RELATOS AL FINAL DEL
CAMINO
La
publicidad y la propaganda esencia de la vida moderna qué es publicidad y qué
es propaganda? Íbamos al cine Cristal o al Montija y en el intermedio mientras
unos se iban a fumar un cigarro otros se quedaban para mirar las diapositivas
de anuncios comerciales en la foto fija. Eran surtidos de la agencia Argos que
anunciaba Anís de la Asturiana o vístase en Cortefiel y para el invierno
madrileño gabardinas Butragueño. La gente con gusto fuma winston. Es la hora de
un camel. Se fumaba mucho por aquellas calendas. He leído un libro apasionante
del primer publicitario en España al que los americanos mandaron a la cárcel. This
is a cut throat business.
Fue
uno de los puntos fuertes del intercambio de la leche en polvo por la chatarra
de la guerra de Vietnam. Francisco García Ruescas fue el pionero. Lo escuché en
la escuela de Periodismo donde ejercía cátedra. La publicidad alma del
periodismo.
Fue
amigo de don Juan y de Ansón y de Pío Cabanillas. Franco lo consideró con
respeto. Un hombre de empresa que cayó en el cepo de la envidia y del morbo
visigótico y esa falta de solidaridad o desamor de los españoles unos con
otros. Su libro de memorias es una elegía que me ha hecho recordar en muchos
aspectos situaciones también de mi biografía.
¿Qué
es publicidad y qué es propaganda? Los súbditos de Goebbels han encontrado en
nuestros corazones hueco. La "publi" es la musa y la música de
nuestros movimientos reflejos. El libro de Ruescas aporta muchos datos de cómo
se incorporó España a la modernidad en tiempos de Franco al paso que describe
algunos personajes de la época con los que hubo de lidiar: el putero y mal
hablado pero el mejor ministro de educación que tuvo el reino Pedro Sainz
Rodriguez amigo de Franco cuando compartían pensión en una casa a pupilo de la
calle Magdalena de Oviedo, después su enemigo acérrimo y más tarde el valido de
don Juan de Borbón. Se describe al vocinglero Luis María Ansón, un monárquico
patológico, que con su voz de rana y hablando recio despotricaba contra Juan
Carlos y se consideraba un restaurador de la monarquía. Areilza tan difuso y
confuso como siempre que jugó la carta de Franco como embajador en Buenos Aires
y luego se unió a la facción revisionista del conde de Barcelona.
Por
este libro pasan las miserias y grandezas de aquellos tiempos y uno entiende el
sentido de la palabra borboneo. Que es el chantaje la delación y el
desagradecimiento y ahí te quedas. La monarquía es para ellos no una
institución al servicio de España sino una finca privada que los dinastas defienden
a capa y espada. Borboneo y verbeneo funcionan parejos.
Mucho
coñac llevaba don Juan en el cuerpo. La agencia "Alas". Lola Flores
la incipiente prensa del corazón, las noches de Marbella, Espartaco Santoni,
marido de la incombustible Tita Cervera,
al que conoció en el patio del penal de Carabanchel. Todos desfilan deprisa por
las páginas de este libro. Las peregrinaciones a Estoril. Todo aquello. Franco
supo contener la embestida de los conspiradores patrocinados por la embajada
americana pero sin demasiado convencimiento. Ruescas habla de las fuerzas
ocultas y dice textualmente " los
animales matan para sobrevivir; los hombres matan moral o físicamente para
lograr prebendas, riquezas, puestos sin darse cuenta del salvajismo caníbal con
el que actúan porque lo suyo es matar porque sí y quítate tú que me pongo
yo". El gran magnate de la publicidad que tuvo la exclusiva de Palmolive
de Gallina Blanca la TWA las ginebra
Fockin sucumbió cuando su agencia CARSAN fue anulada por la CIA. Era demasiado
que tan importante negocio estuviera en manos de un almeriense que se hizo a sí
mismo.
Se
arruinó y acusado de desfalco fue juzgado y condenado a seis años de cárcel. Su
traslado, según lo cuenta, desde la Modelo de Barcelona hasta Carabanchel, es
impresionante. "Para ir al baño teníamos que ir esposados con un
compañero"... "en la quinta galería estaban los políticos: Tamames
Marcelino Camacho, García Trevijano Sánchez Dragó que tenían servicio de
restaurante y eran servidos por camareros engalonados, mientras nosotros, los
presos comunes, nos hacinábamos en ergástulas donde todo lo malo de la
condición humana podía tener lugar"...
La
quinta galería parecía un ministerio. Aquí ganan siempre los malvados. El
veredicto del magnate publicitario es pesimista con respecto a España. Mucho
tendrán que estudiar los historiadores en el futuro de cómo se hizo la
transición de la dictadura a la democracia. He aquí un testimonio vivo, la
crónica de un perdedor.
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