2023-05-24

 







24 DE MAYO MARIA AUXILIADORA

 

A lo largo de mi ya dilatada existencia encontré protección y amparo bajo el manto de la Virgen a la cual aprendí a orar desde niño invocando su intercesión. Cada noche rezaba el “Acordaos oh Madre de Dios excelsa que jamás se ha oído decir que ninguno de los que hayan acudido a Vos haya sido rechazado. Aunque gimiendo bajo el peso de mis pecados, animado por dicha confianza a vos acudo Virgen de las vírgenes. no rechaces mis humildes súplicas. antes bien inclinad hacia ellas vuestros oídos y dignaos, Madre de Dios, inclinad hacia ellas vuestros oídos de quien busca amparo y protección” (San Bernardo de Claraval)

Y el “Sub tuum presídium confugimus Sancta Dei Genitrix ne despicias in necessitatibus supplicationes nostras sed a periculis cunctis libera nos Semper, Virgo gloriosa et benedicta”. Oración de la noche cisterciense

La gloriosa no desoyó y me salvó de muchos peligros, como en cierta ocasión vez en Londres que un ucraniano celoso refugiado judío, quiso matarme tirando contra mí el dardo de una navaja o en aquella noche, desesperado porque no me dejaron ver a mi hija, en la cual estuve a punto de arrojarme al Támesis.

Pero sobre todo, me hizo el regalo de don Bosco. Las madres salesianas de Majadahonda educaron a mis cuatro hijos haciéndoles cristianos de provecho.

Recuerdo que íbamos mi mujer yo a la misa conventual los domingos y al final al cantar la Salve siempre acudían a mis ojos las lagrimas de un pecador.

Protección que sentí cuando fui expulsado de mi trabajo por la Administración laica pepera y socialista al negarme a quitar una estampa de María Auxiliadora que colgaba en mi despacho. Se trata de un misterio que nunca sabré explicar pero que me llena de esperanza y consuelo en estos tiempos de tribulación y crisis cuanto todo aquello en que creíamos y soñábamos está en el aire.

María es la Madre de la Iglesia enigma inefable que no se comprende con la razón. Sólo con el corazón.

Del cielo quizás venga esta tendencia mía a remar contra corriente so color de vivir marginado y en precario.

 A decir las verdades, pues como dijo san Pablo no luchamos contra el espíritu ni la carne sino contra los funestos espíritus que vagan por el aire. Ahora más que nunca.

En la fiesta de hoy le pido a Nuestra Señora una gracia especial que no puedo revelar, pero hágase la voluntad de Dios.

Sancta Maria sucurre miseros, fove miseros, ora pro populo, intercede pro clero, adjuva flébiles, interveni pro devoto femíneo sexu. Sentiant tuum juvamen quicumque celebran tuam festivitatem. Amen” Es una de mis plegarias favoritas porque alude a la protección de los miserables, de las mujeres y del clero.

Mirad a la estrella invocad a María. Nos recomienda San Bernardo el gran cantor de la Virgen María. No desesperéis. Poned en Ella vuestra confianza tanto en la salud como en la enfermedad, en la alegría y en la tristeza. En la paz y en la guerra, 

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