Un "asunto familiar". Así define el poeta Luis García Montero que la hija que tiene en común con la escritora Almudena Grandes les haya salido falangista.
Elisa García Grandes apareció hace unos días en un vídeo glosando las bondades del nacional sindicalismo en la sede de la Hermandad Nacional de la Vieja Guardia de la Falange. Unas imágenes que han corrido como la pólvora por las redes sociales, dada la marcada ideología de izquierdas de sus padres.
El disgusto que les ha dado su hija a Almudena Grandes y Luis García Montero
Ahora el también director del Instituto Cervantes defiende a su hija en un artículo en Infolibre en el que, además, cuenta el consejo que le dio cuando ésta, apurada por la polémica, fue a verle: Le digo que no se preocupe, que aunque los ataques van contra su padre y su madre, sólo a ella le pueden hacer daño, y si ella está bien podemos hasta reírnos y cantar cualquier himno", escribe.
Y continúa: "Mi hija pregunta por qué hay gente así. Le aconsejo la lectura de un libro de Jordi Amat, El hijo del chófer (Tusquets, 2020). Me levanto, lo busco en la biblioteca y leo: 'Cada artículo oculta un parricidio'. Cuento la historia del periodista Alfons Quintà y vuelvo a leer: 'Dañar. Intoxicar todo lo que pueda. Convertir la realidad en el cenegal donde habita su conciencia'. Un libro estupendo.
García Montero se queja de que "hay gente que confunde la libertad con la ley del más fuerte y la dignidad con el derecho a imponerle al otro sus creencias. A mi hija Elisa le comento que podemos pedir que se respeten nuestras ideas siempre que no nos empeñemos en imponer nuestras ideas a los demás".
Y acaba relatando un episodio de su niñez, de cómo durante años era tradición de Navidad en casa de sus abuelos cantar El Himno de los españoles patriotas, compuesta por su abuelo Adolfo, músico, durante la Guerra Civil en Granada. Y añade: "No resisto el grito de viva la muerte, ni me gusta ninguno de sus novios". Que es su forma de decir que la familia tiene estas cosas.