2021-12-03

LA ARMONIA DE LAS TRES CULTURAS SÓLO SE ALCANZÓ EN RUSIA EN TIEMPOS DE STALIN

 Dr. LAGUNA EL SUEÑO DE LAS TRES CULTURAS

 

La idea humanística del erasmismo profesado por los conversos españoles de los cuales fue adalid Andrés Laguna fue la reforma de las costumbres de la iglesia latina.

 Terminada la edad media y acabada la reconquista, los intelectuales de la Europa escolástica se apoderaron de la idea del no a la guerra. La medida de todas las cosas no es Dios sino el hombre, glosando la carta de san Pablo ad corintios “nihil hominum alienum est mihi”; nada de lo humano me es ajeno, me importa todo lo que le pasa y se le ocurre.

Querían alcanzar una reconciliación entre las tres religiones monoteístas. Predicaban algo tan moderno como que las creencias religiosas son un asunto personal y privado.

Abundando en ello, ─un ojo en el cielo y otro en el suelo─  Ignacio de Loyola en sus Ejercicios postulaba una separación del reino terrenal y el celestial. Pero la idea humanista pronto abortó. La Europa de las catedrales pronto se convertiría en la Europa de las guerras. El imperio otomano asomó por el Este acercándose a las puertas de Viena. Todo el continente se desgarraba en guerras inherentes. Vino la peste, la sífilis. El siglo del Amor el XVI vivía bajo el flagelo de las enfermedades venéreas

En Wittemberg Lutero clavaba a la puerta de la catedral de aquella ciudad alemana las 9 tesis exigiendo la abolición del papado… Roma para el fraile agustino era una puta y Enrique VIII proponía el New Prayer Book como bandera del anglicanismo y su espiritualidad funcional y patriótica. España se desangró en a guerras de Francia, derramaba la sangre de sus hijos en defensa del sucesor de San Pedro.

 Pocos sabían que el Papa era un señor de la guerra como proclama el Lazarillo de Tormes una acerba crítica a las autoridades eclesiásticas. Curiosamente la reconciliación de las tres monoteístas sólo se iba a dar en Rusia después de la debacle revolucionaria y Stalin se reconcilia con el patriarca Pimen y todo el Este soviético se alista en el ejército Rojo.

Fueron mahometanos los primeros soldados rusos que llegaron a Berlín en primera línea mientras los popes en la retaguardia bendecían a las tropas de asalto con plegarias de los tiempos del zar.

 Ese fue el gran desiderátum de los humanistas españoles de la Escuela de Salamanca: derechos humanos, una conciencia universal, es un pecado hacer la guerra en nombre de Dios.

Con la mejor de las intenciones y en contradicción con las formulas maquiavélicas preconizaban la ingenuidad del amor entre toda la raza humana. Un mirlo blanco, ya digo pero el guante que lanzaron sigue ahí con las palabras evangélicas amaros unos a otros como yo es amado. Nadie hace caso. Sin embargo, que viva la hermosa utopía. Moros judíos y cristianos vayamos todos por la vida como hermanos. Whishful thinking…

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