La Copa Mundial de Fútbol Catar-2022 se está transmitiendo en vivo para 225 territorios, cifra superior a los 223 que recibieron este evento en Brasil-2014, y a los 212 que tuvieron la oportunidad de disfrutar la edición de Rusia-2018, según datos oficiales de la FIFA.
Esos guarismos hablan de la popularidad creciente de este deporte y de un fenómeno que no podemos obviar, pues cada vez involucra a más personas en el orbe: vivimos en un mundo interconectado en el que debe imponerse la colaboración sobre enfrentamiento, ante las guerras y calamidades del cambio climático.
Antes de iniciarse Catar-2022 hubo aficionados que se indignaron porque el certamen se celebraba en un país en el cual las bebidas alcohólicas están restringidas, y el conflicto llegó hasta tener que llegar a un acuerdo entre los organizadores del clásico y la empresa Budweiser, fabricante de cerveza, una de las patrocinadoras de la lid.
Hoy, cuando el torneo ha avanzado y va en busca de los cuartos de final, las opiniones en torno a la limitación de bebidas han sido acogidas con agrado, sobre todo, por las mujeres que colman las gradas en los estadios.
«Me esperaba un lugar muy peligroso para las mujeres. No creía que fuera a estar segura aquí... Desde que llegué no ha sido así, como aficionada visitante puedo decir que me he sentido muy segura», declaró a Reuters Ellie Molloson, aficionada inglesa.
El fútbol es emoción, en las tribunas se exacerban los ánimos hasta llegar al llanto, ya sea frente a una derrota como la de Japón ante Croacia, en octavos de finales, o las lágrimas de la victoria como las que le brotaron a los aficionados de Francia, con un paso convincente en la lid. A esa pasión no es recomendable sumarle los grados de alcohol que multiplican el peligro de una catástrofe en instalaciones en las que se reúnen miles de personas.
Molloson, joven de 19 años, afirmó que la falta de alcohol había contribuido a que el ambiente en torno a los partidos de la Copa Mundial fuera menos subido de tono. «Me gustan las bromas, me encanta el buen ambiente, pero aquí no hay tanto de eso. Es muy diferente, pero es mucho más agradable, mucho más familiar».
Lo cierto es que, hasta ahora, reina un ambiente deportivo y de disfrute en Catar-2022, lo que corroboró la aficionada argentina Ariana Gold, de 21 años, quien dijo: «estaba muy nerviosa antes de viajar a Catar, es muy agradable para las mujeres, y me gusta mucho el fútbol».
Al preguntarle a la inglesa de 33 años Emma Smith si se ha sentido segura en Catar, afirmó: «Sin duda, como no hay alcohol de por medio, me siento muy segura».
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