2021-03-08

FUNERAL DE UN RABINO EN BROOKLY AGLOMERACIÓN SIN TAPABOCAS

 

Hundreds of men pack into Brooklyn study hall and street for Hasidic rabbi’s funeral

Hundreds of men crowded into a study hall for the funeral of Rabbi Yechezkel Roth Sunday afternoon. (Screenshot from BoroPark24)

(JTA) — Hundreds of men flouted public health rules to crowd into a study hall in the Borough Park section of Brooklyn Sunday afternoon for the funeral of Yechezkel Roth, a Hasidic rabbi who lived in the neighborhood.

Roth died Sunday morning of a heart attack at 86 years old, according to Hamodia. So many people turned out for his funeral that hundreds could not get into the building and instead gathered in the street outside.

A livestream video of the funeral posted to the local news site BoroPark24 showed men packed tightly into the study hall, with hardly any attendees wearing masks. Coughing can be heard on the livestream.

The funeral is the latest large gathering to take place in Brooklyn’s Hasidic communities, many of which began a return to normal life last summer, long before the rollout of the coronavirus vaccines. The large gatherings — at funerals, weddings and the more regular gatherings at synagogues and study halls — have continued even as New York City struggles with a relatively high COVID test positivity rate of 7.16% for the past four weeks.

The Orthodox community has lost a number of influential rabbis since the start of the pandemic, with several dying of COVID-19. The funerals that follow their deaths have attracted large, unmasked crowds, in a cycle that has fueled concerns that one death may lead to another.

Roth, who was also known as the Karlsburger Rebbe, was a respected expert on Jewish law and the author of multiple volumes of legal rulings. Roth served as a leader of the Satmar Hasidic community in Jerusalem but later moved to Borough Park at the request of Rabbi Yoel Teitelbaum, the original leader of the Satmar Hasidic community in Brooklyn. Even after moving to Brooklyn, Roth continued to spend several months of each year in Israel, where he will be buried.

 TOMÁS SALVADOR VALCANALILLO (1)

 

 


 

Tomás Salvador murió a 23 de junio de 1984 casi en la miseria nadie lo recuerda yo sí. España es mal pagador con sus genios. Castilla desprecia lo que ignora y teme al talento y a los que dicen la verdad pero su obra está ahí: Cuerda de Presos, División 250 (una de las mejores novelas escritas en Europa sobre la segunda guerra mundial narra la caída de Novgorod frente a Petrogrado el Día de la Resurrección, y un día resucitarán las cúpulas de la catedral de san Isaac y así ha sido; porque a lo último de la novela en medio del fragor del cerco de unos cuantos soldados españoles de infantería copados en el Lago Ilmen se formula la profecía de la resurrección de la ortodoxia con Putin,) “El atentado”, donde se avisa a los españoles de la peste terrorista en Vascongadas y en Cataluña “Les presento a Manolo”, “Las compañías blancas”, “el arzobispo pirata”, los atracadores”, la “nave”.

 

Seguramente hay en este palentino sin madera de héroe el mejor novelista de la generación de posguerra, el más cualificado narrador muy por encima de Cela pero tuvo un defecto: ser un falangista de izquierdas. Manuel de Agustí, Zunzunegui y Foxá el gran Foxá del Madrid de Corte a Checa se le acercan aunque no le igualan.

 

Agustín de Foxá se cansó pronto de la novela, se dio a la bebida. Agustí la ceniza fue árbol pondera la Cataluña industrial a la que admiraba Franco, y Zunzunegui componía unas novelas demasiado largas con Bilbao como escenario y eso cansa. En efecto, Salvador era el más completo luego vinieron Delibes, la Matute, la Quiroga y todo un tropel de féminas cuya abanderada sería la ovetense Dolores Medio a la que habría que calificar como la Jane Austen española.

 

Era don Salvador ▬ le conocí en carne mortal cuando fuimos Lalo Azcona y yo a entrevistarlo a Barcelona para el suplemento de Arriba y en honor a nosotros se puso una camisa azul vieja que le estaba prieta pues había engordado, regentaba un quiosco en la Diagonal ▬ muy sordo  a causa del estampido de un cañonazo en la batalla de Krasnii Bor cuando un disparo del 105 le trepanó los tímpanos.

 

Los organillos de Stalin zurraban a discreción y la artillería alemana disparaba contra el palacio de Catalina la Grande.

 

Era gordo. Era falangista sindicalista y bonachón y además de Palencia de Villada cerca de Fromista cuna del románico. Tales vicisitudes acaso le marcaron; también fue policía de Franco. Leía novelas de Agalla Christie, y eso  por lo visto no se perdona.

 

Quadecausa,  sus obras yacen en el olvido y sólo unos pocos escogidos tenemos la fortuna de releer a Tomás Salvador, que resucitarán algún día como resucitaron las cúpulas doradas de la catedral de Novgorod.

 

Tampoco se  le perdona que vistiera camisa azul, que tuviera un genio endiablado mandase a los machacas  a tomar polculo con un gran sentido del humor y que en su gran novela “Cuerda de Presos” hiciera un canto a la Guardia Civil.

 

Se trata de un escritor versátil, todo terreno; escribía  con tal facilidad una novela de espionaje como otra de contexto histórico y al cabo acabó escribiendo cuentos para niños. Fue un pionero y un dechado de la Literatura Infantil en España. Redactaba muy bien quizá demasiado bien y con harta  humildad.

 

Tan pronto abordaba una narración de ciencia-ficción como retrataba el tiempo de la edad media estudiando a un personaje tan inabordable como fue Pedro I el Cruel en sus Compañías Blancas. En “Historias de Valcanillo” novela en la cual revive los tiempos palentinos de su infancia y estudia la psicología del tonto del pueblo realiza un verdadero tour de force psicológico.

 

A través de Jacintón disminuido psíquico el lector se va a adentrar en el complejo mundo de una villa castellana con sus esplendores y miserias a mediados del pasado siglo. La agnición o agnoresis  o pasapalabra que se repite a lo largo del libro es la siguiente:

 

▬ ¿Por qué lloras, Jacintón?

 

▬ Porque me da la gana.

 

Es menester ser un poeta de recursos para desenvolverse en un asunto tan difícil como es el del retraso mental pero este novelista lo aborda con solercia y ternura sin caer en los tópicos al uso. El temblor de un cierto lirismo lleno de piedad cervantina envuelve toda la narración. Hay siempre un ángel de la guarda que protege a los inocentes de los peligros el tonto de Valcanillo va por ahí repitiendo su estribillo de no quiero, no me da la gana, y si le dicen algo se planta a llorar. Ahí está la real gana de los españoles  una idea que no se encuentra en ninguna otra lengua indoeuropea. Da rienda a lo fantástico y hay pasajes  como cuando el protagonista conversa con los ángeles que recuerdan por su fuerza impetuosa a Gogol. Ninguna de sus novelas se parece entre sísigno elocuente únicamente de la versatilidad de los genios. ARRIBA ESPAÑA 

 

A Jacintón le echan también del infierno y en el cielo no lo quieren tal vez tenga una plaza en el limbo pero el limbo ya no lo existe lo dijo uno de los últimos papas. Así que menudo panorama.

 

¿Por qué lloras, Jacintón? Porque me da la gana.

 

 




QUIETORIUM

 

Envejecer es regresar a la infancia y no sé dónde estoy, sumido en esta vorágine de los afanes y los días. Febrero fue un mes fasto sin estridencias ni derivados del alcohol. ¿Vencí a la dipsomanía secuela, madre que tú me dejaste con tu desamor? Yo te perdono. Fui hijo en rebeldía desde la primera leche que mamé. Ayer fui al cementerio y coloqué un ramo de guirnaldas abre tu tumba, hice la consuetudinaria ofrenda de las Protelias a Diana y me acordé de Otilia mi único amor a la que tú despreciabas. El quietorium o columbarium donde se guardan las cenizas  de papá, del abuelo, del tío Perico y del pobre Agustín estaba dentro de la helgaduras de los huecos de paloma del columbario y aquello me recordó a las catacumbas de los primeros cristianos polvo en espera de la resurrección polvo pecador y enamorado el eco de las risas de las voces de los llantos de los que se fueron. Di voces:

¿Alguien ahí?

El tío Pedro tocaba la marcha real me pareció ver sus dedos gafos pulsar el teclado del armonium como cuando al final de las misas de tres curas interpretaba la marcha Real desde el coro y el abuelo Benjamín afilaba las hoces antes de la siega, percibí el bamboleo de los caros los cubos cantaban al suvir la cuesta de las siete revueltas y Elpidio sentado en el trillo cantaba en tono de prefacio las jocosas diferencias vernaculas de cada uno de los pueblos de la Villa y Tierra: Castro los chivos Toreadrada las Cabras, Membibre para molinos, Aldeasoña no vale nada Sacramenia para albarcas Fuentesoto cagabverros que se crian en Peñacolgada donde se caga y se mea la zorra cuando a ella la viene en gana. La meolopea infinita sonaba a lo largo de la tarde dorada bajo el sombrero del Elpidio que era de paja. Canto gregoriano a la manera aldeana. Quien nda ahí ninfuna respuesta daban. Era mi imaginación que percibía los sonidos, los olores y mis ojos contemplaban el cielo radiante del páramo.

 

Soplaba una brisa que arrancaba las hojas del espino milenario y la torre románica con sus dos ojos grandes que miraban para el pueblo de forma enigmática advirtiendole de los Novísimos. Caronte aguarda, la gtorre de la antigua iglesia de SanGregrio miraba para la aldea las cavidades vacías del campanario fijandose bien ofrecían el perfil de una guadaña. El quietorium siempre en calma. Allí sepultaron a un quincurión romano que desvió ruta cuando su falange se dirigiá a Uxama. Cinco de sus velites vinieron a recogerlo y querían reportarlo en andas hasta la cohorte pero el centurión dijo enterradlo en Foncalada y que la tierra le sea leve. Luego quemaron incienso a los dioses. Aquellos páramos guardaron para siempre el perfil augusto de Roma. Siglos adelante los templarios fundaron en aquel monte sagrado un ara El vino de la tierra fue la causa de aquel desvío. Paró en una bodega  (caupona) de Sacramenia de las que abren sus fauces en el cerro internándose en la montaña y honró a Baco con profusas libaciones y subió hasta Foncalada dando tumbos. Al legionario romano los campos se volvieron del revés la tierra arriba y las estrechas a sus pies de la tajada que acabó al perder camino. Caldos exquisitos de la tierra vinos traidores. La cencellada de la noche castellana heló sus huesos y sucumbió arrecido antes de alcanzar los castros de aquella tierra alta  mucho me impresionaron a mí desde niño aquellas cavidades ojos vacíos de un campanario sin campana que se llevaron los soldados de Murat cuando la francesada me hablaban del destino misterioso que a todos aguardan y no cesaba de darme golpes de pecho en un acto de contrición. Mucho me pesa, Señor de haberte ofendido. Por las tapas del cementerio se alzaban las cabezas de gente que yo conocí, sombras distantes la puerta cerrada del cementerio y el hastial solemne de sillares como nuevo y tenían más de diez siglos. Habían exhumado los restos de mi hermana Henar fallecida en 1941. Bajé besando las cruces del calvario a un pueblo en quietud que me resultaba extraño retomando los pasos perdidos de la infancia. Escuchaba los carros cargados de hacinas, los cantos de la gente que iba a la siega, el son de las esquilas de los asnos castrones y el gruñir de los marranos en el henil. Corté el cordón umbilical del cariño pero sigo unido a tu amor como el arado a la esteva, aun estando desencajadas las velortas y la reja sin filo. Soy yo, parlando desde una época que pasó, hombre de ayer que no encentra resquicio pero no maldigo a los dioses, feliz de haber llegado a viejo cuando mi infancia parece que fue ayer. Un Hado perverso al ostracismo me condenó y todos se ríen de mí. Ya lo hicieron con Job. Propalo quimeras, redacto fantasías porque he visto dar vueltas a la cabeza furibunda  de la medusa quimérica melena de león el cuerpo de cabra y la cola de dragón vagina de mujer y bálano viril las ubres las arrastra por detrás y por delante, pega bandazos a diestra y siniestra  como el destino cruel y proclama al igual que el pregonero de la gran manifestación del ocho de marzo la emasculación liberadora a petición de los coños Grandes. En la fieta de las vaginas las Eumenides nos cantan las marzas. Las gomias marimachos van seguidas de la peste en la gran cabalgata de la Reina Ester. Tiempo de voraces tarascas aniquiladoras. Uns reina putona que le cortó a Haman la cabeza despues de hacerle el amor quiere enmendarle la plana a la doncella de Nazareth. Desfilan gritando consignas y escupiendo gargajos contra la religion estas cabronas que se educaron con las ursulinas, se rien de la maternidad con un no es no y con mi cuerpo yo hago lo que me da la gana. Son los postulados de una sexualidad insaciable e irascible sin control. Carmen Fernández del Toro la gran bollera encabeza la gran manifestación. Entran en las iglesias y descabezan las imágenes de la Virgen María. Los buharros bailan mientras tanto en la plaza del Carmen su rigodón banderas arco iris desplegadas al viento. Yo no iré nunca a esa demostración. Lo mío es la fábula, el placer y el arte de las tres verdades que se fraguan  en mi imaginación y en mi ilusión inventora. Hijos sí padres no. Pero esto es trágala, chiquitos.  Nos adentramos en el reino de las quimeras del que nadie vuelve con el cuerpo sano. El alazán apocalíptico trota al paso entre gritos y consignas y reportajes in situ de las reporteras de la Telebasta. Allá van las féminas de la exaltación arrastrando sus pies enfermos de quiropedia y sus labios malos que piden la lanceta del cirujano que les haga una quiloplastia. Mujeres de silicato saltan a la red opíparos bustos hinchados artificialmente. Acampa en el prado el sindicato de las peores furcias. Es la hora de los coños grandes despiadados. Es cosa de arreglar todos esos morros caídos a causa del desenfreno, les gusta demasiado chuparla. Hijos sí maridos no. Vivan los vientres de alquiler. Las cotorras se suben a los arboles empuñando el micrófono con punta de alcachofa y largan sermones preñados de visceral oratoria anti varonil. Es el tiempo de Acuario. Vengan los marimachos, mujeres al poder. Estoy triste con este desvarío pero me consuelo cantando el evangelio mirando  Aquilón, el quiasmo de la cruz de Constantino se perfila sobre el horizonte. Ellas no vencerán pues su grito es contra la vida. La espada de Miguel acabará con el libertinaje pero han conseguido ponernos a todos el bozal. ¿Madre por qué callas, por qué no te enfrentas y levantas el pendón de la verdad? ahí tenemos al preste Zabulón haciendo misa en las campas de Iraq. Su antecesor fue el responsable de la muerte de Hussein y de la gran efusión de sangre porque lo mandaba el Gran Sanedrín y en el Vaticano os callabais por la cuenta que os tiene. ¿Y el holocausto de Siria y las aguas del Eufrates y del Tigris que bajan raudas de sangre de las muchas víctimas de estas guerras? Madre no calles más. Los enemigos de la iglesia se esconden bajo el halda de tu sotana blanca. Deja de sonreír con tu cara asnal y de mover tu inmenso culo que emite cuescos con olor a mate.

Uno no se desunce tan fácilmente de los genes. Hoy dije mi misa como de costumbre y quedé en paz conmigo y con el mundo dispuesto a trovar aun con cierto rezago las vivencias del pasado a título de inventario nada más sin ánimo de lucrarme ni prurito artístico pues soy un escritor fracasado. Todo se fue por la posta. En el entierro de la sardina di a la tierra lo que es suyo: mis sueños redentores. Sigo siendo cura. Mis manos fueron ungidas por el obispo. Me separé de la iglesia con el Vaticano II. La Virgen me apartó de esa patulea de clérigos fornicarios vagabundos y borrachos. Tuve un amor o muchos amores pero fui leal y nunca cometí adulterio con la sacristana ni con la mujer de cualquier feligrés incauto, esos curas que miran con ojos de fauno y ponen en la cabeza el mirmillón como un saliente Príapo protuberante en el casco. Con todo y eso la clemente Venus madre de todos los hombres me devolvió a ese epicentro mágico (o k o l o s) manantial de vida. Venimos de ese flujo que se derrama en esas eyecciones guarras que las meretrices en pantalla tienen a gala mostrar coram populo. Hijos somos de un excremento líquido y nos cagamos cuando exhalamos el último suspiro Orgullosas de que les vino el latigazo consolador de pilas en ristre volviendo los ojos de placer para poner los dientes largos de los mirones que pagan un euro por contemplar el lastimoso espectáculo de estos estertores venéreos. ¿Y qué dicen las feminoides? Nada. Estamos en la era de Acuario. Ya dijo Protagoras que el hombre es la medida de todas las cosas cuando yace con hembra placentera sobre todo. De esa creencia se mofaba Plauto en sus comedias. ¿Existen los dioses del Olimpo? ¿Serán las religiones una excrecencia de la mitología pagana? No sé pero a mí me gusta rezar la misa según el canon gregoriano. Mi alma se llena de una tranquilidad venida de lo alto cuando me dispongo a consagrar.

Luego reconózcome pecador. Para distraerme pulso los portales porno de la red y miro para las hembras y ¡qué hembras, Señor! Venus nació de la espuma y el primer hombre fue extraído del barro. Fuimos concebidos en la inmundicia y rodeados de corrupción y hedentina cadavérica nos vamos. Estoy asustado de semejantes visiones lúbricas grandes vergas de todos los tamaños y colores, clítoris rasgados o en escuadra. ¿No les dará vergüenza? Los cóhenes y macarras de este gran puterío cibernético hacen caja y no dan abasto cada vez hay más mujeres en el mundo empeñadas en no esconder sus galas naturales lo que les dio Natura unas por prurito otras por coqueteo otras por necesidad como las viudas milf puesto que el porno manda. Recordemos que este es el tiempo de Acuario una constelación húmeda que otorga el mando a las hijas de Eva. El hombre se siente desterrado e impotente. Sexo y más sexo y exhibiciones procaces donde toda la lujuria tiene cabida. Aúllan algunas como lobas. Otras más precavidas gimen imitando a las gatas en el celo de enero. Aguardando el vestigial o denario con que Roma pagaba a sus putas. Hoy es fácil irse de picos pardos. Basta con un clic abrimos internet y ala allá están las señoras meretrices muy emperejiladas. Hay una rusa que es la mujer más perfecta que yo alcancé a ver a lo largo de mis muchos años de vida. Es muda y cuando recibe la moneda del mirón o sienten la explosión de una sacudida en sus entrañas lanza un mayido, un alarido con su voz de trapo un cuerpo perfecto de la Jengibre una hermosa ucraniana con el pelo de estopa a la que apodan Gingerbread nunca vi carnes tan blancas ni ojos tan azules. Está encinta y trata de disimular su gravidez poniéndose bañadores negros. Es una superdotada. Despliega sus sebos al aire y calculo han de pesar media arroba. Su mirada es entre triste y divertida. Todos los televidentes muestran curiosidad por saber quien fue el afortunado que dejó la huella de su virilidad en útero tan precioso y ella dice que fue en el privado de un chat, un soplo aleteando por internet en sus alternancias binarias del yin y el yen. ¿Por virtud del espíritu santo? No lo creo. La preñez no fue virtual sino a efecto de un contacto físico un polvo salvaje aunque haya dice que va a parir un hijo cibernético. ¿Será Billy Gates el padre de la criatura? Esta mujer aun desnuda sin embargo parece el paradigma de la castidad. En otras congéneres el espectáculo se convierte en algo brutal libidinoso que incita al asco ante semejante perversión coprologica. Al verlo muchos se acordarán de la sentencia de Job tengo que insistir por ese cabo que me asusta la promiscuidad y falta de recato sobre la mierda en que nacemos y envueltos en ella nos vamos, hijos somos de una eyección excretoria, de un secreción vaporosa… “Et in corruptione genuit mihi mater mea”. Pienso, madre, que tú no me pariste en el dolor pero no en el alfaque de los bajíos de la secreción vaginal. Yo soy un tío que mamé buena leche y de calidad. “A este lo crías con polvos finos, Felicitas” oí decir al tío Matías el sacristán que era un borracho empedernido. Tú no te colocaste en la cabeza el  “p a l l o l i u m” la mantilla corta con la cual iban las mujeres de la vida caminando por las calles de Roma. A uno que me llamó una vez hijo de hetaira le hinché los morros 

 AMIEL


 

Un memorialista simpar fue este profesor ginebrino de quien puede decirse que de los años que vivió tres folios cada día escribió. Es parte de mi triunfo y m condena aferrarse a la escritura como ancla de salvación y de perdición. Diecisiete mil páginas consta su diario. Federico Amiel apuntó día a día las intercadencias de su espíritu estados de ánimo y las cosas más fútiles como sus defecaciones erecciones y asuntos del quehacer cotidiano traslados, las clases el parecer de sus alumnos las reacciones políticas o las intercadencias meteorológicas cuando soplaba el viento sur de los Alpes. He vuelto a leer el gran estudio psicológico que hace dél el Dr. Marañón releyendo su obra que manejé por primera vez en 1966. Amiel es el epitome de los memorialistas. Es un género descubierto por los ingleses pero yo creo que este erudito suizo que escribía en alemán y en francés los supera. Mucho fárrago ciertamente pero viene a decirnos que la vida del hombre no es heroica. Las horas de sus días están circunscritas al aburrimiento y al tedio de la vida que se repita. Amiel es el mito del eterno retorno. Solterón empedernido, narcisista, egoísta, nos coloca en la senda de la modernidad. Ser para la muerte. Su vida fue una preparación para ese destino inexorable del hombre. No tenemos experiencia de la muerte y el trance se ha de improvisar y murió con gran paz a los sesenta años de una enfermedad pulmonar. Amiel fue un hombre anodino psicológicamente vulgar relata Marañón pero de una gran capacidad meditativa. No fue un pensador sino un pensativo, adalid del auto análisis. Un melancólico introvertido. Posee esa terrible lucidez de los cardíacos, algo que se refleja a lo largo de los miles de páginas de su Journal intime. Esfuerzo titánico de redacción. Suplicio de Tántalo condenado al tormento de las Danaides. Llenar la botija para después descargarla en lo alto de la montaña. ¿Después qué quedará? Nada. Un tímido sexual cargado de sentimientos de culpa y un complejo de inferioridad sexual rayano en lo eunuco y el gonocorismo hermafrodita y sin embargo Marañón con su ojo clínico advierte que la virilidad de los tímidos como Amiel se contrapone al donjuanismo que cosifica a la mujer como objeto de placer. Don Juan ocultaba en lo oscuro el perfil de un alma femenina mientras que los tímidos esplendentes como en este caso alientan un alma superviril. Para Amiel que sublima esta baja tendencia de los instintos inferiores deifica a la mujer a la que considera la dueña y alma de sus aspiraciones superiores a la totalidad. Elos son capaces de colmar la libido femenina que es insaciable véanse las salas de la masturbación en Internet En ella encuentra su ideal un ideal que tal vez nunca encontrará. Sublimación de la maternidad y complejo de Edipo. Para Amiel la cifra y compendio del ideal mujeril lo representa la pintura de Leonardo Da Vinci... le asustaba la brutalidad de la cópula carnal como acto físico. Pesan en él sin embargo las incongruencias y contradicciones de los que piensan y escriben demasiado. Su esteticismo anda en danza con la misantropía narcisista que busca la mujer perfecta. Este desistimiento le entregó a una castidad forzada y viril.

Amiel era demasiado macho todo lo contrario de un impotente a decir de sus biógrafos. Así y todo conoció el amor físico. Echó sólo un polvo en su vida con Philine una viuda madre de una de sus alumnas. Al cabo del encuentro sufre una crisis de desencanto y ¿el amor era eso? Se pregunta en la entrada de su diario aquel 6 de octubre de 1860. Quería casarse con el profesor pero éste, un tanto morugo y calvinista, no estaba por el himeneo y Philine se va a Berlín. Hubo otros semi amores hacia los que Amiel el profesor de estética algo cretino da calabazas. Debió de ser un tipo insufrible y banal victima del egoísmo que le condujo a la soledad. Marañón estudia su personalidad farragosa y memorial como antagonista del mito de don Juan contra el cual el escritor desde su cigarral toledano despotrica constantemente para agraviar a Tirso de Molina que fue el que lo introdujo en la literatura castellana. Y el mito donjuanesco habitó entre nosotros. 

Прямая трансляция пользователя † Свято-Успенская Почаевская Лавра

EN EL DIA DE LA MUJER TRABAJADORA YO ME ACUERDO DE LAS QUE MÁS TRABAJAN A DESPECHO DE LAS ARENGAS DE MISS MONTERO LA MINISTRA IGUALITARIA. NADIE SE ACUERDA DELLAS Y CON SU LABOOR DE REPARTIR AMOR HACEN GRAN FAVOR A LA PAZ DE LA REPÚBLICA

 SAN AGUSTIN, LAS DAMAS DE LA NOCHE Y LA MINISTRA IGUALITARIA



Son las mareas de San Agustín, las más vivas del año. La mar está bella dicen los marineros de Cudillero.

Sopla una brisa fresca cierzo del norte, que “presta”, aunque sea peligroso bañarse por el empuje y poderío de la mar cantábrica.

"San Agustín nuestros males se lleve", canta una copla astur y yo leo al gran obispo de Tagaste, uno de los mayores padres de la Iglesia latina, el gran retórico, el que hizo de la teología y la moral católica vertida en gran prosa cristiana una belleza. Que los burdeles no echen el cierre, el señor obispo pedía.

En sus libros demuestra la consistencia y durabilidad de nuestra fe católica ─la SRI no es un Papa ni una época porque los obispos de Roma vienen y van pero la doctrina del Señor permanece indemne─ y el humanismo, conocía bien a los hombres.

En su juventud, adicto a las teoría maniquea de Ahriman y Ormuz, el bien y el mal que se alternan en la vida de los hombres, debió de pasarse en noches de vino y rosas allá por Hipona y se enamoró de una hermosísima mujer nubia de raza negra de la que tuvo un hijo, Adeodato, muerto en la adolescencia.

"¡Oh Suprema Belleza cuán tarde os conocí!", exclama el santo arrepentido.

Allí estuvieron las oraciones de su madre santa Mónica que determinaron su conversión.

El padre de la iglesia, pese a todo, continuó conservando su talante indulgente, nada gazmoño, frente a las debilidades de la condición humana: "Las meretrices son indispensables para el bien común y la tranquilidad de la republica".

Cuando he aquí que salta doña Irene Montero la ministra igualitaria suplicando a los gobernantes de las taifas que cierren las mancebías.

Hija mía de mi vida, tú quieres ponerle puertas al campo al tratar de acabar con el oficio más viejo del mundo.

Largo nos lo fiáis pero esta muchacha, que debe de ser partidaria del amor libre, hace un llamamiento a la santurronería oficiosa y mendaz del gobierno Sánchez.

Es como encargar a la raposa la guarda del gallinero.

Agustín ya "dijo aborrece el pecado pero sé compasivo con el pecador".

Nuestro Señor Jesús, liberando a la mujer publica de las garras del sanedrín: "Quien esté libre de pecado arroje la primera piedra", se mostró tolerante con la fragilidad de nuestra naturaleza.

No como estas hienas corrupias del FEM contumaz, tan dogmáticas, tan absolutistas, tan intransigentes, que renunciaron a las más sublime misión de la mujer transmisora de vida, son anticoncepcionistas y nos salieron machorras con horror al macho y oliendo a montuno.

Maria Magdalena, la ex prostituta es una de las mayores bienaventuradas del santoral.

Estas señoras no saben nada, no leyeron nada pese a ostentar títulos universitarios.

No han oído hablar del Arcipreste de Hita con su monserga aquella de "haber mantenencia y folgar con fembra placentera" ni a Quevedo que anuncia a un amigo por carta "en esta corte llegaron irlandesas".

Dicen que Cervantes murió siendo palanganero de una casa llana vallisoletana.

Tampoco a Galdós, muy putañero él, y frecuentador de los desmontes del Canalillo donde el barrio de Cuatro Caminos perdía su honesto nombre, ha leído esta coima, barragana del Coletas, que predica una falsa continencia que ella no practica, pues vive amancebada con el "vice".

Sólo les mueve el reconcomio y acaso cierto tribadismo u homosexualidad femenina, estigma que contrajeron en colegios de pago.

A la señora ministra le importa un bledo la suerte que puedan correr estas damas de la noche perdidas.

Uno de los títulos que se ha ganado esta democracia española fue precisamente ser el mayor burdel de Europa. Luces rojas en la carretera que a no pocos pecadores deslumbran.

Pobres mujeres engañadas, honorables meretrices, hijas mía de mi vida, tiradas en la cuneta, venidas desde todos los rincones de la tierra. Archívese. Todas al paro. La ministra lo dicta.

Se apagaron las relampagueantes y seductoras luces de neón que entonan cantos de sirena en la noche estrellada para los automovilistas, cuando se viaja de noche en conducción por las carreteras de Castilla.

Todas al paro y a comer el pan amargo del falso buenismo.

Dios las perdone. Pilunguis humilladas y ofendidas ¿adonde irán ahora a hacer la carrera estas pobres poligoneras?

Tampoco doña Irene Montero se ha dado una vuelta por las Redes.

Son el gran lupanar por ordenes del Gran Nostramo y de Hugh Hefner el inquietante fundador de Playboy y las conejitas que acaba de morir entre mujeres, podrido de dinero y de asco.

Billy Gates recogió la antorcha. Las consultas sobre temas sexuales ganan en Internet por mayoría. No niego sin embargo que Internet no tenga sus buenas cosas.

La ministra hete aquí se mete a mondonguera y quiere acabar decretalmente con el oficio más viejo del mundo.

Será contraproducente porque acabarán todas haciéndose putas por falta de trabajo.

Ellas no cobran veinte mil "pavos" al mes, como su señoría, ni viven en un "casoplón" a las afueras de Madrid custodiada por una compañía de veinte zaguanetes de la Guardia Civil.

Le recomiendo, ministra, que se dé un paseo por Internet y ponga una vela a Santa María Magdalena, la hetaira que enjugó con sus cabellos regados con sus lágrimas arrepentidas los pies del Salvador.

Pero claro usted no cree en ella. Usted es laica y feminista y tiene un aya para llevarle a sus niños a la guardería.

¡Pobres señoras trabajadoras del sexo en manos de quien han caído!

Sería mucho mejor que abandonasen ─hay que tener cuajo─ ese sucio empleo que las sustenta y encontrasen otro más digno.

Sería como pedir peras al olmo claro está. Es una utopía.

Que así está España como la mula de Wamba que no come ni caga ni jode ni bebe pero siempre anda... a trancas y barrancas.

Con la fiesta de san Agustín acaba el mes más hermoso del verano español. Olvidémonos de la pandemia y abramos las Confesiones del bendito obispo de Hipona. Es un consejo de este humilde periodista.