MONTESCOS
Y CAPULETOS. ¿SHAKESPEARE, ANTISEMITA?
Soy filólogo.
Me licencié en anglística por la Complutense. !Ay aquellas clases maravillosas
de Jack Tressey White, de Sofía Gamero y Peces Barbas!
Inglaterra es mi segunda
alma, puedo decir con Graham Green "England made me". Entusiasmo es esto por
la filología inglesa de un joven español aspirante a ser hombre de letras.
Mi
primera visita a la Rubia Albión el verano de 1964 a un campo de trabajo en
Evesham a media legua de Stratford upon Avon la aldea donde nació el Cisne de
Avon. A los ingleses les pasa con Shakespeare lo que a los españoles con
Cervantes. Mucho hablar de él y nunca lo han leído.
Y yo lo logré entender a
través de la película de Franco Zefireli. Un italiano traduce en imágenes el
pensamiento del dramaturgo.
Romeo y Julieta maravillosa película. Cuando
empiezan a cantar los pájaros al cabo de aquella dulce noche de amor y Romeo
pregunta es la alondra o es el ruiseñor.
Y Julieta responde es la alondra, quédate
conmigo un poco más, el ruiseñor canta después de la amanecida. Love is a
mire (el amor es fango) y aun así algo maravilloso, lo mejor que puede
ocurrir en la vida.
En esta tragicomedia
la noche y la luz, la vida y la muerte, libran sañuda contienda. Vencen la noche y el caos. Al caer el telón llega la hora de las tinieblas.
Yo nací
en una ciudad torreada Segovia como en Verona donde las familias se atrincheraban
en odios seculares. Los Arias no podían ver a los Bravo. Nunca comían juntos,
nunca se casaban aunque a veces forzados por la necesidad tuvieran que hacer la
guerra en comandita contra el moro.
Por eso supe captar el mensaje de
Shakespeare de una Verona partida en dos entre Capuletos y Montescos en medio
de las bravatas de Marcuchio y la esgrima de Teobaldo. Capas y espadas.
Un aya que suspira y ama a su niña Julieta y
es una mujer sensual, vulgar, pegada a la tierra y un franciscano Fray Lorenzo que
buscaba hierbas por el campo para curar las heridas y resucitar a los muertos y detrás, la
potencia poética de William Shakespeare.
La calandria y la golondrina jamás posan en
los árboles. Sólo cantan. Shakespeare conocía los secretos de la naturaleza y
las miserias de la condición humana. En la Inglaterra de mis tiempos sus obras
eran representadas todo el año y no sé ahora.
He leído
indignado algunos ataques que se dirigen hacia su persona por haber dado vida a
Shylock el usurero judío en Otelo. El genio cayó en la jaula de la indiferencia
y el olvido.
Aquí
nadie se libra del sambenito pero la
Inglaterra de hoy se parece muy poco a la que conocí siendo mozo. Éramos mucho
más libres. Por supuesto no era antisemita pero tampoco se libra del estigma.
Irrumpió un tiempo de tinieblas, la verdad ha sido destronada por la propaganda.
Si
dices algo en menoscabo de un judío aunque sea un matarife como don Benja se
rasgarán las vestiduras y lloverán sobre ti las piedras y los palos y alguien
dirá: reo es de muerte, ha blasfemado
sábado,
10 de agosto de 2024