2021-03-18

Con mi novela quien encontrará a la mujer fuerte me adelanté a los tiempos que vivimos

 

“LA MUJER FUERTE DE ANTONIO PARRA UNA GRAN NOVELA”

No tengo abuela ya pero este comentario de una amiga me ha llenado de orgullo. La tenía por ahí arrumbada. No se vendieron muchos ejemplares. La escribí de un tirón unas 250 páginas y su publicación en una editorial pirata fue una pesadilla.

 

 Ocurrió una novela dentro de una novela pero poniendo en antecedentes al que leyere creo que una mano me guiaba. Hay un soplo profético flotando por sus páginas. En algunas cláusulas no me re reconozco.

 

 El autor pare su obra, la lanza al corral de la vida, corta el cordón umbilical, rompe la placenta y el hijo literario se transforma en un ser independiente.  Con vida propia.

 

 Es una sátira de lo que está pasando. Una parábola de la gran soledad moderna, de la falta de asideros. Hemos perdido el centro. Se vive en la mentira y el disimulo sirviendo a los tres grandes dioses de la modernidad: Moloch, Mammon y Príapo, esto es la guerra, el dinero y el sexo.

 

 Se venera a la urna como el gran tótem. Los romanos escondían habas en la toga y emitían su veredicto echándolas en una orza que luego rompían los arúspices. El voto era personal e intransferible. Y tenía algo de hecho sagrado y litúrgico pero ahora en la sociedad global votamos entre la coacción y el pucherazo como acaba de suceder en Irlanda.

 

 Ha venido Mr. Muddy. ¿Quién es ese mister? Pues nada menos que Barroso el lusitano jefe de toda la hueste eurocrata. Es noticia sólo aquello que yo quiero que lo sea y se elige al que a mí me de la gana, dice el Gran Marrano el gran personaje de Quien encontrará a la Mujer Fuerte, el ojo que todo lo ve, la mente que todo lo escudriña. El que apacienta sus piaras de cerdas. El gran pastor y el gran borrego. Otra versión de Satán. Gracias a sus mañas creemos vivir en la democracia pero esto es una autocracia sometida al yugo de un tirano invisible.

 

La Bolsa o la vida. No. La Prensa oiga. Son las dos columnas sobre las que se alza el templo del Gran Hermano.  No se me despinta. Ya no te me escapas. Vivimos tiempos recios. De la dictadura del proletariado hemos pasado a la dictadura de los partidos políticos, a la corrupción, al mamoneo, al pelotazo. Acaban de resucitar los gigantes.

 

Todo eso lo puse en mi novela. Y como muestra un botón. Va este párrafo:

 

“el gran jefe de la gendarmería se había fugado al extranjero burlando a los topos del gran Marrano. Se había marchado a ultramar diz que en compañía de una corista o un cabo de la legión… todo eran tártagos y batidores para el Gran Filipo, sin que el Porquerizo supremo se inmutase lo más mínimo. Semejantes efluvios de corrupción eran efluvios de perfume francés para sus narices habituadas a los miasmas de la Mentira en las pocilgas. Sus palacios no eran sino zahúrdas… Iba por el mundo con una urna al hombro pero no era una urna sino un inmenso ataúd en cuyo interior se bamboleaban millones de cadáveres”

 

Creo haber dado a la estampa una hermosa parábola. En el libro hay muchas claves. La narración se mueve en un plano filosófico en el que salen a la luz las siguientes ideas:

-        No hay vida interior sino exterior.

-        El odio ha sustituido al amor pero el odio como todas las formas negativas no es creativo puesto que el sistema se alimenta de violencias y tiene en sus manos los poderosos medios de comunicación que son las herramientas con que esparce el miedo. Así sus súbditos están mejor controlados.

-        Atomismo. La globalización ha fomentado los separatismos y el terrorismo siguiendo la norma cesárea de divide y vencerás. Toda una paradoja. La gran unidad fomenta la desunión de los pequeños.

-        Urnas y mortajas. El hombre experimental, clonado, mentes fruto de la manipulación genética. Se lanzan iconos molde. Hay que seguir los módulos y el patrón de una imagen. Ser del montón. Esta es una especie de afán de cría de seres humanos. Ya lo dije Orwell en la granja del gran cofrade.

-        Charlatanería, legitimismo, pleitos, rábulas. La bolsa y la prensa. La política como género literario. La gran mentira se convierte en blabla pues la política nada tiene que ver con el día a día de la vida del ciudadano.

-        Ambiente de guerra pero las guerras en medio de este vértigo desatado de laicismo van a ser todas religiosas.

-        Son embargo el protagonista un diacono que se convierte a la ortodoxia mira a Cristo alzarse sobre el cosmos. Él es el centro de la estudia. Un icono de la Virgen María rasga las nubes del cielo. Se escuchan cánticos. En Rusia. De allí vendrá la salvación de la humanidad y del cristianismo. Roma está corrompida y el Vaticano es un nido de víboras. Metanoite. Convertíos.

-        La vida exige como principio elementos positivos. Nuestro amor debe de superar al odio. La venganza ha de ser sustituida por el perdón. Se llega así a una suerte de quietismo. Con un consejo siéntate a la puerta de tu casa y verás pasar el féretro del que te odia. Ten paciencia, sufre con longanimidad las adversidades y oprobios y espera la venida del reino de Dios.

-        La revolución es satánica. Los pactos con el diablo suelen abocar a la perdición de los compromisarios de tan fatídico personaje que hoy reina en el mundo. Se habla mucho del 666. pero el Señor permite estos cataclismos históricos no como castigo sino a efectos de purificación. Él sabe escribir con letras torcidas y de estos cambios suelen sacarse ventajas.

 

 

Estas son a grandes rasgos las ideas que me propuse manejar a la vista del gran giro que da el mundo a partir de 1989. Los ojos del diacono quedan clavados en la mirada de la Virgen Maria y en la escena final que tiene por marco un cementerio en un cerro ve los cuerpos gloriosos de los resucitados.

 

 Entre los que se encuentra su padre soldadito de la Blau quien saluda y besa a los ruskis contra los que combatió en el lago Ilmen. Sí, al cabo de esta inmensa pesadilla, el amor es posible y el perdón. Pero todo en clave de sátira y en clave de buen humor. Esto no ha de faltar en una buena novela como tampoco el lenguaje de la calle.

 

Yo les recomendaría esta novela como vademécum para andar por este laberinto que es la España de la transición en el finiseculo. En cuatro largos capítulos. Les aseguro que pasarán un buen rato.

 

QUIEN ENCONTRARÁ A LA MUJER FUERTE

Por Millán Sacramenta Artedo (seudónimo)

Madrid 1997,253 pp. En cuarto menor

Precio 8€.

Envío por correo certificado a España 4.39€

Pedidos: contactar Antonio Parra mail

Hull66@outlook.es

O llamar a 663581941

 

 

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