UNA VISITA A LA NASA
Es visita a la NASA pero queda mejor así. Una visita a los campos de lanzamiento de la NASA no es como una visita a los campos de exterminio. Paisaje seco de marjales y lagofitos que apuntan a las estrellas. Hay muchas charcas pero no se escucha cantar a las ranas. Lacustre panorama. Calor intenso y cielos de panza de burro.
España colabora en las próximas exploraciones del cosmos. Ahora se cosechan los frutos de los viajes lunares. Todos los conocimientos obtenidos fueron aplicados en la mejora de la cirugía cardiovascular y la electrónica y al desarrollo de las comunicaciones. Esta en proyecto el lanzamiento de un laboratorio espacial el Spacelab. En 1984 los científicos Usa colocarán en el espacio un gran observatorio astronómico. (Lo consiguieron, pero el suflé no sube dos veces, tuvo algunos fracasos y toda una tripulación de la aeronave duerme el sueño de los justos patrullando en circunvoluciones infinitas el camino de la nada, si no se han desintegrado ya). Con ese telescopio se podrán tener al alcance las intimidades tentadoras del cosmos. En proyecto sigue mandar expediciones a sirio y a otras constelaciones situadas a 50 años luz. Alla puede haber vida. Antonio Parra Galindo enviado especial y cámara en ristre fue a ver cómo era aquello. Y ahora escribe esta crónica retrospectiva treinta años más tarde. Una de las fotos muestra al autor del reportaje ante el Spacelab con una bandera española.
BASE DE LA TRANQUILIDAD: Huntsville (Alabama) Del corresponsal de Pyresa Antonio Parra.-
No faltará quien al llegar por vez primera a la base de la NASA en Huntsville bautizada con el nombre de un plano del mapa lunar en recuerdo de uno de los viajes Apolo con el que por primera vez el hombre entró en la luna y murmure un poco para el cuello de su camisa “estos señores se creen que se le pueden poner un portal en el campo”. Aquí están colocados como exvotos de una gran proeza los instrumentos de contacto entre la tierra y la luna. Desde el cepillo de dientes hasta el papel higiénico que utilizaba Armstrong [que no era ni suave ni perfumado] pasando por los admirables trebejos de medición y transporte para un viaje interplanetario de ese jaez, explorando cielos que están a muchas atmósferas de la nuestra.
No, la Nasa no ha muerto a pesar de lo poco que se hable actualmente della. En Huntsville, Alabama, los tres mil y pico científicos que trabajan en este gran complejo donde se preparan las próximas odiseas más allá del sistema solar lo hacen con el mismo fervor que durante la década de los sesenta. Lo que ocurre es que su función es mucho menos espectacular que por aquellos días. Hay que atacar cabos. Ahora la labor es más anodina. Se va a cencerros tapados pero la nave espacial no ha perdido el rumbo. Hemos empezado a recoger la cosecha de lo que se sembrara a la sazón. En demérito de estos bizarros pioneros de la primera conquista espacial hoy los aguafiestas de turno comentan que aquello fue un derroche. Alto ahí. Gracias a ese esfuerzo económico y sacrificios a cargo del contribuyente hoy es posible un adelante científico particularmente en medicina. Ha surgido la nueva ciencia aplicada del espacio que redunda en bien del progreso humano que avanza en la cirugía en fuentes de energía, comunicación, mineralogía, y especialmente en la electrónica. El marcapasos, la silla automática para tullidos y las unidades de cuidados intensivos UVIS hospitalarias son un exponente de esos conocimientos adquiridos con los viajes a la luna. El cosmos nos llama y nos invita. Salgamos un poco de nuestro cascarón y abandonemos la pequeña política para echarnos en brazo de la ciencia como nodriza del progreso. Otra idea es que el espacio es de todos y que ha de fomentar la solidaridad fruto del prorrateo y del esfuerzo en común. España forma parte de RESA para el laboratorio Spacelab cuyo lanzamiento está previsto para la primavera de 1979 (que joven éramos entonces) coincidiendo con las pruebas primeras del Enterprise y del cual hablamos ya en un anterior reportaje. El Spacelab orbitaría con un laboratorio astronómico gigante a cuestas. Se cree que beneficiara a los meteorólogos. Asi fue. España contribuye con el 2.8 por ciento del presupuesto. Será una aventura que sólo tuvo jalones semejantes con Ptolomeo y con Copernico. Esta nave no ira tripulada. Nos llevaron por las instalaciones cinco kilómetros y allí estaba enlatada la voz del Hermida; sí lo han logrado es cierto estas son las primeras imágenes del hombre en la luna. Las rampas de lanzamiento del Apolo no fueron desarboladas, continúan ahí tal cual. Con una altura de ochenta metros. Algunos de estos mastodontes empiezan a acusar la labor de la erosión. Los elementos no perdonan. ¿Cuándo saldrá la próxima nave espacial? Los técnicos nos contestan con evasivas. Se ha gastado mucho para poco fruto y hubo que echar la galga al proyecto pero calentamos motores de todas suertes. No cabe el paso atrás en esta carrera de las estrellas. Y hablando de motores nos llevan al grupo de periodistas que hemos venido a estas instalaciones enormes casi como media provincia de Segovia y en estas turné nos familiriazamos in situ con un mundo que habíamos localizado ya por la televisión. Aquí en Houston el eco de la voz impostada de Jesús Hermida parece que sigue resonando. Por la trasera incandescentes a los que vimos ascender el vuelo pasmados entre nubes gaseosas y gran octanaje estaban los tubos de ensayo de nuevas fuerzas motrices que conducirán al genero humano a posteriores fronteras y yo las he visto. Esta nueva era comenzó el 4 de octubre de 1957 fecha en la cual los sabios rusos colocan más allá de la estratosfera el primer sputnik. Los soviéticos iniciaron la carrera pero luego los yanquis sacaron ventaja al conseguir el alunizaje de la nave saturno. El fallecimiento el año pasado de Werner Von Brown puede haber significado un frenazo y aparente desgana que se observa en el horizonte tejano. El espacio es una inversión a largo plazo y aquí de lo que se trata es el dinero rápido el quick money. Pese a este parón se rueda la película entre bastidores silencio y los científicos dicen que no hubo solución de continuidad. Unívocamente un giro en las ideas y en los esfuerzos. Los grandes avances técnicos en el espacio datan de los cuarenta. Todo empezó con el proyecto de Almagordo. Hicieron la bomba atómica, nos metieron el miedo en el cuerpo, pero de paso y por aquello que decía don Hilarión de que las ciencias avanzan una barbaridad todo ha subido de puntos muchos azimuts y al mundo no lo conoce ni la madre que lo parió. Para mí fue un privelgio esta visita a los campos del futuro y escuchó la voz de aquel locutor catalán la bola entré... entró y a Hermida siempre tan pichi y hecho un sartorio. Lo consiguió. Lo consiguió. Macenroe y Armstrong para el caso es lo mismo. Ponerle puertas al campo. Colocar nuestros sueños en los cuernos de la luna. A lo largo de cuarenta años y hemos sido todos un poco testigos la humanidad ha pegado un salto de muchos dígitos. Yo he manejado el bieldo y el trillo y ahora tecleo en un PC. La fecha del 4 de octubre – se van a cumplir por tanto cincuenta años- de 1957 es mágica. Constituye un jalón de cara al futuro. Y esto se dispara. Los alcances en los campos de la electrónica son para quitar el hipo. Contener la respiración. Viviendo en este mundo es fácil perder comba y es lo que les está pasando a muchos españoles. En unos lustros nos hemos saltado a la torera la ley de la gravedad. En el Salk Institute un físico nos decía no se hacen Vds a la idea de lo que significa eso. La ciencia del Espacio está en mantillas. Tambien se conoce algo más que hace unos años sobre los campos magnéticos, la radiación solar, etc. Donde no hay atmósfera la temperatura sube durante el día a 250 grados y desciende hasta 500 bajo cero durante la noche. Todo ese calor si pudiera plataformarse hacia la tierra a través de las microondas podría resolver el problema energético del mundo durante décadas. No harían falta generadores eólicos como esa que han puesto en mi pueblo y han roto el paisaje de la Sierra Asturiana del viento adiós mis brañas que atruena. Ni tampoco centrales nucleares ni estaciones térmicas. Bastaría con acercar a la tierra la fuerza lumínica del astro rey y estaríamos listos. Contaríamos con una fuente de energía inagotable y aséptica.
Los próximos viajes al cosmos nos decían tendrán un tenor más utilitario que hasta ahora en que se han gastado chorros de dinero (para esto de los presupuestos los norteamericanos son gente que se los piensa bastante). Se trata de indagar las fuerzas que operan en el universo por mor de la ciencia y del progreso. Allá al otro lado de barandillas y de cornisas celestes, nos aguardan otras constelaciones como Sirio o la galaxia Barnard, la ADELPHA Centauro recién descubiertas y a las que pretenden los soñadores de la Nasa llegar en naves tripuladas mediante un sistema de propulsión más rápido que el empleado ahora en la propulsión a chorro de la cohetería al uso a una velocidades mareantes de 50.000 kilómetros por minutos, diez veces la de la luz. Asi y todas esas naves tardarían en llegar a su destino cincuenta años. Los pasajeros y los tripulantes habrían muerto pero, alto ahí, una de las características de la perdida gravedad es la longevidad. Si se consigue desarrollar ese esquema habríamos dado con el manantial de la eterna juventud.
Nuestro sistema solar no es más que micra en ese universo estrellado que se asoma a nuestros ventanales en las noches de agosto. ¿Hay seres vivos fuera de nuestro planeta que en la galaxia solar igual que España en la geografía por su génesis tectonico y su tempero, pese a sus gentes ignorantes e envidiosas goza de un lugar de privilegio? Buena pregunta. Lo más probable es que sí. Que haya antípodas nuestros pero que no han sido descubiertos. Verdaderamente ¡que grande es Dios y cuan pequeñito es el hombre¡
Así terminaba yo mi crónica y, me sentí un periodista muy afortunado por haber tomado contacto con aquel mundo en vanguardia. Lo peor, luego al regresar, las eternas envidias de retaguardia. Esta crónica la escribí el 13 de agosto de 1977 cuando el Enterprise hizo sin novedad su vuelo espacial. Fue un ensayo para el lanzamiento oficial que ocurriría en 1979. Era un jumbo 747 adaptado que voló a una altura de 18.000 metros. El problema fueron las tejas que recubrían como un coselete térmico para aguantar las oscilaciones de temperatura de 250 pòsitivos a 500 bajo cero. Recuerdo que cuando fuimos a visitar la nave me llamaron la atención aquellas losetas de cerámica que me recordaban a las que cubrían los tejados de muchas viviendas españolas. Las toqué y estaba tocando el tendón de Aquiles de Shuttle. En uno de los vuelos se desprendió una de estas tejas y toda la nave entró en combustión sideral a 17.000 millas por hora. Los cambios de temperatura y la incandescencia del frotamiento determinaron que el fuselaje se transformara en una enorme bola de fuego. Cada lanzamiento costaba un ojo de la cara. Veinte millones de dólares de presupuesto. La NASA volvería por donde solía nos decían también pero la verdad es que desde lo del Shuttle no parece levantar cabeza y los rusos pese a su inferioridad presupuestaria les ganan. Ojo con Rusia. Aquí mucha gente no sabe por que no se lo dice que los vuelos espaciales tienen un trasfondo militar para alcanzar la hegemonía estratégica y Putín no se ha rendido la verdad. Esa es la maula. Luego vendría la sonda Vikingo que ha descubierto agua en Marte y otros programas para estudiar el planeta Júpiter con la nave Mercurio. Todos estos aparatos así como los cargueros para transportar turistas al espacio estan patentados por la firma estadounidense rockwell international que dado el desgaste y el fuerte nivel de obsolescencia únicamente podrán ser utilizados unas cien veces tras su periplo inaugural. El tanque de combustible-otro dato que recuerdo- tenía una capacidad gigantesca de hasta un millón de litros de queroseno oxigeno e hidrógeno en simbiosis. Lleva dos cohetes propulsores que desgajarían de la nave, alcanzado su curso de ascenso a sesenta kilómetros de altura. Los problemas son las vibraciones. Fue la piedra angular de este mundo de la comunicación instantánea y yo fui testigo de aquella década prodigiosa del cambio tecnológico la era Carter en los 70. Empezó a pasaportase hombres y mujeres al espacio y a hacer trasbordo la información en todas las estaciones a gusto del consumidor. Desde entonces satélites de comunicaciones o comsats salvaron bastantes vidas. Es un perro guardián desde el tejado, nada se le pasa: incendios, explosiones terremotos- el shuttle hizo sus transbordo y ahora nos desborda la comunicación. Torrentes de noticias. Uno no sabe cómo interpretarlas ni digerirlas.
El planeta tierra siguió girando. Yo recuerdo la emoción que nos produjo la novedad del Voyager cuando aportó a Júpiter, un planeta violento y gigantesco sumido en una perpetua luz violeta. Se veían en las primeras fotografías sus cuatro lunas: Io, Calixto, Ganímedes y Europa entre nubes de sulfuro. Había alcanzado una altura –borrachera de detalles- de 420 millones de millas. Cada señal cada fotografía tardaba en llegar a la tierra 37 minutos. La sonda nos comunicó que Júpiter aparte de ser el dios tonante de los griegos es tonante y jupiterino donde suenan constante las descargas de los truenos y de los corrimientos de tierra. A cinco millones de millas de aquí, es el planeta más voluminoso de todo el sistema solar sumido en un hongo mortífero, el de la bomba atómica. Urano al que se acercaron los yanquis es mucho más apacible y benigno. Su descubrimiento mediante sonda fue en 1986. Luego vendría Saturno en 1991 y así sucesivamente… era un tema que me gustaba y escribí mucho porque mirando a las estrellas uno se aleja de la existencia de bajezas y precariedades de tejas abajo y escribí mucho largo y tendido dél. El nueve de marzo de mil nueve cientos setenta y nueve largué desde NY la siguiente crónica:
De todos los cuerpos celestiales que configuran la esfera armilar acaso sólo Io, satélite de Marte, EL MÁS PARECIDO EN SU FORMACION TECTÓNICA A LA TIERRA. ESTE ES EL DICTAMEN QUE ACABAN DE EMITIR LOS SABIOS DEL JET PROPULSIÓN LABORATORY (Pasadena, California) cada día más entusiasmados y perplejos ante las informaciones que emite la sonda espacial Voyayer I el cual acaba de sobrevolar en misión prospectiva la superficie del planeta júpiter. Las ultimas fotos enviadas por la nave revelan la existencia de grandes volcanes aun en efervescencia en la orografía de su satélite. Io- el satélite de Júpiter presenta un relieve encubierto de grandes mantos de lava y cráteres profundos. Ello significa que se trata de un planeta relativamente joven lo mismo que la tierra, próximo a nosotros en su urdimbre física, en vivo contraste con los otros satélites más importantes del planeta gigante: Ganímedes, Europa y Calixto o la misma luna satélite terráqueo donde la actividad volcánica se detuvo hace miles de millones años y que geológicamente son planetas muertos. Io carece de atmosfera y se encuentra calcinado a causa de las inundaciones de lava. Ello unido a los fuertes bombardeos radiactivos que allá se operan. Ello unido a los fuertes bombardeos radiactivos de que es objeto desde Júpiter alejan la posibilidad de vida allí. Las fotos del Voyager I descubren en él una orografía muy pronunciada y definida a base de montañas de hasta 20.000 metros, valles callones y otras anfractuosidades que pueden ser simas abismales o viejos mares disecados. Este relieve pudo ser captado desde 18.439 millas de altura por las cámaras de la sonda. El relieve topográfico se perfila igual de rico en Calixto pero la nota distintiva de este planeta menor es su poca densidad. Aparecen en su corteza una especie de manchas de hielo y de barro. Poniéndose en el supuesto de que haya exploradores con suficientes arrestos para llegarse hasta él encontrarían inmensos cenagales o mares de limo debido a que el proceso de sedimentación y de solidificación es allá muy lento y precario. En las fotografías aparecen de penachos blancos que en la exegesis de los científicos no son más que grandes escarpias de hielo. Ganímedes y Europa se le parecen mucho. Son y aun viven entregados al sueño de una tan persistente como frígida era glaciar. Otro descubrimiento constatado es el que se refiere a Júpiter. Que se encuentra rodeado por una arilla radiante ocasionada por un cumulo inmenso de asteroides, deposito sedimentario de otros planetas y el famoso polvo cósmico que giran o flotan en orbita. Allí el helio y el hidrógeno con inmensos continentes de océanos de magma hacen que Júpiter sea un planeta inhóspito. Magma aun no condensado. En estado liquido y gaseoso. Júpiter parece un dios en el trono del sistema solar. Es un sol en miniatura al mando de trece satélites algunos de ellos tan extensos como Mercurio y donde se disparan unos contra otros millones de asteroides algunos de ellos un planeta entero: Mercurio. Galileo Galilei durante toda su vida fue un gran estudioso de Júpiter. En 1619 descubrió el astrónomo italiano a cuatro de sus satélites pero tiene trece reconocidos. Tampoco atisbó- resulta imposible con el ojo humano- columbrar la arilla radiante que lo circunda como si fuera una faja de fuego. Galileo solo vio la arilla del planeta saturno. La de Júpiter fue detectada telescópicamente por el Voyager en 1977. La misión Inter espacial de este device o artefacto no ha podido ser más exitosa. Datos sobre la nebulosa que pueden facilitar sobre el universo y su evolución. Que puede contar según cálculos expertos con cuatro o cinco mil años de antigüedad. El ejercicio de medición y análisis jupiterino quedará listo para finales de verano cuando retorne del viaje que ahora hace por su cara oculta la sonda. Luego seguirá ruta por la esfera armilar vuelo hacia Saturno con el que contactará hacia 1980. pero al lejanísimo Urano sólo llegará en 1986. Los mecanismos de precisión del aparato acusaron los embates de las cargas radiactivas tan frecuentes en Júpiter el planeta violento pero regresa la calma al Voyager a medida que se aleja de su campo magnético.
Esto escribía yo por aquellas calendas. El tema me pareció apasionante y ahora regreso al él. La cuestión del Cosmos 954 siempre estuvo en la trastienda de mi mente, o en la recamara y he aplicado el ojo siempre que escribo de tan delicados asuntos. Entonces acababa la guerra fría y los campos estaban delimitados. Hoy, habiendo una potencia vencedora de la guerra de las galaxias que ganó Reagan, ya la estaban preparando cuando yo, inocente de mí, me saló con la cándida perogrullada de que a la nave espacial soviética la habían derribado los americanos. Es como si hubiese pisado un aguijón o me hubiera metido creyendo que era un ameno pensil en un colmenar. Los platillos volantes luego en la vida terminaron por pasarme factura. ¿Era un gilipollas? Supe que el aviso para que me echaran llegó desde Colorado donde había todo un estado mayor en un lugar secreto y subterráneo para ubicar la ofensiva y el contraataque. Había muchos cachivaches de estos en el espacio y a la primera de cambio pun. Los europeos perdieron el bofe para seguir el ritmo marcado por los americanos y los rusos y crearon la ESA. El famoso proyecto Ariane etc. La Esa tenía un problema. Que toda esa chatarra nuclear puede ser peligrosa si cae a la tierra y los platillos que fabricábamos los europeos estaban fuertemente contaminados de partículas radiactivas. ¿Qué hacer con toda ferretería amenazante que se esconde a miles de metros de nuestras cabezas flotando sobre el límpido cielo azul? Los militares ya nos daban Briefings y no entendíamos luego nosotros ni papa sobre la importancia que tendría esta volatería espacial en un eventual conflicto nuclear. Forman parte de la logística electrónica. Hubo una cosa en la cual – y eso es un secreto de estado- los satélites estadounidenses a diferencia de los europeos y de los rusos no se propulsan por energía atómica. A mi me interesó muchísimo aquel mundo
Otro problema que hacer con toda esa quincallería nuclear que hemos estado lanzando al espacio durante cinco décadas. El mayor de esos aparatos es radiactivo y si explotan lloverían sobre el mundo nubes atómicas. Pues dejarlos por ahí volando o cambiarles el rumbo para que se pierdan en las soledades infinitas y dejen de ser una amenaza en sus orbitas terrestres. Que giren alrededor de otros planetas. No queremos centinelas tan peligrosos ni cartógrafos incomodos ni vuelos de reconocimiento que nos espíen cuando estemos haciendo de cuerpo o yaciendo con mujer. Tirarlos a dar. Que se vuelvan gases.
Hemos llamado a la nave pero la tripulación no sabe ni contesta, señor.
Sí, señor.
No señor
Y esta noticia me puso a mí en un aprieto. El escándalo del Cosmos 954 ruso que fue derribado o se cayó solo sobre las parameras de Canadá. Yo dije en una crónica que fue fulminado por el fuego electrónico de un antiaéreo de vigilancia, pero en Washington me llamaron al orden. Un funcionario del Pentágono me conminó:
Tiene usted veinticuatro horas de plazo para rectificar esa noticia. De lo contrario tendrá que abandonar el país.
Sí Señor.
Rectifiqué y no tuve que salir del país pero me di cuenta de una cosa que había ofrecido al mundo todo un scoop. Estaba empezando la guerra de las galaxias y en Madrid no lo sabían.
Yes, sir
Sí señor.
No, señor