RASKAZAT, ZAPISKIKY Y Saca
la gran tradición del cuento ruso
Los rusos son los maestros de la historia corta. La magia del cuento ruso dardos que se disparan Al corazón desde la aljaba de las musas. Soy un entendido en la materia. De adolescente me zampé todo lo traducido al español en las colecciones Prometo y Austral.
Encontré en esta short stories una forma de vivir y de solar. Débame mi madre la “huelga” de la semana y los veinte duros yo los gastaba en vez de copas o el baile en compararme un Chejov o un Gogol que vendían en rústico en la calle José Antonio 32 hoy Gran Vía. La raskaz para entenderla hay que volver a la historia hablada.
Los rusos suelen hablar por los codos y de forma solemne y bella como ningún otro pueblo del mundo. Esa afición a contar historias lo heredaron de los griegos, el género recibe diferentes nombres: povest, sdacha y zapiski (bosquejos).
La Russie
bavardet toujours, que dicen los franceses fijándose en esta pasión por la charla de los rusos
Dickens los imita en sus famosos cuadros de la vida londinense. Pushkin, Lermortov, Gogol, Turguernev lo bordan. Al leerlos se recibe como un splash llegando al corazón. El inimitable Navokov o Ivan Bunin cuyo 150 aniversario de celebra también son dos consumados expertos. Lo bueno si breve dos veces breve o mejor si se quiere.
La pléyade de escritores afiló su pluma a principios del pasado siglo. anunciando proféticamente los estragos de la revolución rusa, los marxistas, la depravación de la nobleza, el hambre de la estepa, la melancolía y la vitalidad de un pueblo que jamás se rinde.
Rusia perdió la guerra primera mundial. se
alzaron en armas los humillados y ofendidos. sin embargo, Rusia no ha muerto.
Resucitó. Son los maestros de internet. Camaleónicamente han asimilado las nuevas
técnicas de la redes sociales. Si no existiera este misterioso y gran país
habría que inventarlo