MARIVÍ ROMERO RIP
Otra que se va. Ha
fallecido en Benidorm Mariví Romero la hija del escritor y publicista vertical Emilio Romero a los 80 años (Dios
mío, cómo pasa el tiempo y parece que fue ayer).
Conocíla de moza. Era alta,
alegre, un poco miope. Íbamos juntos en el autobús de Moncloa. Siempre llevaba
un fajo de papeles al brazo y era la primera en llegar a sus clases de Románicas.
Una “muyerona” pero que no se daba pisto
de ser hija de quien era. Gafas grandes y una horizontal sonrisa exhibiendo la
almena de sus dientes. Muchacha muy formal y cordial.
Se ganó el puesto a pulso de crítica taurina
en TVE y en “Pueblo” diario de la tarde dirigido por su padre.
Del arte de Cuchares acabó sabiendo más que
Lozano Sevilla y Curro Meloja o el propio Matías Prats. Tres taurinos en el
candelero en aquel tiempo del franquismo. Diestros de aquella época “El Cordobés”,
Paco Camino, Bienvenida, El Viti pero también las charlotadas del “Platanito”.
Entonces se radiaban y se televisaban para
alborozo y diversión de los españoles las corridas de toros. Daba gusto leerla
o escucharla a Mariví.
Tenía ese gusto por la
palabra rotunda y definitiva tierna como el mollete de una hogaza, y ese
salutífero aire campero de los taurómacos. Aprendió su jerga.
De raza le venía al
galgo. Don Emilio Romero era un morañero cabal que se expresaba en un
castellano cervantino.
El mejor trigo y el
más cabal lenguaje de España en las Morañas,
según Tirso de Molina. Un decir rotundo y espectacular pero llano como las
huebras y los haces de la comarca
arevalense.
Supe después de
nuestros años en la Facultad de Filosofía y Letras y de Periodismo poco de su
vida.
Me dijeron que se
volvió mohína y algo machorra al jubilarse. Descanse en paz María Victoria
Romero.
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