PADRÓN LA AUGUSTA IRIA
FLAVIA APUD FLUMEM ULLA ET PONS CESARIUM
No tengo el padre
alcalde ni padre ni madre ni perrito que me ladre pero soy un hombre libre que
goza en España de la edad provecta. Siento compasión por mi patria y perdono a
mis enemigos, me he acercado hasta Padrón a visitar la tumba de mi admirado
Cela que yace en un hermoso camposanto bajo la sombra de la torre de la iglesia
románica que fue una de las sedes catedralicias más antiguas. Es también la
patria de Macias Enamorado. Cantan los mirlos y dejo un ramo de madreselvas en
la humilde tumba del gran escritor genio de nuestras letras mi padre espiritual.
En el puerto amarran dos gabarras con la pleamar en sizigias, aquí aportó según
la tradición la barca de piedra que trajeron los discípulos del apóstol Santiago
a Compostela. Una paz augusta impregna la brisa de la atardecida, en una
cornisa del firmamento asoma la luna de Pascua
Y yo sueño en el doncel
de don Enrique el Doliente poema de Macías y
los grandes libros de
Camilo José Cela. Entro en una taberna de Puente Porrón a tomar un ribeiro. Se confortan
mis carnes, en un rincón juegan a las cartas unos pensionistas que hablan en
gallego. Es una lengua dulce y escéptica que me hace recordar a Rosalía de
Castro. Iría Flavia fundada por Vespasiano, era una mansión importante según el
itinerario de Antonino que unía Evora con la Tarraconense y con la Galia. No oculta
su solercia romana que era una manera de entender el mundo. De aquel pasado las
piedras del puente de Cesar hablan a los siglos. Posteriormente fue destruida
por Almanzor y por los normandos, pasan por la vieja calzada tres peregrinos macuto
al hombro. Hablan en polaco y yo les saludo en la única palabra que conozco en
dicho idioma eslavo.
- Zakushe.
Buen camino
- Los
pimientos de Padrón unos pican y otros non