busco la Verdad, el Bien, la BELLEZA, la buena literatura y el gran periodismo que se hizo en España lejos de la plebeyez y el mal gusto aunque nada de lo humano mes ajeno
busco la Verdad, el Bien, la BELLEZA, la buena literatura y el gran periodismo que se hizo en España lejos de la plebeyez y el mal gusto aunque nada de lo humano mes ajeno
busco la Verdad, el Bien, la BELLEZA, la buena literatura y el gran periodismo que se hizo en España lejos de la plebeyez y el mal gusto aunque nada de lo humano mes ajeno
2024-10-24
BOCA GRANDE Y OJOS CHICOS LOS DEL CURA CHIQUITO
DOCTA IGNORANCIA
Subido al árbol de mi
destino
Cual Diógenes
Observo y ayuno
Me preguntan y
respondo con el dedo
sí o no
Thumps up thumps down
Porque las palabras
con frecuencia desarraigan el concepto
De la noble razón
Contaminan
El silencio, oro
La palabra plata
Escuchad, si no, el
lenguaje rábula
de abogadotes mal
encarados
Que son la peste
ahora del justicialismo que nos desmanda
Tenemos sofistas por
un tubo
Charlatanes de
barraca
Y tertulieros encaramados
Burro grande ande o
no ande
Nada
y esa Ester que nos mira con ojos de jaca andaluza
que llega de la provincia
del ronquido
Tiende las patorras a
la cámara
y muestra el muslamen
debajo de la falda hasta el ombligo
Escucho música de
sirenas y llanto de violines
Son sollozos
en la cuerda floja de
mi arpa
Retozos de
castañuelas
Antes de dar escribe
Antes de firmar
recibe
Tacto de codos
Que ahora todo es
gratis y en cultura trabajamos todos para Google que es el turco de los cresos
ricachos epulones de California
Que conspiran contra
el mundo
y nos lanzan a
batallas nucleares
Y PANDEMIAS
y el sátrapa te dice
mira éste
Largar bandera
Bocoy desfondado
Hermoso idioma
español
Maltrecho, acojonado
Maduro lo defiende
con dos cojones
Espasmos de la
logorrea
en la que andamos
inmersos
Charlistas de verano
que aquí todos son amenazas blablá
En pantalla demuestran su estulticia y su
convencionalismo
El lazo de la corbata
bien añudado
Pero nada más porque
son hombres y mujeres clónicos
Mentes vacías
Bocas que hablan sin
fundamento
Bustos parlantes
De la caja tonta
Amigos de asesinos
etarras
Que hacen caja con la
miseria moral de este país
Se revuelcan como
cerdos en la mierda
San Roque peregrino
España en fiestas
Cleuasmos por arte birlibirloque
y mentes retorcidas.
Más sobadas las ideas
que el codo de la sotana de un canónigo
Cara redonda y
beatifica del santo del pueblo manguitos de percalina negra
Ay aquellas
almohadillas para ahincar los codos que yo tenía en mi pupitre latino adolescente
Tiempos que pasaron
Tropología del
lenguaje figurado
Y con no poca
moralina
Dares y tomares
Una fiera con toga
Verticilo del
castañar recién parido
Amílico de mis
borracheras
Llena furibundo el vaso
de almidón
Con el que me adentro
en
Viajes a la región
del eterno olvido
y cada mañana mi pandiculación
Despierta España,
Aguija Madrid que te
quedas sin gente
Por culpa de los
Ergotistas vampiros del pucherazo
Jactanciosa
ignorancia
Huye llora y calla
Este es mi consejo
Que te defenderá de
los satánicos
Múltiples pareceres
Que destruyen la
patria
Por culpa de las
latiniparlas
En mal inglés
Hablando y garlando
Y no hacen nada
Prefiero yo
Mi docta ignorancia
En que me exilio
Desde mi celda
Contemplo las
montañas
VILLON
CAE LA NIEVE DE OTROS INVIERNOS. PUBLICO MI TERCER LIBRO EN LA WEB
Antonio Parra
Tal haya el que tal hizo. Publico
mi tercer libro en www.manuscritos.com.
Pueden encontrarlo en la Web y bajo mi nombre este es título Los lais de Villon. Garantizo al que
baje mi texto, ¡Vive Dios!, a su ordenador que se lo va a pasar bien. A mí
mismo me sorprende al releer estas páginas, pasados dos lustros de haberlas
redactado, la concinidad de mi prosa y la elegancia musical de los versos de
este poeta medieval, seguramente el más grande en idioma francés, cuando canta
a las filles d´autrefois (las novias
de otro tiempo) y a la neige du temp
jadis(la nieve de otros inviernos). Su lengua es un berbiquí. No se emboza
ni pinta máscaras antes bien revela –buena reflexión y meditatio mortis
para un Día de Difuntos- y descubre: lo que
somos:
Desengañarte he, engreído, que no eres más que mierda.
Vienes al mundo entre sudores y flujos vaginales y te vas por la misma puerta.
Te pasas la vida metiendo ruido y haces pedorretas a través de los ocho
orificios que tiene nuestro cuerpo.
Viento anal y bomba fétida. Después, ceniza eres y la nada te corteja. Eres
polvo y del polvo vienes y al polvo regresas.
Es justo
lo que dijo Shakespeare y Faulkner en El Viento y La Furia. La vida es un
cuento lleno de ruidos que nos cuenta un idiota. Villon no sé si era judío pero
al menos está empapado de la sabiduría del Libro de Job. Su Balada de los
ahorcados es por lo menos una buena cavilación para este Día de las Ánimas que
nos exhorta a salir de nuestro azacaneo casquivano por lo de la sentencia del
juicio y las arengas de los copinos, copones y copleros que garlan y garlan
micrófono en ristre y crispan, irritan e encabritan al personal.
La propaganda no tiene nada que ver con la
literatura. El arte es la verdad y estos que nos adoctrinan desde sus emisoras
de los curas debieran pensar para no cansar y desorientar al personal en lo que
ya dijo el Arcipreste de Hita poco antes de que Villon publicase sus cuartetas
francesas y que tienen algo del estro profético de Nostradamus:
Huélgame de mujer chica, breve sermón, cama pequeña y corta
ración
Poco
sabemos de los humildes orígenes de uno de los grandes de la Lengua de Molière.
Fue seguramente fruto de los amores de un canónigo de Notre Dame con su
barragana. Su escasa fortuna fue la de tantos y tantos expósitos que se vieron
en la obligación para guardar las apariencias de llamar tío a su padre biológico
y seguramente él mismo fue cura o por lo menos alcanzó órdenes, no sabemos si
mayores y menores, pues en sus vagabundajes lo encontramos diciendo misas
secas. Como los cartujos y los curas revoltosos a los que sus obispos quitaban
las letras dimisorias y la licencia para consagrar.
Anduvo condenado a muerte por matar a otro
estudiante de la Sorbona y en una cárcel sacerdotal entre los barrotes
celulares de la Inquisición redacta su famoso Testamento libro profético y un
ataque en toda regla contra los desmanes del clero. Su Balada de los Ahorcados
era cantada o al menos yo los escuché por los estudiantes del Mayo Francés.
Izas y rabizas en Paris.
En sus versos donde ridiculiza a la bordonería
de los peregrinos a Santiago como Chaucer o como el Kempis que ya acusaba a los
romeros de frívolos: Peregrinantur sed no
sanctificantur (los peregrinos son unos disipados).
Villon fue sin embargo un vagabundo total y
parece ser incluso que perteneció a una cuadrilla de salteadores de caminos.
Cura revoltoso y díscolo pero su tiempo al alborear el siglo XV fue testigo de
la gran relajación monástica. Los monjes giróvagos y las monjas que acababan en
mujeres de la vida airada.
Sin embargo Europa no ha perdido todavía la
fe. Villon se siente profundo creyente en medio de los dislates de su estragada
vida. Mira a la estrella e invoca a María. Pocos cantaron desde presidio a la
Madre del Dulce Mirar Consuelo de Tristes con tanto fervor y transporte. Esta
es la razón de amor de sus insuperables lais rezumantes de acrimonia satírica
contra las malas costumbres de los papas obispos y cardenales pero también
transidos de la elegancia de los provenzales.
En este
libro los apasionados de la mariología podrían atisbar una relación del culto
de hiperdulía, tan importante en el Catolicismo –María es Madre de la Iglesia-
con los cátaros en su obsesión por la pureza y una gran admiración por la
mujer. Por el Midí proliferan los puyes o fratrías de la Virgen entonando sus
lais, sus romanzas, sus mimos, sus farsas, sus fablieux provenzales fruto del saber enciclopédico.
Van de un
lado para otro. De villa en villa. De castillo en castillo Villon es un
trovador que surgido de la gleba canta a su amada al pie del ajimez.
Inalcanzable amor imposible. Para luego irse al burdel. Pronto se arrepiente.
Cae y se levanta. Fustiga los vicios clericales pero ama a la Iglesia. Eso se
ve.
Parte de su obra genial como la Vesse (el pedo) se han perdido. Entre
dos peñas feroces sale un hombre dando voces. Pintenme de verde ese acertijo.
Pero sus versos –ya sea esto lo más
importante- sirven para gloriarnos de esa capacidad de autocrítica que siempre
gozó el cristianismo. Esa tolerancia que desconocen otras religiones del Libro.
Su estilo es el del argot parisino. Se nota que conocía bien el percal de Panam
(Paris). La Sorbona. El XVI Arrondissement. No era un guiri ni calzaba zuecos
ni se expresa en patois.
Y tiene un asombroso tinte de modernidad.
Escribe su Testamento estando en capilla en la cárcel episcopal de Toulouse a la vez que lega las escasas pertenencias de
su humilde defroque a sus amigos desnuda su corazón, hace reflexiones sobre la
vida y sí mismo al tiempo que traza una panorámica del espectro social en la
baja edad media pidiendo a Dios que perdone su alma. Sin embargo cuando está a
punto de subir los peldaños de la horca llega el indulto del obispo. Había
matado a otro sacerdote en una reyerta el Día de Corpus Christi fiesta que los
franceses llaman La Fête Dieu.
Después de la venia se le pìerde de vista.
Estuvo
considerado siempre un poeta maldito pero fue el padre de Rabelais, de Quevedo,
origen de la literatura picaresca o del desencanto. Sus versos que aun hoy no
han perdido la frescura ni la modernidad hacen reír y llorar a sus numerosos
lectores. Villon sigue vivo. Vive la
France. ¿Qué sería de nos sin los heterodoxos? ¿Adonde iríamos a parar sin
las moscas cojoneras? ¿Sin los malditos? La realidad se trocaría en un
encefalograma plano.
Así que yo dedico estos lais a mis enemigos a
mis émulos y a los camaradas del rencor. Buenos estaríamos. Nunca se saldrán
con la suya. Me queda aun mucha fe en Cristo y mucho recado de escribir todavía
gracias a Dios. El mundo se está poniendo muy interesante y no es como ellos
nos lo cuentan o quieren que sea.
jueves,
01 de noviembre de 2007
al arco de triunfo de moncloa no lo dejemos caer
CALDERÓN LA CENA DE BALTASAR
El doctor Valbuena era un hombre
cordial, recuerdo haberle visto en una mesa del Bar de Filosofía fumándose un
“celta” largo, charlando con los alumnos, yo mismo le invité a un chato de
tintorro que el maestro jovial y próvido en nuestros desvelos con la literatura
aceptó. Mostraba ese desaliño del intelectual machadiano los ojos cansados de
tanto leer y de ver pasar la vida. Mariner Bigorra no mostraba esa familiaridad
con el alumnado. Era un tarraconense de derechas. Calvo como Cesar. Le poníamos
por un suponer la toga curial y allí aparecía un senador romano. Se movía por
la tarima de la cátedra con agilidad y siempre aparecía con las manos
empolvadas de tiza. Su pensamiento funcionaba a mayor velocidad que sus
palabras y por eso analizaba cada palabra latina escribiendo el encerado su
raíz evolutiva. Los dos eran hombres de gran bondad. Valbuena como se jubilaba
aquel año otorgó aprobado general. No ansí Mariner que tenía fama de hueso
y a mí lo que on las cosas tan entusiasta con la lengua del Lacio desde mis
años de seminario me dejó para septiembre.
Pero siempre que
paso por Moncloa y alzo los ojos a la cuadriga del Arco de Triunfo me acuerdo
de él. El monumento entrada a Madrid. Está en un estado lamentable, destrozado
y pintarrajeado con ignominiosos graffiti donde escribe el diablo consignas
furibundas con su fatídico dele. Sirve de paraninfo y punto de reunión a los
del botellón. Mane tzel fares y todo
para ultrajar la memoria del anterior régimen.
Estan las losas
levantadas y las puertas de bronce maltratadas por la chusma, no pudo menos de
traer a mi memoria el entusiasmo de sus clases: “Armis hic victoribus mens
jugiter victura monumentum hoc… munificentia ab Hispaniorum regis restaurata
aedes sapientiae complutensis florescit in conspectu Dei”. Lo esculpió él
haciendo gala del laconismo ciceroniano.
No se puede
acumular tanta grandeza en epígrafe tan lacónico. Sería una pena que el Arco de
Triunfo abandonado y en deterioro por el odio a los que ganaron la guerra civil
fuese dejada caer. En esas estamos. Valbuena por su parte especialista en
Calderón creía que el mejor drama por él escrito no era la vida es sueño sino
La Cena de Baltasar. Es teatro
profético y poético. Un desafío a Moloch rey de los Ammonitas monarca cruel que
sacrificaba niños y jóvenes para aplacar a la divinidad. Guerra de Ucrania.
Zelenski es un baldón para el pueblo de Israel y su mayor profeta. Daniel (Juicio
de Dios) narra la historia de la liberación del pueblo elegido de las
garras de Nimrod el tirano que construyó la torre de Babel. Los personajes de
la obra son Baltasar el que vio desìes de una cena opípara escrito su destino
en la pared: “esta noche morirás”. Mane tzel fares. La Idolatría. El pensamiento. La vanidad. Daniel y
la Muerte.
Patadas al nido
Hay
marea alta
Y
andamos todos de cabeza
Pegándole
patadas al nido
Se
llena de ternejales y valentones
El
coso taurino
Redondel
de las Cortes
Lo
suyo es viltrotear
El
mulo pega coces y respingos
Y el
arraez de esta nave nos tunde las costillas
A
golpes de rebenque
Y de
noticias atorrantes y aterradoras
Échate
al lado que viene la apisonadora
Se
ergotiza y parlamenta
El pez
tiene escamas
Y
pinchos el tomillo burrero
Y
vamos remando a pareles
Por un
mar de insidias y borrascas
No es
bueno arriar vela
Ni
pegar patadas al nido
Tú
verás.
LA DESVENTURA DE UN POBRE ESCRITOR ESPAÑOL SIN SUERTE
VIVA JESÚS MUERA EL PECADO. CONSUELOS Y DESCONSUELOS DE UN ESCRITOR SIN SUERTE
Es lo que digo yo, Viva Jesús muera el pecado. Busco en la jaculatoria la divina intercesión para contar la historia del pobre Frutos Cohombro Perales un hombre vapuleado por la vida: periodista sin suerte al que engañaba su parienta, blanco de todas las pullas y soflamas. Su vida fue un constante jugar al chito con la desgracia. Era grafómano, aquejado por la locura de escribir, se hizo sospechoso a las autoridades. Ya que en esta sociedad nuestra si escribes y Cohombro siempre rompían lanzas contra el gobierno. Así que, amigo Cohombro, estás bajo sospecha. Te miran como a un delincuente. Llenó rimeros de cuartillas. Hojas fugaces de pensamientos volanderos, siempre en lucha contra los molinos de viento, un agitador de derechas cuando habían ganado las izquierdas, sufrimientos, enconos, citas judiciales, hombre de Dios, por qué le da la tontuna a Vd. de poner negro sobre blanco cuanto piensa. Trata de arreglar el mundo cuando éste carece de arreglo. Yo voy a mi aire, retrucaba. Yo me entiendo y Dios me entiende, contestaba haciendo valer una cita de Unamuno en justificación de su locura. Ser periodista es un arte cinegético que tiene que ver con el tiro a la cabeza, oficio respetable antaño pero del que se han apropiado esas machorras feminazis que mejor estarían haciendo la carrera o mostrando sus galas naturales por la Red en lugar de estar pontificando y tertuliando en los talking chous o subidas a lo alto de las columnas de algún rotativos que las paga bien. Frutos Cohombro a sabiendas de haber elegido una profesión tan áspera, hacía de tripas corazón y sea lo que Dios quiera. Hay que seguir trepando por la cucaña. Aquí el que aguanta gana. Vivir es torear. Cada día lidiar con un miura, quítate de en medio que va pasar la camioneta de mi papá. Todo mentiras, querido don Frutos, súbete al carro de heno del poder, déjate de alicantinas, una cosa segura, tú busca una cosa segura, hijo, le decía su madre doña Cloti y el periodista pegaba un respingo, madre, tú déjame a mí, haré lo que me dé la gana. Sin embargo, las críticas maternales lo descolocaban y acentuaban la inseguridad que sentía hacia sí mismo. Quizás padeciese algo de complejo de Edipo. Two wrongs cannot make a right. Al igual que los grandes soñadores, los poetas chirles, los maridos fracasados, se afligía ante el derrumbe de su existencia. You are a failure, baby. Lo único que le consolaba y le hacía feliz era la cuartilla en blanco. Pero ya nadie aceptaba sus colaboraciones como en su juventud, entonces se podía ganar algún dinerillo. Ahora todo es gratis. Te metes en la Red y no sales. Te pasas la vida sin cobrar un duro por tu brillante literatura. Has de trabajar para el turco. No para el turco sino para los judíos. Este pensamiento a don Frutos Cohombro viejo escritor le traía por la calle de la Amargura. Estaba que lo llevaban los demonios y le hacía albergar a redropelo ciertas inquinas antisemitas. Las estanterías de su biblioteca albergaban miles de folios, en los altillos de sus armarios dormían el sueño de la incomprensión y el olvido sus cuentos, sus novelas, sus poemarios, los esquejes de algún drama que escribiría andando el tiempo, pero que jamás concluyó, algunas ediciones de sus textos impresos pero que rechazaban las librerías por falta de distribuidor. Publish and be damned, le dijo el fantasma inglés de Fleet Street pero él había dejado de creer en trasgos y aparecidos. Que salga el sol por Antequera. Tú publica y que te lleven los demonios pero, oiga usted, yo publico; ya ve y me tengo que comer enteras mis ediciones. Internet supuso una liberación para los poetas poetisas novelistas e historiadores ensayistas pero no eran sino una engañifa cuando creíamos que nos había venido Dios a ver. El gran sanedrín encontró en la Red de Redes un punto de vigilancia un faro para la observación ideológica de la fraternidad y el compadreo universal, habría que controlar el caos para domar la bestia y ahí estaban los agentes del 666. Escudriño global. Lupa en ristre, y pipa de Sherlock Holmes haciendo pesquisas sobre las huellas del crimen. Pero oiga yo no soy un criminal, soy un pobre escritor sin suerte, sí eres un escritor suerte pero sospechoso, pronto te vamos a ajustar las cuentas.
−Arredro vayas, Satanás− gritó entonces el pobre Frutos Cohombro