EL COMETA Y EL
POETA CONTEMPLATIVO
¿Qué
cometa nos han dado para cruzar
los
aires del finmilenio?
Una
cápsula espacial
que arrastra la cola
de
un avión a reacción
por
el sideral infinito
ígnea,
fluorescencia, en la noche excelsa
y
el misterio de amor conmemoramos,
hymnum
tui canimus,
como en un prefacio
de
belleza sin comparanza,
misericordia
que no cesa.
Sanctus,
Sanctus, Sanctus
Te
miro, cometa, en la noche del norte
rasgando
los cielos de septiembre
y
escucho tu rumor estrellado.
Desde
mi atalaya el entrelubricán contemplo del hórreo derribado, panera familiar que
guarda los antiguos cantos, las partituras de una música que se fue apagando
cabe
el tocón de la excelsa palmera que mandó arrancar la ignorancia y malquerencia
del aldeano
florilegio
de esperanzas.
Último
astro que transcurres en la desenfilada de la noche.
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