Seminario desierto duelen los recuerdos
Semblanzas y añoranzas
Todos los días la misa y el breviario
Liturgias latinas
Quise ser clérigo
Pero soy un hombre casado
Enderecé mis pasos
Hacia el viejo seminario
Tránsitos vacíos
Caras conocidas
Pero no reconocidas
Allí ya no estaba el niño que fue
de la Schola cantorum
Todo ha cambiado
Templos cerrados
bancos espectrales
silentes retablos
El gran rodillo trituró nuestros sueños
ha pasado la apisonadora apocalíptica
Esta Iglesia ya no es mi iglesia
Todo ha degenerado
Barca de Pedro navegando a la deriva
Timón escota y jarcia en mano
El timonel argentino va borracho
Ha entregado las llaves de san Pedro
Al terror del milenario
Se rieron de mí
Me insultaron
El chaquetero Porreros
Se fue a un puticlub
El Herguedas fue nefasto
Pues de Cuellar nada bueno podrá salir
Aquel hijo del cabo de la guardia civil
de Vegafría que torturaba a los ciclistas
que pedaleaban por la cuesta Tejares
sin candil
Serrano el primero de la clase
El más lerdo y más fanático
No eres de los nuestros
Me dijo
Ni te queremos ni admiramos
¿Habíais leído mis libros?
repuse yo humilde
No porque sus paginas son gusanos
Serrano el lechuguino de Posadas
Un hijo de la gran puta
Crispé los puños ante la injuria
plegué la navaja
Y fuime por donde había venido
Para no ver a los del curso nunca más
Segovia conversa católica y cruel
Risa de hiel
Morada del falso amigo
Lunas de enero al pie de la catedral
Tabernas de la calle Escudero
Vendió el obispo el palacio episcopal
Arciprestes y presbiterios de mi quinta
Todos padecen de algún trauma mental
Por las tardes juegan al capadillo o al julepe
O se embostan de encíclicas y vino de misa
En la sala capitular
Algunos fueron capados
Otros barajan la brisca sin parar
Sin embargo a mí esta gentuza
Mi fe en Cristo no me quitará
Oh católica y cruel majestad