2024-08-26

EL LLORADO PATRIARCA ALEJO ii UNA VOZ PROFÉTICA QUE CONMOVIÓ A TODA RUSIA Y RESTAURÓ A LA IGLESIA ORTODOXA (revisión)

 El patriarca de Moscú y todas las Rusias hizo un llamado  ayer en el Parlamento de Estrasburgo a la unidad de los cristianos frente a una amenaza común que se cierne sobre el continente europeo, sede de esa vieja civilización. La pérdida de valores creyentes es un hecho sin antecedentes y Rusia el molde de un enigma y donde se ha recuperado la democracia acude en soporte de una sociedad deteriorada por el ateismo, la paganización, la inmoralidad de las costumbres, el homosexualismo, la manipulación de la vida humana, la violencia, el odio, la mentira, la maniobra de la información. Alexis II, un estonio ordenado sacerdote en 1953,  contrajo matrimonio y al enviudar ingresó en un monasterio y siguiendo la tradición de la Iglesia de Oriente donde sólo los monjes célibes pueden acceder al episcopado, de cuya vida privada se sabe muy poco, es una de las figuras más excepcionales y carismáticas de la hora presente y sin duda un hombre de dios, dotado de una gran salud que le ha permitido participar en los debates públicos y comparecer en los programas de altura de la TV rusa. Gran motor de la perestroika y un baluarte sobre el que se apoya la democracia rusa, es un hombre de Dios. El papa de la Tercera Roma. Vive en una dacha en Peredilkino a las afueras de Moscú donde murió el poeta Boris Pasternak muy modestamente y con poco lujo. Suele viajar en un coche blindado. El boato y la riqueza lo reserva para las grandes liturgias del rito eslavo donde aparece con tiaras azules recamadas de oro. Es uno de las personalidades más respetadas de la ortodoxia. Le llaman el papa de la Tercera Roma. Se las tuvo tiesas con el predecesor de Benedicto XVI, el polaco Juan Pablo II, quien según ciertos círculos, hizo bastante daño a la Iglesia de Cristo. Páginas de Internet que deben de haber leído a Lutero llaman a Juan Pablo II agente del anticristo por haberse unido a ellos a los enemigos de la cruz a los que preconizan un desmontaje paulatino de la jerarquía. Sin embargo con Benedicto XVI esta tirantez entre el Vaticano y el patriarcado moscovita parece haberse suavizado. Es preciso fomentar un frente común para hacer fachada al avance de la descristianización y del islamismo con un regreso a las raíces cristianas que constituyeron la razón de ser del continente europeo. El patriarca es un hombre poderoso. Por su aspecto reconcertado y enigmático recuerda a su antecesor en la sede primada a Su Beatitud el Patriarca Sergio al que tuvo que recurrir Stalin para tirar a los nazis, invasores del territorio ruso, al mar y ganar la batalla a la tiranía. Es una idea que hay que tener en consideración en estos tiempos de rusofobia y de “putinbashing” – no lleva razón por ejemplo Vargas Llosa que se convierte en un sicofanta vulgar un propagandista y ex agente de la CIA y amigo de los golpistas peruanos cuando lanza sus ataques contra la personalidad del presidente Putin que no parece un líder manejable a los intereses de las fuerzas oscuras. Sin embargo, en Occidente pulula todo un clan de corifeos antiputinistas y rusófobos que intoxican los medios de comunicación hasta límites increíbles que hacen pensar en la guerra fría.  Parece que les has lavado el cerebro en cierta parte. Y tiran sus chinas a diestro y siniestro. No deja de ser sospechoso de que el Sr. Vargas Llosa que tiene un consorcio periodístico y patenta sus crónica as con unos derechos reservados tiene vara alta no lo niego y  las páginas tanto del País como el Mundo le abren sus columnas para que nos largue sus tiradas incendiarias y publique sus novelas malas porque no deja de ser un novelista mediocre y tercermundista al que por estas lindes se le hace mucho rendibú  o que el Sr. Don Felipe Sahagún, de joven Felipe Maraña, el antiguo perseguidor e inquisidor de la Prensa del movimiento cuando era meritorio del Informaciones en Nueva York y ahora es un pez gordo del grupo que dirige Tirantones, línea abierta en la COPE y en Radio Nacional -(todo os lo daré si te arrodillas delante de mí y me adoras le dijo el diablo a Jesús).

Al Kremlin le han pisado un callo y protesta con razón. Pero estos ya están sacando el argumento de rusia cárcel de los pueblos. Los eslavos untermenschen. Fue una frase de Hitler que le costó muy cara y tuvo que tragársela con un tiro en la mandíbula en el bunker  Los norteamericanos han colocado un cíngulo atómico en torno a la antigua Unión soviética y pueden estrangularla a través de ese dogal con rampas de lanzamiento de misiles desde Polonia y Chequia. Se vive una crisis no solo de los valores cristianos sino de la propia verdad que ha sido sustituido por la propaganda. De tal manera que estos epígonos de don Mario – lo dijo Vargas punto y redondo y ¡qué bueno que viniste, perulero!- han hecho suyo el dictamen de Goebbels: una trola mil veces repetidas se convierte en un dogma de fe. ¡Genial el axioma! Las democracias occidentales le deben su ser al gran esfuerzo de Rusia el gigante silencioso- el mito de San Cristobalón hecho realidad con Jesús al hombro- que  carga con los pecados del mundo y se autoinmola en aras del progreso y el bienestar de las naciones. Rusia misteriosa y bella melancólica y transida por los cantos del atardecer. El país de la resurrección. Que de pronto cuando parece muerta y aniquilada alza otra vez la mirada y se yergue. Esa mirada erguida de Vladimiro Putin me recuerda algunas profecías que yo he estudiado en mi libro “Rusia el modelo de un enigma”.

 Tras la debacle de Gorbachov y la era Jeltsin el gran país se ha puesto de nuevo en planta, recuperó su orgullo de gran potencia y esto es lo que algunos no perdonan. Por eso es muy significativa el mensaje parenético de advertencia a los occidentales de este varón de dios y hombre de estado que es el patriarca Alexis II como un grito de advertencia desde Estrasburgo donde estuvo la silla curul de Carlomagno a Europa para que no haga el harakiri. Lo que están haciendo ustedes, señores, es un suicidio colectivo, una hecatombe, es el tenor del mensaje que ha venido a lanzar  el prelado.

 Dicho desde la autoridad de una iglesia que mantiene íntegros los legados de Bizancio. Los cristianos griegos no tuvieron inquisición. Se permite la libertad de con ciencia y la autocefalia de las iglesias nacionales pero eso sí respetando el canon litúrgico – la misa bizantina es anterior a la tridentina- y conservando los siete sacramentos. Los popes no suelen predicar largos sermones como los frailes de occidente. Las homilías suelen ser breves y evangélicas. Pero cantan muy bien. Recogen la tradición de los viejos padres de la Iglesia de Oriente y Occidente de que la fe ha de entrar por los ojos y los oídos no por la mente y por la razón pues es algo visceral y pasional que no se puede razonar.

 Es un credo, un estar en el mundo – rezan la mayor parte de sus oraciones en pies y en pie cantan el Oficio de la virgen o Akathistos aunque sus genuflexiones tocando el suelo con la frente son más profundas que las nuestras- no una religión o norma de vida como el judaísmo, el islam o algunos sectores del catolicismo ultra reaccionario. O del protestantismo crematístico y utilitario en las relaciones con la divinidad que enseña que sólo los  elegidos se salvan y son ricos, base del pensamiento puritano protestante. El Cristo Ortodoxo es total y su mensaje valedero para todos. Los buenos y los malos. Los creyentes y no creyentes.  Ricos y pobres. Guapos y feos. Negros, blancos y amarillos. Paz a los hombres de buena voluntad. No hay dogmas como en la iglesia latina. Sólo el del amor y el de la tradición. Nada que ver  con el Opus Dei ni con el nacional catolicismo de los obispos polacos, a lo que se ve. Creo entender que Su Beatitud Alexis II ha llegado a Paris como siervo de los siervos, cabeza visible  de una Tercera Roma en una hora en que está aconteciendo la dispersión propter metum Judeorum del Cenáculo. Arrimando un poco el hombro a su hermano en el episcopado el Papa Raztinger en sus dificultades y que el otro día se negó a recibir a Gondolezza Rice, todo un signo de los tiempos que corren.

 Cristo no ata sino que convoca e invita a portar la cruz, rompe las ligaduras del pecado pero no constriñe e impone. Porque es el eleuteros. El libertador del mundo. La presencia del metropolita en Estrasburgo y en Paris donde oficiará una gran liturgia en la catedral ortodoxa son para tenerlas en consideración aunque la prensa en este país  no haya dado una sola línea de esta noticia como dio de lado el encuentro que sostuvieron Zapatero y Putin. ¿Es esta pues vuestra libertad? ¿Sois verdaderamente libres señores copinos? Su encuentro con Benedicto XVI tiene una gran trascendencia en este momento en que el catolicismo latino pasa por una profunda crisis, un caos, diríase.

 Los hermanos separados vienen a echar una mano, en Moscú las iglesias están llenas lo que contrasta con las congregaciones menguantes en las grandes ciudades españolas donde se están cerrando iglesias y habilitando para otros menesteres incluso sacrílegos como ha ocurrido en Ibiza. Y son un bocado apetecible para las inmobiliarias trasnacionales. He ahí una serie de datos para la reflexión que decimos aunque nos acusen de renegados. Nunca renegaremos de nuestra fe. Mientras esto escribo por Internet un monje canta maitines en un lejano monasterio de los Urales por la Web de radio Blago  y salmodia los salmos de David en ruso. Que bella debe de ser su voz como hermosa su mirada. Gracias a un judío, el Guilermito Puertas, yo puedo tener tales delicadezas acariciando mi oído de escritor cristiano. No. No todo está perdido. Conviene tener esperanzas y lo dice el cabeza visible de una iglesia que ha sobrevivo a los estragos de la revolución de octubre a una terrible guerra mundial con más de treinta millones de muertos y a los años de la Urss, supuestamente ateos pero donde a pesar de todo el pueblo siguió mintiendo su vieja fe. Las iglesias se vaciaron allí y sólo venían a los cultos las viejas (babushkas) Y en Rusia más que en ningún otro país el evangelio está vivo. Benedictus Dominus deus Israel. Entono un Te deum con mi lejano chantre al que siento acometer en octava baja una antífona cerca de mi por el milagro de Internet. Es el maravilloso himno de la Querubinsjaya, un canto de comunión. Me siento todo eucarístico. Fides ex auditu.

 


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