2020-11-17

nuevo por san martin el manipulario de las acies de Diocleciano

 ESCUCHO EL ZUREO DE LA PALOMA MIENTRAS SE ARRULLAN LOS PALOMOS Y LOS TERTULIANAS LARGAN Y GARLAN SUS ESPICHES. ¿gozas, vida? nada, pues entonces algo huele a podrido en Dinamarca. la chica del autobús iba con un cartapacio y dentro de los apuntes en un cuaderno como un marca páginas llevaba un condón.

La vida no es seria no demasiado seria sin amor y ahí estaba el obispo  con su pectoral de arrastre barbilampiño que a mi me recordaba al gran inquisidor de Dostoyevski cuyo mensaje es apriorístico ni más ni menos que si cristo bajase a la tierra lo detendrían los obispos.

Yo no sabía mucho de los engaños del mundo pero me dejé engañar por aquellos clérigos con chafarinones de sopa en la sotana y los bonetes torcidos de la orden del domine Cabra arrastrando sus manteos y lobas por las calles congeladas camino del coro a cantar el oficio.

Luego supe de tretas del mundo y de las mentiras de las mujeres.

Yo no era más que un hijo de la piedra que en el devenir de mis días me juntaría con las hijas del arroyo.

Esta noche de San Martín acabamos de pasar la novena de las Ánimas y medio pueblo anda borracho como en el cuadro de Grügel para festejar al santo del caballo blanco "Panonius" y la buena capa. Una buena capa todo lo tapa y un día es un dia, padres conscriptos, mercaderes que han vendido la patria.

Era san Martin un manipulario de la caballería romana a quien un día se le apareció Cristo en forma de pobre, y a la caridad toda Europa se consagra. Un "manipularius" (soldado de elite) que  llegó a centurión, se convirtió al Nazareno y luego lo hicieron obispo de las Galias.

De mozo sabía utilizar el "harpagon" o gancho con que las acies disparaban contra las murallas y decía adelante y adsumus y al combate le seguían las mesnadas. Los pilorius haciendo uso de sus arcos lanzaban los dardos o tragula que portaban en la aljaba. detrás la infantería con la emsis o espada cortaban las gargantas, golas y golillas de enemigos. Bien podía san Martín un soldado de Cesar combatiendo con los aquitanos en la guerra de las Galias. Llevando el pecho constelado de medallas y de signa militaria. El cual como zapador abría zanjas et ad fodiendos puteos.

No me lo tomen a mal, puteos no es puta en latín pero fodiendo es jodiendo casi la misma cosa por la que todo la entendemos: excavar, meter la pala y sacar, porque fodere vale tanto como jodere mocosuena mocosuenae. No hay polisemia que valga que el latín es lengua expresiva.

──Pozxhivaete... Kak diela? Xarashó. (sigamos venga muy bien)

Pero España es un solejar donde toman el sol los jubilatas. ¿Adonde vamos los licenciados de la existencia? A un banco del parque. Mejor a la taberna.

Hay en Madrid buenas casas de conversación los bares se han ido a tomar por culo con la pandemia o la peste del virus. Si te quedas quieto viene un guindilla y te manda a limpiar las cuadras de Augias. Tántalo habita entre nosotros y nuestras zozobras no tienen fin. Que de un tiempo acá andamos entre la cruz y el agua bendita y nos llaman carcas y meapilas.

El Valle de los Caídos lo cerrarán y echarán a los frailes pero no los fusilarán. España es laica... laica... judaica.  Una más de Sánchez? No gracias que hoy tengo el hígado un poco revuelto

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