2008-12-06

MISTERIOSA MUERTE DEL PATRIARCA DE MOSCÚ







PATRIARCA ALEJO REQUIESCAT IN PACE






(ver otros artículos relacionados con este óbito en grancoyelfranquismo.blogspot.com)






Antonio parra
La muerte en no todavía aclaradas circunstancias del patriarca Alexis II ha llenado al mundo de tristeza. Era un hombre de paz y de bien que restauró la religión en la antigua URSS, reconcilió a las dos iglesias ortodoxas rusas la del exilio y la interior que paró a los tanques megáfono en mano cuando el “golpe” contra el parlamento, restauró el culto divino y consagró la profanada catedral de Cristo Redentor destruida por los comunistas.






Tenía una gran popularidad entre la gente sencilla. Para recaudar fondos su imagen aparecía en botellas de agua mineral bendecida ritualmente por su Santidad.






Desde 1990 he seguido pegado a la radio sus homilías o propabiedi –en la iglesia ortodoxa las alocuciones suelen cortas y no hay sermones, sólo una grande y esplendorosa liturgia- y siempre se me henchía el corazón de paz y de esperanza cuando escuchaba a este letón de origen alemán hijo de un pope y nacido en Kalinin en 1929 que fue ordenado diacono en 1950 y ejerció de cura rural en una parroquia del Báltico.






Contrajo matrimonio con la hija de otro pope pero una crisis espiritual deshizo aquella unión. La esposa de la que se sabe muy poco ingresó en un convento y él recibió la tonsura de monje en el famoso monasterio de Vologdá donde se hospedó Chejov a temporadas junto a otros grandes de la literatura rusa y Dostoyevsky se inspiró en su idumeo el padre Zosímo cuando escribía los Hermanos Karamazov. Este cenobio es famoso por un rito litúrgico y una salmodia que se parece al gregoriano.






Fruto del matrimonio fue un hijo del que se sabe muy poco. La iglesia ortodoxa es hermética en estas cuestiones de familia. Era un monje sencillo y bondadoso que pronto destacó por sus dotes conciliatorias. Defensor de los valores morales del cristianismo de la reconciliación y del perdón pero también de la libertad de la cláusula de conciencia y del respeto a las demás religiones.






Imbuido de una gran personalidad de eclesiástico, su presencia puede calificarse de carismática no sólo para los orientales sino para toda la cristiandad. En prelados con él la Iglesia universal encontró el eslabón perdido que conecta la misión evangélica con la paternitas et autoritas de la Tradición patrística pero también patriótica. Con el patriarca de Bizancio bajo el dominio turco, los metropolitas de Zagorsk, el Vaticano ruso, se han sentido depositarios del legado de Basilio y de Crisóstomo, de Irineo y de las lauras cenobíticas de Anatolia. Moscú es el último baluarte la III Roma.






Celebraba la misa con gran pompa como es costumbre bajo el rito ancestral nunca reformado pero con suma piedad sobre todo a la hora de consagrar la eucaristía, el pan y el vino de vida. Se distinguió en el tiempo que fue cura monje archimandrita y luego metropolita por su devoción marial.






Murió por causas aun no determinadas en la festividad de San Andrés por causas aun no determinadas. Unos dicen que a causa de un infarto de miocardio. Otros que de cáncer. La crisis del Caúcaso – osetios y georgianos enfrentados en una lucha fratricida así como los problemas que han surgido con el patriarcado de Kiev, la cuna de la ortodoxia eslava- han debido de minar su salud.






El pasado jueves había asistido a una divina liturgia. por lo que su muerte ha sido tan inesperada como repentina.






Se le achaca no haberse avenido a una visita del papa Juan Pablo II a Rusia. Las diferencias con la iglesia romana son de carácter político más que doctrinal.






Sus detractores le achacan el haber pertenecido al KGB pero omiten el detalle de que Juan Pablo II cuando era obispo de Cracovia estuvo en el payroll de la CIA.






Mala cosa es cuando la religión interfiere en litigios tan mundanales como es la prelación nacionalista o política. El papa polaco fue uno de los artífices de la caída del muro del Berlín y de la destrucción del poderío soviético ocasionando la ruina, el secesionismo y mucho sufrimiento entre los de abajo.






Rusia siempre es un enigma misterioso. Los kremlinologos siempre están pelando la cebolla sin llegar a la pulpa.






Nunca se puede saber qué es lo que está detrás de la otra caja cuando se desmonta la “Ninotska” y la Rusia de Putín tambien lo es: corrupción, gran afluencia del dinero por el gas y el petroleo con una larga nómina de millonarios que se llaman Abramovich y otros magnates de la industria de hidrocarburos.






Debe de existir ahora mismo una fuerte lucha por el poder entre pan eslavófilos y occidentalistas.






Con todo y eso su Santidad Alexis II abrió un balcón a la esperanza. Y la paz. Quiera dios que su país al que deja huérfano y que sigue siendo para mí que lo llevo estudiando desde hace muchos años el molde de un enigma no se desvíe jamás de esa ruta.






Ha desaparecido uno de los grandes líderes mundiales del último tranco del siglo XX y primeros lustros del XXI. Bien podrá proclamar este discípulo de los Apóstoles proclamar con San Pablo: Bonum certamen certavi, fidem servabi, cursum consumavi [lidié un buen combate, guardé la fe, llegué al final de mi carrera].






Con él termina una era. Sin embargo, el Espíritu sigue soplando el viento de la Historia.
sábado, 06 de diciembre de 2008

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