2023-07-07

GRACIAS AL HOSPITAL DE PUERTA DE HIERRO ESTOY VIVO. QUE VIVA LA SANIDAD ESPAÑOLA

 

SUMO RECONOCIMIENTO Y GRATITUD AL CUADRO CLÍNICO DEL DEPARTAMENTO DE CIRUGÍA. RECUPERACIÓN Y UROLOGÍA DEL HOSPITAL PUERTA DE HIERRO MAJADAHONDA


No tengo palabras y me falla la voz para expresarles sumo agradecimiento a los doctores, enfermeras, celadores y cirujanos del Hospital Puerta de Hierro: cirugía, urgencias, recuperación.

Me asistieron con profesionalidad, solercia extrema, delicadeza y con un trato exquisito que no esperaba, porque estos jóvenes nada tienen que ver con los galenos de los viejos tiempos de mi época.

Puerta de Hierro es un caso especial y acaso una de las mejores clínicas del mundo.

En lucha contra el dolor, la enfermedad y la muerte todos parecen llevar grabado a fuego el Juramento Hipocrático en el corazón.

Su labor es callada, su entrega, anónima pero estoy por decir que esta nueva generación de graduados en nuestras facultades de Medicina constituyen lo mejor de la Marca España y es una suerte vivir en un país que cuenta con este sistema gratuito de salud.

En Norteamérica donde viví algunos años el tratamiento y la posología con la cual ha sido combatida mi enfermedad me hubiese costado miles de dólares. Mientras aquí no pagué un duro. Gracias a ellos curé la anuria y pude recuperar la potestad mingitoria por recomendación del Doctor Reina, urólogo eminente.

Después de estar sondado desde el 13 de enero que ingresé en Urgencias.

Recuerdo solamente algunos nombres; el de la cirujana que me operó el 30 de mayo; rememoro a la doctora Zapata, a la doctora Prieto, la que me dio de alta, asistida por Nuria, enfermera toledana.

Y en el departamento de Reanimación a Mylady, a Paloma, auxiliares y a otra bata blanca (sólo recuerdo su ascendencia jienense) cuyo nombre no recuerdo que se desvivió por darme ánimo cuando al salir del quirófano por causa de la anestesia no podía mover las piernas. “¡Madre mía, me voy a quedar en silla de ruedas”¡ y ella se reía. 

Quiero, asimismo, expresar mi gratitud a la doctora Eugenia Velasco del Departamento de laringología que me visitaba casi todos los días aunque no fuese yo paciente de su sección.

Hago mención de Inma la extremeña que me sondó en urología durante el ciclo; sólo ella colocaba y sacaba el catéter con suma pericia, sin mostrar repugnancia a estas miserias humanas.

Pido perdón si falté a la caridad cuando la practicante no era Inmaculada y si no pongo en este estadillo los nombres de aquellos y aquellas que me dispensaron tanto amor.

He comprobado las circunstancias difíciles, la estrechez, la aglomeración, falta de espacio, y peligro en los departamentos de Rayos X, TAK, y demás unidades del dolor con que trabajan estas heroínas y héroes para poner a los pacientes en cura.

Ellas y ellas son un regalo que ha hecho Dios a los españoles. 

Cuanto más, no me queda otro remedio que decir gracias, muchísimas gracias por paliar mis miedos y como decía Virgilio; “Labor omnia vincit et Amori cedamus nos (el trabajo y el esfuerzo vencen muchas cosas, entreguémonos en los brazos del Amor”. 

SALUTEM PLURIMAM


Antonio Parra Galindo

un paciente de la próstata

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