Martínez Cachero
In memoriam. Ha muerto Martínez Cachero un gran clarinista. Aulas de literatura. Oviedo años 60. La regenta y don Fermín de Pas. Fue un personaje real. Era un pasiego que llegó a magistral y luego sería Obispo. A Clarín que era un místico lo crucificó la Santa Romana Iglesia. A su hijo, su único hijo, qué gran novela profética lo mandó fusilar un tal Tovar que por aquellas fechas era falangista luego se hizo del régimen judeocratico, sólo por ser el hijo del poeta. Repugnante. Sin embargo, nadie definió a Vetusta tal cual. A Clarín le amargó sus días un tal Bonafoux un fulano que trabajaba para el americano. Le llamaban la víbora. En fin todo aquello pasó y ¿qué se hizo de nuestras regentas? Pues acabaron siendo barraganas de cura. Sin embargo, el perfil ideal con que nosotros las soñamos sigue incólume a los zarpazos de la realidad. Eran dulcineas con poca capacidad de cabida en la vida real. No me quejo sin embargo. Los vuelcos de la fortuna, sus fragosidades y angosturas, nos llevan al ancho mar de la libertad. Bendito seas, Señor. Asturias paraíso natural. Es lo que dicen pero no lo encuentro tanto. El principado lo encuentro deprimido, ensimismado, con pocas ganas de reír. Impalatable e infumable el bable, la llingua que nos quieren vender. El impulso nacionalista está destruyendo a España. Me consuelo leyendo a Galsworthy, uno de mis autores ingleses preferidos. Es la vida de un pobre cura rural anglicano cuya gran preocupación era casar a las hijas y que el alcalde del lugar no se le durmiera en el sermón dominical. Como tampoco que la chiquillería del pueblo le robase al pobre sacerdote las manzanas del huerto de su rectoral. Otra preocupación fue fomentar entre los clérigos las excelencias del matrimonio. Debieran de leer a este autor inglés, padre de la novela sentimental en Roma, para que a muchos de nuestros curitas se les bajasen esos humos de soberbia apostólica y las ansias de ser sal de la tierra y cambiar el mundo. Menos globos. Cristo es mucho más sencillo y avenido a la humana naturaleza. El Cristo total. Ese pragmatismo de los ingleses con que el clero rural anglicano – rito, tradición, algunos libros, las buenas obras, la compasión, la tolerancia y la humildad- desempeñó su función es digna de imitar por nuestros curas trabucaires llenos de odios y de prejuicios. Fue el odio que crucificó a Jesús y fue el odio que fusiló al hijo de Leopoldo alas. Los estudios clarinianos incoados por Martines Cachero han decaído bastante y Oviedo vuelve a ser una ciudad levítica, impenetrable. Quieren convertir a la región en el eje de la historia y Asturias tan aldeana y reconcentrada sobre sí misma no es más que el culo del mundo. Son tiempos muy duros los que nos ha tocado vivir, inmersos como estamos en la gran contradicción, mientras España se descuartiza a efectos de la globalización que tanto unos y otros cacarean. Asturias antes era universal. Ahora no se ven más que monteras piconas. Menos mal que el tirillas de Villa, el guaje de la cuenca minera, nos ha metido con su gol ante Paraguay, en las semifinales. Este chaval al que el pueblo corea como Villa… Villa qué maravilla, ha devuelto un poco la ilusión de vivir a los deprimidos españoles puesto que gracias a sus remates la roja y gualda vuelve a colgar de la barandilla de los hórreos y del pavés encristalado de los miradores. Madrid qué calor. Añoro el orbayo.
05/07/2010