GONZALO FERNANDEZ DE OVIEDO
Estuve por las Asturias. Fui a Grao perro a Salas el pueblo del Inquisidor Valdés no me decidí. Ahora resulta que, según la última historiografía que manipula nuestra historia y nuestros cronicones (esto lo llaman los ingleses el triggering fiddling) esta obsesión por la pureza de sangre, esas ejecutorias de hidalguía tiene su origen en una obsesión judía. Lo que derriba por tierra el mito de los reyes godos, la eugenesia y todo lo demás Todos quieren ser de la mejor tribu y alegan documentos genealógicos que les emparentan con el rey David. Muchos inquisidores – no lo sabían y si lo sabían mucho se recataron de advertirlo- tuvieron por abuelo al Rey Salomón y si eran un poco zahareños por la rama de una de sus novecientas mujeres más exóticas, la Reina de Saba que era nubia y negra como Nefertiris. ¡tocate las narices con el castrapuercas!
De las Asturias de Oviedo llega este “gato” rampante. Uno de los mayores cronistas del reinado de los Reyes Católicos y de las Indias, la Castilla de Oro. ¿Godo o ascendencia conversa que siempre cela? Estuvo en el equipo del Inquisidor general Diego de Deza. Oriundo de una alquería orilla de Grado, San Miguel de los Bascones, del linaje de los Valdés “muy antigua y noble casa y mayorazgo e de las principales de aquel principado” madrileño de nacimiento (1478), su obra casi inédita la conocemos a través de Amador de los Ríos. Azarosa vida la del que tuvo su casa solariega en Blorondes. Pasó su juventud en Roma donde parece se hizo erasmista al contrastar la maleficencia del clero y la vida disipada de la curia pontifical. Borgias. Altares y espadas. Buscó la vida grata de la corte y la pecunia en las Indias. Su vida fue un ir y venir en dilatado tornaviaje.
Y un combate cosa que se transparenta en su obra grande batallas y quincuagenas al igual que en su novela de caballerías Claribalte en que imita al Amadís de Gaula. Conquista de Tunez y rasgueo cursivo y compulsivo. Un caballero andante que no paró de luchar y escribir. Reyes de armas. Estudios en Salamanca. Compone hasta un breviario de manera que es obra culta y bienaventurada que dedica a la infanta Isabel la primogénita de los Reyes Católicos. Se llama la “crianza y buena doctrina” y se lo dedica a la princesa con motivo de su matrimonio con el heredero de Portugal.
Otra obra “Vergel de Nobles” que dedica al Gran Capitán. Escribe de todo lo escribible en aquel tiempo: centones, semblanzas, solares y castas, parentelas, choques, viajes, descubrimientos.
Alienta en él el gran espíritu renacentista del sebastianismo de Pedro Mártir de Angleira. Visto lo antecedente, se deduce que esta época del primer tranco del XVI fue para España su época más gloriosa por más que el vivir fuese inseguro, las mujeres muriesen de sobreparto – Gonzalo tuvo tres esposas- y los que alcanzaban los cuarenta se podían dar con un canto en los dientes porque habían alcanzado la edad provecta.
El hambre, la peste, las guerras diezmaban la población. Al socaire de estas mermas se podían hacer bastante consideraciones sobre las coplas, verbigracia, de Pedro Manriqe. La vida es corta, intensa y feliz, se busca la honra y la gloria, el elixir de las eterna juventud en las fuentes de El Dorado.
Fernandez de Oviedo es el prócer de toda la heráldica campos de gules y barras siniestras tiempo de mecenas y de cortesías. El siglo xvi representa el triunfo del amor galante pues nunca debe de haberse amado tanto como en esta época. Lo gracioso lo copulativo y los prodigios, el amor lunfardo y el platónico en un mismo saco. Definiciones églogas frases de fortuna a ver quien da más. Búsqueda de la perfección moral y de la casta de los fijosdalgo. Adolece su prosa de incursiones moralizantes y catequistas. La gente escribía mucho entonces. Dos mil folios es la `roducciçpm global de este escritor madrileño. Mucha pompa tal vez pero en el fárrago se encuentra uno con la esmeralda que brilla contundente y definitiva. En términos rotularios que son el no va más de la congruencia y de la sonoridad.
Tal vez fuera un heterodoxo. Quizás se trate de una joya en la cual se encuentra al erudito estudioso en busca de pesquisas. No va más pero enterrar este mundo como pretenden algunos totalitarios – estoy viendo patinar moscas sobre la calva de Manolo Vicent que no es casposo ya porque ya mondo y lirondo perdió toda su pilosidad capila; aunque el diente el crezca más venenoso cada vez está calvo más que una seta- que en este mundo del periodismo y del poder han sido, fueron y a lo mejor no serán pero que ahora reptan.
Mal conocen la libertad y menos el temple de la historia nuestra. Totalizadores, demoledres, ignaros. Desprecian lo que no saben ni jamás podrán comprender.
Hay un modo hispánico de ver las cosas en disidencia y heterodoxia frente a Roma y eso arranca de Erasmo. Oviedo era un erasmista, un reformador que invoca las reglas de la caballería para conquistar el mundo y establecer la paz universal. Ahí está su “Claribalte”- del que se burla Cervanrtes con denuedo— para demostrarlo.
Hay que tronar y fustigar contra los malandrines de la mente pero compadecer y perdonar a los pobres diablos de la carne. En su obra existe humor típicamente asturiano y retranca galaica, pero en sus humoradas salva siempre a la Reina Nuestra Señora de la que había murmuraciones en la corte por su afición a casamentera.
Y esa en verdad fue uno de los pocos defectos de doña Isabel.
Releer a Fernández de Oviedo es una balada del temps jadis que refresca nuestra nostalgia de ancianos a los que no sabemos lo que nos queda por vivir.
Buen caballero andante, saber tañer y se conduce con fasto en el vestir buen cabalgar y buen arnés una cierta parquedad en la mesa, estoicismo ante las adversas veleidades de Fortuna y sobre todo el cultivo del espíritu. En fin toda esa rancia elegancia tan española. Ganar o perder no está en nuestra mano pero sí guardar la honra y creer por aquellos nobles ideales por los que se combate.
Eso sí estamos ante un tiempo estamental pero tanto el noble como el plebeyo sabían ocupar su lugar y estas preseas son sello de una cierta grandeza sintomática. Es por ello que se produce la sublevación comunera. La nobleza y el pueblo llano ve mermadas sus competencias, cercenadas sus posibilidades, una trifulca en la que se encierran también cuestiones de dinero como siempre pues todo iba a parar al mismo sitio. Cargar en Castilla para descargar en Flandes.
Yo me pregunto si no seré anacrónico al sumergirme en el océano de la prosa del que fuera famoso alcaide de Madrid y enfrentarme a uno de los grandes misterios de nuestra historia: el linaje, lasa castas. La honra la da la virtud y el esfuerzo que conduce al trabajo liberador decían unos mientras para otros es cuestión de glóbulos rojos y de casas solariegas.
En esas estamos siempre. He aquí una de las claves del enigma. Un mundo turbio en el que pululan advenedizos y heráldica comprada a tocateja (de ahí vienen el término “frescales” puesto que había nobles fr linaje escaso que se contraponían a los pasos honrosos, los hechos de armas, los fecho míticos y andanzas de pelear contra el moro de don Suero de Quiñones o de Lanzarote del Lago. Españoles de primera y segunda fila. Funcionarios de carrera que siempre mirará como apestados a los laborales que no traen oposiciones ganadas. Meritorios, caras, frescales, gente que trepa por la cucaña. Paradójicamente a esta brega sin cuartel se ha unido todo el lumpen que está llegando de Hispanoamérica, de África y Oceanía. !Uy Dios! Ellos van a deshacer la trifulca acabando con el nudo gordiano. De ahora en adelante todos iguales. No habrá privilegios ni castas. De ahora en adelante, todos cabo primera. Todos iguales y a a gatear como se pueda por lo cucaña. Todo un pueblo ha decidido inmolarse, jugar a la ruleta rusa de espaldas a su propia historia, esa maravilla que por desgracia la mayoría de los españoles desconocen. Reino dividido perecerá.
Revisado
Tuesday, November 23, 2021