INTELLECTUM TIBI DABO EDOCE ME IN VIAS TUAS
El alma es inmortal el cuerpo perecedero.
Es una de las grandes enseñanzas de la Escolástica que hogaño resulta difícil entender
porque va contra el espíritu de los tiempos materialistas, tecnológicos,
antiestéticos y apátridas. No vale el entendimiento ni los valores morales para
una sociedad anti ética y anti estética. Lo que vale es el dinero la fuerza física,
la belleza corporal, el éxito. Una postura frente a la cual nos mostramos escépticos
los que estudiamos teología y seguimos el abierto por las sumas teológicas de
santo Tomás. Entonces, “edoce me in vías tuas”
Señor, muéstrame tus caminos. Y aquí salta la paradojas del truhán y vividor
arcipreste de Hita, un escéptico de los temas elevados y espirituales porque a
él lo que le interesaba eran las carnales: “Pues como Aristóteles decía cosa es
verdadera; por dos cosas trabaja el hombre. Haber mantenencia es la primera y la
segunda es haber ayuntamiento con hembra placentera”. Su catequesis que nos
descorazona a cuantos soñamos en el amor platónico y mantuvimos un ideal de
mujer en la Dulcinea del Toboso, se confirma un imperativo en estos tiempos. El
otro día quedamos pasmados ante el coloquio de un parroquiano de esas “Citas a
ciegas” de T5 que cobran cada un tinte más pornográfico y el menda que se ufanaba
de echar tres polvos a la semana se mostraba escéptico ante su partener una
mujer asturiana que llevaba diez años sin estar con un hombre. Moraleja hay que
joder a calzón caído. Todos a follar y si no que se lo digan a esos ministros
del PSOE que a las chicas que quieren entrar en la administración se las pasan por
la piedra. ¡Verdaderamente bochornoso¡ pero esto es lo que hay que diría el
otro
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