2020-12-13

A PARTIR DE HOY LOS DÍAS EMPIEZAN A CRECER. EL HEMISFERIO OCCIDENTAL ENTRA EN EL MISTERIO DE LAS DOCE NOCHES Y EL SOLSTICIO DE INVIERNO. LA LUZ VENCE A LAS INIEBLAS. SOLIS INVICTUS

 SANTA LUCIA LAS NOCHES MAYORES QUE LOS DÍAS


A partir de hoy 14 de diciembre los días en el hemisferio norte empiezan a crecer.

Los romanos denominaban a este período el de las doce noches y para conjurar el peligro de los dioses oscuros celebraban las Saturnales, creían que el sol se detiene y pueden ocurrir desgracias pero los cristianos santificamos estas doce noches peligrosas con el nacimiento de Cristo, son fiestas de la luz.

Los hebreos lo conmemoran con la Hanucha y en Suecia yo he visto a las doncellas coronadas con doce velas la cabeza. Soy de campo y recuerdo a mi abuelo bajando a la vega para ver llegar los rebaños de la mesta que regresaban de Extremadura y ajustar la soldada merecida con los rabadanes.

La madera de encina chisporroteaba en la chimenea, hacía frío y quietos al amor de la lumbre jugando al pañuelo o al filandón. Tiempo de asar castañas y beber vino.

En Asturias según creo bajaban los vaqueiros de los alcores de las sierras y se invocaba a santa Lucía que cuidara al ganado y nos conserve la vista. A la dulce virgen siciliana según cuentan la violaron los esbirros del procurador y la sacaron los ojos por no confesar a Xto.

Por eso su palma del martirio ganó la gracia de ser luz de los ciegos y procuradora de los que enferman de la vista.

A mi abuelo el pobre lo operaron de cataratas el día de santa Lucía el 13 de diciembre de 1954 y sanó de su mal en los ojos pero murió al poco tiempo de un cáncer de próstata para el cual no hubo remedio celestial.

Hoy me acuerdo de él al salir pegando voces a la entrada del pueblo entre el polvo de las churras y de las merinas. Las mozas y las mujeres no salían de casa por miedo a los pastores que llegaban con ganas de hembra y mucha testosterona pegando brincos con las abarcas y los zahones.

El morueco que iba delante del rebaño, casino los cuernos─ bien armados, no te acerques que te amurca decíamos los muchachos─ era todo un paradigma de este brío sexual que traían los cordeles de merinos que regresaban de Extremadura y Andalucía. Felicitaciones a todas las "Lucis" hijas mías de mi vida.

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