MÁRTIRES DE POZUELO DE ALARCÓN MADRID
Datos biográficosPublio Rodríguez Moslares nació en Tiedra, provincia y diócesis de Valladolid, el 12 de noviembre de 1912. Es el menor de los hermanos. Este detalle será un escollo con el que va a topar su vocación: su madre, muy religiosa, lucha entre la ilusión de tener un hijo sacerdote y el alejamiento del hogardel benjamín de la familia.“Es Dios quien lo quiere, mamá; no sufras ni me hagas sufrir. Sé generosa y dale a Dios lo que es de Él antes que tuyo”, le escribe.
Incluso en la cárcel, recluido en una misma celda con el P. Mariano Martín y tres escolásticos más, “para entretener el tiempo y hacer más llevadera la prisión, empezamos a hacer entre él y yo una comedia en verso”, nos dice el P. Martín.Testimonios Ese mismo Padre añade:“Tenía un carácter simpático, abierto, luchador, proselitista, francote, bueno. Trabajó mucho para llevar a buen camino a dos de sus hermanos que no comulgaban del todo con sus ideas, aunque por otro lado eran muy buenos. Les escribía cartas desde el juniorado y en vacaciones discutía con ellos. Tenía espíritu misionero y suspiraba por las Misiones, espíritu que supo infundir en su casa, sobre todo a su hermana, maestra nacional”.
“Supo soportar con entereza y alegría las cárceles de Madrid y cuando provisionalmente le dieron libertad, fue sobre todo él quien hizo de enlace entre sus compañeros de calvario y sus Superiores, yendo de un sitio para otro”.
Después del martirio, su madre escribió una carta a los Oblatos en la cual dice que al pasar del juniorado al noviciado, fue a verlo a Las Arenas:
pero si me pasa algo o me matan, piensa que estaré con Dios y te ayudaré’. Publio parece que tenía muy claro que lo iban a matar”. Y así fue.
Al terminar la guerra su familia fue a Madrid.“Mi madre se había enterado que Publio había estado en la cárcel Modelo y quería ir allá. Mi padre intentaba disuadirla porque era la primera línea del frente. No obstante, como ella se empeñaba, mi padre quiso que la acompañáramos mi hermana y yo. Entre aquellas ruinas, ella buscaba en las diversas celdas y corredores. De repente comenzó a gritar: ¡Aquí, aquí! Y se introdujo en un habitáculo pequeño. Entramos con ella y vimos toda la pared escrita. Pude ver cómo en un rincón había unas palabras que destacaban más que las otras, porque estaban escritas en rojo, y que decían: `Madre, me llevan a matar, muero por Dios (…) No llores, me voy con Dios. ’¡Viva Cristo Rey! Y firmaba Publio. Ella se arrodilló, besó la pared, y con una especie de navaja, cortó un trozo de la pared donde estaba la inscripción. Fue entonces cuando me enteré que lo habían llevado a matar a Paracuellos del Jarama.
Mi padre ya lo sabía; pero no había hecho ningún comentario delante de nosotros”.
Publio Rodríguez Moslares
Nachdem das Kloster in Pozuelo am 22. Juli 1936 von bewaffneten Milizen besetzt worden war und Publio Rodríguez Moslares zusammen mit seinen Mitbrüdern von dort weggebracht worden war, kam er zunächst wieder frei. Er wurde aber wieder inhaftiert und am 28. November desselben Jahres zusammen mit zwölf seiner Mitbrüder hingerichtet.
Die Seligsprechung der 22 spanischen Märtyrer der Oblaten, darunter auch Publio Rodríguez Moslares, erfolgte am 17. Dezember 2011 in der Kathedrale von Madrid