SU MAJESTAD MOHAMED
BOLINGA
Siento hacia Marruecos
una veneración profunda de filólogo, periodista e historiador. Ocho siglos de
convivencia dan para mucho y han dejado rastro no sólo en las palabras
incorporadas a Castilla desde el árabe términos agrícolas, frutos, caminos,
aperos, aceñas sino en nuestra actitud frente a la vida. Todo español lleva un
moro adentro del alma un moro montaña. Yo sería incapaz de escribir un libro
como los Versos Satánicos porque lo sagrado es una versión de la divinidad
acomodada a la idiosincrasia de cada nación y no me gusta blasfemar. Pero somos
humanos. La prensa se refiere a un hecho puntual. Su majestad el rey de
Marruecos se fue de fiesta, le dio al jarrillo besándolo con más fervor de la
cuenta y ya sabemos que el Corán prohíbe el vino a sus fieles. Así que los
seguidores del profeta no están muy acostumbrados a los vapores báquicos y
cuando se emborrachan lo hacen abondo. Total, que Su Majestad acabó bolinga haciendo
eses por las calles de Paris y hablando con las farolas. Porque cuando no hay
remedio litro y medio. Un mahometano a machamartillo puede rasgarse las vestiduras
ante la imagen del monarca alauita que es uno de los pocos descendientes del
Profeta que quedan en el mundo, pero para un cristiano como yo me causa cierta
hilaridad. Es humano libar más de la cuenta porque el vino alegra el corazón
del hombre y de momento aleja las tristezas, mohamed VI debe de estar sometido
a una fuerte presión por los norteamericanos y por los judíos. Los unos quieren
apoderarse de los fosfatos y el petróleo sahariano y canario y los otros
extender el dominio del Eretz Izrael o Gran Israel a lo largo de todo el
litoral mediterráneo. El monarca alauita sigue siendo en buena medida rey de
Granada y como tal los españoles debemos respetarlo y se sentirá español y no judío
por ese cabo. Su tatarabuelo Muley Hassan guardó unas llaves de la Alhambra y
se fue al exilio cantando la balada “Ay de mi Alhama”. Parce ser que tiene
algún problema de salud el rey Mohamed VI. Así que es comprensible que se pasease
tremulante, tratando de olvidar, por las aleas del Bosque de Boloña. Una copita
no vendrá mal de vez en cuando. Viva el rey de Granada. Porque cuando Marruecos
está bien España va bien. Nuestros dos pueblos están condenados a entenderse. Yo
conozco y respeto siempre al moro.