FRANCO Y SEFARAD UN AMOR SECRETO
Uno encuentra otro hombre y otra pluma a lo largo de un texto escrito hace más de veinte años y que durmió el sueño del polvo y que ahora resucita. Lo daré a la estampa en un par de semanas. Es un libro denuncia y esperanza. Tendrán mis enemigos que leerme aunque a los del régimen les dé un telele y hayan de pasar mucha saliva. También se hace a lo largo de las casi trescientas y pico páginas homenajea los héroes de la Blau, así como al pueblo ruso y al alemán que fueron las primeras bajas de aquel holocausto europeo al que yo prefiero denominar hecatombe. Hay aspectos muy oscuros sobre el rearme de Alemania, el respaldo de los banqueros suizos a los nazis, la retardada intervención yanqui, cuando ya aquella guerra de exterminio estaba bien peleada por los rusos y por la Wehrmacht y en parte por los brits. No se entiende por qué de antuvión y a barrisco al Fuhrer se le mete en la cabeza la idea de avanzar con sus tanques por la estepa y atacar a Rusia, denunciando el pacto Ribbentrop- Molotov, cuando todos los generales prusianos, Guridan, el primero, sabían que Rusia es practicamente inconquistable. Alguien debía de mover los hilos secretos entre bastidores para prender la mecha de aquel gran fuego en el cual perecieron casi un millón de europeos.
Francamente, tengo una pluma- y esto no es una presunción- como un berbiquí y someto al escalpelo toda la propaganda a la cual nos uncen los boquirrotos. Soy de los que no comulgaron nunca con ruedas de molino.
El mensaje cierto es que Francisco Franco Bahamonde aunque ahora derriben sus estatuas fue un caballero cristiano. Y ¿qué es lo que caracteriza a un caballero cristiano? Acudamos a fray Antonio de Guevara, aquel gran obispo mindoniense, polígrafo y espejo de historiadores, moralista, lo que dice a este respecto:
“No se arma a un caballero por ser de sangre limpia. Lo que hace a un caballero cristiano es ser medido en el hablar, largo en el dar, sobrio en el comer, honesto en el vivir, tierno en el perdonar y animoso en el pelear”
Eso en lo moral. En lo político la figura del Caudillo se agranda con el paso del tiempo, aunque fuera un legionario de no muy aventajada estatura, el culo bajo, y la voz atiplada, pero con un par de redaños.
Un hecho irrefragable es que salvó a muchas juderías del Este: Salónica, Bucarest, Budapest, Sofía, Berlín, la Francia de Vichy. Hubo embajadores como Sanz Briz, Vidal, y otros muchos que honran al cuerpo diplomático español. Son los primeros en la lista de Schindler.
Lo que dice la propaganda oficial al respecto de este asunto es que actuaron por su cuenta y riesgo, y eso no es verdad. actuaron bajo directrices oficiales de Madrid.
Franco estableció el Hogar Judío en Barcelona en 1941 y toda la frontera de Port Bou era un cuele y cuando Londres ahorcaba judíos en Palestina y Washington se lavaba las manos, el régimen franquista, jugando a dos barajas con Hitler, se constituyó en el gran samaritano del pueblo elegido y perseguido. ¿Se lo han agradecido? Una buena pregunta.
Mi texto no niega el Holocausto desde luego pero hace reserva del afán de convertir los hornos crematorios en una religión nueva, oficiosa, y oficial, laica, que reemplace al cristianismo, sustituyendo el perdón y la esperanza de la Redención por el odio y la revancha. Una trampa en la cual han caído incluso los de Vaticano.Allí parece que la vieja fe se tambalea porque algunos papas y monseñores han dicho que París bien vale una misa. Afán de poder y desprecio a la verdad.
Refuerzo el argumento con gran aparato crítico. Y ahí está mi obra para la historia. El libro puede arrasar partiendo de la base de que contra la verdad no hay fuerza en el mundo. Ahí está. Ahí está la Puerta de Alcalá. FRANCO Y SEFARAD ¿UN AMOR SECRETO? Ahí queda eso. Hoy me siento orgulloso de mí mismo. Remando contra viento y marea