2020-08-20

TERMINADA LA ULTIMA DE LAS CINCO CUARESMAS DE LA IGLESIA ORTODOXA CON LA GRAN FIESTA DE LA VIRGEN ASUNTA AL CIELO QUE ELLOS DENOMINAN LA DORMICIÓN SE ACABA EL VERANO. RUSIA TODA ELLA PERFUMADA POR EL OLOR A MANZANA (IABLOKI) HE AQUI EL SERMON DE UN FAMOSO STARETZ ARCHIMANDRITA MONJE QUE TIENE FAMA DE SANTOS ( tomado el articulo de Ptsavmir)

 

La palabra tiene un significado muy, muy grande en nuestra sociedad humana. Una persona puede morir con una palabra y traer el mayor mal y calamidad a la sociedad humana. Y con una palabra puedes resucitar a una persona y salvar ciudades y estados enteros. Sermón del Archimandrita Kirill (Pavlov) en el patio de Moscú de la Santísima Trinidad Sergio Lavra sobre cómo llevar a cabo el Ayuno de la Dormición.

Ustedes y yo, queridos hermanos y hermanas en Cristo, hemos entrado ahora en el campo de la Cuaresma de la Dormición.

Y aunque el Assumption Fast es un ayuno a corto plazo, es bastante estricto. Por lo tanto, estos días estamos obligados a prestar mucha atención a nosotros mismos y a nuestro comportamiento, a nuestras acciones. Especialmente en estos días, que quedan antes de la fiesta de la Asunción, debemos prestar atención a nuestro lenguaje.

No pecamos tanto y a menudo como con nuestro lenguaje intemperante. Por lo tanto, antes que nada, refrena a este caballo desenfrenado. Si lo derrotamos, nos abstenemos de hablar inútilmente, vencemos su terquedad, entonces derrotaremos todo nuestro cuerpo.

De las muchas virtudes del monje Sergio que conocemos, el autor de su vida habla de otra que atrajo especialmente el respeto de quienes lo escucharon. Estas son sus palabras y discursos mansos y conmovedores. Así, se narra que el monje tenía la costumbre todas las noches de patrullar las celdas de los hermanos y, con un ligero golpe en la ventana o puerta, recordar a los ociosos que hablan que hay una mejor ocupación para un monje: cómo pasar su tiempo libre. Y a la mañana siguiente, con cautela, sin denunciar directamente a los culpables, con sus discursos tranquilos y mansos, hizo que los culpables se arrepintieran sin molestias.

Gracias a su palabra mansa, el monje evocó buenos sentimientos desde lo más profundo de los corazones humanos y los atrajo hacia él. Por lo tanto, bajo la bendita influencia de sus palabras, el príncipe más severo de Ryazan, Oleg, no pudo resistir, por cuya reconciliación el monje llegó a Ryazan. Las palabras tranquilas y mansas del anciano suavizaron su corazón, e hizo las paces con el príncipe de Moscú Dimitri Donskoy. Por tanto, la palabra es muy significativa. La Palabra es el regalo de Dios que tenemos del Señor. Por tanto, debes tener mucho cuidado al respecto.

Nuestra palabra es la huella de la palabra de Dios. Dios tiene la Palabra y el hombre tiene la palabra. Con Dios, la Palabra es la imagen misma de Su ser, el Unigénito Hijo de Dios.

Para una persona, una palabra no es un sonido vacío, sino también una huella y una imagen de su espíritu. Si nuestras palabras unieran todo, veríamos nuestra propia imagen.

La Palabra es un don de Dios, con el que sólo una persona está dotada, lo que la diferencia de las demás criaturas de Dios. La palabra es conductora de nuestros sentimientos, deseos, pensamientos, alegría, tristeza. La palabra contiene la unión y la fuerza de la raza humana. Quita la palabra y todo será derrocado en la raza humana. Cuando el Señor quiso castigar el pensamiento orgulloso de los pueblos antiguos, con la intención de construir una torre al cielo, recurrió a un medio muy simple: mezcló sus idiomas y así destruyó su vano intento.

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Por lo tanto, la palabra tiene un significado muy, muy grande en nuestra sociedad humana. Una persona puede morir con una palabra y traer el mayor mal y calamidad a la sociedad humana. Y con una palabra puedes resucitar a una persona y salvar ciudades y estados enteros. Por cada palabra ociosa , dice el Salvador,  que la gente diga, darán respuesta en el día del juicio: porque por tus palabras serás justificado, y por tus palabras serás condenado  (Mat. 12: 36-37).

La Palabra nos ha sido dada para la edificación de nuestro prójimo, para mejorar, para la glorificación del nombre de Dios. Y no para que de nuestros labios salgan discursos podridos, ociosos, vanos, ofensivos. Por lo tanto, la extrema cautela y la moderación en las palabras en todo momento fue venerada no solo como una gran virtud cristiana, sino también como el mejor medio para mantener una vida pacífica y feliz en la sociedad humana.

Nuestra palabra hablada: nunca se desperdicia, no desaparece sin dejar rastro. No vuelve. Pero pasa a las mentes, corazones, bocas de otras personas y da lugar a numerosos sentimientos, deseos, acciones, hechos. Y, habiendo crecido hasta convertirse en un gran árbol con sus frutos, ciertamente se encontrará con nosotros en el Juicio Final de Dios.

Debes ser capaz de dominar tu idioma. Tenga abstinencia en el habla. Una palabra descontrolada e irreflexiva de una persona orgullosa puede causar irritación. Seducir a los débiles. La persona habladora puede llevar a la condena y la difamación. Una persona que es incontinente en su palabra, cuando está enojado, siempre derrama de su boca innumerables reproches, reproches contra las personas, incluso los cercanos, incluso los que son inocentes de todo. Una persona que no se restringe en su palabra, que se encuentra en problemas, derrama toda una corriente de murmullos y quejas contra todos y contra todo.

Por otro lado, el contentamiento derrama innumerables cantidades de jactancia, alabanza propia, justicia propia y exaltación. El apóstol Santiago dice: la  lengua es un miembro pequeño, pero hace mucho ... Está llena de veneno mortal. Con él bendecimos a Dios y al Padre, y con él maldecimos a las personas, creadas a imagen de Dios. De una misma boca salen bendición y maldición: esto no debe ser así, hermanos míos. ¿El agua dulce y amarga fluye del mismo agujero en el manantial?  (Santiago 3, 5, 8-12). Por lo tanto, debemos monitorear cuidadosamente lo que decimos.

Y de que estamos hablando. Nuestra palabra debe ser solo buena, solo para edificación, solo para glorificación del nombre de Dios. Precisamente para la edificación y edificación de la salvación espiritual del prójimo. En todo momento, la gente le ha prestado mucha atención. Y aunque la gente a veces soporta la charla ociosa por entretenimiento, aquellos que aman la charla ociosa pierden el respeto a los ojos de la gente. Y los sabios antiguos siempre, cuando aceptaban discípulos, no se apresuraban, sino que primero los probaban en un silencio prolongado y solo entonces los mantenían con ellos mismos. Estuvieron muy atentos a la selección, a la admisión de sus alumnos.

Una buena palabra siempre da frutos abundantes. La palabra maldad, podrido siempre tiene malas consecuencias.

La historia de la Iglesia conoce muchos de esos ejemplos: ejemplos de las desastrosas consecuencias de una mala palabra ociosa, y viceversa, ejemplos de la influencia benéfica de una palabra amable y mansa. Así, por ejemplo, no lejos del monasterio del monje Benedicto, que vivió en el siglo V, vivían dos mujeres en ayunas, vírgenes, que servían a Dios con el ayuno y la oración. Pero a pesar de estas hazañas suyas, tenían un inconveniente: no se abstuvieron en el lenguaje. Les encantaba reprochar y condenar a su prójimo.

El monje Benedicto XVI los reprendió repetidamente y los amenazó: "Los excomulgaré del sacramento si no se reforman". Pero nunca se corrigieron y en tal estado fueron encontrados muertos. Murieron. Fueron enterradas como mujeres en ayunas, libros de oraciones en el vestíbulo. Pero la gente piadosa vio durante la liturgia cuando el diácono proclamaba "a los catecúmenos, salid", se levantaban de las tumbas y salían de la iglesia. Esto fue informado al monje, y él con pesar trajo una oración y un sacrificio sin sangre para ellos, y solo después de esto cesaron estas visiones.

Aquí hay otro ejemplo de edificación reconfortante: la influencia benéfica de la palabra, que proviene de un corazón manso y piadoso, cuando una palabra amable humilla a los orgullosos y ablanda los corazones endurecidos. En los días del santo Papa León, los hunos, un pueblo salvaje y belicoso, liderado por el feroz Atila, conquistaron toda Europa. En el camino lo destruyeron, lo quemaron todo y sin piedad exterminaron a todo el pueblo. Habiendo destruido 500 ciudades en Europa, se acercaron a la capital del estado romano: Roma. Todo el pueblo estaba asustado y confundido, sin encontrar la fuerza para resistir a estas hordas.

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Solo un Papa León no tuvo miedo. Por orden del emperador, salió al encuentro del formidable conquistador Atila, llevando consigo no un arma militar, sino un arma de palabra mansa y amable. “Atila”, le dijo el Papa, “has conquistado el universo entero. Ahora te pedimos que te conquistas. No destruyas nuestra ciudad. Perdonanos. " Estas persuasivas y mansas palabras hicieron más que un ejército. Atila respondió: “Tus palabras tocaron mi corazón. No sé quién eres, hombre o ángel, pero Roma te debe la salvación solo a ti. Anciano, en un minuto, en pocas palabras, hiciste más que mis muchos guerreros. Admito que me has derrotado ". Aquí hay ejemplos de los efectos beneficiosos de una palabra amable y amable que proviene de un corazón piadoso.

Por eso, queridos, cuando sientan que su corazón está ultrajado por algún tipo de dolor, agitado, guarden su palabra y no entren en una pelea, sino que intenten apresurarse a aplacar su enojo con una palabra amable. Y harás más que fastidio y molestia. Abstenerse de la verbosidad es la mejor manera de evitar todos los males y problemas tanto en la vida familiar como en público. Al abstenernos de la ira, evitaremos muchas disputas, a menudo, quizás incluso disputas muy peligrosas y crueles, evitaremos la enemistad a largo plazo. Tan grande es el significado de una palabra amable y suave.

Cuenta cómo un ermitaño que vivía en el desierto, cuando unos ladrones se le acercaron para robarle y matarlo, lleno de amor, trajo una fuente y los invitó a lavarse los pies. Y, avergonzados por tal atención, amor, los ladrones se apartaron de sus intenciones maliciosas, y en general se arrepintieron después de eso, y se quedaron atrás de su robo y de sus malas acciones.

Aquí hay otro ejemplo de los efectos beneficiosos de una palabra amable, mansa y una mala palabra. Una vez, el monje Macario el Grande caminaba con su discípulo hacia la montaña Nitria. Envió al discípulo delante de él. Y cuando el discípulo caminaba, lo encontró un sacerdote pagano, que tenía prisa en alguna parte, llevando un tronco con él. Al verlo, este monje le gritó: "Demonio, ¿dónde tienes prisa?" El sacerdote enojado golpeó al monje de modo que apenas quedó con vida. Continuando su camino, el sacerdote se encuentra con San Macario. El monje, cuando lo vio, lo saludó de lejos: “¡Hola, trabajador! ¡Hola!"

El sacerdote, sorprendido por este saludo, le pregunta: "¿Por qué me saluda tan afectuosamente?" El reverendo dice: “Te veo trabajando y apresurándote a alguna parte. Por eso te saludé ". Y luego el sacerdote dijo: “Mi corazón estaba en paz con tu saludo. Veo que eres un gran siervo de Dios. Pero frente a ti estaba un hombre negro que me maldijo, lo golpeé ". Y le dice al monje: "No te dejaré hasta que me conviertas en monje". Luego fueron y, tomando el cuerpo del monje golpeado, lo llevaron a la iglesia.

Los hermanos, al ver que el monje caminaba con el sacerdote, se sorprendieron mucho. Pero después de un tiempo, este sacerdote adoptó la fe cristiana, luego tonsuró al monaquismo. Y muchos de los idólatras que lo veneraban, viendo que su sacerdote había adoptado la fe cristiana, abandonaron su maldad y adoptaron el cristianismo. Es en esta ocasión que uno de los monjes dice: “La palabra soberbia y mala y buena persona lo inclina al mal. Y la palabra humilde y bueno hace buena al malvado ".

Entonces, queridos hermanos y hermanas, recordando estos ejemplos, estas instrucciones, los días restantes del Ayuno de la Dormición, intentaremos pasar primero no en verbosidad, sino en abstenernos de cualquier discurso innecesario, recordando el proverbio popular: "Una palabra es plata y el silencio es oro". Debemos pasar estos días en tranquilidad, humildad, mansedumbre, indulgencia los unos hacia los otros, en amor. Este será el mejor sacrificio para la glorificación de la Madre de Dios, en cuyo honor la Santa Iglesia estableció este breve pero estricto Ayuno de la Dormición. Ayunemos con un ayuno agradable al Señor. El verdadero ayuno es la alienación del mal, la abstinencia de la lengua, la deposición de la ira, la excomunión de las concupiscencias  (1ª stichera los lunes de vísperas de la 1ª semana de la Gran Cuaresma). Aquí hay un ayuno verdadero y agradable que agrada al Señor.

Seremos amables unos con otros, atentos. No condenemos, calumniemos, calumniemos. Guardemos nuestros labios de toda podredumbre, recordando que la palabra es un don de Dios. Usemos nuestra palabra solo para la gloria del nombre de Dios y para la edificación y beneficio de nuestro prójimo. En esto, el Señor nuestro Dios Jesucristo, a quien la gloria y el honor es ahora y siempre, y por los siglos de los siglos, nos ayudará.

Archimandrita Kirill (Pavlov). Sermones. © Moscú patio de la Santísima Trinidad Sergio Lavra. 

tolstoi espejo del escepticismo ruso

 

LEO TOLSTOY—A MIRROR OF RUSSIAN DOUBT

It is well known that the decision of Holy Synod of the Russian Orthodox Church to exclude Lev Tolstoy from the Church was a decision that split Russian society. The great writer's magical personality, his inspired and tragic spiritual searches left no one indifferent to him. After all, both aspects were strikingly resonant with his era—one that brewed great trials for Russia.

Of course, the journalists could not pass up such a rich theme for polemics during the centennial commemoration of Leo Tolstoy's death. That is why the debate organized on November 23 by RIA Novosti (a Russian news agency) on the theme of Tolstoy went on for three hours. Present were press agents, representatives of Russian bohemian circles, amongst whom were the author's great-great granddaughter, Thecla Tolstaya, and Priest George Orekhanov, the author of two books that studied Leo Tolstoy's works from an unconventional angle.

A contemporary interpreter of Tolstoy's writings, theatrical producer Mikhail Ugarov, tried to set the tone of the discussion. He proclaimed, "Heresies aside, Tolstoy was a major religious thinker whose influence cannot be denied." In his opinion, the Church not only could not forgive Tolstoy, but it cannot repent of that fact. Against all expectation, this argument did not become a catalyst for sharp polemic. Many fans of Tolstoy's works agreed with the dean of the St. Tikhons Humanitarian University, Priest George Orekhanov. The latter related that, "To the attentive reader, several Tolstoys exist: in Chertkov's publication we see the accuser, the struggler against monarchy. Another Tolstoy is the doubter, the truth seeker, and that is the image which the modern reader has yet to rediscover."

It is widely believed that during the critical epoch of the late nineteenth, early twentieth centuries, the Russian intelligentsia quite readily abandoned Christ. In the words of the philosopher Khomyakov, "If freedom of religious confession were granted in Russia, there would be few Orthodox left—the aristocracy would fall for Catholicism, while the peasantry would become Old Believers." The ideologues of communism latched onto that polemical postulate, and speedily announced that faith has lived itself out. Of course, from these positions it is very easy to call Tolstoy the "mirror of the Russian revolution," especially after reading his later works. Nevertheless, only a rare soviet reader would have had access to, for example, Tolstoy's diaries, also written in his later years, but which reveal an entirely different personality in the great author. "The writer was continually plagued with doubts and spiritual searches every moment of his life. In the morning, for example, he could write down a thought, but by evening he would have found thousands of arguments against it. Emotional sleepiness and complacency were things utterly alien to him, while they are so often are a part of our own lives," Fr. George said.

The priest stated that a modern public could no longer be divided into two camps about whether or not Tolstoy left the Church. Unfortunately, the reason is that, "in this post-modern, post-Christian era, man has lost interest in religious problems. Those eternal questions the writer posed on the pages of his books, his spiritual searches, are precisely what could arouse the reader's soul. And that reader would seek answers to these questions in the Gospels and Church tradition."

All those who participated in the debate were unanimous on the point that study of Leo Tolstoy's great literary legacy should in no way be stricken from elementary and high school educational programs. The well-known journalist and Tolstoy's direct descendant, Thecla Tolstaya, emphasized that, "Many officials think that the writers' texts are too complicated for study at the elementary level." In her opinion, some modern schoolchildren are simply not in any condition even to acquaint themselves with these works due to the way they are presented—long "Tolstoyan" sentences are not assimilated by children raised on sms text messages.

Representatives of the Russian Orthodox Church see such a state of affairs as a direct threat to the nation's spirituality. "Where can the young person who does not read the Gospels or attend church services find out about the immortality of the soul? Practically the only source of such information could be the novel, War and Peace. Do you recall the episode where the Frenchmen wanted to shoot Pierre Bezukhov, when the hero asks himself the question: 'Could they really kill my immortal soul?' Upon reading this, a child could begin to ponder his own soul," Fr. George noted.

"The question of whether or not to read Tolstoy, who after the famous Synodal decision stated that he did not consider himself a member of the Orthodox Church, is a personal matter for every Orthodox Christian, but we must remember that even the severe critic of Tolstoyism, Righteous John of Kronstadt, considered Leo Tolstoy a great writer," the dean of St. Tikhon's emphasized. "This is the very tragedy for Orthodox Christians: that the great writer, one of the most famous Russians in the world at that time, ceased to be a member of Christ's Church," he added.

Priest George Orekhanov focused his attention upon the fact that the cultural and religious aspect of Tolstoy should be studied in both secular and religious institutions. In his words, a study of the writer's life and works could aide in understanding the amazing surge of religious seeking that was taking place in Russian society during the 1870's–80's, and which remains largely inexplicable to this day.

Tolstoy should be reopened not only by readers, but also by scholars. For too many years, his creative genius has been presented through the prism of ideology.[1]

Antonina Maga
Translated by Pravoslavie.ru/OrthoChristian.com

11/24/2010

[1]The author is referring to communist ideology, as she stated earlier; however, the same could be said of liberal ideology prevalent in the West, which lacks an understanding of the Orthodox Church that Tolstoy rejected. —PR/OC

LEYENDO Q DOSTOYEVSKY YO CATÓLICO DEC TODA LA VIDA ME CONVERTI A LOS CAMINOS DEL SEÑOR A TRAVÉS DE LA ESCRITURA DIACONAL QUE EL DULCE JESUS CRISTO DADOR DE VIDA Y ESPERANZA ME MARCÓ

 

OPTINA PUSTYN: SPIRITUAL RETREAT OF TOLSTOY AND DOSTOEVSKY

Source: Russia Beyond the Headlines

    

Located in the Kaluga Region just south of Moscow, Optina Pustyn is among the most venerated and beloved of Russian monasteries. Part of the appeal is its favored natural setting in a majestic pine forest overlooking the small Zhizdra River. Popular legend says that the name derives from Opta, a brigand who renounced his mayhem, accepted the monastic name of Makary and formed a forest hermitage in the late 14th century. “Pustyn" is related to the word for "wilderness" and is often used for small monastic communities in forests. In the 15th century, the retreat accepted both men and women who lived in separate areas, but were led by a common spiritual father. This practice was banned by the Russian Orthodox Church Council of 1503, and the Optina community was reconstituted for men only as the Holy Presentation Optina Pustyn Monastery. Tenuously surviving in the 16th and 17th centuries, the monastery was destitute by the early 18th century and briefly closed in the mid 1720s.

For centuries the monastery consisted of log structures. Work began in 1750 on a new main church dedicated to the Presentation of the Virgin, yet the monastery continued on the brink of destitution, exacerbated in 1764 by Catherine the Great's secularization of monastery holdings. By the end of the 18th century, however, the monastery and its attractive location gained the attention of a church hierarch, Platon, the Metropolitan of Moscow and Kaluga. His support led to a revival, including the construction in 1802-1806 of a large bell tower and flanking cloisters. Throughout the 19th century there followed other churches, chapels and monastery buildings, including a large refectory with imposing murals and ceiling paintings that have survived.

Of special significance was the monastery's hermitage, or skete (retreat), devoted to a more strict form of spiritual observance. Dedicated to John the Baptist, the skete at Optina Pustyn was established in 1821 at its own compound a short distance to the east of the main monastery walls. The center of the skete remains the Church of the Nativity John the Baptist, built in 1822. Surfaced with red plank siding, the attractive wooden structure is accented with a white neoclassical portico. Other buildings at the skete include small residences and a library housed in a graceful structure that served as a museum during the late Soviet period.

During the 19th century the hermitage became widely known for its sages who achieved the designation starets, or "elder". Although the concept of starchestvo was brought to the monastery by the church hierarchy in the 1820s, the starets designation came primarily through popular respect for certain monks who led an ascetic existence at the hermitage and in whom charisma merged with deep spiritual wisdom. The church venerates all 14 monks known as "starets" at Optina Pustyn.

The Optina Pustyn Monastery attracted all levels of society, including Russia's intellectual and artistic elite. Nikolai Gogol, Ivan Turgenev, Pyotr Tchaikovsky, the brothers Ivan and Konstantin Aksakov, Konstantin Leontiev – these are but a few of the major artists and thinkers who visited Optina Pustyn. But the monastery is best known for its encounters with Fedor Dostoevsky and Leo Tolstoy – encounters that in each case involved a severe personal crisis. The events leading to Dostoevsky's visit occurred during a particularly stressful time in his life. In Spring 1878, he had begun work on The Brothers Karamazov – his final, triumphant masterpiece. In mid-May, however, his beloved younger son, Alyosha, suddenly became ill and died from a seizure at the age of two years and nine months. Seeing her husband's unfading anguish, Anna Grigorevna Dostoevskaya turned to their friend, Vladimir Solovyov, himself a profound writer and mystic philosopher. She noted that Dostoevsky had long thought of going to Optina Pustyn, and the essential moment had come. Solovyov agreed to take Dostoevsky with him to the monastery in late June.

Dostoevsky hoped to arrive on June 24, which was the feastday of the Nativity of John the Baptist as well as the 40th day since the death of Alyosha. (The Orthodox church places special emphasis on remembering the deceased at that point.) They arrived, however, on the 25th, and Dostoevsky requested a memorial service (panikhida) for his son on the 26th. Dostoevsky remained at Optina Pustyn through the 27th, and during that time he sought consolation from the venerable starets Amvrosii (Ambrose), known for his compassion and penetrating intelligence. Dostoevsky subsequently conveyed these qualities in the figure of Father Zosima, the starets who appears in The Brothers Karamazov. Father Zosima's consolation of the woman who had lost her son (in the chapter "The Believing Women") likely derived from Dostoevky's encounters with starets Amvrosii – in particular, their private conversation at his modest cottage near the entrance to the skete. Anna Dostoevskaya noted that her husband returned from Optina Pustyn a different person, at peace and no longer crushed by grief. He resumed his work on The Brothers Karamazov with a new spiritual strength. Leo Tolstoy's encounters with Optina Pustyn were more frequent, but ultimately without spiritual resolution. After visits in 1877 and 1881, he returned for a meeting with starets Amvrosii in 1890, the year before Amvrosii’s death. The meeting was evidently tense and difficult for the elderly monk, who was wearied by Tolstoy's pride.

By this point Tolstoy had publicly broken with the Orthodox Church and had attacked basic tenets of Christian dogma. Nonetheless, he returned to Optina Pustyn in 1896 at the urging of his sister Maria, who in 1891 had entered the nearby Shamordino Convent. During that visit he met with starets Joseph, whose calm generosity of spirit brought a temporary measure of peace to his existence. But Tolstoy's turbulent spiritual quest would not be eased. His final existential crisis led him to flee his home in the early hours of October 28th, 1910. Accompanied by his physician, Dushan Makovitsky, Tolstoy arrived at Optina Pustyn toward the end of the day. During the difficult trip he asked frequently about the elders at Optina Pustyn. Despite his refusal to reconcile with the church, his anguish apparently led him to seek the wisdom and solace that they might provide. After spending the night at the monastery, Tolstoy approached the hermitage on the morning of the 29th. At this critical moment he was beset with doubt and the fear that he would not be received. Instead, he made his way to his sister Maria at the Shamordina Convent and even mused about staying nearby for a period of time. But the arrival of his daughter Alexandra (Sasha) on the 30th again roused him to flight. Together with Makovitsky, they made their way on the 31st to Astapovo Station, where Tolstoy died a week later. In a final turn of the tragedy, Tolstoy's retreat from the hermitage quickly became known at Optina Pustyn, which received the news with dismay. Starets Varsonofy journeyed to Astapovo but was not allowed in the presence of Tolstoy despite repeated requests. Tolstoy's closest associates had no interest in such a meeting. In the wake of the Bolshevik Revolution in 1917, Optina Pustyn was closed in January 1918. Dispersal, executions and exile ensued. During the Soviet period, most of the religious artwork was lost or destroyed. In 1931, the skete became a rest home, and the monastery housed various enterprises.

The darkest page in the monastery's history occurred in the fall of 1939, when some 5,000 captured Polish officers were sequestered there in what was called concentration camp Kozelsk-1. Walled monasteries were frequently used as prisons during this period. In 1940 this group was sent to Katyn and shot in a mass execution. Following a brief period as a military hospital, the monastery was used in 1944-1945 as an NKVD "filtration camp" for Soviet officers repatriated from German camps. In later years the territory served as an agricultural school. The Presentation Optina Pustyn Monastery was finally returned to the Orthodox Church in 1987 and services resumed in 1988. In 1990 the John the Baptist Skete was also returned to the monastery. Thus began a process of restoration whose results are so impressively visible today. Like the Solovetsky Monastery in the Russian North, which also witnessed tragic events during the Soviet era, Optina Pustyn has experienced a revival that each year attracts thousands of pilgrims and visitors.


dostoyevsky y los pecados de la creistiandad

 

DOSTOEVSKY AND THE SINS OF THE NATION

For many, the idea that we are somehow responsible for the sins of others, or can repent on their behalf is counter-intuitive and deeply troubling. It is distinctly non individualistic. However, it is a cornerstone of Orthodox devotion. Dostoevsky presented a very popular version of this teaching in the words of the fictitious character, the Elder Zosima, in his The Brothers Karamozov. The elder was modeled, many say, on the elders of Optina Pustyn. His teaching and story, contained in the novel, have the authentic sound of Holy Orthodoxy, and could be found nowhere else.

I offer an excerpt here from The Brothers Karamozov, that is the elder teaching. The translation is by Richard Pevear and Larissa Volokhonsky, whose work is without equal.

* * *

Feodor DostoevskyFeodor Dostoevsky
    

“Love one another, fathers,” the elder taught (as far as Alyosha could recall afterwards). “Love God’s people. For we are not holier than those in the world because we have come here and shut ourselves within these walls, but, on the contrary, anyone who comes here, by the very fact that he has come, already knows himself to be worse than all those who are in the world, worse than all on earth … And the longer a monk lives within his walls, the more keenly he must be aware of it. For otherwise he had no reason to come here.

“But when he knows that he is not only worse than all those in the world, but is also guilty before all people, on behalf of all and for all, for all human sins, the world’s and each person’s, only then will the goal of our unity be achieved. For you must know, my dear ones, that each of us is undoubtedly guilty on behalf of all and for all on earth, not only because of the common guilt of the world, but personally, each one of us, for all people and for each person on this earth.

“This knowledge is the crown of the monk’s path, and of every man’s path on earth. For monks are not a different sort of men, but only such as all men on earth ought also to be. Only then will our hearts be moved to a love that is infinite, universal, and that knows no satiety. Then each of us will be able to gain the whole world by love and wash away the world’s sins with his tears …

“Let each of you keep close company with his heart, let each of you confess to himself untiringly. Do not be afraid of your sin, even when you perceive it, provided you are repentant, but do not place conditions on God.

“Again I say, do not be proud. Do not be proud before the lowly, do not be proud before the great either. And do not hate those who reject you, disgrace you, revile you, and slander you. Do not hate atheists, teachers of evil, materialists, not even those among them who are wicked, nor those who are good, for many of them are good, especially in our time.

“Remember them thus in your prayers: ‘Save, Lord, those whom there is no one to pray for, save also those who do not want to pray to you.’ And add at once: ‘It is not in my pride that I pray for it, Lord, for I myself am more vile than all …’

“Love God’s people, do not let newcomers draw your flock away, for if in your laziness and disdainful pride, in your self-interest most of all, you fall asleep, they will come from all sides and lead your flock away. Teach the Gospel to the people untiringly … Do not engage in usury … Do not love silver and gold, do not keep it … Believe, and hold fast to the banner. Raise it high …”

tumba de dostoyevsky en petersburgo

DOSTOYEVSKY’S TOMBSTONE REPAIRED IN ST. PETERSBURG

St. Petersburg, August 20, 2020

mitropolia.spb.rumitropolia.spb.ru    

The tombstone of the world-famous Russian author Feodor Dostoyevsky at the St. Alexander Nevsky Lavra in St. Petersburg has undergone a thorough restoration, in time for next year’s celebration of the 200th anniversary of his birth.

His grave is located in the Necropolis of the Masters of the Arts just outside the Lavra walls.

Work on the tombstone began in the spring of this year. In all, the cast-iron fence was restored, lost pieces of the tombstone were replaced, the foundation was strengthened, the granite part of the monument was cleaned and polished, and the bronze bust of Dostoyevsky was washed and treated with a protective compound, reports the St. Petersburg Metropolis.

The inscriptions were also updated with gold paint, including Dostoyevsky’s favorite Gospel verse: Verily, verily, I say unto you, Except a corn of wheat fall into the ground and die, it abideth alone: but if it die, it bringeth forth much fruit (Jn. 12:24).

The consecration of the newly-restored tomb is expected to take place in November this year on the great author’s birthday, and the 200th anniversary of his birth will be officially celebrated on a state-level next year.

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8/20/2020

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El símbolo incondicional de este año es la máscara. Ni coronavirus, ni fronteras cerradas, ni cuarentena. Incluso el miedo a la muerte o el miedo a la infección no se pueden comparar con la escala de agresión mutua causada por la máscara médica más común.

“No se atenderá a los clientes sin máscaras”, dice el anuncio en la tienda. En fila, casi todos sin máscaras.

- ¿Dónde está tu máscara? - pregunta el vendedor.

El cliente hurga en la bolsa durante mucho tiempo y finalmente la encuentra.

"Aquí", sostiene la máscara en la mano.

El vendedor asiente y le sirve.

- ¿Tienes mascarilla? Ella le pregunta al próximo cliente.

"Sí", asiente.

Le toman la palabra y ni siquiera piden mostrárselo.

“Lo olvidé”, dice el tercer cliente, y simplemente se tapa la boca con el suéter.

El cuarto de la máscara. Es cierto que cuelga de la barbilla.

Uno solo tiene que hacer una observación, ya que vuela de todas direcciones:

- ¡No hay nada sobre máscaras en la Constitución!

- ¡No voy a usar bozal! ¡No soy un esclavo ni un ganado!

- ¡El poder no puede obligarme a hacer lo que no quiero!

- ¡Esto es arbitrariedad policial! Soy una persona libre!

Y como si no estuvieras en una tienda, sino en una reunión de luchadores desesperados y amantes de la libertad por los derechos humanos. Y si insistes, también te lo meterás en la cara, y la máscara no te salvará.

Tal vez sea una falta de respeto a las leyes que los rusos perciben solo como prohibiciones desagradables y restricciones molestas diseñadas para arruinar sus vidas. ¿O no hay tantas oportunidades en Rusia para expresar su posición?

Es peligroso regañar a las autoridades, pero puedes deleitarte con las máscaras.

¿O es individualismo? En cualquier caso, así están tratando de explicarlo los sociólogos estadounidenses, que quedaron algo aturdidos por las manifestaciones masivas antimáscaras en un país con una de las tasas de mortalidad más altas por coronavirus.

¿Quizás también estamos ante una falsa oposición Estado-no Estado?

Algunos se sorprenden: "¿Cómo se puede soñar con una Rusia libre y al mismo tiempo hacer que todos usen máscaras?" Pero si la hermosa Rusia del futuro no va a cumplir con las leyes, entonces, ¿en qué se diferenciará de la Rusia actual?

Muchos también declaran: “No somos niños, para que el gobierno nos diga qué hacer”. Es como si el gobierno no nos lo dijera cada minuto, empezando por las reglas de tráfico. En realidad, el gobierno también cerró el país por irse, pero por alguna razón en ninguna parte hay un traspaso masivo de fronteras con gritos: "¡Esto no está escrito en la Constitución!"

Suele citarse a Suecia como ejemplo, que no introdujo ni la cuarentena ni el "régimen de máscaras". Pero para que sea como en Suecia, probablemente debamos ser un poco suecos nosotros mismos. Respetando la ley y siguiendo las recomendaciones sin instrucciones de arriba. Si alguien rompe las reglas, definitivamente será retirado. Todos: amigos, personal del establecimiento, transeúntes.

En Moscú, fui con un amigo a un bar. Para mantener a los visitantes a distancia unos de otros, hubo anuncios en algunas de las mesas de que no deberían ocuparlas. Naturalmente, la velada la pasó discutiendo con los que se sentaron a la mesa con el anuncio del "coronavirus" (aunque había muchos asientos).

Cuando se les pidió que cambiaran de asiento, me torcieron el dedo en la sien, me llamaron loco o simplemente se negaron a cambiarme. Es un milagro que no me hayan golpeado. Todavía estamos lejos de Suecia.

Por cierto, sobre Suecia ... La agresión mutua, que aco