2020-09-30

se desvela quien fue el autor del lazarillo

 ANDRÉS LAGUNA AUTOR DEL LAZARILLO DE TORMES

 

 

Me enorgullezco de haber resuelto uno de los grandes enigmas de la literatura castellana: la autoría del "Lazarillo de Tormes". Esta genial novela con que arranca el género picaresco, una de las grandes aportaciones de nuestras letras a la literatura universal tiene ya padre y madre. Aduzco cinco razones ineluctables para demostrarlo.

 Laguna era un clérigo converso ordenado in sacris en Alcalá que dejó la labor pastoral para dedicarse a la Medicina.

Cantó misa en su pueblo de Mozoncillo en la provincia de Segovia donde su padre tenía heredad.

Fue cirujano del emperador Carlos V y del Papa. Vivió en Roma en la casa de Diego Hurtado de Mendoza al cual también se le atribuyó en un tiempo la paternidad del texto anónimo pero yo demuestro que el estilo, el donaire y la befa con que se nos muestra Laguna oculto bajo el nombre de "Cristóbal de Villalón" en su Viaje a Turquía, una obra que pudiera ser la continuación y segunda parte del Lazarillo después de ser condenado a galeras para remar con la chusma hasta llegar a Constantinopla bajo el látigo vigilante del cómitre (hermosos lances del naufragio en que el protagonista fue apresado por los turcos) nada tiene que ver con Hurtado y el grave y adusto estilo que exhibe en la Crónica de las Guerras de Granada.

Tampoco Vives ni Alonso de Valdés tienen nada que ver, por más que a ambos autores erasmistas se le diera la autoría del Lazarillo y a pesar de utilizar la forma novelística dialogada muy frecuente en el siglo XVI.

Se editó en Amberes anónimo en 1527. Tendría Laguna alrededor de 27 años.

No estaba el verde para pitos ni el  manto de Magdalena para zampoñas para dar a la estampa una cosa así con tu nombre.

Es un libro de recreo y esparcimiento pero uno de los mayores y mejores que salieron de los tórculos. al adusto galeno segoviano le sirvieron de esparcimiento como contrapunto a obras científicas de mayor calado.

Escribió paralelamente el "Dioscorides", un texto clave en la farmacopea.

España ha sido un país de grandes boticarios. Laguna era un experto en hierbas.

Que firmaba con su propio nombre y también con el de Cristóbal de Villalón (seudónimo)

Aduzco a lo largo de los veintiséis capítulos de "Laguna escribió el Lazarillo" estudios comparativos de otros títulos de la novela picaresca; "La Lozana andaluza" de Delicado Baeza", que es una de las mejores del género "La niña de los embustes"Lazarillo de ManzanaresMateo Alemán, Vicente Espinel con su "Marcos de Obregón"  Diablo Cojuelo" de Vélez de Guevara pero sobre todo me fijo en la influencia que tuvo Laguna en Quevedo.

Don Francisco de Quevedo quiso adrede que el Buscón don Pablos fuese de Segovia al escribirlo  casi veinte lustros más tardes que Villalón (Laguna).

Quizás intencionadamente porque de todas, todas, la literatura picaresca nació al pie del Acueducto en el habla y el trajín de los perailes, arrieros, clérigos giróvagos y hampones, mozas de partido y curtidores de la gallofa. Ellos cardaban la lana del simpar genio hispano a la sazón.

Por desgracia nuestra juventud no lee a nuestros clásicos porque desde que murió Azorín ya no existe acá crítica literaria.

Anda enfrascada en la novelística de Jane Austen, un pestiño infumable, digan lo que digan los domines de Alcalá que han regresado enarbolado la palmeta y escupiendo réspices para el personal y flatulencias desde su coramvobis mental, asomados al balcón de los contubernios.

Debajo de la hoja de parra, que esconde su ignorancia, con todos sus grados y sus masteres y brillantes "curricula", no hay nada Son cabezas huecas y nidos vacíos porque "Quod natura non dat Complutum non praestat utique"

No saben lo que se pierden.

Nuestro mayor "asset" es nuestra literatura pero aquí les da a estos "magistri" por la política y venga parlar de la literatura anglosajona.

De modo que así estamos como la mula de Wamba que no come ni bebe ni jode ni caga aunque siempre anda... a trancas y barrancas.

 

AL DIVINO MIGUEL EN SU FIESTA

 SAN MIGUEL

 

Excelso signífero

Alférez de la hueste cristiana

Rey de la palabra

Luz y lábaro en la gran montaña

Que nos defiende en la batalla

Contra las maldades y acechanzas

Del maligno

Sé nuestro valedor

Activa nuestra causa

Suplicantes nos acogemos

A la protección de tu espada

Consuela al pobre

Y al afligido

Seas arcángel

Fundamento de nuestra esperanza

UN PRIMADO DE TOLEDO ARZOBISPO CAEEILLO HOMBRE DE ARMAS TOMAR

 ARZOBISPO CARRILLO PRIMADO DE TOLEDO

 

 

 

“DON ALFONSO Carrillo —nos informa Hernando del pulgar en su “Claros varones de Castilla—arzobispo de Toledo “fijo de Lope Vásquez de Acuña fue ome alto de cuerpo e de buena presencia. Era de los fidalgos e de limpia sangre de Portugal. Su abuelo era caballero portugués que vino a Castilla al servicio del Rey don Juan el que fue vencido en la batalla de Aljubarrota. Fue primero obispo de Sigüenza y después proveído de la sede toledana suplica del Rey don Juan. Rezaba bien sus horas e guardaba cumplidamente las ceremonias que la iglesia manda guardar. Fundó el monasterio de san Francisco en Alcalá. Era de gran corazón e su principal deseo era fazer grandes cosas y tener gran estado por haber fama e renombre”. En este retrato psicológico del controvertido prelado una de las figuras claves para entender la España de Enrique IV nos lo describe certero. Su ascendencia lusitana va a determinar su alineación en el bando de la Beltraneja y de las luchas banderizas de aquel reinado que derivaron en la batalla de Olmedo acabando con el escarnio de la “mofa de Arévalo”.

 

Se trata, pues, de un obispo a la vieja usanza. Eclesiástico ciertamente pero prevenido en frontera. “Los moros, dice el cronista Pulgar que también era converso y del bando de Isabel en contra de la facción de su hermanastro don Enrique, son omes belicosos y astutos e muy engañosos en el arte de contiendas e varones robustos e crueles al acecho por las montañas” Acérrimo personaje que se curtió en las luchas contra el Islam. Magnificente y generoso.

 

El cronista no nos cuenta que su corte episcopal en Alcalá rivalizaba  con el palacio de los papas en san Juan de Letrán o en Aviñón con más lujo que el propio alcázar segoviano donde vivió el último de los trastamaras. Se daban fiestas y banquetes y saraos. Acogía a músicos y poetas, siendo muy amado por sus feligreses, quienes según el refrán  eran de origen converso en su mayor parte o morisco: “alcalaino fino no bebe vino ni prueba el tocino”... aunque le dé al cristal de vez en cuando… porque la ciudad complutense siempre gozó en España de  tolerante, muy al contrario que Salamanca  más rigurosa y levítica.  

 

También puede ser que el propio don Alonso, al igual que don Juan de Torquemada luego cardenal de san Sixto y Alonso de Cartagena arzobispo de Burgos y el mismo cardenal Mendoza el cardenal de España, proviniera de hebreos lusitanos

 

Tampoco se refiere Pulgar a su pasión por la quiromancia y las artes mágicas de gran boga en la época, a su desdén por los rescriptos y anatemas que llegaban de Roma. Cisneros al que tuve encerrado trece años en la cárcel arzobispal de San Torcaz por causa de un beneficio por el que pleiteara fray Francisco que por entonces no era fraile sino cura secular y se llamaba Fernando, habiendo acudido a san Juan de Letrán para traer una dispensa papal fue una de sus víctimas. Echó al fuego la bula papal Carrillo y mandó encerrar al que había de convertirse en Regente de la corona.

 

Tenía un hijo natural por nombre Troilo al que regalaba con solicitud paternal pero que falleció a los quince años. Y un gozque o perrillo de aguas con cuyas gracias entretenía a sus huéspedes, a decir del cronista Palencia en la “Cuarta Década”. En todo resulta muy humano el perfil que de su persona esbozan los analistas de la corte de Enrique IV y de su hermana.

 

No solía oficiar misa más que en las solemnidades pero la oía a diario de labios de alguno de sus capellanes según costumbre.

 

Siempre que pasaba yo camino del archivo en la plaza de las monjas, la estatua del primado mitra báculo y capa pluvial parecía saludarme desde su pedestal oscuro en la amanecida. Con su mano tendida sobre el horizonte o de lo alto de su mitra donde posaba casi siempre algún pájaro señalaba el horizonte embelesado por ese misterio que se llama España.

 

¡Qué alteza, cuanta magnificencia y calidad con sus virtudes y defectos debió de encerrar aquel prelado!

 

Por su aspecto respondía a la imagen de lo que debiera de ser un jerarca de la iglesia medieval que definió la Reina Católica: “pláceme ver los caballeros en  campo, los obispos de pontifical y los ladrones en la horca”.

 

Generoso y hospitalario. Sin embargo, el cronista oficial puntualiza: “Sus pensamientos eran más altos que sus fuerzas y su gran coraçón no le dexaba discernir ni consentía medir con las grandes empresas que tomaba, e desto se seguían trabajos y fatigas continuas”. Luces y sombras en la vida de este gran arzobispo que ocupó la silla primada treinta y seis años.

 

De una liberalidad acérrima porque en su casa no había pobres se derivó la bancarrota de su primacía al final de sus días. A todos cuantos le venían a visitar les regalaba, acogía, les vestía en la curia y alimentada pero muy belicoso y amante de la guerra también era.

 

Después de la del obispo Gelmirez el de las Navas la figura de Alonso Carrillo se convierte, para bien o para mal o en detrimento de las murmuraciones de sus enemigos, en uno de los gigantes de la historia de la iglesia española a través de su pretensión de mantener una cierta equidistancia o autonomía respecto a Roma. “Del Papa a veces fazía mofa pero nunca malfetría”.

 

No era la codicia la inspiradora de una de sus aficiones: la crisopeya sino la caridad. Quería convertir el hierro en oro para dárselo a los pobres y remediar así las necesidades de los pobres de Alcalá. A causa de su manirrota largueza generosidad murió pobre y arruinado a los sesenta años. Su sepulcro se encuentra en el trascoro de la iglesia mayor de la ciudad complutense. Y su monumento me saludaba a través las nieblas del Henares en el entrelubricán de la aurora complutense nada más cruzar la fachada de la Universidad.

 

En parte entendía yo al verlo tan tieso y tan rehecho la vera efigie de un arzobispo de Toledo orgulloso y triunfal sobre el bloque de mármol las razones que se les escapan a los enemigos de nuestra fe católica dando de lado a un hecho sustantivo que la iglesia está integrada por hombres.

 

Es una institución temporal y asimismo espiritual. Lo esotérico y lo exotérico van de la mano. La médula y cáscara se juntan hasta fusionarse.

 

Por eso, continúan apedreándola los escribas y fariseos de todas las épocas. Por eso somos pasto y comidilla de los hipócritas y los que disparan contra la casa ajena cañonazos cuando la suya tiene el techo de cristal. Lo malo de los españoles es que desconocen su historia dejándose engañar por los farautes del miedo y los mensajeros de la autodestrucción. La verdad es que somos un poco deletéreos. Un poco de flema y no ser tan aguerridos en nuestras descalificaciones no nos sentaría mal

 

2020-09-28

NOTAS de la españa magica

 ANTE EL ARA DE SAN BAUDILIO DE BERLANGA TUVE YO UNA VISIÓN

 

 

 

Subí, tarde de nieve y celliscas, al monte santo de san Baudilio de Berlanga, eremita mozárabe en tierras del Cid tierras de pan llevar al sur de la provincia de Soria, entremedias de las diócesis de Sigüenza y el Burgo de Osma, y tuve allí una visión, uno de esos misteriosos trances con que regalan al visitante las tierras de España. Un ángel me pareció que rasgaba el velo de los misterios insondables de la historia de mi patria. Sentí el eco lejano de tambores de guerra y de salmos de perdón. Creo que aun no se ha completado mi hégira

 

Allí rezaron y se santificaron generaciones de monjes desde el siglo XI, y es posible que mucho antes. Son los encuevados de la tradición oriental del monte Athos, de los Altares de Sepúlveda, o la Tebaida egipcia, Capadocia, y el yermo antioqueno que recogió el Islam. Su penitencia era una demostración del amor de Cristo a las gentes, sin distinción de razas y culturas, porque son muchas aquí las reminiscencias arábigas.

 

¿Conocieron amistad los anacoretas cristianos con los morabitos muslímicos? Es la pregunta que queda en el aire. Escuché los cantos celestiales de la hermosa liturgia mozárabe que tenia ascendencias arrianas (Arrio predicó el evangelio a los ostrogodos y estos adoptaron esa versión de la religión evangélica que exalta la humanidad de Jesús sobre su divinidad) con misas muy largas y todo el oficio cantado con himnodias repetitivas.

Ese carácter eucológico de su liturgia, donde la voz humana y la disposición arquitectónica invitan a elevar el alma sobre las cuestiones materiales, a través de las voces en concento y la armonía celestial de las esferas. La vida del cristiano es una ascesis.

 

La palmera central y a la que cantó Gerardo Diego con sus versos, que sostiene la cúpula, convida a este deseo de trascendencia.

 

Todas las paredes ostentaban pinturas, que, por desgracia, en el expolio que padeció España en los años 20, fueron arrancadas y vendidas por 65.000 pesetas a un marchante judío de Nueva York el año 1927: un tal León Levi. Pero   quedó la impronta, y han podido ser restaurados los paneles. Aquí he tenido una visión y doy gracias a Dios. Los coros recitaban salmos y, dentro del iconostasio, un diácono cantaba el evangelio en tono mayor; luego un presbítero de barbas bizantinas y rostro atezado cantaba la epiclesis o consagración:

 

Eto telo maia eto krobi maia (este es mi cuerpo, esta es mi sangre) a la manera griega.

 

Sobre los paramentos el rostro venerable de san Nicolás y de san Baudilio el santo tutelar, un mártir francés, cuyo culto  extendieren los visigodos. Y unos le llamaban Baudilio y otros Baudelio y en mi tierra San Maudillo. Estos bienaventurados miran para los fieles con ojos de piedad.

 

Cruces griegas, escenas de la pasión de Cristo pero ninguna imagen de la Virgen María, por tres de san Miguel. Lo cual insta a suponer que culto de hiperdulía es posterior en el cristianismo al que se daba a san Miguel.

 

En la planta baja se levanta, soportando la techumbre del coro, una mezquitilla de arcos de herradura, que ha dejado perplejos a los historiadores como Camón Aznar y Gaya Nuño.

La pila de agua bendita es un “mitzrah” o piscina como las de las mezquitas y sinagogas para las abluciones. Al fondo se veía la cueva del monje, o del morábito.

 

¿Se alternó aquí el culto cristiano con el islámico? En cualquier caso es un centro de extrañas fuerzas telúricas. En este lugar yo tuve un pálpito, una visión y sólo pude cantar mi arrepentimiento:

 

— Kirie eleison. Señor ten piedad de nosotros pues conoces lo oculto del corazón del hombre.

 

 Al instante, sentí una fuerza inmensa en mi alma, como inmerso en las garras de un extraño frenesí de purificación, a los pies de la palmera que corona el cimborrio. Si la palmera supiera… Y me acordé de unos versos de mi adolescencia de Gerardo Diego. Que sí que sí que sí que tenía el rostro de maravedí. 

El poeta se mofaba del judío que profanó el recinto con la rocambolesca adquisición de los murales. Se los vendieron por treinta monedas...

 

El expolio de los ladrones de los lugares santos no ha podido arramblar con el aliento de amor y de caridad ni la sublime aureola que irradia esta santa ermita tan sublime como recóndita.

 

2020-09-24

la soledad es un pájaro de fuego

 

https://antonioparragalindo.blogspot.com/

3 de diciembre de 2002
La soledad es un pájaro de fuego que crece mar adentro.  Podría sentar sus reales en el centro asturiano, por ejemplo, que está en la calle Farmacia por donde sacaban a los presos de la cárcel de san Antón. Desolación pero ya pusieron las iluminaciones en las calles madrileñas. De regreso al conducir vuelvo a sentir vértigos.
También puede que la batalla con la báscula la tenga que dar por perdidas.
¿A qué escribir si no tengo nadie que me lea? Santos dice que le gusta lo que escribo en un estilo medianamente pasable. Toco los temas que nadie se atreve.
Tendría que salir a dar mi paseo diario pero me disuade el viento favonio que pega con fuerzas.
Ahora mis noches son mejores, las duermo de un tirón aunque tenga que alzarme a mear varias veces. Jesús omnipotente, ten piedad de este pobre pecador que ha hecho resolución de no fumar y de no beber pero que está anquilosado en un taedium vitae como nunca en su vida.
Cansancio y agotamiento. Veo pocas perspectivas como no sea el ir tirando. Mi mujer dice que me siento todas las mañanas en el sofá a aguardar a la pelona.
Nos pide el ayuntamiento de Oviedo las tasas atrasadas por el el renault y suman casi quinientos euros. Tienen que sacar de las gabelas para financiar los costosos premios príncipe de Asturias. No hay que abrir al cartero que ya no es de antemano heraldo de las buenas noticias sino un vulgar recaudador de las contribuciones más impensadas. El estado de las autonomías cobra por todo. Hasta por respirar. Tienes que escribir al desgaire, escribir sea acaso un acto venial para el cual no se exige tanta preparación como acostumbras.
¿Seguirá adelante el diario? No hagas jotter. Batete el cuero con la sabana en blanco del ordenador sin preparación en sucio, ni trabajos a maquina. Tienes que perderles el respeto a las Nueve Musas. No es lo mismo decirlo que hacerlo. Hombre ya. Y si no emborronas a qué te podrías dedicar, yo me pregunto. Has de resignarte a vivir contra las cuerdas y a llevar una existencia anodina, no eres más que un prejubilado.

MI HOMENAJE AL VIEJO CUARTEL DE SOTO DE LUIÑA DE LA BENEMERITA

 CASA CUARTEL DE SOTO DE LUIÑA UNA DE LAS PRIMERAS ESTABLECIDAS POR EL DUQUE DE AHUMADA

 










Enchufas las noticias de la tele abres los periódicos y lo primero que te encuentras: un agente uniforme verde oliva desmantelando una red de traficantes de estupefacientes o tratando de poner orden ante una trifulca de barrio por la ocupación de una casa.

Los todoterrenos de la Guardia Civil patrullan la dehesa de un asesino en Monesterio que asesinó a su vecina para descubrir los restos de la pobre muchacha víctima de un crimen pasional.

Hay un accidente en carretera, una inundación, un fuego y los hijos del Duque de Ahumada allí se presentan al minuto para encauzar el salvamento de los que están en peligro, meter en vereda a los que quebrantan el orden y la ley.

Los picoletos en una circunstancia tan bronca como la que estamos pasando (la gran epidemia, crisis económica, perdida de empleo, conflictos laborales y un desorden mundial que trasciende las fronteras) nos hacen sentir orgulloso de ser españoles y asturianos.

La Benemérita es hoy por hoy la institución de más prestigio en nuestro palmarés, seguida de cerca por los sanitarios médicos y enfermeras.

Cuando paso, doblado el puente del río Esqueiro que baña Soto, me cuadro ante la bandera ondeando a la puerta. Es un edificio del siglo XIX propiedad de la familia Mendiola. 

El cuartel de la guardia civil  de Soto de Luiña es una casona de porte humilde puertas de cuarterón, corredoria, sin antojana a pie de calle, el despacho del comandante de puesto una habitación a la derecha dando marco a un decorado de austeridad y aseo, disciplina militar y honradez.

El honor es mi divisa reza el Himno del Instituto armado. Han servido a regímenes de todos los colores sobreviviendo a vicisitudes políticas de vario signo. Y cambios de gobierno.

Franco estuvo a punto de suprimirla porque la mayor parte del Cuerpo se situó bajo el mando de la República. Junto a actos heroicos como el del capitán Cortés en Santa Maria de la Cabeza Jaén o el Alcázar de Toledo donde el espiritu de sacrificio y la eficacia de los guardias allí refugiados fueron los mejores fusileros que tuvo Moscardó, se sitúa la adscripción republicana del coronel Escobar en Cataluña, después fusilado por el delito de sedición.

El general asturiano Camilo Alonso Vega evitó su desmantelamiento (era amigo del Caudillo por fraternidad de armas y parentesco) y el Régimen encontró en la GC su mejor valedora en la lucha contra los maquis, el contrabando y el bandidaje.

Buenos servidores del orden público, la pareja camina, el chopo en bandolera, el tricornio charolado la escarcela bajo el manto y la cartilla con los puntos del Reglamento.

 La expresión de leerle la cartilla a uno que se hizo popular en el lenguaje coloquial es una expresión del Instituto; cuando en la comandancia se administraba un castigo a un número que había cometido una falta en el servicio.

Todo esto constituye una imagen tópica y típica de la España de antaño.

Pienso que Lorca lo tendría hoy crudo o no se le entendería cuando expresara; “Guardia civil caminera le llevó codo con codo”. En mi humilde opinión, claro está.

Tomás Salvador en su novela “Cuerda de Presos” opugna este cliché, esta imagen  tan desgastada que algunos inconscientes tuvieron de la Benemérita.

Dos guardias. Uno, gallego y joven, el guardia raso Aboin y un cabo el asturiano, zorro y socarrón, Serapio, conducen al Sacamantecas, un criminal en serie, que sentía fobia a las mujeres, desde la Robla en León hasta Vitoria donde le darán garrote vil.

Entre el condenado a muerte y sus custodios se entabla un vínculo mitad compasión mitad sentido del deber y espíritu de cuerpo. Que llamaría alguno síndrome de Estocolmo.

Van desde el viejo reino asturleonés hasta las Vascongadas, bordeando  la cordillera cantábrica; largas caminatas, paisajes maravillosos. Tomas Salvador urde una novela psicológica perfilando el modo de ser de unos españoles humildes hijos del pueblo que han de convivir con un malhechor que no es más que un pobre hombre digno de compasión. Al socaire de sus dudas personales.

Sobre las paginas de la conducción del Sacamantecas flota la máxima de odia al pecado y compadece al pecador.

Don Quijote y Sancho vuelven a las andadas. La sabiduría popular la sorna y el escepticismo flota sobre los capítulos del libro.

Yo me acuerdo mucho de Tomás Salvador cuando bajo a Soto y saludo a la bandera de la casa cuartel, una de las primeras que afloraron en Asturias despues de su institución.

El decreto de Francisco Javier Girón Ezpeleta Las Casas y Enrile, Duque de Ahumada, el 28 de marzo de 1844 siendo jefe de gobierno González Bravo que solo dura cinco meses y es sustituido por Narváez un general moderado al que llamaban “El Espadón de Loja” marca el aranque de la Guardia Civil o Guardia Ruralcon compañías unas a pie y otras a caballo.

Asturias estaba incardinada en el octavo Tercio (León, Oviedo, Salamanca, Palencia, Valladolid, Zamora Ávila y Segovia) con dos compañías de infantería y una de caballería.

Uno de los aciertos del Duque de Ahumada fue dar un carácter militar a su instituto puesto que aquí no hay regimientos sino tercios dispersos en pequeños grupos coordinadas. Es una de las razones de su eficacia.

En virtud de la misma está reputada como uno de los cuerpos policiales más eficaces del mundo.

Es un poco la envidia de la CIA, el KGB, Le Second Bureau francés y el M15 británico. Sus servicios de información, si se desclasificasen, harían levitar en  sus sillas a muchos.

Amén de eso, su perfil es tolerante y humanitario porque en perpetua lucha contra el mal conocen las fragilidades humanas y esa propensión al crimen de nuestra condición (riñas, celos, alcohol, enemistades familiares, envidias, orgullo, rivalidades de campanario).

Ese margen de tolerancia y de eficacia a un tiempo es un sello inconfundible.

Don Camilo Alonso Vega recomendaba a sus uniformados “si no podéis ser castos, sed cautos… os recomiendo paso corto vista larga y ojo al cristo que es de plata… ojos de halcón paso de lobo y hacerse el bobo”.

Buen consejo, mi general, que apunta a una de las razones por las cuales la GC sobrevivió a los vaivenes y meneos políticos de una nación, tan dada a la crispación y a la fluctuación pendular como España.

Por lo demás es necesario señalar que se trata de una institución borbónica surgida de las ruinas de la guerra de la independencia y de la carlistada. Eso conviene destacarlo precisamente cuando hay tanta gente en el país que sueltan soflamas contra los borbones, que no fueron santos por supuesto, pero que  tuvieron sus cosas buenas como la red caminera, los ferrocarriles, el ensanche, modernización y alcantarillado de las ciudades.

Isabel II dio pábulo al Benemérito Instituto como salvaguarda del orden publico, la moderación, la lucha contra el bandidaje y el bandolerismo.

Los españoles somos muy propicios a tirarnos al monte despues de las hecatombes políticas que hemos tenido, y esa propensión a combatirnos y pasar de víctimas a victimarios en lucha constante contra la propia sombra, nos marca.

El Empecinado y el Cura Merino dos guerrilleros significados, héroes castellanos, en la lucha contra el invasor francés acabaron en el patíbulo, lo mismo que el “Arrempuja”, el “Chato de Benamejí”, el “Botijas” o el “Barquero de Cantillana”.

De esto saben mucho nuestros humildes y abnegados números de clases y tropa, que van por el mundo sin descomponer el gesto, acomodándose a los nuevos tiempos, fieles servidores de cualquier gobierno, tarea nada fácil.

Han incorporado a la mujer a sus filas con gran éxito, se abstienen de airear sus opiniones políticas.

A mí me parece que la militarización es un baluarte de su disciplina y espiritu de sacrificio pues el servicio es el servicio. Viva la Guardia Rural. Ahora me acuerdo de un viejo romance que cantaban en corro los niños de mi infancia “En la plaza del Turco le mataron a Prim iba solo en su coche con la guardia civil para dar las armas a otro general”.

Mal pagaba España sus servicios a aquel tarraconense héroe de los Castillejos.

Sin embargo, España y yo somos ansí, señora, que diría don Pío.

Que la Benemérita siga patrullando nuestros astures caminos y que la honorable casa cuartel de Soto de Luiña siga contando con un cabo puertas toda la vida. Es mi deseo. 

MAL SALIO FEUNION DE EX SEMINARISTAS, BULLING MALOS RECUERDOS FALTA DE CARIDAD

 

reunion de viejos amigos comillenses en las caldas de besaya

 

LEGUARIO ESPIRITUAL

 

 

 

Digo si nos habremos visto en alguna parte pero Pajares es el pueblo del sastre. No todos los toros embisten. El que yo digo era manso y miraba al atacar para otra parte y me corneó.  El bueno de Eutiquio no paraba de dar chupetadas al puro y contaremos cosas de su pueblo que es Arévalo, donde acaban de celebrar las fiestas de san Vitorino, con becerrada y todo. Aramburu le miraba con cara de sorpresa exhibiendo su nariz alargada de marinero vasco. Había perdido aquella palabrera rubia que desafiaba al viento del juego de pelota del Máximo cuando jalábamos a pala. Su hermano pequeño nos dijo es un escritor popular que ha ganado mucho dinero con su libro sobre los etarras.

 

La chica que vino ayer tenía los pies grandes bien sabe Dios que era de nuestra raza. Se juntó el desdén con el desdén y al viejo del balneario le entraron ganas de comer. Se santiguó Eutiquio cuando la camarera vino con la sopa y Eloy el de Valladolid dijo que al parecer el comensal no era moro ni judío.

 

Huyendo en nuestro coloquio al albur de unas copitas de orujo de nuestros problemas personales, nuestras adscripciones políticas, nuestros achaques y dolamas o nuestras dudas sobre el pasado, el presente y el futuro, que ya casi nos pertenece porque dijo Publio el de Santa María de Nieva que andamos ya algunos con el pie en el estribo, pasamos una dulce velada.

 

▬ Hombre, Publio, con tu nombre de centurión romano y tu buen oído musical, tú, tan alarmista, como siempre.

 

Afrodisio que es andaluz tocó madera. En Andalucía no se mienta a la bicha, que ella viene sola le llamó al orden:

 

  ▬ No jodas. Que se te va la fuerza por la boca

 

Nuestro ágape versó sobre el leguario espiritual y la interpretación de ciertos enigmas del arte románico. En Fromista se nos apareció san Martín obispo y parecía que flotábamos dispuestos a partir nuestra capa con el pobre de Europa para resguárdale del frío.

 

Nuestras almas estaban heladas por lo que decían los telediarios sobre Cataluña y después de cenar bajamos a rezar en la capilla como en los viejos tiempos.

 

Cumplidos ya por algunos los 75 años, estábamos tan radiantes y animosos que Nieva parecía casi un misacantano. Era el único que había recibido las órdenes del presbiterado, se fue a misiones a Burundi allí colgó la sotana. La culpa la tuvo una bella mujer negra pero pasemos página que no me quiero meter en los andurriales del celibato. A todos no nos fue del todo mal el matrimonio y seguimos aguantando a la parienta hasta que Dios quiera.

 

Le digo que había seguido los caminos de de san Agustín, que bebió los vientos por una hermosa esclava del Alto Nilo y era nubia como la reina de Saba. Fue una reunión muy fraterna la de este año. En el balneario de las Caldas de Besaya. A dos de nuestros compañeros a Pelayo y a Aniceto les había salido la hoja roja se quedaron sin papel de fumar y se fueron para el cielo a cantar vísperas. Aunque por lo general, las Parcas fueron lenibles con nuestras vidas y nos va perdonando Aqueronte. No es aun la hora de subir a su fatídica barca.

 

De la situación en que se encuentra la iglesia no quisimos especular. Yo paso. Ya he dicho todo lo que tenía que decir al respecto en mi novela Seminario vacío los pecados mortales de la iglesia.

 

Nueve años que venimos celebrando esta confraternización anual del leguario espiritual y sólo se nos han muerto tres.

 

El comedor todo iluminado de mamparas de metacrilato tras el ventano se divisaba la bella bahía de Santander. Ya de anochecida nos dieron una conferencia sobre la desaparición del monaquismo visigótico. Los frailes salieron de sus cuevas con sus almanaques y grimorios bajo el brazo. Fue un siglo obsesionado con el Apocalipsis Alcuino de York y el diacono que transcribió y pintó con hermosas capitulares el Beato de Liébana andaban por allá. Tres siglos más tardes apareció san Bernardo con la idea de las cruzadas discípulo del obispo de Armagh san Malaquías que murió en sus brazos. Fue el adalid del milenarismo pero sus profecías no se consumaron aunque darían lugar a esa espiritualidad portentosa aun no entendida porque no se puede entender al hombre medieval que fue el arte románico didáctica en piedra y en el cimacio se representa el mundo vegetal. Para los constructores románicos los árboles de la virtud cardinal son la palmera, las uvas y el corilo (avellano). El mono representa al diablo que se aparece al caminante en lo alto de una cornisa de un capitel o un leguario cuando el peregrino va de camino.

 

La ruta que conduce al paraíso no está amillarada. Al contrario, que la que lleva al infierno que es una autopista de ocho carriles. La abeja representa la laboriosidad y el trabajo. La piña símbolo de la fecundidad. Aderito el último de la lista entonó el Sub tuum praesidium una de las preces latinas que rezábamos en el seminario antes de irnos a acostar. Era el lector de semana. Decíamos ayer después de más de sesenta años.