más importante Hemos ido por las ranuras de la puerta estrecha pero aquí hemos vuelto con nuevos bríos y con fuerzas de refresco.

No hay no puede haberlo país más bello en la tierra. En mi zurrón, yo hubiera querido meter en mi zurrón de peregrino tanta hermosura. No me cabía tanto amor en las alforjas. Al volver de Compostela regresaba ligerito y casi repartiendo besos.

-Oye a ver qué hacemos.

-Vamos de correría.

-¿De correría sin la guardia civil?

-De romeros camino de Compostela. A misa no voy porque estoy cojo pero a la taberna poquito a poco.

-Alguna vez habrá que compaginar la religión y la diversión y con esa idea fija en la mente hicimos la salva de los andantes. Una hogaza de pan tierno, algunos torreznos y tajadillas de la olla que saben a gloria en pleno campo y algún que otro laustibideo con un par de besos al jarro. Y de hoy en un año que el Dios nos conserve en paz y buenos

-Qui multo peregrinanntur paulo minus santificantur (mucho peregrinar y santificarse poco.

-Eso es el del Kempis. Imitación de Cristo. Pero aquel monje flamenco dice que luego se suicidó o que murió mal y por eso no lo canonizaron aunque gracias a su libro- admirable poder de la literatura que una cosa es predicar y otra dar trigo- canonizaron a muchos. Ya ve usted lo que son las cosas. Ese librillo es una fábrica de santos aunque con un poco de oscurantismo, un si es no es misoneísta y sobre todo quietista. Hoy si viviera el anónimo autor lo escribiría de otra forma. En la actualidad los émulos del evangelista actúan de otra forma pero se sigue el modelo copiando. Cristo alfa y omega hoy ayer y siempre. Y lo demuestra el hecho de que siga habiendo tantos crucificados y tantos crucifijos incluso en el canalillo del tetamen de Prosperina. Las nuevas chulas se colocan el símbolo al pecho que no saben lo que es pero que en el fondo las debe de proteger en medio de la hoguera de sus vanidades. Que les sienta como un tiro a tanta paganía.

-Cruz al revés.

-No creo que llegue a tanto. Es la puñetera coquetería. Ya sabe usted que si tres son los peligros del alma mundo, demonio y carne, las mujeres agregan otro que las pierde: el buen parecer. Pero yo quería volver a la Imitación pues de niño lo repasé cien veces.

-No me vaya usía a salir con toda una teología de la peregrinación que ya sabemos por donde va y los sabuesos de la información o de la inquisición andan peinando las Web en pesquisas de sospecha y si con barbas san Antón y si no la Purísima Concepción. Hechos. Y nada de dichos. Facta non verba que dijo el clásico. Cíñase a la banda.

Pues eso mismo. Salimos don Xanti y yo- su nombre de pila es Xantipa- un hermoso día de la transfiguración después de llevarle laureles a san Salvador cuya talla se venera desde hace siglos en un rincón junto a uno de las responsiones del lado de la epístola en la catedral ovetense. Allí es un día grande el 6 de Agosto y cumplimos la promesa del viejo rito de llevar el ramo y colocarlo a los pies de la imagen en la peana. El que a Santiago va y no visita San Salvador por honrar al siervo se olvida del Señor. Y tanto.

Por eso, muchos a Oviedo lo llevamos en el corazón. Es la ciudad de siempre, nuestro “oppidum” anímico, un refrigerio de cortesía y de elegancia, oasis en el desierto intelectual que nos aqueja, punto de fuga, venero de dichas y de desdichas, memorial de recuerdos, unos buenos y otros no tanto. Oviedín del alma, sombra de la aceitera donde don Fermín enfilaba su catalejo, plaza del Fontán y fachada de san Isidoro donde jugaba a la pelota Tigre Juan. El cuerpo podrá salir de tus recintos sagrados pero el alma jamás te abandonará. ¿Oviedo? ¡Presente!

A mí me nacieron en Segovia de la misma manera que a Clarín lo parió su madre en Zamora por una casualidad pero es – omnium consensu- que yo me he vuelto pixuetu hasta las cachas y hasta lo dice mi forma de parlar y de expresarme con giros y expresiones de la antigua fabla jovial. Dejamos la Argañosa y el roquedo del Padrún a un lado y a la vera del Nalón río matriz de las Españas con un descansín en Mieres del Camino para yantar dimos vista tras largo trajín a los airosos muros de Santa Cristina de Lena en lo alto de un mogote que fue para los primitivos asturcones monte sagrado al que escoltan rodales de castaños y un buen manto de abedules de copas esquemáticas y tronco albar.

Dios debiose de echar siesta en el paraíso antes de venirse a fundar por aquí estas encartaciones donde los horizontes son sublimes, buen refugio para el que venga huyendo del moro, o de la quema y quiera vivir a escondido. El oratorio de Santa Cristina joya embelesada del ramirense reina señero en el horizonte. Es la llave de los puertos.

Sacha, nuestro ruso y del que hablaré más adelante hizo la genuflexión prosternada según el rito bizantino ante el altar de la santa. Estaba abierta la ermita y delante del iconostasio, en pié, como mandan los cánones, entonamos el Akathistos el más antiguo himno a la Madre de Dios que se conoce. Como se nos había olvidado el griego a Xanti y a mí que también estuvo conmigo en el seminario de Comillas, lo tarareábamos dejando que el diácono ruso llevase la voz cantante. Respondíamos a la plegaria con el radesti (alégrate) cuando el oficiante concluía una de las veintitantas estrofas. Ora pro nobis.

Fue emocionante y como se nos hizo de noche allí mismo en aquel Tabor de veneración de la vieja España cristiana tiramos la boina y acampamos la noche, para, al alba, con el sol ya en las bardas de Campomanes, acometimos la recia subida al Pallares que no es grano de anís.

-Antoñito mucho te pesan las arrobas.

-Más me pesan mis pesares por mis pecados.

-Pero estás aun hecho un recental. Tira palante.

El bordón, la capa de límiste o paño de Segovia de color amusto (pardo), el sombrero capón en son de penitencia, la calabaza que yo sustituí por una cantimplora militar que me legara mi pobre padre recuerdo de los campamentos y las maniobras y todos los arreos del peregrinaje debían de ser un curioso espectáculo para los que pasaban por aquellas soledades. Estampa curiosa que no pertenecía al tiempo del ordenata y del móvil.

Los pueblos están casi desiertos, las casas deshabitadas. Ya no quedan niños y probinos los viellos no pueden ni tenerse pero alguna abuela salió a la puerta para saludarnos deseándonos buen viaje.

-Vayan con Dios

-Y que Él a usted la acompañe, hermana.

Hace treinta años hubiésemos sido un espectáculo y hubiéramos arrastrado tras nos a una recua de rapaces saliéndonos al camino a pedirnos una estampa o una perra para caramelos.

El peligro de los romeros jacobeos eran los canes. Ahora es la velocidad y hay que hacerse a la cuneta no te lleve por delante un treinta ruedas. Algunos camioneros saludaban con deferencia y otros con compasión al vernos vestidos de aquellos capisayos pasados de moda. Una malos pelos y la cara pintada de daifa que por lo que dijo nada amistoso llamándonos cabrones y del pepe por la ventanilla:

-Relicarios, tenéis más moral que el Alcoyano.

Era una rubia de bote y a mí quedaron ganas de retrucar lo del bueno de Jimmy que ya se sabe rubia de bote el chocho morenote por no caer en su misma falta de decoro y devolverla el corte de manga.

-Andididiai.

Otro motorista nos hizo el signo cabruno. Por lo visto le irritaba nuestra cruz de palo al pecho, la calabaza, la ristra de veneras y la esclavina penitente. Nosotros respondiendo bien por mal contestábamos con el signo apotrocaico o señal de la cruz que es aval de paz, de reconciliación y de volver la otra mejilla. En fin que parecíamos unas antiguallas en este siglo de vórtices y de telediarios para perder el resuello. Les da corte nuestra presencia. Nos persignamos. El paisaje era de auténtico cuento de hadas. Los pueblos de la derecha reclinados sobre el vértigo de la montaña parecían figurillas de un belén. Tanta hermosura quitaba la respiración.

Abandonamos morriñosos Asturias pero respirando a pleno pulmón el aire limpio de las cumbres. Don Xanti que anda un poco frayau con lo del azúcar perdía huelgo en algunos recuestos y hubo que parar varias veces hasta coronar el alto.

Arbás, arriba de las revueltas de Pajares, vino a darnos las tardes. Es también un emplazamiento producto de alguna nuncupativo a Júpiter pues los romanos sabían donde alzar sus piedras y prueba de ello es que en todos los lugares elegidos por ellos uno se siente siempre a gusto. Eran los arva o campos. En este emplazamiento mágico y magnífico se establecieron los cistercienses. Era el primer monasterio de las Monas o Nonas, nueve en total que abrían el paso a los límites astures como un cordón de oración y de trabajo. Fue una de las fundaciones más antiguas de los bernardos. El sitio le encantaba a Menéndez y Pidal, oriundo de Pajares, y todos los veranos se perdía por aquí.

Pero de estos extremos, así como de otros, sobre qué hacíamos tres sexagenarios locos embarcados en la aventura del Jacobeo así como de quien eran mis misteriosos acompañantes, un cura corito al que le habían quitado las letras dimisorias por darle al cristal y un diacono ruso que no sabemos de donde había salido se lo contaré en la próxima entrega, si Dios me guarda alguna semaneja más, sobre mis andanzas por el camino de Santiago, y si vuesas mercedes me dan gracia y un poquito de su paciencia. Por el momento, vale. De regreso saludo a mis lectores que a buen seguro no me habrán echado de menos pero de algo hay que morir y algo habrá que escribir y más se perdió en Cuba y regresaron cantando. Vueltos a la faena, la verdad es que te añoraba, Madrid, que ya no te quedas sin gente sino más llena a rebosar. Pues antes que te olvide, Virgen de Atocha, se secará la fuente de la alcachofa, que decía Luis Candelas que tampoco vivir muy lejos de la Mariblanca y fue allí donde le apiolaron.

  • Viene usted hoy de una euforia que lo tira.

  • Pues sí la verdad es que no me puedo quejar de la vida. Parezco un buque de guerra dispuesto al combate.

  • Hombre, no creo que esto sea la guerra



 

Canto a Nemesia.


31 de julio de 2008

está en su fielato la tía esa

recaudadora de odios su telonio

muy cara de palo

muy circunspecta

architiesa.

Y como de la danza sale la panza

a ella invistieron ordenanza

No come bodigos

come piedras

una M de Nemesia

toro sentado

manitú en la gran poltrona

una manta zamorana una mula aragonesa.

Eolo rige los vientos

cáscara amarga

y os manda a todos a la mierda

coprófaga de una sentada,

si le coges gusto a un turdo

de qué te quejas

si ella va de reina

cada uno tiene lo que se merece

pero quien nos habrá metido en el túnel

de su zapatilla de felpa

amarilla igual que la muerte

buscona del malquerencia

la venganza y el encono

la engordan a ésta.

Por no haber guapas nos largan

los pestiños.

oh Pepiño

y nos mandan a bailar con la más fea.

Enfadadas cosen las viejas

al sol, tejiendo la pleita de murmuración.

Dejaron las guapas.

Catadme las feas.

No dan besos

sino carcavuezos

y en su lodo nos hundimos

pues fe es creer lo que no vimos.

Madrid castillo famoso

todo mulleras.

Ah ya sé que aquí al que más chifla capador

y el que vale vale y el que no nombran ministro

y le dan una garita en la administración

cabe la puerta volvedera.

El chupatintas siente malestar

al cruzar el umbral cuando

le mira Nemesia

que uvas tiene la parra del cura

uvas tiene pero non maduran

y ella en los ojos

porta pica-pica

y el talle de botija

Dejemos de funcionar.

Danos y danos nemesias

a los desesperados

cuida del ventalle de la calle

y del mal airón

que de su ojo vigilante

se esparcen pulmonías

y una marejada de virus

con malquerencia

y pedreas en el portón

nordestes del desamor

y obtuvo cátedra de verduga

por oposición

que el mucho quita y nada pon

pronto llega al hondón.

Nos vamos pero no funcionamos.

Muchos aires se da quien no fue nada

y tiene todo el peligro de la mosca encaramada

a la grupa de un elefante.

España triste

España negra

pero aquí está la Nemesia

recaudadora de horas

enajenadas de odios

incubadora de pollos asesinos

calienta el nidal cada día

seis horas y media

Vampiresa de las tarascas.

No va a trabajar

que va a fichar

y a poner a todos cual digan dueñas

parasita de la Administración

enchufada del Felipón.

Ay mi Nemesia

telonaria de dias en blanco y hojas muertas.

sedente en su silla curul de innumerables pedos.

Y otras bellaquerías siniestras.

Sólo le falta el coche oficial.

dase el pico con Anacleta

garbancera de tierra de los garbanzos

y cicerona desgreñada

otra del mandilón

tambien analfabeta

que hace que pasa el trapo al polvo

Es su trabajo

y observa

A media tarde la llama con gemido

de deseo sexual

pues siendo mujeres las dos

se aman por los descansillos

cual macho y hembra

-Ay mi Nemesia

Que me estás matando.

-¿Gozas, vida?- la otra le contesta.

-Ay sí. Ay no. Ay mi Nemesia.

Mientras, ruedan cabezas.

Resoplidos del mal aquilón

que engendran el viento de la desazón y las monsergas.

Mira, esculca, se queja

y pedorrea a sus anchas

cuando el securata va al lavabo.

Una indocta que jamás fue guayabo y más de vieja

gurdando los libros quien no sabe leer.

La garduña saca las uñas

y el lobo se puso a cuidar ovejas.

Es la zorra al cuidado del corral recriado en un morral aldeano.

Vino a la ciudad y sentó plaza. Se colocó.

Pero así están las cosas

en nuestra cultureta.

Han vuelto lo oficial y lo real

y el país anda al revés.

A los generales hicieron sargentos

y a los cabos capitanes

en un ejercito de miembras

todos cabos primera.

Yo no canto a Teresa.

A quien canto es a Nemesia

Tú, zapatero, como lo ves, entregado a la obra prima de la destrucción.

Libranos tú de esta furriela.

oiga con quien está Vd hablando

ella hiberna todo el año

en sus soledad sonora y oficinesca

nostálgica de la escoba la bayeta y la lengua de trapo.

Funcionaria del tormento

y la impotencia

dios los cria y ellos se juntan

que Nemesia un revirago aprohija la disfunción erectil.

Don FO la puso uniforme

con sus correspondientes galones de ujiera.

Encontró la horma de su zapato.

Y desde entonces marca el paso

y trae todos al hilo.

Pronto se dio cuenta de que ella había nacido

para ser conserja.

Y como don Landelino en la alta cámara

todas las tardes tenemos exposición

de Nemesias.

Page lingua y tatum ergo de rondón

que esto rematará en rosario de la aurora de violencias.

Con bendición del Santisimos despues

y arrumacos a su pareja

que es tambien miembra del gremio

de la escoba y el trapo.

Dio de lado a la mopa y el estropajo

para ascender

y a ver quien la quita el puesto

carajo.

y ahora mira con aire altivo y displicente

ojos de vendimiar teneis aguela

y busca victimas entre el funcionariado.

Parece la portera de Ausschwitz.

Esto gracias a ella no es una oficina estatal sino

el cuerpo de guardia de un Consentreision Camp.

Hitler no ha muerto pues es más fea que el cartel del Holocausto.

Y bufa más que la ballena Moby Dick

Me lo dice esta pelambrera de guiñapo

de esta puta vieja

celestina ladrona remiendavirgos

tortillas y bollos face. ¿Te casco un huevo, nena?

y hurona de honras ajenas

que en las tardes se pone a llamar a voces

a Dulcinea su compadra

donde hizo rubios la lejía

y capituló hace mucho tiempo la femineidad.

y cualquier rasgo de belleza pues que fea es la tía.

Lo proclama su cara de hiena.

Es bisoja y es coja y mira de través.

Velay ahí una fiera embutida en su uniforme

con sus aires de mosquita muerta

lleva vida de conjunción copulativa.

Y es más dañina que una letrina

en pleno campo.

Aporrea gemidos y esgrime frases vengativas.

Su fuerte fue siempre la calumnia

Que algo queda.

Mas en la frente lleva las tres efes de la muerte

y anda perpetuamente en fraternidad con los demonios

haciendo la barbulla a los pucheros enfermos

de la energía vengativa.

Pedro Botero su zaguanete

y los diablos, su comitiva

oh corte de los pesares

Mala hembra comisaria de la ficha y de la nómina

gallina que cacarea en lo podre.

España quieren convertirte en un basurero

en la cloaca de Europa

país que va sin moral.

No hay justicia.

Únicamente tal y cual

porno-política, debates y denuestos del agua y el vino

entretenimientos y comidillas de prensa rosa.

Los mismos perros con los mismos collares

en cada estación.

Los mismos preguntadores

y los mismos opinadores.

Todos caras conocidas.

pero crece el miedo y esa debe de ser la Nemesis de Nemesia

subalterna paniaguada de la sopa boba.

Vete a barrer. Toma una escoba

En mirandola se refleja perfectamente en el vestíbulo

una gran calavera que dice:

Soy fea, floja y fría.

Porque porta ya lo sé

las Tres Efes de la Pelona

y una M de Nemesia (una mierda)

portaestandarte del hominido basura.

Nadie sabrá si ella es macho o hembra

pero mira todo, neutra.

Rigorosamente epicena.

Con esta gobernanta de la soplonería

y de la disciplina inglesa

iremos todos a hozar.

¡Ay Nemesia!


31 de julio de 2008

BENITO XVI EL ULTIMO GRAN PAPA SE ENFRENTÓ A LA BESTIA Y FUE DERRIBADO POR LAS FUERZAS OSCURAS DEL GLOBALISMO ATEO

 

DE ROMANIS PONTIFICIBUS





A lo largo de siete años he seguido atento desde mi tronera las evoluciones del mundo y de la iglesia, aplicándome a mi labor de consignatario de la actualidad porque la escritura como la parábola evangélica tiene aspectos curativos. Lejos de mí la milagrería y la superstición. He seguido los pontificados de Wojtyla que presenta dos tramos: el uno triunfal y el otro desastroso. El primero abarca desde su elección en 1978 hasta 1992, año fatídico y de venganzas cuando yo vi rendirse y claudicar a aquel papa ante las amenazas y presiones que trajo aparejada la guerra de Irak y las manifestaciones de grupos sionistas en el Vaticano. Es una institución donde dicen que manda mucho el Espíritu Santo, pero todavía más a mi juicio los Dineros de San Pedro. Juan Pablo II entró en órbita de popularidad desoyendo el aviso de Nuestro Señor “bienaventurados seréis cuando os persigan y maldigan en mi nombre” porque se plegó a los fuertes intereses del siglo. La resultante fue un pontífice de una gran popularidad al mando de una iglesia destrozada. Su sucesor Ratzinger empezó con buen signo tratando de poner remedio al caos litúrgico, al caos teológico, al caos moral, a los tejemanejes bancarios y sin enfrentarse a una media en manos del poder sionista que le marca el territorio haciendo valer sus buenos deseos de reconciliación con el Islam acudiendo a Constantinopla rezando en la madre de las catedrales-hoy mezquita- con gran escándalo de las cristiandades, visitando sinagogas o celebrando encuentros con el patriarca Bartolomé pero tales gestos no rindieron fruto. Tuvo un pontificado decepcionante para unos y esperanzador para otros, pero se ha visto inerme porque los curas desobedecieron su mandato de celebrar misa en latín y la curia se le puso en pie de guerra. En las últimas audiencias le vimos muy cansado y como actuando deprisa saludando en las audiencias de forma perfunctoria y sin arranques pues por sus gestos parece algo amanerado. Sin embargo, su pontificado se cierra con un signo esperanzador. Ha dicho la verdad. Fue obligado a canonizar santos que no eran de su devoción como su predecesor subido a los altares de forma rápida o la Madre Teresa y a comulgar con ruedas de molino. La misa que vimos oficiar el miércoles de ceniza decía a las claras que estaba orgulloso de no haber sucumbido a las presiones internas que pretenden promover el asunto del Holocausto a la categoría de dogma… y ahí os quedáis. Si no hubo resurrección, vana es nuestra fe y hoy hay grandes sectores en la iglesia que con los talmudistas piensan que el mundo es eterno y que Cristo fue un loco rebelde que nunca existió. Ese viene a ser el drama de nuestros días y las razones por las que abandona la silla apostólica EL Papa bávaro al que algunos saludaron su llegada con el insulto de que era un pastor alemán. La trayectoria de estos siete años ha demostrado que no era tan fiero el león. Más bien, modesto, recogido, poco teatral el pastor alemán parecía un gatito, pero ha demostrado en su despedida que los perrillos falderos y los gatos de Ankara pueden morder y también arañar. Ha tenido un gesto ante el cual hay que descubrirse. Chapó. En esta bitácora nos hemos ocupado mucho de la persona de Benedicto XVI proclamando sus grandezas y las servidumbres de la purpura. En este septenio en el que cambian las cosas he conseguido rompiendo el cerco del silencio y del ostracismo interior al que nos condena la globalización manejada por judeocratas publicar tres libros. Hemos asistido a esta caída en barrena de la SRI, las confusiones, el miedo, los intereses creados y de la pampolítica mejor no hablar porque si Aznar fue malo, Zapatero, peor y Rajoy pésimo. Esto no es una democracia sino una tiranía de los dineros. El drama es que la Iglesia que nunca se plegó a los tiranos ahora no consigue plantarle cara al mal que nos rodea: la bestia capitalista bien manejada por sus corifeos y blindada por una policía y unos servicios secretos que son el ojo del ciclope. Todo lo ven. Todo lo detectan. La gente tiene miedo a perder lo poco que tiene. Ha vuelto sus ojos a Roma en busca de apoyo, pero allí creen poco en Jesús y mucho en sí mismos. Es lo que capté en el gesto y el mensaje del papa Ratzinger en la misa del miércoles de ceniza. Memento homo quia pulvis es. Aparentemente han ganado la partida los enemigos de la cruz y temeroso de que algún rabino le echara una maldición o pulsa demura al papa alemán éste ha preferido hacer mutis por el foro

 

 

 

 

 

 

ENTRONIZACIÓN DE BENEDICTO XVI, EL PAPA ECUMÉNICO QUE LA IGLESIA NECESITABA

 

Antonio Parra

Il Campanone repicó gordo y el mundo en la misa de entronización del nuevo papa, Benedicto XVI, creo que ha vivido momentos de gloria y de esperanza. La apelación a la unidad del Romano Pontífice así como la presencia de legados del patriarcado de Moscú, Alejandría. Antioquía, del obispo de Cantorbery y de muchas comunidades protestantes amén del muftí de Jerusalén y de imanes de varias mezquitas, ha abierto un pontificado que viene determinado por el signo ecuménico y una carga de espiritualidad y de fundamento teológico que faltó a algunos predecesores, un hecho que desde estas columnas internautas nos encargamos de apuntar con gran escándalo de muchos que se rasgaron las vestiduras y nos tildaron de blasfemos.

A la Iglesia de Cristo, después de un gran tiempo de dispersión y de imágenes arrolladoras le importaba concentrarse más sobre sí misma, reagrupar filas, acercar al hombre del siglo XXI al depósito de la fe y al mensaje del evangelio que es un comunicado de alegría, hermandad, renuncia. Y eso sólo lo podría conseguir un habitual del coro de Montecasino. Nápoles donde está situada la abadía sobre el valle de Nursia que emplaza sus muros sagrados estaba de fiesta al igual que toda Germania que ve sublimar a la cátedra de san Pedro a un bávaro - ojo que no un prusiano como lo fue Lutero- ocupando el puesto número 265 de la lista y con un nombre tan hermosamente limpio y de una gran tradición entre los sucesores de san Pedro como el de Benedicto XVI. Atención que puede ser el papa de todos poniendo a contribución toda la carne en el asador de su peso intelectual para implementar las disposiciones del Vaticano II, sin menoscabo de que proclame un regreso a la ortodoxia liturgia, pero siempre desde el espíritu del amor y de la caridad, nunca desde los apriorismos y las descalificaciones gratuitas, según la regla que siguen algunos de sus detractores que ya los empieza a tener este hombre bendito y se han despachado a su gusto con insultos y bajezas hirientes. Alguna prensa sobre todo la inglesa y la española me hacía pensar en las páginas más burdas de “Fray Candil” y de la inmensa pléyade de libelos anticlericales del siglo XIX.

Pero que nadie espere la canonización de la sodomía, para confusión de Mr. Cobblers. El pecado nefando es una aberración contra natura. ¡Pobrecillos! Merecen nuestra pena y nuestras oraciones, nunca un  sitial de privilegio en la Iglesia, que ha sido siempre cosa de hombres y de mujeres entregadas a la causa del evangelio nunca a la condonación del vicio o a una impropiedad de natura.

En cualquier caso, todo esto es adjetivo. Nada tiene que ver con la sustancia. A lo largo de estas tres o cuatro semanas que han conmovido al mundo hemos podido constatar aquellos que vivimos con la antena bien desplegada la mano del Espíritu Santo. La elección de Ratzinger puede ser una de sus dádivas. El primer papa alemán que yo recuerde fue Gregorio V, antecesor de Silvestre II, el inventor del reloj y por el cual sienten al otro lado de los Alpes significada reverencia, ya que celebran con más fervor que ningún otro pueblo la “Sylvester Abend”, último día del año.  También hubo otro papa tudesco, aunque en realidad era flamenco, Adriano VI pero que en la cronología cuenta como de tal nacionalidad. Los Estados Pontificios deben su origen y personalidad a Carlomagno y sobre todo a su hijo Pipino el Breve que otorgó a los obispos de Roma el poder temporal sobre territorios hasta que éstos le fueron arrebatados por Napoleón.

La historia del pontificado está íntimamente entreverada con el Sacro Imperio Romano Germánico. La defensa de la religión fue el móvil que puso en pie de guerra a Carlos V en el cenit de la gloria, aunque después hubo también momentos de desdoro como, por ejemplo, la lucha por las investiduras, la huida a Canosa y la abducción a penitencia del propio Enrique IV que se prosternó a los pies del papa Gregorio VII, otro monje benedictino que acabó sus días en el destierro y despojado de su silla apostólica por el emperador actuando en rigor de venganza. Cosas de los hombres, pero con tales mimbres teje la pleita de su cesto misterioso el Divino Paráclito.

Hemos consultado la relación de nombres papales y el que se ha impuesto Ratzinger y el de Benedicto se distingue por haberlo tomado sacerdotes de una gran espiritualidad, de un fuerte sentido canónico. Son grandes pacificadores, aunque no han dado ningún santo, sólo un beato Benedicto XI y sí un antipapa y que era español: Benedicto XIII que por no querer renunciar a su sede en Aviñón se retiró a vivir a Peñíscola permaneciendo en sus “trece” sin corregirla ni enmendalla hasta su muerte en la localidad castellonense.

Este alemán seguro que hará bien las cosas. Está dotado de un fuerte carisma y tiene una sonrisa humilde y unos ojos claros, descripción muy distante del sambenito de inquisidor o del remoquete de “rothweiler” que le han endosado los ingleses. Ellos la verdad no se distinguen por la elegancia de maneras a la hora de referirse al obispo de Roma al que designan por lo menos el “bloody pope”.

-No bloodys and no fucks, Mr. Parra – me decía a mí el director de un colegio en una escuela del Norte de Inglaterra en la que enseñé castellano.

Y luego de ahí para arriba haciendo caso omiso de las proverbiales reglas de cortesía. Los ingleses siempre tan relamidos y pulidos pueden resultar bastos y lenguaraces. Lo he observado siguiendo los programas de la BBC y del Sky News acerca de la preconización del nuevo pontífice que apenas han tenido cobertura de forma muy desemejante a la que dieron a la muerte de Juan Pablo II, caso insólito y tenido por un santo en las Islas. Pero en ello - y que nadie se ofenda- juegan los réditos creados por la política. Para los ingleses no hay amigos ni enemigos sólo intereses. Polonia ha sido siempre su aliado natural en la balanza de poderes contra Alemania y contra Rusia y Alemania su natural enemigo. Miserias y grandezas de la condición humana. El peso de la púrpura.

Papas ingleses, sin embargo, sólo ha habido uno y los alemanes se cuentan con los dedos de la mano. Por lo general el colegio cardenalicio siempre se ha inclinado por los franceses y por los italianos. A pesar de todo, creo que Benedicto XVI parece que lo han vaciado en molde y da justo la medida del papa que todos necesitábamos, el “slandering” y el cachondeo de los británicos y de los españoles miméticos y con complejo de inferioridad frente a los hugonotes de los grandes “trusts”, para los tiempos difíciles de la primera década del siglo XXI. Puede dar la campanada en cuestiones de régimen interior (ordenación de hombres casados y admisión de la mujer al altar en órdenes ancilarias, pero nunca el presbiterado) y sobre todo la reanudación del dialogo con los ortodoxos. Este puede ser el pontífice que haga que Roma y Constantinopla vuelvan a ser una. Lo dice este plumilla que un día soñó entrar en el Russicum donde los jesuitas romanos preparaban sacerdotes para ir a Rusia. El hecho de que el metropolita Cirilo, segundo del patriarca Alejo II, asistiera como plenipotenciario a la pontifical de preconización, es un avance de muchos enteros con respecto a lo que aconteció con el papa Wojtyla. Que tuvo unas relaciones desastrosas con los rusos a pesar de ser un papa del Este.

Llamó a los judíos con frase de san Agustín en sus “Confesiones” los “hermanos mayores de nuestra fe”. Y esta cita la hizo nada más comenzar su apelación ecuménica en la misa de entronización, lo que desbarata ciertos argumentos de antisemitismo que empiezan a sonar por ahí. Sin embargo, se registró en la ceremonia una gran ausencia: la del Rabino Mayor de Roma. Que no pudo asistir pues precisamente hoy celebran los hebreos su Pascua. ¿Una excusa o razón válida?

 El nuevo papa ha recibido palio de cordero pascual inmaculado y el sello sigilar. En sus manos uno de los oficios más duros y con mayor responsabilidad que pueda haber en esta tierra. La gracia del Espíritu suplirá las mermas y limitaciones de la condición humana. Él nos lo conserve en salud muchos años.

Esta tibia mañana de domingo de abril ha sido hermosa. Fui feliz contemplando la pontifical por televisión. Es algo cicatera la vida con nosotros en ocasiones como ésta de suerte que estos momentos, tan escasos,  de felicidad y de elación para los que aman las cosas espirituales tenemos que aprovecharlos.

24 de abril de 2005 

EN DEFENSA DE DON JULITO. PRO DOMO SUA. EL GENERAL FRANCO Y EL PERIODISMO DEL SILENCIO.

 

Antonio Parra

Me afianzo en lo superlativo huyendo de lo diminutivo de nuestra vida venial y gremial y comienzo deseándolo a Julito, al que todos queremos y conocemos de antiguo, y perdonamos sus pecados y sus pedos, sus pecadillos y pecadazos, quien no los tiene, y el que esté limpio de culpa que tire su primera piedra, pero los que sabemos qué es persecución y somos trigo limpio en medio de estos almiares putrefactos, y seguimos, impasible el ademán, (quién no ha tenido alguna bronca con Merino alguna vez, grescas de juzgado de guardia en las que sale a relucir de todo hasta las siete señas del hijoputa, mas luego no era nadie, es incapaz de guardar ningún rencor este egabrense un poco squarehead, un poco loco de Guttemberg, que yo creo que ha leído demasiados libros de Unamuno, es difícil que dé el brazo a torcer, y en él lo malo es ese puñetero pronto que tiene) muchos éxitos le auguramos en la aventura editorial que acaba de emprender. Julio es arisco y a la vez encantador como todos los cristianos viejos. No es un tornadizo ni golpista, ni nada de eso.

 El rigor a sus principios merece todos los respetos. Salta, como todos nosotros, a las páginas de la actualidad desde el Periodismo del Silencio. Ha demostrado que tiene redaños puesto que a un periodista hecho y derecho como él lo metes en galeras, en el limbo del no ser, y eso supone una medio condena a muerte.  Él lo ha aguantado con estoicismo. No en vano es paisano de Séneca.

El otro Franco” es un buen texto aunque después de leerlo echo en falta el período ovetense del militar cuando fue destinado de comandante al Regimiento Milán. Fue en Asturias donde empezó a estudiar y a entusiasmarse con la idea de España y donde tuvo sus más y sus menos con las fuerzas vivas de la región, quienes le donaron con el apodo del “Comandantín”. Su noviazgo con una Polo también ofreció sus lados problemáticos. En dos ocasiones estuvo a punto de suspenderse el himeneo; una por la oposición de la familia y la otra a causa de la guerra de África. Fue convocado en vísperas de la boda. El lacónico Franquito dicen que dijo:

-Carmencita puede esperar. España, no.

Y así, otra vez a torear. Las balas como las cartas siempre llevan tu nombre y dirección. Cuando vienen no queda más remedio que “abrirlas” en la esperanza de que no sean letales, sólo tiros de suerte.  Las relaciones con Mola también siguen un tanto difusas e inéditas y uno de los grandes misterios de la biografía. Claro que a lo mejor a Merino en vez de un libro de trescientas páginas le hubieran hecho falta mil quinientas.

En Asturias tuvo para sí el descanso del guerrero. Largos paseos por la finca de Llanera y ya de viejo lo que más le prestaba del mundo era marchar a pescar al río Narcea y meter al “Campano” en su retel.

 Nos alegramos del triunfo de su libro sobre el General y se lo pasaríamos por el morro a más de uno, a ver si te enteras contreras, aunque me temo que estos libros que postulan la verdad, son ponderados, ni hagiográficos, ni puras acrimonias como la de aquel  mal estudiante del colegio de san Antón, flecha de todos los campamentos y becas facilitadas por la OJE, de padre rojo luego enchufado en Sindicatos, al que en el SP llamábamos el Narices y que cuando entró en la redacción con tantos granos y diviesos en la cara pensábamos que su acné era debido a su manía masturbadora, y otros que escupen contra su pasado y las leyes de la gravedad que no perdonan hacen posar el gapo sobre sus hombros, susciten las iras y bilis del personal. En aquel tiempo en este país de carnés y de fichas catalogadas a nadie se le hacía escrutinio de sus orígenes. Una pena que vuelva a haber bandos y se excaven de nuevo trincheras con dos zanjas: ellos y nosotros. Corderos bienaventurados a la derecha y condenados y precitos cabrones y cabritos a la izquierda. Unos al cielo y otros al fuego eterno.

 Ya verás, Julito, que como volvamos a ganar, estos que ahora se desapuntan con tanto desparpajo volverán a hacer oposiciones para ingresar en el cuerpo de profesores supernumerarios con un aval del jefe de Centuria de Falange de su lejana provincia. Por cierto, el flecha del campamento, pajillero y meón, por otro nombre el Narizotas - cualquier día de estos le echan de Segovia que es mi pueblo o los cadetes le pegan una paliza que es lo que traen estas historias de remover el fango de la guerra civil que creíamos enterrada- el otro día desde una columna de la Prensa del Meneo él que formó parte de la prensa del movimiento, con pretensiones de furibundo Sansón quería derribar la cruz alzada de Cuelgamuros con los cuatro evangelistas de Avalos dentro, sus cuatro flancos y todo. Iskra de su furor. ¡Vaya un pión! Que le sirvan dinamita. ¿Volarán la montaña donde está la cripta catedral, sarcófago de tantos muertos? ¿Tendrán cojones?

 El libro suscitará reacciones de todos los colores. Los enemigos de la verdad están que trinan pues es un nombre que aún levanta ampollas y a la culebra le gusta cambiarse de camisa - a sabiendas de que en los disfraces estriba su poder de humo y confusión- y procurarán por todos los medios impedir la difusión del escrito. En otra cosa que son expertos estos manipuladores de nuestra memoria es en colocar mordazas y en tachar nombres. No pueden vivir sin pisar cadáveres y son responsables de la muerte civil de muchos escritores. Cada mañana veo toda una peña de fusilados que hacen cola para tomar el autobús. Son los muertos vivientes de don Dámaso. Pertenecen a una España de medio pelo, la que ficha y está en nómina. Madrid, poblado por siete millones de cadáveres. Una gran mega necrópolis nos espera al bajar la Cuesta de las Perdices.

 Pastueños, sometidos al régimen a éste y al que venga, con tal de conservar  la sinecura. Si les tocasen la cartera, si les echasen del ministerio a lo mejor se tiraban al monte, pero sólo entonces. De momento, estos franquistas espectros de lo que se fue sólo piensan en sobrevivir en la paz de sus adosados. Que no les molesten. Que no les vengan con milongas. Lo único importante es su vida es la hipoteca y poder hacerla frente a fin de mes o, divorciados de tres matrimonios, pasarle a la ex los gastos de alimonia. Católicos, al único santo que ponen velas es a Santa Nómina.

 Y los amigos y franquistas de toda la vida instalados en su comunidad y en sus raquíticas mentes de chorlitos y en su inteligencia minúscula de torzal, a los que la noción de un Franquito juerguista, algo librepensador y con instintos libreros, ellos que se asustan de la letra muerta y que no han leído en su vida, ni falta que les hace, se rasgarán las vestiduras. Dirán lo de te has pasado tres pueblos, majete pues tienen del Caudillo una imagen hierática, descarnada, casi inhumana de aquel gran español que se llamaba Francisco Franco Bahamonde. La utilizan como elemento de acreditación, como hicieron con José Antonio, para tener una ficha e ingresar en una plantilla. España tiene complejo de funcionario cesante.  Que vendió su alma al diablo, que se afilió al Psoe en catarata.

El problema de Franco es que es un coloso, un héroe epónimo demasiado grande para un pueblo tan capidisminuido como el español,  que vive huérfano de su antigua grandeza y al que le están engañando como a un chino desde las instancias del poder mediático e incluso desde algunos púlpitos. Como un Cid que cabalgará milenios por la historia de España Franco ahora inspira miedo. Y a sus enemigos es que les vuelve locos, vaya. Se ponen histéricos, con la sola mención de su apellido, echan espumadas por la boca, se hacen cámaras, o se mean por la pata abajo. Tiemblan ante la mención mera de su nombre más que al pedrisco. Por eso despearon su estatua de noche pues descabalgarle de día no se atrevieran, no fuera que el jinete de hierro picara espuela y el general de la estatua desenvainara su espada. Y el caballo saliendo de la horma de metal en la que le vació el artista se liase a pegar brincos delante de la guardia mora, como solía.

 La simple memoria les encabrita a estos sepultureros de la historia - les recuerdo que mi gran maestro Rodrigo Royo, un falangista que colocaba a rojos en su periódico,  al que tanto debemos los de nuestra generación escribió una novela bajo ese título - a estos prácticos del exterminio de la “recordatio nostra” en codicilos y libelos, tan en boga. Claro se forran. Parece que hasta que salieron a la palestra el Pío Moa, los Cesar Vidal no hubiera habido historiadores. Son coto cerrado, prestidigitadores del numerus clausus, familia endogámica que no permitirán el acceso a una tertulia, donde mandan las sociologías de don Híspido Estadístico. Con tal de subir y mantenerse en el machito estos fulanos que juegan a la derecha mandarían  a galeras al mismo Larra. Ellos son el gobierno y la oposición. Son el santo y la limosna. La tesis y la antítesis. Si tú te llegas a ellos diciendo que eres un poco la síntesis, te tomarán por un fantasma que les bajó del cielo de sopetón, y que no esperaban porque aquí hay que planificar todo. Hasta las ideas.  Por eso, si les hablas, se quedarán de piedra abriendo la boca tres palmos:

-¡Ah!

 Nuestros anales estuvieron en manos de los que perdieron la guerra civil o en manos de los ingleses. A toda una generación de españoles, la que tiene menos de treinta años, se les ha vedado el acceso a nuestro pasado. Franco- eso fue lo malo- habiendo ganado la guerra real en el campo de batalla, resultó vencido en el campo por la gran parafernalia que le fue adversa del mundo de la información, en manos siempre de los sina/lobos a los que tanto admiraba. Candaron con siete llaves el sepulcro del Cid y he aquí que llegan promociones que no saben nada o que les preguntas quién era Isabel la Católica y te contestan que una guarra, que estuvo siete meses sin cambiarse la camisa.

Otra cosa que les falla es su falta absoluta de sentido del humor. Como he estudiado durante estos años los usos, costumbres, atavismos y manías de la serpiente podría volverles locos, si tiro de archivo, sé mucho de sus manías y renuncios. Pero no me da la gana hacerles el caldo. Que se jodan. Un ángel habrá borrado sus nombres del libro de la vida con el mismo afán maligno con que ellos han intentado descabalgarme y suprimirme de la lista. Para mí no existen. Son entes de razón. Entelequias literarias y políticas.

-Rubicundus erat Judas.

- Y yo creo que también mallorquín, una mosca cojonera con pecas y con gafas.

-Habló el oráculo para decir inconveniencias.

-Y ¿qué dijo?

-Chorradas. No sé si salió el chueta que lleva dentro o el subnormal profundo que le habita en el desván de su desvencijada casa.

 Sólo nos salvará la poesía y a mí es lo único que me interesa: el culto a la belleza a través de la palabra. Eso y la Venus de Milo que no era blanca ni indoeuropea sino etiope como la reina de Saba. La diosa la vi surgir entre la espuma, entre la marea humana del Intercambiador. Hermosos muslos de ébano, talle de avispa. Egregia entre todo el oleaje humano de Madrid, el malecón donde se estrellan las olas de las muchedumbres del mundo, los ilotas apátridas. La bomba de Mao nos acaba de estallar entre los dedos, pero no importa, les haremos sitio. Hablan acentos extraños, el color de su piel no es la misma, pero bufan, compiten y corren ya - Gallardón dixit- en nuestra manada. La carrera de ratas está servida. Birds of the same feather- dicen los ingleses- flock together. Pero aquí vuelan plumas muy diferentes en bandas globalizadas. Esta ciudad fue siempre hospitalaria, dura y castiza, muy milagrera, amante de verbenas y botijos y más papista que el papa, aunque ya están celebrando los funerales por España. Han labrado sobre la lápida la inscripción de “hic jacet”. No sirve darle vueltas. Adiós muy buenas y ahí te quedas.

 Ha sido una maniobra perfecta y bien orquestada, de espaldas a la galería. Ya no controlamos las riendas. Los políticos siguen mamando de la teta y a Juanespañol le engañan contándole cuatro monsergas. ¿Y para qué queríamos tanta información que desinforma? Yo quisiera ser analfabeto, no saber nada de estos tejes manejes de trastienda. El conocimiento allega dolor. Por eso sufrimos tanto los que sabemos.  La revolución silenciosa toca ya a su fin aunque parece que la gente está despertando, tarde y torpemente, y se da cuenta de que le han vendido la burra mal capada. Momento amargo

Míster Cobblers que ha recibido órdenes de arriba y es más acomodaticio de lo que algunos lo suponen al mandato de Supraba yo creo que pertenece al mundo onírico de las pesadillas. Pero no me voy a poner a escribir más sobre ese individuo que me da repelús. Va a convertirse en el Pedro Go de nuestros informativos porque la gente nada más verle aparecer agitando la zocata, mirando con ojos de basilisco y haciendo sonar su voz encolada hace zapping o apaga el televisión y lo dejan con la palabra en la boca. Este sí que tiene verdadera madera de dictador.

No. De nimis non curat praetor. Que lo hagan otros plumillas. Y que le den un jamón con chorreras. Yo no me mancho las teclas de mocos. Mañana más.

23 de abril de 2005

 

 

BENEDICTO XVI PEREGRINO A TIERRA SANTA ¿EL RAMO DE OLIVO SEGÚN LAS PROECIAS DE SAN MALAQUÍAS?

 

El viaje de Su Santidad Benedicto acontece en un medio convulso y lleno de interrogantes y los peligros se pueden conjurar no sólo con la plegaria y con los testimonios de la verdad caiga quien caiga. Bien sabe dios que amo a los judíos entre los cuales cuento con mis mejores amigos, gente buena y tolerante, que sufre los avatares y `perplejidades de la existencia igual que todos los demás gentiles cristianos e islamitas.

 Ahora bien el organigrama es otra historia. Para mí judaísmo y revelación tienen una entidad espiritual por encima de las cuestiones materiales del mundo real y no espero a un Mesías que haga manar leche y miel sobre la boca de los elegidos. En el punto del mesianismo iglesia y sinagoga chocan y han estado enfrentándose veinte siglos por lo que no vamos a solucionar tan arduo conflicto con una visita de buena voluntad del obispo de Roma. Cuando menos digamos que la hora de dios no marca el mismo cuadrante que la de los hombres.

 Monte Sinai y Nabó nada tiene que ver con los considerandos e innuendos de la política internacional y las muchas miras económicas en aquella explosiva región que es un barril de pólvora y que no es porque esté en juego la gloria de dios y su mensaje de vida y de paz a los hombres sino los intereses crematísticos de las Siete Hermanas Petroleras, una manifestación del gobierno mundial en la sombra.

He leído por ahí que las grandes potencias no tienen amigos sino intereses hasta el punto de que la relación  espacial que tiene el gobierno de Jerusalén y el caucus sionista de Washington que es el más importante- el que manda en Obama es Cohen- puede ser convertirse en un beso negro, en un abrazo de la muerte, en caso de que pueda ocurrir y la confrontación nuclear, no lo permita dios, en la región entre el estado hebreo e Irán.

Parece ser que Teherán no estaría dispuesto a soportar una guerra de invasión colonial como la acontecida con Irak- recuérdese que Sadam Hussein se crió a los pechos de la CIA y luego acabó siendo ahorcado por el “amigo”yanqui, un aviso a navegantes, en la política global no hay afectos sino cantidades montantes y miras estratégicas. Y eso pudiera ser para el estado judío un beso negro. El Papa en su anhelo de paz y de concordia entre las tres religiones y llevado de una buenísima voluntad puede que peregrine a la tierra de Jesús para pedir perdón al pueblo judío por los pecados cometidos por la Iglesia. Exacto.

 Pero también el estado hebreo debe aceptar la realidad del cristianismo como una manifestación autónoma de la rama del árbol de la fe de Abrahán y reconocer la frase de san Juan deque vino a los suyos y ellos no le recibieron y que Cristo nos redimió a todos los hombres con sus dolores pero que fue victima de un sanedrín demasiado politizado y que veía en Jesús no al hijo de dios y a la segunda persona de la Trinidad sino a un cabecilla peligroso.

 Estas sospechas determinaron su condena al patíbulo de la cruz. Y que la Teología de la crucifixión no ha de ser sustituida por la del Shoah. Son dos compartimentos estancos, dos realidades diferentes. El perdón y el amor del Salvador – Padre, perdónalos porque no saben lo que hacen- debe ser incentivo de reconciliación y de paz y no de revanchismos pasados. Entre nosotros no existe la ley del Talión.

Dicho esto, he vuelto a releer escritos míos de hace ocho años observando que en la profecías de san Malaquías oscuro obispo de Armagh, Irlanda del norte, un monje cisterciense discípulo de Bernardo de Claraval, y los cómputos parecen coincidir con el presente que vivimos. Según el obispo irlandés, el actual pontífice sería el penúltimo, “ramo de oliva” desgajada del crecal – y el crecal es el árbol del menorah, el candelabro de los siete brazos- y la verdad que le cuadra al Papa alemán este epígrafe y con un ramo de olivo acude a Jerusalén.

 Tiende puentes con los jefes de las otras religiones, aunque me temo que no piensen lo mismo los rabinos. A la muerte de Benedicto vendría Pedro Romano que será muy perseguido, huirá de Roma y sería martirizado en Jerusalén. Tales pronósticos, por más que puedan sonar entraos y apócrifos, cuando menos incitan a la meditación. Para mí sin embargo las profecías de san Malaquías tienen más entidad que los traídos y tan llevados secretos de Fátima sobre los que pesan las sombras de mis dudas a partir de un hecho real y expuesto sin contemplaciones: Rusia se convertirá.

 Rusia se ha convertido pero ¿habrán seguido los mismos pasos los EE.UU? Eso es harina de otro costal.

La verdad es que, sea de ello lo que fuere, no estuvo nuestra fe cristiana tan en entredicho, sobre todo en el mundo occidental, ni nunca los corazones se enfriaron tanto y esta tibieza de la caridad es un síntoma de que se aproxima el final, según todo el NT. De todas formas, no seamos agoreros. No sabemos el día ni la hora de la llegada del Esposo. Imitemos, en todo caso, a las vírgenes prudentes. Nunca a las necias. Shalom.

 

Domingo, 10 de mayo de 2009

 

 

BENEDICTUS... BENEDICTUS

Antonio Parra