CONVÓLVULO


Se arrastra la oruga, repta la serpiente dame el mangual, nuestro obrador patas arriba que entren los ferentarios tropas de elite, asaltemos la plaza al escalo. El obispo Aganio bendice con su  casulla de oro obrizo y  del Pozo quiere desvestir a los santos.  Ese cabrón le baila el agua al anticristo. Tú llevas razón, Ursicinio. Nugatores y troleros,  por doquier, estamos en fecha de elecciones y yo columbro un pucherazo. Los chavales juegan a la morra en el callejón. Embaír y embaucar es su negocio, esa gentuza nació para mentir y ser desmentida; la crija de la urna cruje, se estira y se encoge  como la tripa de Jorge, al apretar el bálano, y mi crija en tu verija, coño; quedamos todos reducidos al sexo pues la jodienda no tiene enmienda. Es el clítoris de la Bernarda, donde todos la meten; es  la cuja que recibe a la lanza no es verdad lo de un hombre un voto, una cópula democrática sonando a pucherazo. Las urnas cárgalas siempre el diablo, elegirán por aclamación a Perico, porque la voz de Vox es un mito. Estamos en pinganitos con estos proloquios de la oclocracia, vienen los ladrones y al infierno vamos en estos tiempos pospositicios… mete a esa gumía de los morros pintados en tu alforja, enchufa el askar allí arriba en el barandal del horreo están dando por el culo mientras tú sorrapeas el texto con azada y escardillo. Me bebo un piezgo de morapio y, tendido arena de la playa, miro para el cielo mientras llega a mis oídos el rumor ondisonante de las olas. Hay pleamar pero no tardará en bajar la marea