2022-02-13

LA MESTA FUE MORISCA


LA MESTA ERA MORISCA

Antonio Parra

La mesta mixta era morisca. Cruce de razas, empalme de caminos. Ribazos y cañadas apriscos y majadas. Escuchaba de niño el tintineo del esquilón del morueco  o carnero padre que iba al frente de los rebaños al cruzar por el Puente de Valdevilla. Siempre sentí pasión por los que van delante al frente y miran al horizonte y no los rezagados que hacen la agachadiza, los que no se determinan, raza de víboras los llamó  el Cristo, fariseos, hipócritas y comprendo al Cid – Castiella face los homes y los desface, el buen vasallo si hubiera buen señor que peleaba tanto a favor del moro como el cristiano- y aquel rumor de grey me impresionaba. Ya se van los pastores a la Extremadura esto es a la frontera. Soy hombre de frontera. Me calificarán los malvados de personaje pero yo sé bien lo que me digo. Dentro de mí lo mozárabe.

Nunca seré jamás un tornadizo ni un oportunista. Quod decet et  non decet, decían los latinos. Ocho siglos de convivencia con el Islam han dejado marca en nuestras almas. Sí. La mesta era morisca. Gente de avanzadilla en los dares y tomares de la política y las pelas con el realengo y el abadengo. Sólo cuando había aceifa o guerra entre los propios reyes cristianos o los taifas no salían a la trashumancia. Era un código de valores en esa libertad libérrima de los españoles. Sabían que a veces el moro podía ser más cabelloroso, más hospitalario que el cristiano.

 En su vocabulario se amontonan los vocablos de origen arabe:. Rafala que era la escolta de caballería montada que escoltaba a los pastores y la anafaga o provisiones de boca que iban en la impedimenta con los mulos con las sartenes, perolas y anafes. La anafaga yo la he visto avanzar detrás entre los jumentos porteadores.

 Sobre la mesta casi todo está dicho gracias a un norteamericano K. Klein que escribió un libro magistral acerca de esta organización económica, financiera y social que no se dio en ninguna parte de Europa sino en Castilla, Aragón, el reino de valencia y el Reino de Murcia. Pero no todo está aprehendido. Su ordenamiento jurídico se fija por Alfonso X el Sabio  en el Fuero de Cáceres 1256. Es un documento escrito pero las reglas de la mesta que es un régimen de aparcería y de derechos de paso o transito tenían una estructura oral-los pastores no sabían leer aunque supieran muy bien tocar el caramillo- en los tratos de avenencias sellados por la robla o alboroque (otra palabra de las montañas del Rif) venga esa mano ajustando a los pastores desde San Martín a la virgen de Agosto.

 Las pagas se hacían en especie. Bodigos y corderos recentales  por san Juan de Junio. Curiosamente a san Juan Bautista tan bien lo veneraban los musulmanes españoles como uno de los profetas que permite el Corán. Iban en cuadrillas de cien a doscientos para un rebaño pero había majadas que llegaban a contar con hasta mil operarios entre rabadanes, pastores de honda y zagales (más nombres moros) y gobernaban ganado mostrenco o comunal y mesteño o ajeno.

 Los caminos reales de la mesta vulgarmente cañadas cruzaban España de norte a sur hasta el Guadiana sin penetrar en Andalucía por obvias razones. Se pagaba el aliud  en maravedíes y en moneda forera pues los deudores no admitían pago en especie a los terratenientes que eran en su mayor parte los nobles que se beneficiaron por las encomiendas otorgados por los reyes y de los obispos y ordenes militares. Aliud es el nombre de un pueblo cerca del Burgo de Osma  y en moro significa judío lo que indica que eran hebreos los encargados de hacer las transacciones. Estamos en la España de las tres culturas y la cosa funcionó dentro de lo que cabe. Oro. Oro que paga salarios. Atropellos de los fanáticos como Almanzor y los almohades pero a veces los descalabros los cometían las rapiñas de la Iglesia. Con la de  Calatrava y la de Santiago hubieron no pocos pleitos los pastores de la mesta y a estos conflictos de jurisdicción trató de poner fin con sus ordenanzas el Rey Sabio quien por cierto tampoco se llevaba muy bien con el alto clero.

 Un primado de Toledo trajo a Alfonso a mal traer y lo tuvo que desterrar de sus reinos. Sin embargo la mesta pateó caminos de reconciliación y de acercamiento y elevó puentes pues aquellos pastores sorianos tuvieron que cruzar no pocos puentes y muchos vados y pasar muchas noches al relente. Tenían sus propios alcaldes y regidores. El Fuero de Cáceres se supone al fuero de Alcaraz algo posterior. Y para demostrar que aunque tolerante y mozarabe todos los concejos se harían en el nombre de la Trinidad.

 En la sierra de Albacete se denomina al ganado mostrenco de los castellanos ganado pejuguero pero hay pocas diferencias. Estas reuniones donde los jueces y alcaides (más palabras árabes, de caíd jefe) oían la causa de las querellas y litigios. Eran abiertos y se celebraban en pascua florida y la de Pentecostés.

 Si Castilla fue la creadora de la Caballería andante y quijotesca, la Mesta me parece algo digno de subrayar por ser una institución típicamente española porque representa la Caballería Trashumante en el trajín de los siglos. No eran guerreros. Viajaban al sur en son de paz. Toda la provincia e incluso la diócesis de Madrid es un resultado de aquel afán mesteño de las cañadas segovianas que atravesaba los puertos por Somosierra y Peñalara y llegaban a lo que se denominaba Tierra Madrid y de ahí el dicho de que la capital española es el pueblo mayor de la provincia de Segovia.

 Aunque algunas de las cañadas han sido destruidas por el afán urbanístico me honra de vivir en un pueblo mesteño que se llama Villanueva de la Cañada. Gracias a los antiguos pastores hoy muchos madrileños tienen sendas ecológicas para hacer pedestrismo. Ojalá (adverbio de modo que significa así lo quiera Alá) pues se conserven. A pesar de todo siguen viniendo a Madrid los rebaños por el otoño y cruzan la Castellana que era cañada real.

 La mesta empezó a decaer en el siglo XV después de las guerras dinásticas de los Trastamara y el Honrado Concejo de la Mesta pasa a denominarse Comunidad de Villa y Tierra. La literatura pastoril y las Coplas de Mingo Revulgo denotan esa capacidad que tenían los pastores para reírse de todo y poner en solfa los despropósitos incluso de la corona. A Enrique IV en dicho texto se le describe como una “haragán que folgaba entre los setos”.

La mesta es el talante libérrimo de todo español que huye al campo en busca de los espacios y los horizontes abiertos y de vida en comunión con la naturaleza en esta tierra que es España agraciada de dones como decía Alfonso X en su crónica general pero donde patrón no manda marinero. La mesta no era más que esa mozarabía que se echa al monte. Que buen vasallo si hubiese buen señor y que en el siglo XIX se torna guerrillero.

 El pastor tiró la garrota y cogió el trabuco. Una pena que en nuestras escuelas se estudie catalán, gallego, inglés, vascuence y se dé de lado al árabe una lengua que tuvo mucho que ver en la formación del castellano y en la mentalidad de las gentes que habitan en este país. Propongo lo morisco como nexo de unión de las culturas y de diferenciación positiva para salvar incluso a la cristiandad.

Pero Roma nos impuso su férula. Ay. Roma locuta  causa finita. Muchos cánones pero escasa caridad.  Total. Hoy  antevíspera de la sarracina del centenario de 1609 me siento mozárabe si no morisco recordando a los rebaños que cruzaban  los puentes de mi infancia y el morueco egregio que iba adelante con el cencerro al pescuezo. El carnero abriendo paso era imagen del Buen Pastor que da la vida por sus ovejas, recuerdo importante cuando hay tantos malos pastores y lobos disfrazados de cordero que nos desollarán si nos descuidamos. Tolón. Tolón.

 

13/02/2022


 

 


 

Tatiana Tarasova & Georgi Proskurin - 1965 Europeans LP TATIANA TERESOVA CUMPLE 75 AÑOS UN ANGEL DEL BALET

ADELANTE HOMBRE DEL 600 Y0 TAMBIEN CONDUJE UN SEILLA EN LA FOTO MI PADRE Y MI TIO DIONISIO


 




esta foto la tomé en lo alto del cerro de Sacramenia, estaba en ruinas el viejo templo miguelino. Gracias a Dios hoy está reconstruida pero vacía protegiendo el campo y sugiriendo posibilidades proféticas que traza una raya blanca sobre el paisaje, un enigma de la vida humana. El arte románico es testimonio elocuente de la filocalía un concepto platónico que habla de trascendencia de nuestra existencia humana como tiempo de preparación para la eternidad
a

 

REMEMBRANZAAS SEGOVIANAS de mi libro SEMINARIO VACIO

 

EL ADELANTADO DE SEGOVIA.

El Adelantado” ha salido “El Adelantado” lo voceaba por la calle Real con bronca y acatarrada voz un señor con boina que tenía cara de buena persona seria y fría y acento de segoviano cuando entrábamos en el Portalón a comprar pipas o un cucurucho de castañas pilongas a la seña Isabel viuda de guerra que a su marido Zoilo cabo pieza artillero se lo mataron los republicanos en el Alto León durante la primera embestida los primeros días de guerra y estaba echando la pobre los papeles para poner un estanco que no se lo pusieron nunca, y pendientes de aljófar-no se los quitaba nunca y era una nota saliente de coquetería femenil en medio de aquellos lutos y aquel dolor de la posguerra que no fue tan triste como algunos dicen sino algo más cachonda y fraternal de lo que determinados mendas suponen pues los españoles por aquel entonces éramos pobres pero honraos y lo pasao, pasao que teníamos que tirar palante- cuando no a la Tía Concha que subía y bajaba calle arriba calle abajo con su bandeja atada al cuello con un cinturón de cuero regalo seguramente de alguno soldado compasivo. La Concha vendía el pirulí de la Habana algo de regaliz de palo juanolas para la tos y a veces otras muchas cosas.

La Concha otra pobre era hermana de la Felisa muy guapetona ella y que según dicen y casi lo puedo certificar como testigo de vista no como usuario que uno era un niño por aquel entonces a juzgar por las largas colas de hombres que aguardaban turno ante su puerta de su chiscón ubicado en la Casa la Troya donde nací yo a todas horas había ejercido el oficio más viejo del mundo en la Corte y hasta dicen que fue querida de don Inda don Indalecio Prieto quiero decir y era de ideas.

No la fusilaron de milagro, pero la emplumaron y la cortaron el pelo no por puta sino por roja. La Concha pregonaba por las ferias de san Juan o en la tablada que llamen Dehesa del Rey Enrique IV mal llamado el impotente, donde se preparaba el ferial detrás de la estación y mismo al lado el cuartel de la GC el pirulí de la Habana a perra gorda a perra chica caramelos de limón y menta que el que no los come revienta (era la caramelera un prodigio de la publicidad por el sistema del boca a boca) y a real la media docena.

 Cuando la romería de San Marcos por abril o pasado verano en las fiestas de la catorcena se escuchaba la voz aguardentosa de la Concha dale que dale anunciando a real su mercancía:

-        A ral…. A ral…ral… el pirulí de La Habana para el nene y la nena.  Fresa. Limón y menta el que no los toma revienta

Antes de salir a vender le gustaba su copa de anís o su copita de ojén y salía a despedirla su hermana la Feli en negligé.

 Las dos eran altas y la Felisa lo que se dice una mujerona con aquellos tupés apelmazados sobre las sienes y su cara de mirar antiguo depiladas las cejas que se parecía un poco a la gitana de Romero de Torres el pintor que pintó a la mujer murena la de los billetes de cien pesetas.

 Un domingo por la tarde que había un bautizo porque habían bautizado a un chico que tuvieron la Serafina (pobre serafina que alma más buena, recogió a la Feli desahuciada por la sífilis y se la llevó a morir a su casa) la de la tía Carnerita y su marido el Iglesias, un socialista histórico que acababa de salir del penal de Cuellar y era un rapsoda de profesión que recitaba “El Pillayo” de Gabriel y Galán mejor que nadie, estábamos a la puerta de San Valentín una cuadrilla de chaveas esperando el arrobo y que se estirase el padrino que si no le espetábamos al bueno del padrino aquello de arrobo cagao que a mí no me han dao si cojo al chiquillo le tiro al tejao, pues se presentaron la Concha y su hermana.

 La Feli tan cariñosa como siempre me estampó un par de besos en los carrillos que olían a aguardiente o a vino peleón que tiraba pa atrás pues en la Casa de la Troya esto es en San Valentín numero 4 yo era una personalidad porque mi padre el hombre en aquellos años del hambre nunca volvía a casa del cuartel de vacío.

Venía con él el machaca con un saco chuscos de las sobras de mayorías un fardel de judías o de patatas el rancho mismamente o los desperdicios de las perolas que le regalaban los rancheros y los repartía entre los inquilinos de la corrala.

Todos eran pobres y pertenecían al bando de los perdedores. Sólo había tres familias que habían hecho la guerra con Franco: las dos solteronas del tercero Maruja y Carmen que iban a misa todas las mañanas a la catedral y eran muy amigas del precentor o maestro de capilla don José del Moral una de ellas enfermera de Falange. El cabo de la guardia civil al que llamábamos el señor Juan y del que hablaré después pues al retiro se colocó como portero vigilante en nuestro seminario y allí le veíamos muchas tardes con su gesto adusto entretenido con la lectura del Adelantado de Segovia que se leía hasta los anuncios.  Le interesaban en particular las esquelas.

Era un hombrón. Infundía un poco de respeto cuando le veíamos abandonar el domicilio y estaba de servicio con el tricornio las cartucheras los correajes y el máuser que debía de pesar sus quince kilos. Él se lo echaba al hombro como si nada. A la espalda un zurrón y escarcela impresionante.

Iban de correría y a la puerta de San Valentín le aguardaba el otro número de la pareja un guardia menudito un jijas pequeño renegrido pero con un gran bigote cuyo nombre era Venancio. Se cuadraba ante su superior.

-Sin novedad mi cabo.

 -Pues andando que es gerundio- entonces decía el señor Juan

 Y los dos que parecían la l y la i se perdían calle arriba y desparecían al trasponer la arcada umbría de la puerta del socorro que tenía una repisa con un arcángel flamígero desenvainando la espada y al otro lado un altar con una virgen románica y su galería. Llevábamos una vida militarizada.

 Siempre me impresionó el cabo tan  serio y cara de pocos amigos. Sonaban sus pisadas en la escalera y todo el tillado se resentía. Era un hombrón y mucho más con el chopo a las costillas. No solía dar los buenos días pero una excelente persona y, jubilado, le recuerdo leyendo el Adelantado en su garita de la portería del seminario.

El mal humor y la esquivez de su carácter eran fruto de la enfermedad que tenía. Padecía una próstata muy maligna que le llevó a la tumba. Creo que era un noble hijo del duque de Ahumada. Sirvió a la Benemérita cuarenta años y a la Iglesia los últimos siete de su existencia. Una vida de servicio, aunque fuese un civilón a la antigua uno de aquellos mangas verdes que nos hacían poner pies en polvorosa cuando asomaban la gaita y el perfil inconfundible de la pareja avanzaba por los caminos. Guardia civil caminera te llevará codo con codo, Lorca dixit.

 El otro vecino de derechas de aquella corrala era mi padre Silvino que gloria esté. Era el que traía el rancho del cuartel. Los chuscos sabían a gloria por ejemplo a la familia de la señora Antonia la catalana viuda de otro fusilado por los franquistas. Vinieron a Segovia  desde Lérida después de un bombardeo con lo puesto y yo prácticamente me crié en aquella casa y crecí escuchando hablar catalán una lengua entrañable para mí pues fueron las palabras primeras que escuché en mi infancia cuando hablaba aquella familia que compartían derecho a cocina con Serafina la hija de la Carnerita casado con el Iglesias del que ya hablé y hermana de Claudio el chato que era el portero de la Gimnástica Segoviana y cuando jugaba en el Peñascal a mí me dejaba pasar de balde a ver el fútbol por ser hijo del sargento Parra.

Claudio cuando estaba en la puerta me colaba y así me colé a ver muchísimos encuentros de tercera división de la Gimnástica de gorra.

Claudio tenía una hermana la Carmen a la que hizo un chico un italiano cuando los balillas de Mussolini estuvieron de asiento en Segovia durante la guerra, -tener un hijo de soltera en aquellos tiempos era una cosa bastante peliaguda por aquello del que dirán y las habladurías- el Antoñito que sería muy amigo mío pues en la infancia no entiende uno de tales prejuicios y los dos salíamos juntos a nidos por Tejadilla.

Me quisieron como a un hijo las de Lérida y yo bajaba a que me diese croquetas la señora Antonia que estaban más ricas que las de mi madre y a sentarme en la cadira[1] que era más cómoda que las de casa.

Desde entonces siento una veneración y respeto por la lengua de Verdaguer y digo yo que qué tendrá que ver el habla con la política. Los hijos de la señora Antonia se llamaban Ramón el peluquero, Quico que tuvo un garaje de recauchutados en el Camino Nuevo, la Juani que me crió prácticamente y vendía helados mantecados en el Columba por el verano y Agustina a la que llamábamos la Agus que era la que hablaba más en la jerga ilerdense de todo el grupo en un catalán elegante y señorial que a mi me sonaba a uvas y queso y las uvas con queso saben a besos.

En el tercero mirando para las cuevas del Pinarillo vivía la señora Segunda a la que siempre recordaré viejita y encorvada sobre el fregadero lavando cacharros y cerca del puchero de la cocina de carbón. Era tan pequeñita que no alcanzaba la taza del fregadero sino era subiéndose a un tuero. Tenía una cara muy bondadosa, siempre vestía de negro y un lobanillo al lado del labio inferior de la que salían unas cerdas algo así como una barba de tres pelos. O cuatro

 A un hijo se lo fusilaron cuando el Alzamiento. Pertenecía al partido comunista y le dieron mulé en el foso del Alcázar y a otro Gabriel porque era cojo e impedido que sino también le “pasean”.  Nunca se recuperaría de aquel golpe la señá Segunda.

La poliomielitis determinó que aquel hombre tan inteligente estuviera condenado a una silla de ruedas.

 Los del Frente de juventudes le fabricaron por mediación de don Tomás que era el jefe de abastos y que vivía en la casa de la esquina justo al lado de la muralla un coche silla y pedaleando con las manos se desplazaba todas las mañanas a la estación del norte a vender pipas caramelos y cromos.

 La bajada por la escalera del querido Gabriel era tan sonora aunque mucho (plon, plon peldaño va peldaño viene y además el resuello de su penoso respirar) más trabajosa que el del cabo de la Benemérita.

Quico el catalán  le agenció unas rodilleras con neumáticos de camión y unas chanclas para las manos y a rastras se deslizaba desde el tercero hasta el cochecito que le aguardaba a pie de calle.

Era todo un experto en el manejo de su vehículo y los amigos le llamaban el rey de la montaña por la celeridad con que subía las cuestas manoteando sobre los pedales y en una ocasión pues era muy decidido se propuso hacer el viaje hasta Madrid pero al llegar al Portachuelo antes de San Rafael pinchó una rueda y tuvo que traerlo a casa la Guardia Civil precisamente el señor Juan que por aquellos días estaba de servicio por aquellos pagos unos dicen que tras la pista de unos quinquis que robaban gallinas por la Losa y otros que a cazar gamusinos.

Fue una noticia muy comentada en la localidad y salió su foto en el Adelantado pues la hazaña del cojo tuvo mucho mérito. A Gabriel se le quería mucho y todos conocían por lo que le había sucedido que Franco no era santo de su devoción. Sin embargo él y mi padre se hicieron muy amigos y a veces discutían –sin reñir- de política.

Cuando nos mudamos de casa a las casitas militares del Puente de Valdevilla mi padre me mandaba bajar a comprar el Adelantado por toda la pista que no sé si el periódico valía un real como los pirulís de la Concha pero a mí – jo papá no tengo ganas- se me hacía muy larga la caminata hasta el quiosco del Tío Braguetita que estaba junto del Regimiento pero yo no hacía gratis el mandado.

 Recababa de mi progenitor una perra chica esto es cinco céntimos. Nuestro periódico era muy conservador y de derechas o más bien de tono objetivo e imparcial por lo que resultaría inconcebible que el señor que lo voceaba en el Portalón cerca de la Casa de los Picos muchas tardes pudiera aportar a los titulares algo de su cosecha como ocurrió en cierta ocasión en León con Genarín- Jesús la que se preparó- y pregonaba el diario Proa de la prensa del Movimiento.

Una tarde en que había pimplado más de la cuenta y no se le acercaban clientes le puso titulares sensacionalistas al rotativo él mismo y se inventó la noticia:

-Proa…Proa… ha salido Proa… últimas noticias. El Papa Su Santidad Pío XII cuelga los hábitos, y se fuga del Vaticano con la Hilda… Proa. Ha salido Proa. La pareja se va Honolulu de viaje de novios.

La gente se arremolinó en torno al pregonero que despachó su mercancía en un suspiro. Se produjo un alboroto, casi una conmoción social ante la indignación de las gentes bienpensantes que no había sabido percibir una broma de borracho y a Genarín se lo llevaron a la trena los guindillas.

Pero eso solo podía pasar en León tierra de cazurros, en Segovia jamás.

Allí éramos un poco más señoritos circunspectos y delicados. Pobre Genarín esa es otra historia. Todo el mundo conoce su triste final. Lo arroyó un camión de la basura mientras exoneraba el vientre y la vejiga cerca de la muralla romana una noche de viernes santo.

En Segovia había otros singulares personajes como Mariano Conejo el hospiciano que tenía una voz poderosa e iba por las casas a pedir con su traje marrón de los presos y espiaba a las mujeres mientras fregaban la escalera. O Fernandito que una vez se disfrazó de fantasma en la Alameda e iba asustando con una sabana a las parejas. Uh…uh...uh. El Fernandito era un aprendiz de lo que ahora se llama violencia sexual, un violador en potencia, vamos, pero la gente se lo tomaba a chacoteo.

El mismo Tío Braguetita era otra personalidad local. Había estado en Rusia con la División Azul. Regresó del frente del Este con un pie congelado. Le dieron un quiosco pero se emborrachaba con frecuencia y cuando estaba beodo iban los chicos a cantarle:

        -Tío Braguetita… tío Braguetita.

        -Si voy ahí chiquitos os meto un brazo por una manga.

Hacía un amago de salir de su tendejón y los malvados chavales  que le arredraban emprendían una carrera sin parar hasta los jardincillos de Santa Eulalia donde crecía y crece un centenario y señorial almez todo un orgullo de la botánica segoviana. Vuelta y otra vez:

        -Tío Braguetita…. Tio Braguetita.

Pero aquel veterano de una de las guerras más cruentas que ha tenido la humanidad era inofensivo incapaz de matar una mosca. Hay que decir que no cumplió la promesa de maternos un brazo por una manga.

Algunos de sus camaradas ex combatientes se acercaban a visitarle entre ellos el teniente Ricardo que era nuestro vecino un artillero alto y cenceño que debajo de la guerrera siempre llevaba camisa azul y bajaba a comprarle el Arriba y hablaban de los viejos tiempos y de las fatigas del frente de Novgorod y de Leningrado.

El quiosquero que se llamaban Crescencio departía en largas parrafadas con el teniente Ricardo y con el brigada De la Paz también divisionario, aunque todos le conocieran por el apodo de la dichosa bragueta y eso porque la gente que se fija en todo observó  un día que tenía que orinar con frecuencia y tenía un perico dentro de su garita para hacer pis que debía de padecer poliuria o incontinencia de orina y olía por allí a meaos que tú no veas y por el verano todas las moscas del barrio venían a posarse en su bragueta con ronchones sospechosos lo que era recelo de diabetes pero el tío Braguetita no murió del azúcar ni del tenesmo.

Se le cantó el gorigori por otras causas. Una borrachera de anís. La cogió temblona y se lo llevó por delante.

 Sereno era una delicia de paisano. Nos decía algunas palabras en ruso y a mí me enseñó el paternóster en ese idioma…. Otse nash

 La estepa había cambiado su percepción del mundo y decía que el pueblo ruso aunque se les motejara de comunistas y de rojos perdidos eran buena gente. Él mismo ostentaba un icono de la virgen María que le regaló una baba (vieja) o una panienka (moza en polaco) cuando pasó por Grodno que en este momento no me acuerdo a punto fijo.

 De lo que sí me acuerdo es de la bondad de aquel rostro cansado y vencido por los sinsabores de la vida pero que no perdía jamás la paciencia y la serenidad. Nunca nos dijo chico si voy ahí os capo que eso si que hubiera sido más morrocotudo y es con lo que nos amenazaba, por ejemplo, el tío Juvenal el tendero de Castrobocos que tenía peores pulgas.

Don Crescencio sólo se atrevía a sentarnos las costuras de manera más leve: meterle a uno un brazo por una manga no debía de ser gran cosa.

Su entierro se recodará en los anales de la ciudad como uno de los más multitudinarios. Vinieron coroneles y generales entre ellos Muñoz Grande y el general Infantes mandó un telegrama de pésame.

En el Arriba el periódico que llevaba siempre el teniente Ricardo bajo el brazo y era uno de los mejores periódicos que se publicaban en España por las firmas que en él aparecían desde Eugenio D´Ors hasta don Pío Baroja y el mismo Ortega- estamos hablando de una España no de revancha sino de reconciliación- yo me hinché a escribir crónicas desde Londres desde Nueva York así como en  los otros cuarenta y tantos restantes de la querida prensa del Movimiento.

 En el Adelantado hice mis primeros pinitos literarios y di a la estampa mis primeros versos como un romance al Eresma glosando a Gerardo Diego.” Río Eresma río Eresma que vas camino del Duero para estar contigo a solas esta tarde he bajado solo y triste. He bajado con el viento... etc”. Muy malos versos y casi una copia del romancero pero todavía traen un perfume de aquel ayer- años 62 al 64- y algunos números de entonces aun los conservo.

 Recuerdo la bondad con que el director Cano de Rueda aceptaba mis ripios. Pero eso de ver mi firma estampada en la página literaria de los jueves me hacía sentirme un tío importante, casi un Tolstoi. En este rotativo tabloide que tenía forma de sábana y muy pocas hojas probé yo ese veneno, esa comezón que deja en el alma el duende de las imprentas.

. Río Eresma, Río Eresma que vas camino del Duero… Adelantado de Segovia uno de los diarios más antiguos que se publican en España humilde y entrañable y sin demasiadas paginas. La voz de aquel señor con voz ronca que pregonaba el vespertino en el portalón atiza en mí recuerdos de la niñez

 

domingo, 13 de febrero de 2022



[1] silla

 

ADA COLAU Y SUS COLADURAS QUE PUEDEN SUMIR EN LA VIOLENCIA A ESPAÑA.... sed de nimis non curat praetor





una lesbiana de toda la vida, se nos ha colao



De nimis non curat praetor

 

 

 

El adagio forense latino lo aprendí cuando estudiaba Derecho Romano. ¡Qué belleza el de este apotegma para los tiempos que vivimos en la desolación de la mentira la pornografía y las falsas expectativas. Dice la alcaldesa de Barcelona que los españoles somos unos genocidas. Yo no sé de dónde habrá salido esta piba.
Un poco arrabalera sí que es, lenguaraz y atormentada por sus exabruptos inanes. El pretor no juzga minucias.
Al que, convulso, se exaspere en desaforados gritos, insultos e invectivas que le apliquen la camisa de fuerza. Madre España cuanto te escarnecen y humillan el día de la Pilarica. Madre España, madre Roma.
Mamamos todos franceses ingleses, italianos, rumanos, portugueses, catalanes, astures y gallegos todos de la ubre de la loba capitalina. Ella posee pechos generosos como aquella rubia de “Armacord” una nodriza superdotada. La primera vez que contemplé Roma con mis propios ojos me entraron ganas de gritar:

 

▬Madre. Madre. Mio Dio… mama mía

 

Se esparció el eco por las fuentes de Caracalla en medio del calor de agosto.
Madre Roma, madre España, que nutristeis con la leche de la cultura a tantos pueblos en un proyecto civilizador que no tiene parangón en la historia. Ahí les duele a muchos, al igual que a esta primera vara del Consejo de los Ciento, que se despacha con semejante alcaldada. Debe de ser esta hebrea de sangre municipal y espesa, terca por su madre aragonesa.
Doña Ada Corau no ha leído a Melo aquel historiador portugués que vivió como soldado de un escuadrón de caballería al mando del marqués de Vélez la guerra de Cataluña. Ha sido mi libro de cabecera este verano.

En sus páginas me he topado con el rostro enfurecido de las turbas que hoz en ristre cortaron la cabeza a un catalán honesto como era el marqués de Coloma que pedía serenidad y proclamaba el consenso.
Una venganza catalana en toda regla  fue aquella, pero se estrelló contra los ejércitos de Felipe IV y del Conde Duque de Olivares. Hoy aquellos soldados están "missing".
Eso sí, por aquí se habla mucho de los legionarios que sacan pecho y lucen su mascota un carnero del que se hacen chistes. La cabra se llama Pablo y nos ha salido rana. ¿Cabra o cabrón? Chivo expiatorio y de la cáscara amarga como la señora alcaldesa que no esconde su orientación sáfica desde que salió del armario. 

 

La Colau debe de ser una de aquellas furias que ataban a la cola de los caballos a los soldados hechos prisioneros de los regimientos reales o echaban aceite hirviendo en plenas ramblas a la cara de las damas sospechosas de “españolistas”.

 

Es la misma furia, la misma saña, el mismo odio de aquella desazón en aquel entonces. Sólo que don Felipe VI no es Felipe IV. Va de borbones y vamos de nones. Y don Rajadizo el mirifico tampoco es el Conde Duque, un primer ministro tan grande que llevaba al Estado en la cabeza, un estado que sus tristes sucesores están haciendo trizas.

 

Tampoco aparece por ninguna parte al Tercio de Sicilia que metió en vereda a los alborotadores de aquella rebelión ni vive siquiera en la Moncloa  un Manuel Azaña que mandó a la artillería contra el palacio de la Generalidad y salió Companys el de los 72 fusilamientos de Montjuich con los brazos en alto. la orden del presidente, poco contemporizadora, era la de tiros a la barriga.
Aquel Luis Companys, un militar que traicionó su jura de bandera, no se distinguió nunca por su valor en el campo de batalla.  Era un "chorizo" como lo sería su sucesor don Jordi Puchol.

 

En Marruecos, capitán corrupto, se quedaba con los haberes de los soldados, a los que quitaba la masita, y los moros le llamaban el asesino.
Una crisis así – ni Rajoy ni el Borbón lo han entendido, pero el “Verrugo” sí que lo entendió- sólo se solventa con “tiros a la barriga” y de “nimis non curat praetor

 

el zureo del palomo

 

ESCUCHO EL ZUREO DE LA PALOMA MIENTRAS SE ARRULLAN LOS PALOMOS Y LOS TERTULIANAS LARGAN Y GARLAN SUS ESPICHES. ¿gozas, vida? nada, pues entonces algo huele a podrido en Dinamarca a. la chica del autobús iba con un cartapacio y dentro de los apuntes en un cuaderno como un marcapáginas llevaba un condón. Me guiñó un ojo y dijo:

─Esta noche, arroz con leche.

Pues muy bien, le dije yo mientras la guiñaba un ojo.

 La vida no es seria no demasiado serio y ahí estaba el obispo Camino con su pectoral de arrastre barbilampiño que a mi me recordaba al gran inquisidor de Dostoievski cuyo mensaje es apriorístico ni más ni menos que si cristo bajase a la tierra lo detendrían los obispos.

Yo no sabía mucho de los engaños del mundo, pero me dejé engañar por aquellos clérigos con chafarrinones de sopa en la sotana y los bonetes torcidos de la orden del domine Cabra arrastrando sus manteos y lobas por las calles congeladas camino del coro a cantar el oficio.

 Luego supe de los engaños del mundo y de las mentiras de las mujeres. Yo no era más que un hijo de la piedra que en el devenir de mis días me juntaría con las hijas del arroyo. Esta noche de San Martin acabamos de pasar la novena de las animas y medio pueblo anda borracho como en el cuadro de Grügel para festejar al santo del caballo blanco "Panonius" y la buena capa.

Una buena capa todo lo tapa y un día es un dia, padres conscriptos, mercaderes que han vendido la patria. era san Martin un manipulario de la caballería romana que un dia se le apareció Cristo en forma de pobre y a la caridad toda Europa se consagra. Un manipularius era un soldado raso, pero él llegó a general y luego lo hicieron obispo de las Galias. De mozo sabía utilizar el harpagón o gancho con que las acies disparaban contra las murallas y decía adelante y adsumus y al combate le seguían las mesnadas. Los pilorius haciendo uso de sus arcos lanzaban los dardos o tragula que portaban en la aljaba.

Detrás la infantería con la emsis o espada cortaban las gargantas, golas y golillas de enemigos.

 Bien podía ser san Martin un soldado de Cesar combatiendo con los aquitanos en la guerra de las Galias. Llevando el pecho constelado de medallas y de signa militaria. y como zapador abría zanjas et ad fodiendos puteos. No me lo tomen a mal, puteos no es puta en latín, pero fodiendo es casi la misma cosa por la que todo la entendemos: excavar, meter la pala y sacar, porque fodere vale tanto como joder mocosuena mocosuenae.

No hay polisemia que valga que el latín es lengua expresiva. Pozxhivaete... Kak diela? Xarashó.

Pero España es un solejar donde toman el sol los jubilatas. ¿Adónde vamos los licenciados de la existencia? A un banco del parque. Mejor a la taberna. Hay en Madrid buenas casas de conversación. Si te quedas quieto viene un guindilla y te manda a limpiar las cuadras de Augias. Tántalo habita entre nosotros y nuestras zozobras no tienen fin. Que de un tiempo acá andamos entre la cruz y el agua bendita y nos llaman carcas y meapilas. El Valle de los Caídos lo cerrarán y echarán a los frailes, pero no los fusilarán. España es laica, laica judaica. ¿Una más de ZP? No gracias que hoy tengo el hígado un poco revuelto

 

ABALLANDO LAS OVEJILLAS

 

 

 

 

 

Aballaba yo mis ovejillas y ci cruzar un vestiglo por los cielos del monasterio. Era un monstruo con cara de zorra cuerpo de mujer y las cejas muy anchas y negras de ala de cuervo y recordaba el rostro de Eduardo Alan Poe.

No me afligí pues estoy acostumbrado a extrañas visiones imaginativas. Es mucho más peligrosa y cruel la realidad. Su escolta era una cuadrilla de mozos matuteros que entonaba cánticos epinicios a la muerte de Petrarca. Como contramedida cruzó subido en un carro con ruedas de nube un diácono portando el cáliz del Grial. Todas esas escenas formaban parte del "dolce stil novo" y luego vi acercarse por el camino a una comitiva de borrachos. Todos pronunciaban elocuentes discursos.

 

a un viejo y querido colega

UN AMIGO, LO MEJOR DEL MUNDO. ME LLAMA CLYPEUS
VENÍA yo de comprar el pan y me desparramé en el sofá, mi mujercita estuvo machacando el cuerpo serrano en el gimnasio, tarde divina del otoño madrileño sin gabardinas Butragueño porque no llueve, paz serenidad hogareña. No tenía nada que hacer, la tele hispana es aburridísimamente puerca y algo fascistoide, un páramo espiritual para los que nos decimos y somos y seremos hasta el final periodistas. Menos mal al satélite, zapeo que te crió. Recorro algunas estaciones germanas. No hay programas del corazón apenas, le dan al reportaje y te meten las cámaras en una fábrica de Hamburgo donde fabrican lavadoras y están media hora cantando las excelencias de un tornero encantado de la vida con su trabajo, se pasa el día entre tornillos. Saltas hoja y tienes como cien emisoras dedicadas a promocionar el sexo, pero jamás sexo explícito, sólo tetas y frauleins ubérrimas reclamos del oficio más viejo del mundo. Hasta en eso son serios los alemanes. Arbeit macht frei. Más zapeo, aterrizo en una emisora rusa bastante buena. Los rusos hacen el mejor periodismo de Europa el más libre. Gracias al noticiero de la RTR me entero de que Yugoslavia de nuevo es un polvorín y que serbios y kosovares andan a tiros y que los israelíes tratan a las mujeres palestinas como ganado a las puertas de la Ciudad Santa. Apelotonamientos para pasar a la mezquita de Omar. Queremos rezar a Alá, pero no nos dejan se lamentaba una comadre con el chador y arrastrando las sayas hasta los pies ante un centinela todo un armario en ajuar de combate luciendo en el uniforme la estrella de David (lo más bonito del estado hebreo es la bandera). Se parecía a mi abuela. Nuestros informadores de tales alicientes no dicen ni mú.¡Ay esta España ensimismada y cañí que se cree el ombligo del mundo y e ha convertido en el risum teneatis de las naciones!

Aquí la gente no sabe que hay censura y que les están envenenando de política. Se parlotea de la crisis griega, del euro. Volvieron los gnomos de Zurich a campar por estos tesos. Nos están intoxicando y no nos damos cuenta. Aburrido, apago el televisor mientras mi mujer hace la cena y me pongo a leer las prosas sandias de Soledad Puertas. Tiro el libro a la bañera. Gran parte de los librotes que se publican son corrosivos. Gibson ese maldito irlandés ha vuelto a amenazarnos con otro tratado sobre García Lorca en el que vuelca su vesania y su odio contra España ensartando mentiras como si fuesen churros en el cucurucho de sus mil y pico páginas. Monto en cólera. El ABC le dedica dos planas en el cultural del sábado. Debe de ser que he tenido un subidón de abstenía. El ajenjo se me ha subido a la sangre con las insolencias de ese espía británico y eso que ahora no le doy al pacharán. Debe de ser la apirexia. Ya estoy algo vieyín. Los malos libros me enervan. ¡Qué soledad, cuanto descorazonamiento, cuanta accidia recorre los poros de mi piel! Tenemos el enemigo dentro. Ojalá venga pronto ese general invisible como llamaban a Mola y corra a gorrazos a toda esta patulea que ha convertido nuestra patria en un puticlú donde pululan las meretrices y los esperpentos de la política y del periodismo del duerno. ¿O es que la culpa es nuestra? ¿No nos estaremos llevando mal con nuestros propios sueños? No sé amigo Clypeus. No tengo respuesta. Me asaltan las soledades, los enconos en medio de los cuales vivimos, los distanciamientos y descorazonamientos. Al ser congruentes con nuestro ideal – no hemos cambiado de chaqueta- no tenemos derecho a sentirnos fracasados. Que inventen ellos. Que se jodan ellos. Por eso me alegró enormemente tu llamada. Desde hace un tiempo estabas missing.

Hablaré de Clypeus. Es uno de los mejores periodistas de este país. El que encuentra la música debajo de las piedras. Lo conocí el año 67. formaba parte de la redacción de un periódico joven, contestatario que ubicado en una antigua vaquería pero que tenía un cuadro de redacción donde figuraba nada menos que Félix Ortega Muñoz el mejor corresponsal en Estados Unidos que ha tenido este país, aunque trabajase para la prensa del movimiento. Y otros eximios que no recuerdo o de cuyo nombre no quiero acordarme. Que cambiaron de chaqueta.

Clypeus venía de Alemania. Había militado en el partido comunista pero los corsés, los encasillamientos y los encastillamientos no son buenos para un hombre que piensa. Cuando vino la debacle del 75 lo hicieron funcionario un funcionario sin una función específica. Conoció la “nevera” bajo el ojo vigilante de los comisarios y cabos de vara. Y estuvo congelado pero como era un vitalista salió a flote. Cambio de ciclo. Una era cruel en perspectiva. Había que ser pastor y borrego. Los “demenagements” que dicen los franceses conoció, y supo del oprobio y la carrera de ratas de esos ministerios de Dios que cedieron a las autonomías sus competencias. Échame pan y llámame perro. Había que comer, traer un sueldo a flote. El que más chifla capador. Muchos no sobrevivieron al trauma de la ociosidad y se dieron a la bebida, se divorciaron o contrajeron un cáncer. Estuvo en pasillos como yo y sometido a la tiranía de los mequetrefes y los cretinos, esas pulgas que galleaban subidas a la trompa del gran elefante fuera el Gran Filipo, el del Bigotito o el Coblers que vino después como un remendón de la política a vender a los españoles viento en cápsulas y así ha salido la cosa de mal al abrir la caja de Pandora. Bajas laborales por depresión. Ir a trabajar era un suplicio. Conozco bien el percal amigo Clypeus, pero tú y yo hemos triunfado porque hemos sobrevivido. Decían los griegos que la democracia es lo que mejor cuadra para vivir en un mundo peligroso, pero más que un mundo peligroso era un mundo de cretinos. Nosotros aprendimos a vivir “pericolosamente” y no nos daba miedo la gallardía. Sólo nos daba miedo la estupidez ambiente. Creo que con el “Google” hemos vuelto a ser periodistas, aunque nos vigilen los cofrades de Internet. Nos mandan virus- yo he jodido ya tres ordenadores a causa de troyanos y malspam- pero sigo impasible el ademán inasequible al desaliento viviendo esta época de grandes retos, que nos ha tocado vivir, terrible y maravillosa. Ya sé que más de una vez te he mandado a tomar polculo, pero tú me perdonas. Eso no tiene ninguna importancia entre periodistas pura sangre.

Con Clypeus me une nuestro amor hacia Asturias la tierra de don Pelayo y hay algo en nuestros genes que no nos hace tragar al Islam. Digo yo si seremos judíos. Que Bah. Y si lo somos seriamos de otra tribu, la decimotercera, la que se perdió en el Cáucaso y que inspiró y animó a los templarios a la reconquista de Jerusalén. Dios lo quiere o lo ha querido. Cuando nos juntamos y empezamos a hablar por las calles de Oviedo a grandes voces la gente se nos queda mirando como si fuésemos fantasmas de otra época. Dos quijotes, dos personajes de las Luisiadas o del Tasso. No sé. Castilla face los omes y los desface. Este tiempo está reñido con la utopía y con los que se afanan a la procura de la excelencia. ¿Sabes que murió Alfonso Martínez MENA, el escritor murciano? Venía a la redacción siempre vestido de luto. La vida pasa, Clypeus. Te tengo envidia porque eres muy diferente a mí. Ejerces un gran autocontrol, no fumas desde hace más de treinta años y nunca probabas una gota de alcohol. Te envidio y te admiro. Yo soy más pecador, pero mirando hacia atrás encuentro en nuestras vidas cierto paralelismo. Dios te bendiga. Gracias por seguirme y por leerme. Estoy seguro, Clypeus, que tú todo un buque acorazado del periodismo harías mucho más brillantes singladuras que un servidor. Zum Befehl. A la orden. No te rindas. Yo tampoco

 

MI NIETO BENJAMIN CUMPLE DOS AÑITOS

GRAN DIA fue el de ayer mi nieto un ángel rubio de ojos azules un regalo de la Virgen de Lourdes cumplió dos añitos. Febrero va rodando la parva la vida es un círculo mágico, mi fe me impulsa a dar gracias a Dios por estos hechos inefables que orlan mi vida cuajada de abyecciones y sufrimientos en la esperanza de un mañana mejor porque a pesar de todo hemos de ser optimistas