2023-07-06

 











YO, FUNCIONARIO


Antonio Parra



Yo, funcionario. Según las encuestas, es la carrera que más apetece a las nuevas generaciones de españoles nacidos en Democracia. La generación del yogur también quiere ser burócrata utilizando el patrón y la escala de valores de sus abuelos que no conocieron esta bonanza económica, como nuca la tuvo la nación española, pero que prefirieron un modesto buen pasar, porque justo es confesarlo, hasta el advenimiento de la democracia, el sector publico pagaba mal y tarde, aspirantes a un modesto buen pasar de gentes mesocráticas de medio pelo, las olla podrida, los cuartos de alquiler o los pisos con derecho a cocina, en menoscabo del aventurerismo y el riesgo. No solían opositar los que querían ganar dinero sino por vacación o espíritu de cuerpo, tratándose de militares. ¡Que bien nos entendía a los españoles Franco! ¡Y qué bien también nos entiende Zapatero! (Perdonen los señores discrepantes pero es lo que pienso) Nuestro presi al que con tanta alacridad descalifican a mi modesto entender es hijo y nieto de funcionarios y emparentó con militares). No creo que odie tanto a España como dicen ni que pretenda deshacerla. Quizás trate de salvar los muebles en un golpe de audacia porque es un audaz ni hará claudicaciones vergonzantes a los de la franja periférica, porque es un poco marrullero, saltos adelante, vuelta atrás y donde dije digo diego. Nació este leonés para político Bien es cierto que los generales de ZP (Miaja, Asensio, Rojo, Matalalán, Tendero, Escobar) no son mis generales pero no ¿enterraremos los españoles el hacha de la guerra civil de una maldita vez, olvidamos las querellas, rivalidades y enconos y hacemos lo que dicen los ingleses let bygones be bygones a sabiendas de que la política no es más que un juego, un mal menor, no un combate de gladiadores? Los andábatas de las cadenas rivales andan metidos en una lucha cuerpo a cuerpo. Reconozco que yo mismo tiro con bala y me arrepiento. Sin embargo es necesario que periodistas y opinantes busquemos las riberas del consensos en lugar de la mar aborrascadas de las contiendas fratricidas que siempre agitan manos ocultas y por lo general extranjeras.

¿Y ser funcionario es malo o es bueno? Yo no sé si será malo o bueno pero al menos lo considero un síntoma de cierta paz social y de una estabilidad que tuvimos en tiempos en tiempos pretéritos y ahora no tenemos. Ni el franquismo entonces pudo ser tan nefasto como dice la izquierda abroquelada y antinacional ni los del PSOE son tan nefastos como pretenden algunos dinosaurios trogloditas encastillados en un egoísmo sin contemplaciones. La derecha a veces cayó en el defecto de lo social. Y si no hubiera sido por ciertos jonsistas y falangistas como José Antonio Girón apaga y vamonos. Todo hay que decirlo el falangismo dejó muy atrás al socialismo en justicia distributiva. Por ese cabo Zp tiene el listón muy alto.

El que haya tantos jóvenes que quieran hacer el ingreso en los cuerpos administrativos del Estado no dice mucho del espíritu emprendedor de las nuevas generaciones que han crecido protegidas por unos padres que los arroparon, mimaron y trabajaron como negros para darlos aquello que a ellos, cuando era de su edad, les faltó. Con todo, seguramente elevarán el listón de la elite dirigente aunque bien es cierto que vienen un tanto aborregados. Y algo faltos de nervio. Carecen de la furia que nosotros teníamos. Eso sí. Son muy competitivos y competidores y en la administración no ha de haber competidores sino cooperadores para poder saber trabajar en equipo. Se les debería de exigir una cierta vocación de servicio. Han de jurar bandera, cantar el himno, y sentirse orgullosos de servir a un estado que vive en libertad y con arreglo a nuestras formas ancestrales de códigos forenses que arrancan del Fuero Juzgo y las Partidas y que hicieron de España un país libérrimo. El más libre del mundo. A mi entender. Llevo cuarenta años sirviendo a este estado durante el franquismo y la democracia y en esa demanda pienso jubilarme. Nunca me sentí un paniagudo aunque en el desempeño de mi deber aunque topé con ciertas inercias, apatías endémicas y antipatías personales, tanto como un cierto misoneísmo y la frase de los desidiosos que te dicen que en la administración no hay nada inventado. Una vez que me nombraron jefe – la única vez que he sido nombrado jefe de algo- me dijo un currito.

-Aquí no queremos jefes, oiga. Todos somos iguales.

-Pues vaya.

Hay que reconocer que lo nuestro no es la tesis ni la antítesis. Lo mío es la síntesis. Por eso políticamente siempre fui ecléctico. Me saca de mis casillas tanto la gente que trata de pisarte el cuello como esos comentaristas que insultan a Carmen Calvo llamándola inculta. La egabrense, del pueblo de Juan Valera, otro gran funcionario y de la carrera diplomática, es de lo mejor que ha pasado por las siete Chimeneas y además está rodeada de un gran equipo. Tiene una jefa de personal, Yolanda Muñoz, que es todo un lujo para un ministerio que hubo épocas que fue conflictivo.

A los funcionarios no debe interesárseles la política y de hecho en el último turno han surgido nuevas camadas de tecnócratas cualificados, según el criterio del “civil servant” británico. Praxis que será muy conveniente para acometer los retos del siglo XXI: mundialización, crisis climática. Crisis energética. Nacionalismos de nueva planta. Terrorismo. Islamismo. El poder de los medios electrónicos.

Te propongo a ti lector amigo a que vengas a darte un paseo por Alcalá, alma mater de la gran cultura castellana y de donde dimana nuestra conciencia colectiva como pueblo en su forma de ser y estar de pueblo jurisperito y a la vez oscurantista, letrado y populachero. A Alcalá putas que viene san Lucas. Complutum el campamento romano. La de los santos niños mártires. Una bella palabra en latín. Tiene que ver con la lluvia. Ojalá sea de gracia.

La administración española, el modelo discente y docente universitario, el derecho de gentes y esa fascinación que ejerce entre nosotros todo lo que tiene que ver con la letra escrita, esa pasión grafómana de este país de iluminados y de letrados (se decía libro cerrado no hace letrado y los había que ahorcaban los libros a media carrera), un título oficial, una carrera de leyes o de letras, tiene por sustentáculo Alcalá y su universidad fundada por Cisneros en 1508. al año que viene será el quinto centenario. Fray Francisco de Cisneros fraile franciscano del convento de la Salceda fue presentado por Pedro González de Mendoza a la reina Isabel la Católica. A mí siempre me han fascinado estos tres personajes. Y una fiesta. La de san Lucas. Fue en la festividad de este santo cuando se pronunció la primera lección inaugural. Y de ahí viene venir el viejo refrán-que aquí hemos comentado- de “a Alcalá, putas, que viene san Lucas”. Fue el 22 de septiembre de 1508. la gran fachada de la Complutense adorna los títulos universitarios de los que nos hemos licenciado por la Universidad de Madrid, obra de Gil de Hontañon. Gótico tardío. Plateresco español.

Tres calles divididlas por el imoscapo de tres columnas. Ventanas con ricas embocaduras y lujosa decoración en sus jambas. Mira para nosotros el vertical imafronte. Y en los clípeos el busto del Cardenal.. las cuerdas al aire del cordón franciscano circunvuelan sobre su pétaso episcopal en airoso remate. Roca de Israel. A Cisneros debemos la traducción de la biblia políglota. Piedras sagradas. Columnas de la ciencia. Roca viva. En luteam olim celebra marmoream (Antes era lodo y ahora soy mármol), dice la inscripción de une epígrafe, aludiendo a la contestación de Cisneros al rey Fernando que le reprochaba la mala calidad de los materiales empleados. De niños nosotros cruzamos sobre nuestros pechos la beca encarnada o grana, la sotanilla y el bonete de colegial según el uniforme diseñado por Santo Tomás de Villanueva para los mantistas de cada una de las facultades y colegios. El distintivo entre ellos era el color de la banda. A la sombra de Cisneros, esto es bajo la protección del árbol de la ciencia de Alcalá, crecimos, hemos vivido y nos hemos ganado la vida, como funcionarios. No ha sido para nosotros una sinecura, prestamera, momio o prebenda sino un servicio a la patria en lo que sabemos y podemos hacer: pensar y escribir. En 1959 se trasladó al viejo edificio el Centro de formación y de Perfeccionamiento de funcionarios. Se quería dar continuidad a la fundación cisneriana. Este centro, que ha tenido vida lánguida desde el advenimiento de las autonomías, debería de ser potenciado, habida cuenta que la mayor parte de nuestra juventud quiere entrar en el escalafón del Estado.

Es una idea que brindamos al gobierno de Zapatero y a todos los gobiernos que vengan detrás. Ahí puede estar una de las claves de la reforma de la Administración que todos necesitamos. Que el Estado, nuestro principal empleador, se haga con los mejores. Que se galvanice el sistema de oposiciones, que se incremente el cupo de plazas. Servir a una España democrática encarando el futuro con optimismo pero sin perder de vista a lo que dejamos detrás podría ser un aval de permanencia del sistema sin fracturas ni quiebras tan pavorosas como las de nuestra guerra civil. Es un aviso a navegantes. Esta Administración española en la cual quieren todos los jóvenes trabajar y enrolarse es creación de un hombre de derechas, muerto precisamente por su amor a españa, por su valía y por su valentía: Joaquín Calvo Sotelo. Un gallego. Hago gracia al lector de contarle las trágicas circunstancias de su muerte. La vida de un funcionario y un gran patriota tronzada en flor.

Mas, corramos un tupido velo. A Calvo Sotelo lo fusilaron porque se opuso al gran diseño de las fuerzas oscuras del capitalismo. Nacionalizó la gasolina y eso le valió la condena a muerte. Sus esbirros no sabían por qué le mataban. Él sabía por qué moría. Él estableció este tingladillo de seguridad en el empleo, vacaciones pagadas, derechos sociales, montepío para huérfanos. ¿Era un fascista? ¿Qué me dice? No es tomar las cosas ab ovo ni el rábano por las hojas pero nuestro ascendiente con la democracia tiene que ver con nuestros genes romanos. Roma fue ordenancista y legisladora. La burocracia y el derecho es heredad patrimonial del legado latino. Los visigodos recogen esa tradición e inspiran a los corregidores medievales, balíes, fieldefechos, paciarios.

En el siglo XIV las cortes aragonesas imponen la sigilación, sello o estampillado de documentos oficiales a cargo del “clericus”. La administración tiene una ascendencia eclesiástica y esta palabra en la mayor parte de las lenguas romances significa cura pero en el inglés adopta la acepción de funcionario. Viene del griego  (patrimonio). Trono y altar. El funcionariado es un sacerdocio en realidad como demuestra esta etimología que arranca de los tiempos merovingios. La sociedad teocracia con su concepto del origen divino de la monarquía y en la España renacentista y la del siglo de Oro cuando los funcionarios eran los nobles, los obispos, los hidalgos y los privados de S.M con la Revolución francesa da un paso firme a la laicidad. En España se crea el cuerpo de Archiveros y de Bibliotecarios en 1833 juntamente con el ministerio de ultramar y el de Gracia y justicia. Es cuando se enajenan los bienes mostrencos, se declaran parques nacionales a los montes del Pardo y al de Valsaín. Javier del Burgo define a los ministerios como “talleres de la prosperidad nacional” y un lustro más tarde Cea Bermúdez instaura la “Gaceta de Madrid” lo que andando el tiempo se convertiría con Francisco Franco en el BOE. Y Bravo Murillo otro gran alcalde – y españa es un país de buenos alcaldes, probos funcionarios y malos políticos- describe a la Administración como el “ángel tutelar de los españoles”. La burocracia lo llevamos tal vez en la masa de la sangre. Desde Felipe II el mayor rey y el mejor burócrata y desde que el Duque de Olivares inventó el papel de estado.

Sin embargo, no nos dejemos llevar por el falso optimismo de los Liberales. Que hubo mucha penuria en aquel entonces y aquel mundo o aquel submundo aparece en las novelas de Galdós. Las covachuelas. La olla podrida. Las cesantías y los manguitos. Cuando caía un gobierno el funcionario de turno se quedaba sin comer y su familia en la calle. En los departamentos las sillas estaban contadas para que no hubiese más que aquella del funcionarios y los usuarios no estuvieran cómodos al hacer su diligencia y pronto aviasen. Y de las ventanillas del vuelva usted mañana. Las escupideras y el humo del tabaco en las colas de la Administración. Digo yo que algo hemos mejorado.

-¿Con la venía de Usía?

-Sí. Sí. Pase. Pase.

La Ley Maura (Maura sí, Maura no pero hizo buenas cosas) acaba con la inseguridad en el empleo de los precarios covachuelistas. Mande Pedro o mande Juan los chupatintas mantendrán su siento independientemente del color político del gobierno entrante. Fue la guinda de gloria que coronó la Restauración. No se pudo acabar con el caciquismo ni con los puberazos pero al menos los probos servidores de la nación quedaron a cobro de las veleidades y borrascas de la vida política española. Aquel pacto de caballeros fue fui muy de agradecer. Da estabilidad al sistema creando una nueva burguesía. Y gracias a ello muchos escritores y artistas se hubieran muerto de hambre. La mayor parte de las grandes firmas del 98 – Unamuno, Ortega, Baroja, Miró, Pérez de Ayala, Ganivet etc- corrieron a cargo de los presupuestos y a decir verdad que con semejante floración de genios a España le salió barata pagar a aquellos artistas sus misérrimos sueldos. Hasta el mismo Cela fue Censor.

Y los Machado, el uno profesor y Manolo, archivero. Dámaso Alonso. Luis Rosales. Villaespesa, Gerardo Diego, la República respecta este pacto entre caballeros. Lo mismo que Franco aunque con algunas dilaciones y reticencias. Tardó bastante tiempo a devolver a sus compañeros de armas – aquellos que no fueran acusados de delitos de sangre- sus devengos atrasados. Se recuerde que el general Rojo regresó a Madrid en los años sesenta y no sé si el general Casado padre de un gran actor de cine, Fernando Rey, que se hinchó a ganar dinero y ser famoso en los tiempos de la “oprobiosa”. Mutatis mutandos, los vencedores tuvieron mayor magnanimidad con los vencidos que ahora mismo los que se proclaman herederos de los vencidos de entonces por más que no lo sean no debieran mostrar tanto afán de vindicta.

La Administración española actual arranca del régimen del 18 de julio por más que les pese a muchos. Entre las primeras disposiciones de burgos estuvo la creación de la Jefatura del Estado sin la cual nuestro monarca se hubiera quedado sin puesto de trabajo. Refuerza los ministerios de Hacienda y Exteriores calcando el organigrama de la dictadura de Primo de rivera cuya eminencia grís era Calvo Sotelo. Se habilitan asimismo los gabinetes de Prensa en todos los gabinetes ministeriales. En algunos de esos gabinetes hemos servido nosotros gracias a Dios como tantos otros compañeros. De 1938 es el tribunal de cuentas, la ordenación universitaria, el Consejo de lo Contencioso y de la Expropiación Forzosa.

En 1957 se instituyen las subsecretaría. Fueron, se dice, los subsecretarios los que salvaron al país el 23 de febrero. La ley local y el régimen jurídico de la Administración Local es del año siguiente. Uno se siente indigno y a la par orgulloso de haber trabajado para el mismo amo con el denuedo que lo hicieron Bravo Murillo, Cajal, Manuel Azaña, Mola, el gran Mola, Gómez de la Serna, el Marqués de la Ensenada o don José Echegaray. Venimos del fuero Juzgo, de las Partidas y de las Constituciones de Cataluña en las cuales se habla de las virtudes que han de ordenar las personas de los funcionarios del Ajuntament de Barcelona. Del “Código de baqueta” conquense con sus cédulas, cartas y concordias. Del “Llivre de Fogatges” catalán del siglo XIV para la regulación de las limosnas “Llivre de la Taula” de los banqueros. Todos guardados en el archivo del Corona de Aragón. O el “Libro de las virtudes del Sancho IV” o del “Rimado de Palacio” que se encuentran en la Biblioteca Nacional.

-Todos esos libros de los que me habla, don Verum, los leyó V.M?

  • No. Los conozco de oídas

  • Pues habría que sacarlos a la calle.

- A la calle no porque su valor es incalculable. Pero sí se podría hacer una exposición temática en la cual estos documentos demostrarían que no hay tanta diferencia entre catalanes y castellanos o entre gallegos y andaluces entre murcianos y vascos.

- Todo España es un inmenso Tesauro.

- Ciertamente. Y esta variedad y discrepancia dentro de la unidad es parte de su encanto.

- Quede usted con Dios.

- Y sosegado.













































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