HASTA SAN ANTÓN PASCUAS SON
Vamos subiendo la cuesta de enero. Hasta san Antón pascuas son. Misa en San Mauro. Cantan en gregoriano. De bote en bote pero todos viejos. El pueblo no se sabe el credo ni canta el paternóster pero el preste entona la epiclesis o consagración en el octavo tono. Me alegra porque he venido propugnando esta formula de consagración cantada según se hacía en el antañón rito visigótico y es de rúbrica en el eslavónico. Los vaticanos me han hecho caso pero esta misa nada tiene que ver con la de Trento. Dieron vuelta a los altares y las cosas andan del revés y tan al revés que un periódico recomienda a los jóvenes españoles que emigren mientras esto se llena de forastero. En el autobús iban charlando en guaraní tres mucamas que salen del turno de noche. Una llevaba en la mano una taza de mate como un almirez.
-¿Es coñac lo que beben en ese brebaje?
-No, señor. Es mate. Nosotros somos paraguayas. Llevamos acá seis años.
-Ah.
Hace cinco años la población autóctona con respecto a la inmigrante andaba por el cincuenta por ciento.
Hoy puede llegar al 70 por ciento. La jerarquía celebra el Día del emigrante. Creo que se equivocan los obispos al interferir en lo temporal. Cristo dijo no se puede quitar el perro a los hijos para dárselo a los perros. Para algunos clérigos el concepto del prójimo no es el vecino ni el que está más próximo sino el que reside en las chimbambas y le abra la puerta para que venga.
Los curas se convierten de esta manera en lacayos del poder oculto y convierten a la iglesia en una cueva de ladrones. En una oenejé. Lo denuncio en mi novela “El Seminario vacío”. Este planteamiento reviste cabos de apostasía y es uno de los flecos de los pecados de la iglesia.
La eucaristía en San Mauro no es más que un episodio que acaso precluya el canto del cisne. Dentro de cuarenta años todo este tinglado habrá desaparecido por mor de la teología de los Campos. A la salida paseo hasta Sol y en mi barzoneo étnico llego hasta la calle de la Magdalena donde trabajé en otros tiempos.
El barrio castizo de Lavapiés agrupa a una numerosa población china. Hasta la estatua de Fray Gabriel Téllez en Tirso de Molina se muere de frío y entiende el mandarín. Un par de palomos se cortejan puestas las patitas en el papahigo del mercedario. Pronto estallará la primavera.
Torno por la calle del León donde me saludan los cantos de un borracho ilustre en una taberna cerca de la carrera de San Jerónimo:
¿Pa que quieren leones a la puerta del congreso
Si para devorar a España basta con los que están dentro?
Digo yo si estarán hablando de Bono el Ojos Saltones.
Los niños y los beodos esos temulentos con la voz rajada que formaban parte de una España inmortal y profunda que ahoga sus penas en cantares por si sirve de algo en su desesperación dicen la verdad. Este que canta en un figón de la calle Echegaray no dice una verdad. Plantea un dogma. Esos señores diputados cobran sus buenos sueldos. El nuevo presidente del gobierno no da paz a la mano en sus nombramientos. Ha hecho subsecretarios y ministros a toda la peña y luego parla de recortes, subidas de impuestos, apreturas de la cincha a los de abajo mientras los de arriba, los políticos se suben los sueldos y hasta están pluriempleados como doña Loli nada menos que tres cargos y por ahí asoma ese don Guindos que parece caído de un guindo.
Y esa doña vicetodo a la que llaman la novia de Tarzán y el hombre lobo pero que en realidad ha entrado en este país en plan acaparador como la novia de Reverte que no se pinta la cara se lava con agua clara y esa perchelera la ex ministra de sanidad todas devengan todas ponen como las gallinas unas huevos y otras cuernos a España y a su regimiento y esa doña Fátima dándose el pico con los gremios que también estan instalados.
Mañana seis millones de parados pero a Zarkossy le van a imponer el toisón de honor y la cruz de san Hermenegildo que no le servirá para nada al franchute pues es judío.
Aquí por lo que parece lo importante es la economía. Los sueldos. Tiempos de escasez se avecinan mientras los plutócratas hacen caja ahora que se largó a su chalé de mil metros cuadrados el de la Ceja.
El borracho sigue su melopea entonando a voz en grito por la calle del Turco donde mataron a Prim. Iba solo en su coche con la Guardia Civil. Cuatro tiros le dieron en metá el corazón. Cuatro tiros a boca de cañón y esponja en su entonación virulenta y desolada otra advertencia a los españoles de hoy:
Cáseme con un viejo por la moneda
La moneda se acaba y el viejo queda.
Es lo que le va a pasar a Rajoy un obseso del debe y el habe. No todo en la vida es cajaduría, señor premier. Aplíquese el cuento. La vida por el euro. Todo por la patria rótulo de los cuarteles de mi vida ha sido apeado al “todo por la moneda”. Y la moneda se acaba y el viejo queda… Voraz capitalismo. Derechas vendepatrias y trinconas. Rajoy va a ser un ZP bis. Uno fue la crisis y el otro será el hambre. Se junta la gazuza con las ganas de comer.
Los Kyries en san Mauro me han dejado el alma seca. Dios se apiade de mi pobre país. ¿Se estará cerrando el círculo?
Busco a mi catavinos particular que ya habla con las farolas pregonando su báquico evangelio y no lo encuentro y mira que voy alumbrando por los chigres con el candil de Diógenes llamándole a voces; mas, ni por esas.
Debe de ser un trasgo entre la niebla. Acaso una prolongación de mí mismo. Póngame un sol y sombra, joven. Bip. Y ahora un orujo. Doble. Bip. Me da el hipo. Al fin el que estoy bolisas soy yo mismo. No hay remedio. Pues litro y medio. Dios perdonará. Perdonará eternamente a los borrachos. Lo leí en una novela rusa.
Es mi forma de homenajear a san Antonio Abad abogado de los animales con pezuña. Creo que es el onomástico del alcalde y del obispo de Segovia. Habría que felicitarlos a ver si se estiran pero esos dos no pagan ni una ronda. Menudos son. Tan tacaños y de Segovia la patria del Domine Cabra. Empinemos el codo y no te olvides del Vitito EL DE TUREGANO que vaya un pión. ERA EL QUE VIVÍA EN EN LA CALLE SAN ANTON pero a ese no le ponen las gallinas, tiene los niales hechos una mierda.
-Oremus.
-Sanguis Christi.
-Dos meses que no te veo.
-Laus tibi deo.
-Ahoguemos en el vaso nuestras penas tristes.
-Laus tibi, Christe
-Libemos.
-¿Otra copita, don Ejusmodi?
-¿No será mucho?
-Que ha de hacer. A Vuesa merced le cabe hasta una azumbre.
Sigamos pues recorriendo estaciones y visitando monumentos y encomendándonos a san Antón la gallina pon. Por las escalinatas de San Mauro bajan dos vejetes saliendo de misa de doce.