TUREGANO UN PUEBLO HORRIBLE
"para colorir este yerro
llamaron al príncipe don Enrique,
ya viudo de dña Blanca de Navarra,
que murió moza y harto desabrida,
pues la primera noche de novia
conoció la falta de ser el príncipe para poco"
Cristobal Lozano Historias y Leyendas
Al cruzar por Turegano se me vienen a las
mientes el estruendo de cadenas y el gemir de dientes de los personajes que
allí dieron carena y condena en los bajos de sus mazmorras. Recuerda un poco a
Chinchilla y un mal fario persigue a los pueblos que tuvieron penal: San Miguel
de los Reyes en Valencia, el Puerto de Santa María, el Dueso, Zamora y Alcalá
donde estaba la cárcel de los curas y frailes rebeldes etc.
"Tengo un hermano en el Puerto y el otro está en
Regulares y el más chiquito dellos lo tengo en Alcalá de Henares", según
cantaba la antigua copla carcelera. Este lugar con su enorme plaza cuadrada de
soportales columnario de madera que no puede ocultar la tristeza y el
demoronamiento amargura del español en perpetua pugna con molinos de viento que
se aborrecen a sí mismos delataba el hecho de que España tiene algo de cárcel
de los pueblos: iglesia, presidio, corral de comedias, coso taurino y en esto
diciendo por no hacer ñudos que era la frase preferida de un profesor de latín
nacido en esta villa no quiero atar cabos, No me da la gana pero cuando ibamos
al pueblo en el coche de Gutiérrez casi cuatro horas entre Segovia y Aranda de
Duero el castillo me traía a la memoria lúgubres pensamientos. Mi abuelo
Benjamin que una fue a la feria de san Andrés y lo engañaron en la venta de un
mulo siempre decía pasa de largo. No eran muy de su agrado los tureganos a los
cuales tildaba de un poquito villanos y malos cristianos y además suelen ser
pretenciosos, todos braquicéfalos esto es que tienen la cabeza gorda.
Así que desde entonces paso de largo cuando
cruzo Turegano recordando las felonías y deslealtades hacia la real persona de
don Enrique IV el Rey nuestro Señor. ¿Será porque los tildan de impotentes
también? En el castillo vivía el inquisidor y la inquisición convierte a sus
moradores en aborrecibles. Ya lo refería la copla: “Que Turegano no es un
pueblo que es una gran población que tiene obispo y tó la pesca y casa de la
inquisición”
Turegano yo no sé si sería o no villa
episcopal (el obispo de Segovia tenía allí una finca de veraneo) pues no consta
en los anales eclesiásticos. Sepúlveda sí lo era hacia el año 711. Lo que
sí sé es que fue una cárcel de
"alta seguridad" donde enchiqueraron a personajes de alcurnia como
Francisco I y a don Álvaro de Luna el valido de Juan II y de allí lo sacaron al
cadalso de Valladolid para cortarle la cabeza. Fascinante personaje muñidor de
enredos y espejo de ambiciones pero uno de los más apasionantes de la historia
castellana.
Después de servir a Juan II más de cuarenta
años y acusado de alta traición y de nigromante lo condujeron a la cárcel del
Portillo para ser ajusticiado el condestable en el rollo de la Ciudad de
Pisuerga. El ajusticiamiento fue uno de los motivos del conflicto entre el rey
y su heredero a la sazón príncipe de Asturias. Juan II y Enrique IV se hicieron
la guerra. Los hechos no están claros acerca de cual fue el conflicto pero tengo
para mí que Enrique IV fue un monarca muy difamado y al que la historia que lo
trata como el risum teneatis de la dinastía no es justa con
su persona. Murió envenenado en el Pardo, se encaró a los nobles y había salido
en defensa de Álvaro de Luna, enfrentándose así a su padre y a su madrasta la
reina doña Juana.
En lo que respecta a la otra historia trágica
del reinado de los Trastamaras la
ejecución quedó inmortalizada para la historia en ese patético mural de
Padilla pintor romántico en el que aparece
el reo decapitado y su cabeza colgada de un garfio, un fraile encapuchado
y al lado del cadáver entre dos
blandones una bacinilla para la limosna.
Quien había sido el más poderoso y rico hombre
del reino hubo de ser enterrado de caridad. Dejemos sin embargo a Lozano que
nos describa la escena de la decapitación: "habiendo don Álvaro de Luna
confesado sus pecados y recibido Comunión lo sacaron de la cárcel el 3 de junio
de 1453 año desgraciado e infeliz para toda la cristiandad pues se perdió
Constantinopla cabeza del imperio griego. Sacaronle, pues, en enlutada mula
rodeado de guardas y ministros y a la voz del pregonero lo llevaron al
suplicio. El alguacil que iba delante marchaba diciendo esta es la justicia que
manda hacer el rey a este cruel tirano. Llegaron a la ancha plaza do estaba
puesto el cadalso y en él alzada una cruz con dos hacheros a los lados.
Desenredado el capuz fue subiendo la escalera don Álvaro acompañado de un
fraile francisco que le ayudó a bien morir. Luego que hubo subido al tablado
hizo a la cruz una profunda reverencia y sentado en la silla entregó a un paje
que le había asistido un sombrero y un anillo diciéndole: esto es lo postrero
que te puedo dar. Prorrumpió el paje en grandes sollozos y lágrimas en
consideración de espectáculo tan triste viendo entregado a un verdugo a quien
pocos días antes y en aquella misma plaza los grandes señores de Castilla le
rendían reverencia. Hallose en presencia Barrasa caballerizo del heredero y llamándole
don Álvaro le dijo id y decid al príncipe don Enrique de mi parte que en
premiar a sus criados no siga el ejemplo del rey su padre. Vio el reo un garfio
de hierro clavado en una escarpia y preguntó al que le iba ejecutar que a qué
efecto estaba allí. Y le respondió que para clavar su cabeza cortada. A lo cual
repuso el condestable: "muerto yo haced vos de mi cuerpo lo que quiseredes
que a los hombres de valor ni la muerte ni los utrajes los afrentan". En
diciendo esto se desabrochó la camisa y con ánimo constante entregó al cuchillo
la cabeza"
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