2022-04-30

SALVANDO JUDIOS DE LAS BARBARIDADES DE LOS MAQUIS Y LOS NORTEAMERICANOS TRAS LA DERROGTA DEL REICH

 

Zombies

Arribaban como zombis. La guerra había determinado una masa ingente desarrapados. Europa se estaba despertando de la gran zozobra. Por todas las partes cundía el pánico y la desesperación. Era el sálvese quien pueda y cada uno hacía su atadijo buscando albergada en los lugares más disímiles del planeta. Hubo alemanes que llegaron a Estados unidos andando a través de China y de Siberia como fue el caso del que sería luego secretario del Tesoro David Blumenthal y arribaron a Alaska. Ni que decir tiene que a la vista de semejante de proezas los judíos han de contar forzosamente con la protección del Altísimo. ¿La Providencia? ¿La casualidad? Cualquiera sabe. Todo aleman era un punto de fuga. Rumbo a América. Los arios buscan la querencia del sur. Los judíos quieren emigrar al Norte. Es lo mismo: todos querían marcharse. El Chicago Times dio la noticia el 18 de julio de 1945 de que Hitler y Eva Braun, disfrazada de hombre y él de anciano, habían alcanzado las costas de la Bahía de la Plata a bordo de un submarino alemán U-550. Se trata de una noticia que nunca ha podido ser desmentida y que ha contribuido como tantas otras al mito del paradero de Hitler. Pierre Laval se equivocó con Franco. El capitoste francés creía que éste le iba a dar refugio. Sin embargo inmediatamente que pasa la frontera francesa es detenido e internado en Nanclares y a los pocos días entregado a las autoridades del país vecino donde es juzgado como criminal de guerra. Había aterrizado en el aeropuerto barcelonés del Prat a bordo de un junker de la Luftwaffe. Fue una demostración palpable de que el Régimen no cohonestaba los crímenes cometidos por los colaboracionistas y sus secuaces. Winston Churchill decide pasar unos días de vacaciones en san Juan de Luz en un hotel que tenía unos pasadizos secretos con la frontera española y por donde pasaban a España tanto los refugiados alemanes como los maquis. La estancia veraniega del líder británico dio rienda a una serie de especulaciones de una posible reunión en la cumbre con el Caudillo pero el vis a vis nunca llegaría a celebrarse. Al despedirse de la localidad veraniega hizo la v de la victoria con los dos dedos y cuando le preguntaron sobre su encuentro con el dictador español dijo por todo comentario:

-        “I ll never meet that Franco.

-        Pues vale, señor caudillo británico.

Se conoce que aquel día se había levantado de la cama con resaca. A pesar de su apariencia de hombre con voluntad de hierro el bulldog inglés tenía un carácter desigual. En mayo de 1944 había pronunciado un discurso de alabanza en los Comunes hacia el líder español. Franco con la idea de verse con su colega había adelantado sus vacaciones a San Sebastián.  El desaire sin embargo no le cogió de sorpresa. Franco sabía que los ingleses eran petulantes e impredecibles. El famoso premier de la cabeza monda y redondo y el puro eterno a flor de labio no podía ser menos y, como él bien, aseguraba:

      -Leche de cabra.

Miraban a media humanidad por encima del hombro. Inglaterra y USA asumen la administración de los bienes alemanes en España y se confiscan todas las posesiones germanas como indemnización de guerra. La embajada del Reich es incautada por los ingleses. Para tramitar este negocio es nombrado nuevo embajador inglés en Madrid, Victor Mallet que había trabajado como liquidador en una firma fiduciaria de la City. Hubo otro suceso que va a complicar las cosas. Y es el cierre de la frontera francesa. Un tren que venía en dirección a España es asaltado y desvalijado por facciosos a la altura de Chambery. En el tren viajaban Gastarbeiter que habían ido a trabajar en plan de obreros invitados del Reich. Mueren cincuenta personas en el atentado terrorista llevado a cabo por el maquis. También venían diplomáticos y judíos evacuados. El maquinista se había conchabado con los salteadores y, cuando el convoy entró en agujas en Chambery al grito de “abajo Franco” y mueran los traidores”, tomaron los vagones al abordaje desvalijando a los viajeros. Algunas mujeres fueron violadas y una dama de la alta sociedad la cortaron los cabellos al rape y la emplumaron después de haber sido forzada en presencia de su marido y de sus hijos. La bailarina Nati Morales que venía de actuar en Berlín en compañía de su guitarrista Miguel Iglesias fue objeto de toda clase de abusos deshonestos. Entre los miembros de la expedición de regreso se encontraba el corresponsal de EFE en Berlín Félix Ruiz Abascal y Juan Cano cónsul de España en Bratislava quien acompañaba a un grupo de sefardíes a los que había sacado de un campo de concentración. El diplomático diría después que el comportamiento de aquellos bandoleros que se hacían pasar por comunistas y no eran más que malos franceses y peores españoles había sido mucho peor que el de los campos de concentración alemanes. Se cometieron autenticas salvajadas. Al que veían con dientes de oro le abrían la boca y se le arrancaban la pieza ipso facto con unas tenazas. Cincuenta muertos y más de un centenar de heridos es como para pensar que también los franceses de la resistencia actuaron de forma mucho más criminal que los agentes de Himmler. Los gendarmes franceses, como siempre, se inhibieron dejando hacer a los piratas ferroviarios. Al día siguiente el legado español en Paris Miguel de Lojendio presenta una dura nota de protesta ante el Eliseo. En la nota se hacía un mentís de que en el convoy viajasen militares de la Blau. Dicha agrupación, precisa la nota, fue disuelta en 1943 y los que quedaron en Alemania lo hicieron por su cuenta y riesgo o habían sido deportados a Siberia a trabajos forzados. Pero Paris contesta a Madrid en los mismos términos acusando al régimen de Franco de colaboracionismo con los alemanes y advierte que no podrá en adelante garantizar la seguridad de estos trenes.

Inmediata española es cerrar la frontera. La medida se va a prolongar hasta bien entrado el año 47. los supervivientes del tren de Chambery fueron llevados a un campo de internamiento suizo. Pero Francia vivía un clima de guerra civil.

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