2021-12-04

UN IDEAL QUE QUEBRÓ POR EL CABRON DE VALDIVIESO CABRON DE ROJO DEL PSOE ENIA QUE SER

















































POR FIN NOS REUNIMOS LOS DE LA PROMOCIÓN DEL 55. ¡BENDITO SEA DIOS!

Será el 5 de septiembre en nuestro viejo seminario de Segovia, aquel caserón herreriano en el que enseñó Retórica Diego Laínez, el segundo prepósito después de Aguaviva.

En la noche del 9 de agosto, acababa de bisbisear Completas en honor del santo del día: el Santo Cura de Ars, patrono de los párrocos. Todo un síntoma. Siempre le tuve una gran devoción a este cura francés que, corto de luces, y al que siempre tumbaban en latin y estuvieron a punto de negarle las ordenes del presbiterato porque era un negado para el musa /musae pero a fuerza de tesón y con las ayudas y remaches de Sancti Spiritu llegó a dominar la lengua de la Iglesia con la elegancia de un Agustín, de un Cicerón.

Bueno no tanto; pero san Juan María Vianney -en su persona hablaba elocuente el poder de la gracia- le hizo un corte de manga a Voltaire y fue uno de los héroes de la Iglesia que más pelearon contra el diablo, viviendo una época terrible para la iglesia francesa como fueran los días antecedentes a Termidor y al terror de los enciclopédicos muy liberales, equitativos y fraternos pero que acabaron cortando cabezas.

¿No me digan que tales membranzas nos llevan al hic et nunc actual? Cada día tiene su afán y cada tiempo de la iglesia su santo. Pero hay que dar la cara. Y él presentó cara y batalla contra Satanás con el que sostuvo una lucha atroz; fue uno de esos santos valederos para mí al que profeso gran devoción casi desde niño. Por desgracia no todos podemos ser el Cura de Ars.

Entonces sonó el móvil y al otro lado del espacio estaba Ángel San Vicente, el que saltó tan alto "que llegó a cura" (era el cabo gastador del curso) y hoy cura almas de Basardilla y de no sé cuantos pueblos más de nuestra querida diócesis de Segovia, la sede de san Geroteo, si no la más antigua de España al menos una de las que siempre conservó una recia personalidad. Era una voz que no escuchaba yo en medio siglo o más, la del querido compañero, el pipi alto, buen defensa en el equipo y que no ganaba su padre para sotanas, pues cada semestre crecía un palmo, y sostenía aquel tono firme y joven de misacantano cuando arrecharon bandera blanca en la torre de su pueblo, allá en Valverde de Majano hace ya la tira de años.

Pues "business as usual" y "decíamos ayer. Más de medio siglo ha transcurrido pero en las mismas estamos creo que entonces, cada uno portando su cruz, dueño de sus esperanzas, alegrías, desesperos y fracasos. Seguimos en las mismas, algo más viejos y vencidos por la edad. Veteranos pero no anquilosados ni caducos (¡qué más quisieran nuestros enemigos y los que nos persiguen!) y hombres de hoy San Pablo decía: os derriban y no podrán remataros. Por más que la ley de las horas inexorables haya pintado de nieve nuestras colodras, los que todavía conserven el pelo, que algunos estarán calvísimos.

Pues fue todo un síntoma lo de la fiesta del Santo Cura de Ars y el libro que tenía yo entre manos que era la Epístola Ad Romanos donde se descubre a los enemigos de siempre que ponen chirlas en el zapato de los pobres apóstoles y chinas en las cáligas de los venerables obispos. Son siempre los mismos: la misma rebeldía, esa protervia, ese odio contumaz a la cruz. Idénticos argumentos. No cambian el chip. Sin embargo, no dicen una verdad y, carentes de escrúpulos o de entrañas, hacen pasar por verdadero lo falso.

La paz significa guerra en su lenguaje; pacto, rendición; laicismo, anticristianismo o ateísmo; Violencia de género -y esta es una sociedad violenta- destrucción de la autoridad paterna, patente de corso para el libertinaje y el adulterio, y emasculación del macho al que las feministas quieren transformar en hombre objeto, en papel decorativo de zángano de colmena; inmigración quiere decir invasión. Hablan de solidaridad a todas horas pero ninguno cree en la Caridad cristiana. Y ubi Charitas et amor Deus ibi est, nos recordaba el papa meses atrás en una encíclica, glosando al augusto Agustin. Como han puesto todo del revés y adoran la cruz inversa, todo es posible, todo les está permitido pues su poder carece de límites. Cuentan con el ejecutivo, el legislativo, el judicial, y la massmedia. Ahora tratan de someter a la SRI bajo su férula y esto es lo que más me encorajina a mí.

Así ya se puede, abusones, los ministerios de la Verdad están en vuestras manos.

San Pablo, duro con ellos, se las tuvo tiesas con esa estirpe de adoradores de Belial, y por eso lo degollaron. Pero en fin él fue alférez de nuestra lucha. Y todavía algunos, en medio de nuestras dudas, vacilaciones y humanas miserias, militamos bajo sus banderas.

Alguno tiene que volver a cantarles las cuarenta. Alguno ha de colocarle el cascabel al gato. Al calducho. Al calducho. Ex ore infantium et lactantium y, si no habláis vosotros, serán las piedras las que tengan que contar el caso.

Te entiendo, Remondo, ya sabes, el chiste que nos contaba don Valeriano en tercero de latín de aquel que cruzó una apuesta con uno. A que le digo al alcalde lo que es en sus propios morros. ¡A que sí! ¡ A que no! Ya veremos.

Fueron entonces convidados a una matanza. En la mesa se sentaba el alcalde cacique y tiránico de aquella localidad. Sirvieron el primer plato. Y el buen munícipe algo tirano tuvo ración doblada de "entre claveles y rosas su majestad es coja". El que estaba en la matanza muy bien pudiera haber sido George Bush y su cohorte patibularia de Warmongers agitadores profesionales y profesionales del agit prop que pasan por ser honestos, gente decente y de confianza en apariencia de un probidad. Por dentro son malvados. Aquellos sepulcros blanqueados a los que se refiere Nuestro Señor.

Y ante la carestía de sacerdotes y la penuria de apóstoles ¿por qué no se hace uso de nuestros servicios en lo doctrinal o en lo pastoral a los que iniciamos la carrera y llevados por el ventalle del cambio que sopló sobre nuestra sociedad y la propia iglesia aportando muchas cosas buenas pero llevandose otras en lo atañedero a la fe y a la defensa de los valores cristianos, y que eran medulares a la esencia de nuestra religión [no me refiero a cambios accidentales a los que se daba tanta importancia] que han vaciado algunos aspectos del contenido de la fe, hoy sólo son reminiscencia, no fuimos capaces de culminar la carrera? Si nos llamarán yo gritaría inmediatamente: Adsum. ¡Presente!

Aportaríamos veteranía, un cierto conocimiento de los hombres y el amor imperecedero a la Iglesia por cuya libertad y exaltación oramos. Supongo que mi pregunta propuesta sonará a herejía en muchos oídos o inspirará la sonrisa de compasión que se dispensa a los ilusos y a los que a los ojos del mundo parece que no andan bien de la cabeza. Sin embargo, el pensamiento de Dios, y su lenguaje, va por sendas diferentes a las de los hombres. Toda nuestra esperanza está en Él.

Recuerdo a muchos obispos que andan también sumidos en la confusión de estos convulsos tiempos que la SRI hubo un tiempo en que era un poder independiente frente al poder civil e incluso plantaba cara a las tropelías y malfetrías de la jurisdicción. Añoro a aquellos Gelmírez, a aquellos Ximenez de Rada, caballeros con espuelas de oro que alternaban la mitra con el casco de acero pues vita militia est y eran capaces de defender a su grey incluso con la espada. Actualmente entre los creyentes crece una sensación de indefensión y de indiferencia. Parece que nos dicen: los cristianos a los leones. Habéis hecho las diez de últimas. Y sin embargo...

No he de callar por más que con el dedo, signando ya los labios ya la frente, silencio avises o menaces miedo, ¿No ha de haber un espíritu valiente? ¿Ha de sentirse lo que se dice, nunca decir lo que se siente(1)

Sus predios eran inviolables y la iglesia y los monasterios brindaban protección a los perseguidos. Acogerse a altana se llamaba esa figura y con esas intenciones yo diría que me gustaría refugiarme dentro del recinto sagrado de nuestro viejo seminario. Acaso esta ilusión no sea más que un sueño, un desiderátum quijotescos pero no sólo de pan vive el hombre. Y la fortuna ayuda a los audaces.

Hoy, en los días del pensamiento único y de las decisiones unilaterales aparentemente democrática pero fruto de la componenda y del trapicheo, cuando unos pocos deciden el futuro de unos muchos, hay mucho trágala. Vive mucha más gente perseguida, ninguneada y pisoteada en sus derechos de lo que parece. Nos sume la batahola del doble lenguaje que alimenta el monstruo de la confusión, la contumelia y la tristeza. El pensamiento plano reclama sumisiones al Nuevo Orden y al Doble Lenguaje que pronosticó George Orwell.

Cunde la apostasía y eso es aterrador. En sus orígenes la Barca del Pescador alzó proa contra las olas del pensamiento único, plasmado en el sincretismo pagano y la férula ideológica del Sanedrín. Quizás tengamos que volver a los orígenes, aunque sin obviar los dos mil años de nuestra tradición milenaria, el martirologio, la liturgia y el rito latino (soy partidario de la misa y las preces en ese idioma, según las recomendaciones de S. S. Benedicto XVI y del celibato ad libitum de los presbiteros, una norma que es contingente, procedente de un canon del Concilio de Toledo , no de un mandato de los apostoles, y que no fue firme hasta el siglo XIV, a instancia de los papas de Aviñón para la iglesia latina), y todo lo demás se nos dará por añadidura. Toda religión ha de ser mistérica y culto de adoración, como legataria de los viejos ritos órficos. A veces el lenguaje de Dios no tiene porque entenderse. Pero está ahí. Es palabra de vida.

La Bestia, con todo, es muy fuerte. Convendría rezar con más frecuencia al Arcángel San Miguel y que la oración del "Sub tuum praesidium" no se apee de nuestros labios. Tengo ganas de volver al seminario y cantarle salves al Virgen de los Tránsitos como lo hacíamos con tanto fervor e ilusión en aquellas sabatinas de Mayo.

Las verdades al lucero del alba. Aunque duelan. Retumbe sonora la voz de los diáconos. Ha habido una matanza en el Caúcaso y un tipo que debe de ser pariente de Stalin pues se llama Dzhigasvili o algo parecido ha organizado un holocausto en toda la regla y ha acusado a los rusos de la masacre cuando los autores de los bombardeos que asesinaron a victimas inocentes eran aviones norteamericanos. Vivimos en un mundo bronco donde nada es lo que aparece, donde se proclama la verdad útil. Un mundo plagado de trampas y de recursos torticeros.

Otra vez regresan las guerras de nuestros antepasados y nada menos que a una región tan peligrosa como es el Monte Ararat donde posó el Arca de Noé. Me perdería en consideraciones sobre arcas y alianzas pero preferí la noche pasada escuchar el responso doliente de un chantre ortodoxo que entona las preces desde un monasterio lejano en esta mañana de domingo a través de una radio lejana que las elaboradas explicaciones interesadas de los entendidos de la Sienén. Otra vez Rusia, la Rusia cristiana, fue agredida, y aquí se trata vender la idea de que fue la agresora. Nos rodean por todas partes los profetas falsos y los manipuladores de la verdad.

Porque son breves nuestros días y nuestro paso por la tierra como el humo. La voz de ese monje sigue resonando en las cavidades lo mismo que la de mi viejo compañero de curso que hoy me ha llamado. "Alcalducho". "Alcalducho". Bueno vayamos al caldo que luego vendrán las morcillas. Por fin nos reunimos. Loado sea Dios.

No estamos viejos. Solo de cuerpo. Pero nuestro amor a los hombres no menguó y seguimos tan ilusionados con el mundo, amando a los hombres como entonces. Claro que ya vamos de vencida. Pero la palabra y el amor el verdadero amor que conocimos en el viejo caserón alguna veces a palo pero ello no es óbice para que sigamos amando a la iglesia, aunque la critiquemos pues las cartas cantan y así lo dicen las epístolas de San Pablo. Una cosa es la cáscara, lo exterior, y lo que es accidente y otra la medula eterna de nuestra comunión con Cristo.

El día 5 de septiembre a la sombra del la aceitera estaremos dispuestos a entonar un Te Deum, con la secuencia del Veni Creator o el himno de San Frutos, si nos vaga. Acudid a la cita, hermanos. Hoy estoy lleno de ardores. Día de San Lorenzo diácono de Huesca. Ando en ascuas. Ya soy tostoncillo asado de un lado y pediré al pretor que me den la vuelta. No cabe el regreso al pasado. Esa es mi oferta. Y las condiciones para la vuelta al redil, consignadas arriba. Mi fe no es más que la fe de la Iglesia, aunque tal vez esté soñando con los ojos abiertos. ¿Un iluminado? Ese remoquete ya lo he escuchado unas cuantas veces. Pues bueno. Pax vobis, mis queridos pipis. Paz y Bien.

10 de agosto de 2008

1. Don Francisco de Quevedo






 

MIS SUEÑOS CANTURIENSES






 

V BANDERA XX COMPAÑIA COLUMNA DEL CORONEL CASTEJÓN MEMORIAS DE UN LEGINARIO INGLÉS QUE TOMÓ PARTE EN LA TOMA DE BADAJOZ A LAS ORDENES DEL ABUELO DEL PRESIDENTE SANCHEZ. CASTEJÓN ERA UN SANGUINARIO IGNORÓ LAS LEYES DE LA GUERRA

 JOHN PRICE UN LEGIONARIO INGLÉS QUE MILITÓ EN LA BANDERA QUE COMANDABA EL CORONEL CASTEJÓN EL ABUELO

DE PEDRO SANCHEZ CASTEJÓN Y TOMÓ PARTE EN LA SANGRIENTA TOMA DE BADAJOZ YO LE ENTREFISTE EN LONDRES EN 1973 UN GRAN TIPO

 

En mayo de 1973 yo escribía para la prensa del movimiento. Me interesaba no sólo por la política en los tiempos de la era Wilson sino por el pensar y el sentir de la gente. Llegué a auscultar algo del pensamiento de los ingleses y un buen día me acerqué a la casa de un veterano de la guerra de España en el bando nacional quien me enseñó sus medallas al mérito militar y me desveló algunos de sus recuerdos. Un londinense típico el pelo pajizo que fue rubio, fuerte, jugó al rugby, le queda poco pelo. Al lado de la butaca donde me ofrece una taza de té está su perra Dolly. Carga su pipa de tabaco fuerte y habla con acento cockney que nada tiene que ver con el de Oswald Mosley el dirigente de los falangistas británicos que procedía de una familia enriquecida en Irlanda y emparentada con los Spencer (de esa estirpe procedía Lady Di). Mosley por los barruntos de su  apellido estaba trabado con los Rothschild origen semita.

John price vive en una modesta casa con terraza en un barrio obrero al sur de Londres, pasado el puente cerca de la plaza Elefant&Castle.

 John o Johny a secas, como le conocen sus amigos en el pub del “Groom” donde algún viernes va a jugar a los dardos y se toma media pinta de cerveza “More than that not, I cant afford it”) es un británico de una cortesía exquisita, me recibe con hospitalidad en su domicilio.

  Ha vivido una vida austera (la legión en él inculcó el espíritu de sacrificio y sufrimiento) y  a sus 63 años está esperando la jubilación. Me enseña sus medallas y condecoraciones legionarias mientras Dolly mueve el rabo al lado del fireplace. Afuera en el diminuto jardín llueve y hace frío pese a lo adelantado de la primavera. Estábamos en el el mes de abril de 1973:

—¿Cómo fue que se apuntara al Tercio?

—Vengo de clase obrera, admiraba a Mr. Mosley y me sentía anticomunista. la posguerra de la primera gran guerra fue sumarísima, los obreros pasaban hambre y de niño yo recuerdo la gran marcha sobre Harrow de los mineros del Norte. Temimos que Gran Bretaña se convirtiera en un país soviético. Por eso firmé por el partido de los Black Church (camisas negras) teníamos un gran líder: Mosley, pero no era racista a diferencia de los hitlerianos de William Joyce.

—Sí Lord How-How, aquel aristócrata ingles que por Radio Berlin realizaba locuciones en favor de la Alemania nazi en plena guerra mundial. Después de Victory Day Winston Churchill mandó que lo ahorcaran en la Torre, pero Mosley murió en la cama en 1980 retirado de la política. Era por paradoja de origen hebreo.

— Sí, un gran tipo

—¿Y cómo fue su alistamiento en el bando franquista?

—Yo leía las crónicas del Daily Express cuyo corresponsal se alineaba con los patriotas y pensé que había que hacer algo para parar a los rojos. Salí de Londres en julio de 1937 y tomé un barco en Southampton que me condujo a Portugal, crucé la Raya y me presenté en el banderín de enganche de la Primera Bandera. No había hueco y me destinaron a la Quinta.

—¿Sin más requisitos?

—Sin más requisitos. Yo había estado en la British Army tres años en la India. Tenía el grado de sargento y conocía el manejo de las armas, me encargaron de una sección de ametralladoras. Disparamos con la ametralladora Hochkins que era inglesa pero a veces se calentaba y echarle agua. Cuando no teníamos agua echábamos coñac.  

El coronel Castejón el primer jefe que tuve en la Quinta Bandera me recibió con los brazos abiertos, era un tipo muy campechano pero algo “cabrón” me dio una palmada en el hombro y me dijo muy bien, muchacho. Eso esto.

 Acto seguido el mismo día ya estaba alistado en la V Bandera, me dieron unas polainas el chapiri y una chapa de identificación que colgué al cuello, un morral con una escafandra anti gas, latas de sardinas, un chusco y un frasco de aguardiente de orujo.

—¿Cómo era Castejón?

Alto, fornido, chapurreaba el inglés.  Ya le digo, había nacido en Filipinas Un tío con dos cojones como dicen los españoles pero al que racaneaba o abandonaba la posición lo mandaba al paredón. Yo no me llevaba mal con él pues le traducía las informaciones de la BBC. A los pocos días se me asignó el mando de un pelotón. Hacía un calor espantoso lo recuerdo bien el día y la hora que entramos en combate. Lo de Badajoz fue terrible. A mí me hirieron leve, pude curarme en el botiquín de campaña pero casi la totalidad de la compañía pereció. Unos camilleros me transportaron al puesto de mando y eso me salvó. Fue un tiro de suerte porque por la tarde estaba en el “fregao” esquivando el fuego rasante de las ametralladoras y los rojos de Badajoz ya habían capitulado. Salieron con los brazos en alto por una calle llena de polvo detrás de una sábana blanca. El coronel Castejón pegaba muchas voces.

Que los fusilen a todos... Fue de esa manera como cerca de mil tíos fueron pasados por las armas. El Tercio había tomado la ciudad a bayoneta calada.

—¿Recuerda lo de la plaza de toros pacense?

No, los gubernamentales resistieron numantinamente y nos causaron muchas bajas. Los jefes estaban irritados por las bajas causadas. Oí comentar a algunos compañeros que Castejón enloquecido le dijo a Yagüe  “no hagamos prisioneros, mi general”. Es verdad, hubo muchos fusilamientos. Yo no los vi. Fueron cosa de la guerra. Teníamos que avanzar hacia Madrid evitando hostigamientos a retaguardia. El mando quiso cubrirse las espaldas. En Chapinería volví a caer herido, esta vez de más consideración. Desde entonces tengo metida metralla en una pierna. El plomo se mueve y cuando cambia el tiempo veo las estrellas—.

El viejo soldado me enseña una de sus piernas que muestran algunas marcas azules.

 — Peor— prosigue— que Badajoz fue Brunete. La tierra ardía, fue la batalla de la sed. Las lineas estaban muy próximas a menos de cien metros de distancia y a veces sosteníamos conversaciones de trinchera a trinchera. Yo entablé amistad, si es que así puede llamarse con otro londinense que había jugado conmigo al rugby y estaba con las Brigadas Internacionales. Justamente en Villafranca del Castillo junto al rio Guadarrama fui alcanzado de nuevo por un disparo, era el 20 de julio de 1937. La bala me pegó en un hombro. El capitán medico pidió que me hospitalizaran.

John me muestra orgulloso su condecoración que guarda en un estuche de terciopelo. Es la Medalla a los Sufrimientos por la patria.

Le dieron por mutilado de guerra y fue trasladado a Sevilla donde se enamoró de una enfermera. Se llamaba Conchita. Y dice: —“tengo cinco balas que me agujerearon el pellejo, ninguna me llegó al corazón... la de Conchita me alcanzó de lleno, con el tiro del amor “La que más me dolió fue la de mi novia Conchita que murió en el Ebro”.

Era una guapa sevillana falangista que atendía a la centuria de Sevilla la Nueva”.

John se arremanga y muestra las cicatrices del omóplato y brazos.

El viejo soldado se toma un respiro y veo como sus ojos se empañan de añoranza.

—¿Volverías al Tercio?

Mañana mismo si tuviera otra vez 25 años. Soy uno de los pocos ingleses que conocen bien a España. Para mí mi segunda patria. El año 36 nadie en mi país sabía de qué iba todo aquello. Yo sí. Y estoy orgulloso de haber pertenecido a la Quinta Bandera, de la XX Compañía en la Columna Castejón. Fui herido en Talavera, en Chapinería, en Villafranca del Castillo y tomé parte en la liberación del Alcazar de Toledo. Estuve en la Universitaria y fue mi sección junto con los Requetés la primera fuerza que entró en Madrid al mediodía del 30 de marzo de 1939. Regresé a Gran Bretaña con ocho balas en el cuerpo pero orgulloso de haber servido. Los años de aquella guerra fueron los mejores de mi vida.

John Price vuelve a quedarse silencioso, un sorbo de te, una caricia a la perrita Dolly y una mirada penetrante para el pequeño jardín donde han han crecido ya narcisos madrugadores que por aquí llaman daffodils. Prosigue:

El propio Churchill estaba equivocado, lo pasé mal durante la época del gobierno Attlee, nos llamaban fascistas, “camisas negras” y nos miraban como apestados. Me fue difícil encontrar trabajo, pero con McMillan todo empezó a cambiar.

Ha olvidado casi todo el español que sabía pero se explica con algunos vocablos de los Novios de la Muerte. Dice: guripa... a por ellos... me han dao... maricón el último... Puta Pasionaria... que se mueran los feos... Franco es un lor nuestro caudillo... viva España

.

Me pasé la guerra siempre en primera linea al pie de la Hochkins que a veces se calentaba y había que regarla con orujo.

—¿Conociste a compatriotas ingleses?

Sí pero en el bando republicano. Una vez se pasaron unos a nuestras trincheras, sabían nuestra consigna y deseaban pasarse a los nuestros, a mi me entraron sospechas de aquellos tíos y le dije al teniente Dimitri, un rumano: “Mi teniente, mucho cuidado con estos lebreles”.

No me equivoqué. Venían de descubierta a espiarnos. Luego los fusilaron. Fue la mañana en que a mi me hirieron en Chapinería. Lo más duro fue cuando entramos en un pueblo de Toledo y encontramos los cadáveres de veinte personas viejos mujeres y niños que había sido liquidados por las fuerzas del Campesino de retirada y una vez estando en el hospital de Sangre de Sevilla y nos regalaron a todos los enfermos n par de zapatos una organización humanitaria. Entonces un artillero al que le había dejado sin piernas un obús le dijo a la monja:

—Para qué quiero yo un par de zapatos, hermanita, si no tengo piernas ya.

Aquello fue desgarrador.

Por lo demás momentos alegres. Por ejemplo lo mal que lo pasaban los moritos cuando les ponían delante de un espejo. Acababan rompiéndolo siempre a puñetazos. El espejo para ellos trae mal fario. Yo me llevaba muy bien con ellos. Me daban cuando lo cocinaban te verde y siempre me llamaban “paisa”. creo que fueron los que ganaron la guerra a Franco. Peleaban sobre seguro y se metían debajo de las piedras ante el fuego enemigo. Los rostros de algunos camaradas se me han borrado pero no su voz. Ahora al cabo de tantos años parece que estoy oyendo cantar al cabo Pinto sus fados en portugués y de los andaluces el Paco y el Lolo que se arrancaban por fandanguillos. Tambien me acuerdo del teniente Dimitri que no sé si era ruso o rumano. En la legion aprendí a servir a ayudarse unos a otros y esa camaradería que llamaban espíritu de cuerpo. A veces en las farras que teníamos con soldados de otras armas y surgía algún quebranto por cualquier tontería bastaba con que gritáramos a mi la legion para que se presentase toda una escuadra a socorrernos. Este verano voy con mi mujer y mi hija a Toledo y a Extremadura para mostrarles todos aquellos lugares que recorrí macuto al hombro y chopo en bandolera. A mi la legión.

— Eso mismo digo yo.

Han pasado 54 años de este encuentro con el cabo John Price sección de ametralladoras Quinta Bandera no sé si vivirá o habrá obedecido la llamada de la tierra y descansa en algún cementerio de Londres. Canto el responso que echan a los caldos ingleses en la marina de guerra:

Old soldiers never die, they only fade away

 No sé si España le habrá agradecido su sacrificio. Yo sí pues vivo en una de las mochas arrebatadas a los rojos en la urbanización donde resido donde había un majuelo y todas son casas. A mí la legión

 

ANTONIO PARRA GALINDO



JOHN PRICE MUESTRA SUS MEDALLAS. ES EL QUE ESTÁ A LA DERECHA DEL CORONEL CASTEJÓN. LUCE MÁS JOVEN QUE EN LA FOTO CUANDO YO LE ENTREVISTÉ EN LONDRES EN 1973



 

Saturday, December 4, 2021 DIA DE SANTA BÁRBARA

 

 

 

n ministra de defensa para la españa indefensas MAGGY OAKS LA DE LOS PAPOS CAIDOS HOY SANTA BARBARA BENDITA QUE EN EL CIELO ESTAS ESCRITA CON PAPEL Y AGUA BENDITA EN EL NOMBRE DE LA CRUZ `PATER NOSTER AMEN JESUS. RECUERDO A MI PADRE Y A TODOS LOS BUENOS ARTILLEROS DEL REGIMIENTO 41 CASADOP CONRADO CASTRILLO EL BRIGADA TINAQUERO Y OTROS MUCHOS DIOS LOS TENGA EN EL CIELO Y MANDE AL INFIERNO A ESTA FULANA QUE ES UNA HIJA LA GRAN PUTA PUES VETÓ MI NOMBRE ENTRE LOS JURADEROS ME PROHIBE VOLVER A JURAR BANDERA QUE LA PATRIA SE LO DEMANDE A ESTA JUDIA SOCIALISTA MILLONARIA ENRIQUECIDA A COSTA DE LOS DINEROS ESPAÑOLES

 

ES FEA FLOJA Y FRIA Y BOLLERA COMO LA MISMA PELONA NO TIENE NI MEDIA HOSTIA PORQUE ES MEDIA MUJER EN TODOS LOS SENTIDOS