EL CABO FLORES Y LÍOS EN LA CASA DE LA CUESTA
Resulta un caso extraño y chocante lo de ese cabo guardia civil asturiano que no olió el poste y se tiró al alpiste y luego encontraron en su domicilio no sé cuantas direcciones y cartas bosquejadas ofreciendose a potencias extranjeras... um, qué mal huele todos esto., lo acusan de trabajar para los rusos. Sin embargo, la esculca es un oficio muy aleatorio donde nada es lo que parece y no hay que fiarse de las apariencias. El cabo Flores ha cometido tal vez torpezas de primerizo, o acaso no sea más que una cabeza de turco, si es como dicen y como lo cuentan. Por mi parte no creo que un miembro del honorable cuerpo de la benemérita esté dispuesto a traicionar su juramento a la bandera por un puñado de dólares. Turbio el asunto que huele a coartada. Los servicios de inteligencia manejan información militar pero sus agentes no suelen ser militares.
Cuando en las operaciones intervenían militares "la jodían" según es creencia y táctica en Langley, Virginia, a orillas del Potomac donde está el cuartel general del espionaje americano. Hoy el mundo es mucho m´ças complicado que hace treinta años. Pero algunos milicos siguen utilizando tácticas de guerra fría, la patada en la puerta, el seguimiento. Es el modo operativo de un famoso general que puso micrófonos hasta en la casa del Rey, pero se le escapaban todos los pillos de ETA. Cuando le reprochaban ese supuesto, decía que ello no era de la incumbencia del Cesid, que se movía en áreas más estratégicas. Luyego se comprobó que en la reunión de Azores hicimos el ridículo.
Parece ser que los antiguos métodos regresan a la Cuesta de las Perdices, con lo que nuestra seguridad nacional puede hallarse en entredicho. Hoy las fuentes de información son muchos abiertas y el agente de la gabardina, el pitillo rubio en la comisura de los labios, el revólver en la pechera es algo ridículo y fenecido. Hoy el espionaje es más psicológico y vuelve a los antiguos pródromos de la inteligencia. Basta con abrir Internet. La última noticia que circula es que el terremoto de Haití ha sido preparado artificialmente por los USA que la víspera iniciaron en la isla unas maniobras militares. Puede tratarse de una explosión nuclear subterránea. La sexta flota lo ha aprovechado para invadir la isla. Esto no lo dicen los rusos, la noticia ha partido de Estados Unidos y ha sido recogida por una emisora venezolana. Vivimos en un mundo peligroso y falaz. Por supuesto desde este angulo de opinión no nos in forma la CNN, que prefiere los "cuentos de Calleja". La manipulación de la noticia se ha convertido en un arma de combate y es misión del periodista con un mínimo de ética decantar, analizar y que no le metan goles propagandísticos.
Resulta difícil digerir en resolución la historia amañada del cabo Flores. Suena a irreal lo mismo que lo de las armas de destrucción masiva en Irak y si es cierto lo de Haití sería para avergonzarse de la condición humana y es que los buenos a veces no son tan buenos como parece et in dubio pro reo, reza una antigua norma jurídica romana.