TERESA
DE JESÚS LA GRAN SEDUCTORA
Tiempo de pandemias tiempo de vendimios
la guadaña de la muerte blanden sobre nuestras cabezas lloramos a los muertos
por los rincones se escucha en el jardín las estropas del Miserere. El grito de
Resurrección anoche en la catedral vacía de Cristo Salvador apagó la salmodia
del Miserere.
Un diacono con coleta y voz alegre que
se disparaba hacia la cúpula repitió tres veces Xristos vaskriese y el coro
atronó po istini vaskriese (resucitó el
Señor en verdaderamente resucitó) mi mente hoy de la gan pascua rusa vuela
haciauna de las ciudades de Castilla más hermosas Alba de Tormes, iba tras las
huellas de la Santa.
Ya he dicho que soy teresiano sin
cambalaches ni hagiografías. Modestia aparte, “Teresa la judía conversa” es mi
mejor libro publicado que tuvo un precedente en “Lloviendo rosas”, otra carmelita,
donde hago honores a Teresa de Lisieux.
Los claveles castellanos florecieron en
la dulce Normandía. Sigo escuchando en medio de tanta mortandad el grito de
resurrección.
Alba de Tormes es como un pequeño
Lisieux escondido entre los carrizos de un afluente del Duero que aquí al bañar
al castillo y al abrazar la muralla en rodeo de ballesta adquiere proporciones
amazónicas. Paisaje de égloga ribera del Tormes parece que escucho a Garcilaso
recitar sus sonetos.
El alcázar proyecta la sombra del
linaje más esclarecido de España la casa de Alba. Los duques fueron los
protectores de la reformadora del Carmelo. Don Fadrique de Toledo el victorioso
de Mullberg la cruz y la espada batalló contra la herejía el gran capitán de
los tercios que se batió por la catolicidad.
Todavía queda algún cañón en lo alto de
la rampa que asistieron a las batallas de don Fernando Álvarez de Toledo contra
Guillermo de Orange…
España mi natura Italia mi ventura y
Flandes mi sepultura.
Sobre este montón de ruinas se acumula
toda la valentía de los Tercios viejos de la infantería española. Todavía al
oír el nombre del soldado en Bélgica se echan a temblar y las madres bruselenses asustan a sus criaturas diciendo
que viene el Duque de Alba.
La casa de Alba siempre considerada la
prosapia de la quintaesencia. Más aun, Fadrique Álvarez de Toledo y su hijo
Fernando eran Mendozas, rama de marranos y de cristianos nuevos, a la sombra
del don Pedro de Mendoza el cardenal de España. En mi libro “Teresa la judía
conversa” me columpio a lo largo de los capítulos sobre el tema que ha de
tenerse muy en cuenta al erigirse en mentores de la Contrarreforma dieron
pábulo al auge de la orden carmelitana descalza.
Lo que más me impresionó fue la
psicología de la santa abulense. Debió de ser una mujer muy seductora, guapa,
castiza, sus confesores se prendaban de su talle, sobre todo el padre Gracián,
que confesaba a la Santa, y ella los envolvía con su mano izquierda y sus
cartas y les daba largas. Ya hemos dicho que el cristianismo no es un problema
de bragas y braguetas… corramos un tupido velo. Gracián colgó los hábitos y se
hizo luterano. El confesor de la santa al que tanto quería era un converso.
Intrepidez y coraje arrestos de una
mujer de temple muy castellana. Sólo de Cristo estaba enamorada. Y este amor la
dio fuerzas a recorrerse media España en un carro del país, con sus monjitas
con las que iba a fundar conventos en Segovia en Beas en Sevilla en Málaga, en
Malagón en Burgos en Toledo creo que fueron diecisiete como las diecisiete
autonomías. Caminos embarrados, malas posadas, calores y fríos viajando por
trochas y sendas de herraduras. Monjitas se echaban el velo y trataban de guardar
recato y coro y cantar las horas aguantando las inclemencias del tiempo o las
intemperancias de arrieros borrachos, soldados de leva que venían licenciados
de las guerras de Europa y mendigos contrahechos.
Pero allí estaba Juan de Ovalle, recio
mozo arriero, un albense con su tralla para espantarles... no molesten vuesas
mercedes a la madre superiora.
Este Ovalle era un hidalgo con gotera
al cual la Madre le causó tanta impresión que opta por dejar a la mujer y a los
hijos para unirse a la comitiva fundadora como mayordomo y protector. ¿Estaba
platónicamente enamorado de la monja fundadora?
Esta fémina a la cual quieren algunos
consideran la primera liberadora de la mujer no le hacía ascos a nada, ni nada
se le ponía por delante.
Hubo de habérselas con el Santo Oficio
y con los parásitos y moscones de clérigos de misa y olla que la asediaban con
sus supuestos misticismos.
El Libro de la Fundacioneses una
historia de pleitos, decepciones y traiciones.
Había heredado de su padre Pedro
Sánchez (estuvo procesado por la Inquisición de Toledo) el conocimiento de la
Ley Vieja.
El judaísmo de Teresa que era muy devota del
Casto José y del rey David se compendiaba en frases del libro de Job: “somos carne de
dolor”. Sufrir y padecer eds el destino. Dios elige para el sufrimiento a los
que ama.
Ello vuelve a esta santa profundamente
humana. Sus libros son imperfectos a veces incomprensibles y farragosos
trufados de arcaísmos. Revelan alguna dolencia del alma que en los que han
reparado algún psiquiatra. Mujer limpia de corazón algo enamoradiza. Una virgen
del Señor pero con los pies en la tierra, lista y perspicaz al propio tiempo
profundamente atractiva y sensual que conocía bien a las mujeres y a la
condición humana. Hubo de lidiar en las controversias entre los del Paño y la
Mitigación vieja polémica entre tradicionalistas y liberales del panorama
político español.
Por eso cuidaba con tanto celo su
parva. Al cura de Becedas le quitó a su barragana y a su sobrina Beatriz hija
de su hermana Juana le rescató de las garras de unos amoríos con un hombre
casado y la metió en las carmelitas de Salamanca. Beatriz de Jesús nombre con
el que profesó moriría en Paris en olor de santidad. Ella junto a la madre Ana
de Jesús estableció el primer “palomarcico” como llamaba la Madre Teresa a sus fundaciones
en Francia. El Carmelo sería en el país vecino una orden poderosa, gloria de la
iglesia. Santa Teresita su hija espiritual más preclara sigue haciendo muchos
milagros y desde el cielo intercede por la pobre humanidad. Teresa de Jesús
gozaba de uno de los mayores dones del Espíritu Santo que es la introspección
de conciencias; era taumaturga. En su proceso de canonización fue declarada
santa en 1621 se demostró la resurrección de un niño que había fallecido al
caerse de una tapia.
Ha sido acusada de andariega,
visionaria y arrobadiza por sus detractores. Andariega sí lo fue toda su vida,
no paraba, aunque ella decía tener vocación de ermitaña metida en su celda
rezando o escribiendo.
Fue declarada patrona de los escritores
españoles que celebramos su fiesta los 15 de octubre.
En sus apariciones y diálogos con el
esposo… Teresa de Jesús soy Jesús de Teresa le dijo el Esposo hay que tener la
mentalidad de la época.
Cuesta entender que tuviesen una base
objetiva tales transportes pero es el pan con que hay que heñir a toda la
mística. Más que apariciones visionarias la Santa lo que tuvo fueron
iluminaciones que recabó después de un trato muy largo con el Altísimo. Fue una
hembra de oración y eso la convertiría en mujer fuerte. Sn embargo, entre la
virtud y el vicio existe poca diferencia. Muchos historiadores se preguntan por
qué Magdalena de la Cruz aquella monja cordobesa que tenía visiones y realizaba
prodigios acabó en la hoguera mientras Teresa de Cepeda y Ahumada subiría a los
altares. De Pinillos a Escobar poco va, dicen por mi tierra.