GOGOL Y EL DIABLO
Tarde apacible de
febrerillo el loco no llueve y cuando llueve aquí en el norte lo hace sin ganas
leo a Nicolás Gogol el ucraniano que penetró en los adentros del alma rusa y
deleita a los lectores con su ironía, su embeleso ante la estepa. En sus libros
los cosacos del Don danzan la priodska erguidos sobre el borrén de sus cabalgaduras...
es tan hábil y se me antoja que debió de ser alma pura y candorosa. Antes de
morir mandó quemar la segunda parte de “Almas Muertas” acudiado por escrúpulos religiosos.
Temía haber dicho alguna inconveniencia contra el Santo Sínodo. Hoy acudo a las
paginas de este autor uno de mis favoritos para evadirme de las pesadillas del
engtorno mediático. Suenan clangores de guerra. Ha vuelto el demonio. Regresó una
de las grandes satanistas de los EEUU Mrs Harris un coño negro en alianza con
el Pateta y mano derechas del carcamal Biden al que llaman el Pasitos es verdad
tiene andares de pajarito secundado por burro Burrell tarraconense y ese Macon
que diz marié avec un garcon. Cuadro
de satanistas. Todos ellos contra Putin que a mí me parece que no quiere la
guerra pero los occidentales le están poniendo en el disparadero. Mi pluma se
estremece ante el dolor de los casi veinte mil muertos que se ha cobrado la
guerra soterrada en Donesk y de la cantidad de heridos, viudas, ciudades
destruidos cojos mancos mutilados que puede desencadenar esa tercera guerra
mundial en la cual parecen empeñados todos esos personajes satánicos arriba
mentados. Gogol en su novel corte “El Retrato” se refiere a la presencia en el
mundo del Ángel Caído. Un humilde pintor de iconos, malvive en la isla Vasilievski
de Petersburgo un día en un mercadillo compra el retrato de un militar, el
cuadro le parece horroroso pero opta por colgarlo en la pared de su alcoba. Pronto
se da cuenta de que su adquisición se sale de lo normal. El artista plasmó unos
ojos que echaban fuego de noche le seguían por la habitación. Una noche vio
como se salía del cuadro y deambulaba por la habitación. Jartkov que así se
llama el protagonista pasa hambre no le queda ni un copec para pagar al casero.
Este se presenta una mañana, acompañado por la policía. O paga Vd. o a la
calle. Le puedo pagar en especie. Tome mi
retrato. Yo no quiero esa birria y al rechazar la oferta el casero llena de imaginación
da un papirotazo al cuadro se cae una bolsa llena de monedas de oro. Cuando marchan
sus acreedores se da cuenta de que es un hombre rico. Adherido a la parte posterior
del lienzo estaba escondido el tesoro. Quien lo había pegado allá era el
diablo. Todo te lo daré si postrándote ante mí me adoras. La vida del humilde
pintor de iconos cambia radical. Se convierte en uno de los acuarelistas más famosos
de Rusia. Los periódicos hablan elogios sobre su arte y su persona. Se da
cuenta de que Satanás mediante aquel pacto le garantizaría larga vida, dinero,
fama, mujeres. El hombre del retrato sigue mirándolo por las noches. Aquella mirada
era un tormento. Su arte decae, pero todos le alaban, al diablo le gusta la
bazofia, odia la belleza y la armonía pues es cacofónico. Regresa a sus iconos
pero la iglesia que le encarga el trabajo rechaza el trabajo. No has pintado a
Cristo misericordioso. Esos ojos terribles con los del demonio. Tiene que purificarte.
El protagonista se va a un monasterio mediante ayunos y plegarias trata de
purificarse pero el diablo el deuteragonista de esta novela extraña no ceja en
sus tentaciones, le sigue ofreciendo oro, fama y gran acreditación. Su eterna
táctica. Vostkov resiste tales embates y al cabo de un decenio regresa a sus
pinceles. El arte es una manifestación de la presencia divina en el mundo dice.
Es una sonora plegaria que se eleva solemne día y noche hacia Dios. Es el mejor
medio de combate contra el Padre de la Mentira concluye Gogol. Quedo pasmado
mirando para la sierra del Viento mientras el sol se derrumba por la cordillera
y oro al padre celeste para que el diablo vuelva a ser derrocado en Ucrania. No
`permitas, Señor, la efusión de sangre en una contienda fratricida