MIS SANTOS FAMILIARES ALGUNOS NO FUERON CANONIZADOS, PERO ESTÁN EN MI MARTIROLOGIO PERSONAL

 

O when the saints go marching. Al pie del monte Pascual me preparo para acudir con flores y plegarias al camposanto donde esperan la resurrección de la carne hombres y mujeres a los que amé traicioné y ahora perviven en mi recuerdo; Elenita la desgraciada, Carlos Tuya, Gabriel Tuya y su esposa la mejor abuela, aquella bella cubana, el general Castrillón, mi hermanita Henar y mi hermanito Juan José.

Horas adelante vuelo a Londres con la imaginación y en un cementerio de Essex venero la tumba de Graham Hugh el padre de Suzanne la mujer que amé. Era un galés alto y bien parecido que se dedicaba a la importación de maderas de Finlandia para el Reino Unido. Simpático afable, acompañado de su paisano de Llenegli, Dick Howells, fumador en pipa, me recibió en su casa de Hornchurch como un hijo pero yo pobre de mi con mis problemas personales y desquicios no supe o no pude estar a la altura cometiendo el mayor de mis pecados.

Que san Graham Hugh y su bella esposa Mary Joseph sepan perdonarme. Fue tal la huella de aquella trasgresión de las leyes del amor que la marca me acompañará hasta el sepulcro.

 Hoy vuelan bajo las gaviotas del cementerio de Piñera rozando casi con sus alas las cruces de las tumbas. ¿Un anuncio de resurrección? Me pregunto. Las gaviotas vuelan hacia la mar y no me contestan, pero la seguridad de la fe borra la duda y de la mano del apóstol Pablo lo reafirmo: si no hay resurrección, vano es nuestro empeño.

Entono acto seguido un kadish mientras se escucha trotar en sus alazanes de la iglesia triunfante de los benditos que fueron mis seres queridos, o when the saints go marching in. Pido perdón e indulgencia para este pecador que fui y por mis desvaríos seré juzgado. Señor, tened piedad de mí, Dies  Irae dies irae solvet seculum in favilla…

 

31/10/2022