Llueve. Sobre los campos llueve, y mi alma se esponja del revés, gozo de la lluvia mansa y me alborozo con ciertos recaudos de la paremiología, que ya se dijo
-de los gustos sin pecar el mayor es cagar
Están contadas nuestras cagadas al igual que nuestras exoneraciones de vejiga. Como está la política madre y la diosa Diqueia madre de la balanza, vestal ciega a las que los paganos pintan con una romana entre las manos creo que está llorando por los malos pasos del rábula Garzón con las madres de la plaza de mayo. Crímenes contra la humanidad, qué rimbombante suena la cosa, acojona un poco, los crímenes que cometió el padre del juez estrella-mireya han prescrito o eran actos de legítima defensa, eso dicen en sus mohatras leguleyos de justificación. Tiene pinta ese chico mitad y mitad de cortijero de Jaén, de profesor de Yale y de mafioso del Bronx. Paga el NY pero de los gustos sin pecar el mejor el cagar… quien pudiera tener cien culos para cagar cien veces. Lluvia de abril. Dios es clemente y maravilloso, los hombres andan a lo suyo con sus venganzas, con su odio, sembrando intranquilidad a mansalva entre el personal que ni se entera de qué va la cosa en este cornijal de la política reducido a albañal y sumidero de tanto pecado y tanta culpa, sólo medran los hijos de puta, de siete señas la primera es tener la barba en parroquias, la segunda el pelo pa atrás… y yo le pido a dios que me permita evacuar, villano en mi rincón y que me libre de los malos y tormentos de la opilación. A Pepino que le den un laxante y si no lo haber a manos, aceite de ricino. Todos caguemos unos cagan más y otros cagan menos. Cagar a gusto. Y yo pulso de mi lira la más tranquila cuerda, canto a la mierda. Y es en la taza del retrete donde me vienen las grandes ideas. Después hay que tirar de la cadena para que tanta pecina se vaya al Río Mierdero. Ya hiede, Lázaro pero puede que las lluvias de abril aguas mil limpien un poco este cagadero, espero. Por esa ley entramos todos. Caga el papa, caga la reina caga el rey caga el pobre caga el rico. Todo es cagazón, a eso se reduce todo. La negra Noemí sólo caga oro pero sus bostas huelen mal como las de todos. Joder como se ha levantado usted hoy don Accipiter. Eres un plasta